jueves, 16 de abril de 2015

Aprendiendo a convivir con la ausencia

Mi preocupación ante la fragilidad y la vulnerabilidad de un cuerpo cansado han dejado paso al dolor por su ausencia, mi padre Miguel Vidal Allué, descansa en paz.

A una semana de su muerte, mi pequeño homenaje a través de unas fotografías y unas palabras que me ayudan a que el dolor y la pena por su muerte convivan en mi con la satisfacción de haber disfrutado de su presencia.



El camino de la salvación es difícil de recorrer,  tan difícil como andar sobre el filo de una navaja,


pero no es un secreto, todas las religiones lo enseñan, hay en cada uno de nosotros una chispa de la infinita bondad del creador,


 y al dejar este mundo nos reunimos con ella, como una gota de lluvia que cae del cielo se reune por fín con el mar del que nació.

El filo de la navaja
Conversación con el sabio indú

En memoria de Miguel Vidal Allué
14 julio 1924- 9 abril 2015
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Camí de Roca Sereny
abril 2015

2 comentarios:

Elvira dijo...

Descanse en paz. Mil besos

Maritza dijo...

Ahora va más que nunca un abrazo gigante para ti, apretado y cálido,sincero y lleno de mi amistad y cariño por ti.

Lo mejor de todo es lo que tú dices:haber compartido con él un trozo de vida...qué más. Y todo lo bueno que de él quedará para siempre dentro tuyo.
Pienso que hasta debes parecerte a tu padre!...

Hermoso y enorme homenaje a tu padre, sin duda alguna. Se lo merece.

Mil besos y abrazos,amiga querida.

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