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miércoles, 15 de julio de 2009

Sueños

De los sueños escribí en una entrada sobre Pesadillas y terrores nocturnos en los niños, en esta entrevista de hoy en El Periodico de Catalunya con Jordi Borràs, nos habla de que soñar nos puede ayudar a resolver conflictos.

LA ENTREVISTA CON JORDI BORRÀS, PSICÓLOGO
Jordi Borràs: «Soñar nos ayuda a resolver conflictos»
Afirma que los sueños son un laboratorio de ensayo que se instala en el cerebro para poder solucionar temas que no hemos podido resolver durante el día.


GASPAR HERNÀNDEZ

–¿Para qué sirven los sueños?
–Es como si me preguntara para qué sirve pensar.

–¿Por qué?
–Porque cuando soñamos estamos pensando, aunque el cerebro funciona con una bioquímica distinta.

–¿En qué sentido?
–Es más visual, menos verbal, pero está igual de activo. En lugar de procesar el exterior, durante los sueños el cerebro procesa lo que está ocurriendo dentro de nosotros.

–¿Y qué ocurre?
–Es como un laboratorio de ensayo. Intentamos resolver conflictos y cosas que nos han pasado a lo largo del día y que aún no tenemos solucionadas. Las contemplamos desde una perspectiva emocional. También nos ocupamos de los miedos.

–...
–El cerebro, en el momento en que estamos soñando, está en una buena situación para enfrentarse a los miedos, porque funciona de una manera más poética y es más capaz de procesar metáforas. A nuestro cerebro le es muy fácil hacer asociaciones entre recuerdos y deseos, y nuestros recursos y potencialidades para encontrar soluciones.

–O sea que nuestro cerebro está preparado para resolver cuestiones con más facilidad.
–Si hay un para qué de los sueños, desde un punto de vista psicológico, es para hacer conexiones que faciliten la resolución de conflictos. Lo interesante es favorecer la toma de conciencia dentro del sueño, lo que llamamos los sueños lúcidos.

–¿Cómo podemos tener un sueño lúcido?
–En primer lugar, cuestionándonos la naturaleza de la realidad. Como dice el budismo, la realidad que nos rodea no tiene más consistencia que un sueño.

–¿Qué es más real, un sueño o la vigilia?
–Depende de lo que entendamos por real. Cuando estamos despiertos, nuestros sentidos nos dicen que esto es real; cuando estamos soñando, nos dicen lo mismo. No nos podemos fiar de nuestros sentidos.

–¿Podemos modificar un sueño mientras lo tenemos?
–Sí. Es muy interesante como vía terapéutica. No solo se trata de modificar el sueño, sino de observar y contemplar el sueño para percibir los elementos que están funcionando en él.

Pónganos un ejemplo.
–A una clienta, jubilada, su marido la dejó por una chica más joven. Se quedó sola con su hija y con la sensación de que su vida no tenía sentido. En psicoterapia, nos encontramos con que esta mujer tenía pánico al agua. Le daban terror la piscina, el mar. Después de un entrenamiento, soñó con agua.

–¿Y qué pasó?
–Se metió en el agua del sueño. Tenía mucho miedo, pero era consciente de que no podía pasarle nada y de que, en cuanto quisiera, podía despertar. Así ha acabado solucionando su conflicto con el agua y todo lo que metafóricamente representaba.

–¿Y qué tenía que ver el agua con su marido?
–El agua suponía una barrera para hacer su propia vida. Ella de pequeña vivía en un pueblecito con un río y un puente. Le daba pánico cruzar el río, porque era salir del pueblo, explorar. Años después, en una nueva etapa en que tenía que avanzar hacia territorio desconocido, había regresado el miedo al agua. Después de una serie de sueños lúcidos fue capaz incluso de viajar en crucero, sola, sin ningún problema.

–Supongo que se encuentra con algunos escépticos.
–Tenemos muchos prejuicios respecto de las posibilidades de nuestra mente. Solo nos falta convencernos de que el sueño lúcido es posible. Cuando nos decimos a nosotros mismos que tenemos que levantarnos a tal hora, nos despertamos a esa hora. Lo mismo podemos hacer con los sueños para soñar lo que deseamos.

–¿Usted cree que los sueños premonitorios existen?
–Cuando soñamos, desaparece la temporalidad. Podemos conectar con pasado, presente y futuro. Pero muchos sueños que nos parecen premonitorios no lo son. Soñamos que muere nuestra abuela, pero inconscientemente ya sabíamos que eso era posible; quizá lo habíamos intuido.

–¿Cómo se pueden recordar los sueños?
–Teniendo el propósito de recordarlos antes de acostarnos. Cuando nos despertamos, tenemos que acostumbrarnos a apuntar en una libreta cómo nos sentimos y los detalles que recordemos, por muy mínimos que sean. El acto de escribir sobre los sueños refuerza nuestro mundo onírico. Es una manera de decirle a nuestro inconsciente: «Te estoy escuchando». Y el inconsciente acabará respondiendo.

Clematis
Foto: Pilar Vidal Clavería

lunes, 4 de mayo de 2009

Pesadillas y terrores nocturnos en los niños

El sueño es el guardián del dormir, cuando las pesadillas te despiertan no guardan el dormir.

Era una de las frases con que comenzaba el curso que Claudia Stern dio en Barcelona en marzo del 2008 con el titulo:

Trabajando los sueños de la mano de Claudia Stern y de las esencias florales del doctor Bach

Soñamos con el inconsciente, por tanto no podemos buscar una coherencia argumental.

Los sueños nos hablan de nuestros conflictos. Tienen un simbolismo, con unos significados propios para cada uno. Aunque hayan símbolos universales, todos tienen una interpretación individual.

Los niños sueñan desde el año y medio, y hasta los cinco o siete años sus sueños son transparentes.

Se sueña con la frustración tanto en niños como en adultos.

Hemos de diferenciar los terrores nocturnos, las pesadillas y los sueños.

Los terrores nocturnos reflejan etapas inmaduras del sueño, donde el niño tiene dificultad para hacer la transición de un sueño mas profundo a uno de más superficial. No son sueños que den miedo, ni el resultado de la actividad del sueño.

En los terrores nocturnos se continua durmiendo aunque los ojos puedan estar abiertos.
Se tiene que contener al niño delante de los terrores nocturnos, no se le debe despertar, hemos de esperar a que pase. No tienen un efecto traumático para el niño. Lo podemos abrazar, pasarle una toalla fría por la cara y esperar.

Al despertar de un terror nocturno, no se recuerda nada.

Las pesadillas pueden explicarse porque uno se despierta en el momento que le está pasando.

Los niños pueden tener muchos miedos, provocados entre otros factores por inseguridades y preocupaciones.

Los miedos muchas veces vienen por falta de información.
Se puede hablar de lo que se ha soñado para intentar averiguar cual es la situación que está provocando este miedo.

Hemos de tener en cuenta que actividades hacen nuestros hijos antes de ir a dormir para no favorecer situaciones que provoquen precisamente pesadillas, como pueden ser determinados juegos o películas.

Es básico tener establecido un horario regular para ir a dormir.

Cuando un niño tiene terrores nocturnos no es consciente y no tiene problemas por irse a dormir. En cambio cuando un niño tiene una pesadilla, no quiere irse a dormir, es importante averiguar qué pasa en la casa, y recordar que los chicos aprenden por imitación.

Hay diferentes tipos de sueños, como ejemplos pueden ser:

Sueños de comodidad o pereza, en los que se intenta sustituir una acción que se tiene que hacer. Si por ejemplo se escapa el pipi, no quiere decir necesariamente que sea enuresis, se puede soñar que se está haciendo pipi en el water y hacérselo encima.

Los sueños de caída son propios de los niños, se llaman cinestésicos y tienen que ver con el nacimiento.

Tanto para las pesadillas como para los terrores nocturnos hay Flores de Bach que nos pueden ayudar, en el primer grupo de los 38 remedios para los que sienten temor, encontramos:

Rock Rose, es el remedio que utilizamos en las urgencias, cuando los miedos son muy grandes, extremos, paralizantes, cuando hablamos de pánico y terror.

Aspen, es el remedio para los miedos que no tienen un origen claro y preciso, no encontramos una razón o una explicación para tener miedo, estos miedos se pueden tener tanto de día como de noche y además las personas que los padecen temen con frecuencia explicar estos problemas a los demás

Mimulus, es el remedio para el miedo por las cosas cotidianas, la enfermedad, el dolor, los accidentes, la oscuridad.

Cherry Plum, es el remedio para cualquier tipo de descontrol, a menudo se utiliza en problemas de enuresis, tics, epilepsia y otros casos donde la falta de control este presente. Esta esencia ayuda a que la persona recuerde más sus sueños.

Además de estas flores utilizaremos las flores específicas de cada niño. Recordemos que cada niño tiene una manera de ser y un comportamiento diferente, elementos imprescindibles para hacer una buena valoración floral.

En Cuba, país donde la Terapia Floral forma parte del sistema de salud pública se realizó en el año 2002 un estudio con niños con terrores nocturnos.



Hojas de Aspen en Hereford, localidad de HealingHerbs

Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.  
 

Foto: Pilar Vidal Clavería

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