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martes, 28 de diciembre de 2010

Abuelos, padres, hijos

Este artículo de  Leopoldo Abadía, lo leí hace unos días en el blog de Manel Marín, en su apartado Sigue lo que leo.

Ayer me lo envio Neus Monje, será que es el momento de incluirlo en el blog, para descubrirlo o recordarlo.

Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación. 


En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64. 


Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental..., que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.

Pero, ¿qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:

1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización


Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar?
Si no se lo podían imaginar!

Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.


Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.


A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.


Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal,que no digan que todo vale, que piensen en los demás, que sean generosos...


En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran. 


Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo.


A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar.
Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas. 


Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas. 


Pero lo fundamental es lo otro: los padres. Ya sé que todos tienen mucho trabajo,
que las cosas ya no son como antes, que el padre y la madre llegan cansados a casa, que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva, que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado... 


Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía

P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles. 


Myanmar, agosto 2010
Foto: Pilar Vidal Clavería

jueves, 15 de enero de 2009

Crisis

Mis deseos para el 2009 eran que de las buenas intenciones se pasará a las acciones, el tema de la "crisis" sigue en boca de todos, y las opiniones son de todos los tipos.

Jorge Carvajal en "Que Dios bendiga esta crisis" nos dice:

Esta crisis es una feliz oportunidad para regresar a lo que es de veras esencial: nuestra propia humanidad.

En esta entrevista de hoy Leopoldo Abadía nos recomienda actuar

Leopoldo Abadía, divulgador de misterios de la economía
"Prohíbete lamentarte de la crisis y actúa, invéntate algo"
VÍCTOR-M. AMELA - 15/01/2009
La Contra-La Vanguardia

Tengo 75 años. Nací en Zaragoza y vivo entre Barcelona y Sant Quirze Safaja. Soy doctor ingeniero industrial y he sido profesor del Iese y del Harvard Business School. Estoy casado y tengo 12 hijos (de 49 a 29 años) y 38 nietos. ¿Política? Libertad y decencia. Soy católico

¿Qué sabe de economía?

¿Yo? ¡Nada!

¿No? ¿Y por qué su blog tiene 2.030.000 visitas?

Una burrada, sí... Yo sólo explico ahí las cosas de la crisis económica que voy entendiendo... Y si no entiendo algo, no lo escribo. ¡Mi sorpresa ha sido descubrir cuánta gente lo agradece!

¿No nos han explicado bien esta crisis?

Para explicármela a mí mismo, para aclararme yo, escribí un documento de 10 páginas titulado Crisis 2007-2008 y se lo envié a dos amigos por internet, hace ahora un año...

De dos ¡a dos millones! en un año...

Ellos lo enviaron a otros, y estos a otros, y fue circulando, sin firma..., hasta que alguien lo rebotó un mes después a gente de mi propio despacho con este comentario: "No sabemos quién es el autor, pero por el estilo podría ser un joven estudiante universitario". ¡Es el mejor piropo que he recibido!

Y decidió colgarlo en un blog propio.

Sí, y este verano me entrevistó un periodista de la agencia Efe..., y a partir de ese momento me han llamado de radios, teles...

Y le fichan Buenafuente y Susana Griso..., y le publican libro: La crisis ninja.

Lo de ninja lo leí en La Vanguardia:mis fuentes son los diarios, sólo relaciono datos y explico lo que voy entendiendo.

Recuérdeme a qué venía lo de ninja.

Viene de no income, no job, no assets (sin sueldo, sin trabajo, sin propiedades): el tipo de gente a la que los bancos estadounidenses empezaron a conceder créditos hipotecarios por más valor que el de la casa.

¿Por qué hicieron eso?

Con muchos ninja,los bancos incrementaban su volumen del negocio. Eso sí, con un riesgo: ¿y si el ninja dejaba de devolver el crédito...? ¡El batacazo estaba cantado!, ¿no?

Pues a nadie se lo pareció entonces.

Como el mercado inmobiliario crecía…, todos tranquilos. Mientras, los bancos, de tanto repartir créditos, se quedaban sin dinero. Y para conseguir más dinero, crearon paquetitos con esas hipotecas suyas y los sacaron a la venta en los mercados financieros.

¿Y quién dio dinero por ellos?

Bancos de todo el mundo, inversores de todo el mundo..., y quizá usted mismo mediante la inversión en algún fondo, aconsejado por el agente de su sucursal bancaria...

Bastante tengo yo con mi hipoteca...

Las agencias calificadoras bendecían esos paquetes..., cuando llevaban dentro esas hipotecas arriesgadas - subprime-,ruinosas...

Pues los ninja dejaron de devolverlas.

Eso es, en cuanto se desinfló algo el mercado inmobiliario y empezaron a ver que su casita dejaba de valer lo que esperaban...

Y ya tenemos el batacazo. Que es mundial: todo el dinero está relacionado. Los bancos se asustan y dejan de prestar dinero. Y la economía se ralentiza.

Resuma esta crisis en una frase.

1.400 sinvergüenzas y 1.400.000 estúpidos.

¿A quién culpamos?

A los inventores de esas hipotecas. A los inventores de esos paquetitos (los mortgage backed securities:qué bien sonaba, ¿eh?). Y a todos los que fueron invirtiendo en ellos.

Esos son los estúpidos... ¿o codiciosos?

Da igual. Aquí ha habido muchos tontos..., ¡y algunos de esos tontos se las dan de muy listos en las portadas de los diarios!

¿Habría que extremar controles, no?

Bastaría con los controles regulares, pero siendo todos decentes y trabajando bien.

Ojalá, pero ya se ve que eso no sucede.

En la disyuntiva, prefiero tener libertad - pese a todos sus riesgos-a no tenerla.

Mientras llega la decencia, ¿qué hago yo para no caer en trampas financieras?

Fácil: no compres nada que no entiendas. Si no lo ves claro, si no lo entiendes, ¡aléjate!

Pero si llega Madoff y me promete que voy a ganar un pastón...

Lo de Madoff tiene mérito: montó otra de esas pirámides que tantas veces han caído, ¡que es obvio que un día se desmoronan...!

¿Qué haría usted con los Madoff?

A la cárcel. Pero, a causa de su edad, este acabará en su casa con una pulserita...

¿Dónde está el dinero que falta?

No está. Nos lo hemos comido entre todos.

Yo no.

¡Todos hemos estirado más el brazo que la manga, eh! ¿Habremos aprendido algo?

¿Debo ahorrar en vez de consumir?

Gaste lo que necesite..., ¡pero modere sus necesidades! Yo me lo he gastado todo en educar a mis hijos (ya han heredado, pues).

Si tengo unos ahorritos, ¿los muevo?

Yo no jugaría: los dejaría tranquilitos.

¿Es esta la peor crisis de la historia?

Lo es por esta razón: circula como la pólvora por todo el globo, al estar todo interconectado, al estar la economía globalizada.

¿Cuándo terminará esta crisis?

No crea a quien profetice fechas ni cifras del paro: especula. Nadie puede saber eso.

¿Qué puedo hacer yo para afrontarla?

Sé optimista, sin distraerte, y sé prudente.

Explíquese.

Optimismo: prohíbete lamentarte de la crisis y actúa: si no te dan trabajo, invéntalo. Distraerte es no focalizar energías en lo básico. Prudencia: analiza tus impulsos. Despidiendo a muchos empleados puedes errar...

¿Qué le diría al ministro Solbes?

¡Cuántos millones de euros del presupuesto distraídos en organismos de relleno...!

Pues Zapatero va a repartir más pasta.

Acabaremos pagándola entre todos, nosotros y nuestros hijos.

Jubilado jovial

Legiones de internautas y televidentes se han prendado de este jubilado jovial que explica con campechanía arcanos que políticos y economistas de postín oscurecen. Durante 31 años impartió clases de política de empresa en el Iese y luego abrió consultoría propia. Jubilado, se ha convertido en fenómeno mediático cabalgando la crisis económica, sólo porque un día se la explicó a un amigo que no la entendía (www. leopoldoabadia. com)... Me recibe en su piso, mientras su hijo pequeño le ordena el centenar largo de conferencias ya concertadas este año. Buenafuente le presenta mañana (19 h, Corte Inglés de Portal de l´Àngel) su libro La crisis ninja y otros misterios de la economía actual (Espasa).

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