domingo, 31 de enero de 2010

Buen recuerdo

La portada del libro de Francesc Miralles, Amor en minúscula, tiene truco. Bueno lo tiene para mi, porque la cabeza del gato que asoma sobre el título de la novela, me resulta muy familiar.

Se trata de un gato atigrado, de la misma raza que el gato que durante muchos años nos siguió por el piso y nos acompañó hasta donde le dejamos, pues al preparar las maletas para las vacaciones, siempre se colocaba sobre ellas con la esperanza quizás de conocer también otros lugares lejanos.

Tenía pues el comenzar la lectura un valor añadido, promovido por ese punto de nostalgia y de buen recuerdo de nuestro Mandi.

Ha resultado una historia muy amena y agradable, donde el amor en minúscula es uno de los capítulos de la novela, que debe desarrollar el protagonista, un profesor universitario cerrado en su mundo particular, que verá totalmente alterado al acceder a su hogar un gato de la calle, el Mishima, y desencadenarle una nueva manera de vivir.

La frase que da introducción a la novela, ya es un buen prefacio del desarrollo del libro:

Disfruta de las cosas pequeñas
porqué puede ser que un día gires la vista atrás
y te des cuenta de que eran las cosas grandes
Robert Brault

Samuel descubrirá una nueva vida en la que tendrá cabida el despertar de emociones que habían quedado adormecidas y que le hagan decir que la mente propone y el corazón dispone.

El Mandi, agosto 2004
Foto: Pilar Vidal Clavería

sábado, 30 de enero de 2010

Nostalgia

Honeysuckle es una flor que encontramos en el Grupo o Epigrafe Tercero, Para los que presentan falta de interés por las circunstancias presentes, está acompañada de otras flores Clematis, Wild Rose, Olive, White Chesnut, Mustard y Chestnut Bud.

Con esta escultura de Auguste Rodin se completa este tercer grupo y su relación con el Arte en la calle.



HONEYSUCKLE


Nostalgia

Para los que viven demasiado en el pasado, que quizá fue una época de gran felicidad, o en los recuerdos de un amigo perdido, o de ambiciones que no se han convertido en realidad. No esperan encontrar nuevamente una felicidad como la que tuvieron.

Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936

Eustache de Saint Pierre, 1887 de Auguste Rodin

Eustache de Saint Pierre, 1887 de Auguste Rodin

No puede con su pasado, como una soga oprime su cuello, lo soporta como un gran peso que le impide avanzar.

La toma de la esencia aportará fuerza, energía, desapego, para que el futuro aparezca luminoso y esperanzador.

Desapego es soltar lo viejo, sin que lo nuevo haya llegado aún

Nisargadatta


viernes, 29 de enero de 2010

Miedos inexplicables

En el primero de los grupos o Epigrafes de las Flores de Bach, para el temor, se encuentran cinco flores, el doctor Bach definió cinco tipos de miedo y un remedio para cada tipo.

Rock Rose, Mimulus, Aspen, Cherry Plum y Red Chestnut

En entradas del blog anteriores, en el apartado de Las Flores de Bach y el Arte en las calle, están las esculturas relacionadas con Rock Rose y Mimulus, dos de los Doce Sanadores y la de Cherry Plum.

De las dos restantes tenemos a Aspen, el miedo frente a cosas vagas y que no pueden ser explicadas. No tienen una razón clara y sin embargo son perturbadores y reales para el individuo que los tiene.

Conferencia Wallingford, 24 septiembre 1936

ASPEN

Presagio, miedos inexplicables

Temores vagos y desconocidos para los que no hay explicación ni razón. No obstante, el paciente puede estar aterrorizado por algo terrible que va a suceder y que no sabe qué será.

Estos temores vagos e inexplicables pueden obsesionar de noche y de día.

Los que los padecen a menudo temen contar su preocupación a los demás.

Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936

Pierre de Wissant (1887), de Auguste Rodin

Intentando ocultar con la mano algo que no puede definir que no puede explicar, la ansiedad llega a paralizarlo.

Enfrentarse sin miedo a lo desconocido, a esos miedos sin causa aparente ni definida que los provoque, con la toma del remedio llegará el valor, la confianza en uno mismo, con calma y sin ansiedad.


miércoles, 27 de enero de 2010

Siempre compartir

Ayer martes, el centro AVES en su sede de la calle Còrsega de Barcelona, Isabel Compan, realizó una conferencia con el título:

Un duelo (o una pérdida) en casa.
¿Qué pasa con el niño o la niña?

Herramientas y recursos para trabajar el duelo y las pérdidas con los niños o adolescentes que nos rodean.
El proceso del duelo en los niños y los adolescentes.
¿Cómo lo podemos vivir? ¿Qué podemos hacer para apoyarlo en este camino?


Fue una conferencia donde de una forma interactiva Isabel Compan desde sus conocimientos y experiencia como maestra y terapeuta, daba respuestas a las preguntas que realizaban los asistentes y que tenían una relación directa con lo que planteaba el título de la conferencia.

El punto de partida era el sentido de la perdida en casa, que no necesariamente va asociada a la muerte, sino a una separación o a cualquier tipo de pérdida.

Se producen ante las pérdidas unas heridas emocionales que no se ven, pero si que se viven.

La pérdida es una experiencia que todos vivimos, aunque de maneras diferentes.

El niño en muchas ocasiones no tiene con quien compartir su pérdida y a veces no quiere ser una carga.

Las heridas emocionales si no se comparten crecen, son heridas del alma que requieren un trabajo emocional, de expresión, hasta que se pueda integrar la pérdida.

Con los niños se pueden hacer muchas cosas para que expresen el dolor y la rabia. Actividades de expresión artística, relaciones con los demás, descubrir nuevas actividades dentro y fuera del contexto familiar.

En algunas ocasiones el duelo queda aparcado, ya que su forma de expresión es muy diversa, las diferentes fases del duelo no tienen porque ser consecutivas, y para expresar fuera lo que está dentro se necesita paciencia, tiempo, cada persona necesita su tiempo, amor y comprensión y tener en cuenta que cada familía lo vive de una manera.

El silencio es lo menos conveniente. Es bueno tener en cuenta que lo que se silencia no se comparte y puede ser orígen de un problema, escuchar al niño y a la niña, que puedan expresar lo que llevan dentro.

Compartir es una gran terapia ya que posibilita la comunicación.

Para elaborar un duelo es necesaria la digestión de las emociones y esto pasa por la expresión y la toma de conciencia, abrir puertas para conectar las emociones.

Muchas veces es necesario el permitirse sentir las emociones en los procesos de un duelo y sentir complicidad con los que te rodean.

Se comentaron al finalizar la conferencia algunos libros de ayuda como Carta para un niño con cáncer de Elisabeth Kübler-Ross y ¿Dónde está el abuelo? de Mar Cortina.





Interrogando los síntomas

Interrogando los síntomas, es el último capítulo del libro de Eduardo H. Grecco, Hecho y proceso diagnóstico en Terapia Floral.

Grecco explica que "interrogar a los síntomas es preguntarnos por el significado que revelan, significado que echa sus raíces en las emociones sofocadas, las creencias inconscientes y los recuerdos reprimidos que constituyen las fuentes a partir de las cuales se forman los síntomas".

En la entrevista de hoy John Eaton analiza el mismo concepto que "Tras todo síntoma subyace una emoción ignorada"

John Eaton, doctor en Psicología, creador del método Reverse Therapy
"Tras todo síntoma subyace una emoción ignorada"
IMA SANCHÍS - 27/01/2010 / La Contra / La Vanguardia

Tengo 53 años. Nací y vivo en Londres. Casado y con dos hijos y una nieta. Licenciado en Filosofía y doctorado en Psicología, pero desde el año 2002 sólo trabajo con la Reverse Therapy. Debería haber menos gobierno. Soy liberal y poco espiritual. Me interesa la filosofía budista

Cómo llegó a la Reverse Therapy?

En 1996 mi esposa desarrolló una enfermedad neurológica autoinmune: neurosarcoidosis. Los dedos de los pies y de las manos y parte de la cara se le inflamaron hasta quedar paralizados.

Usted entonces era psicoterapeuta...

Las causas de las enfermedades autoinmunes (el organismo ataca las propias células) son desconocidas, pero cada vez está más claro que los factores emocionales son importantísimos en su evolución. Ivonne arrastraba problemas en el trabajo, dos hijos pequeños y pérdidas familiares.

... Y quiso ayudarla.

Sí, me puse a trabajar con las teorías del doctor Ernest Rossi, que demostró que los síntomas aparecen cuando la inteligencia corporal recuerda experiencias difíciles y almacena esa información en el cerebro emocional, y en cualquier parte del cuerpo, en forma de memoria química.

¿Al vivir una experiencia similar se activa la memoria química del cuerpo?

Sí, la conciencia del cuerpo utiliza los síntomas como código para mostrarnos que nos encontramos ante una situación difícil que debemos gestionar.

¿Qué es la conciencia del cuerpo?

Es un tipo de inteligencia organizada cuyas funciones son: procesar emociones y recordarnos emociones vividas en el pasado, activar las glándulas y otros centros de información, los mecanismos de defensa y crear emociones para guiar nuestras acciones.

¿Esa es la base de la Reverse Therapy?

Sí, entender que el cuerpo no se comunica con nosotros a través de palabras o pensamientos, sino a través de sentimientos, sensaciones o síntomas.

¿Así trata el síndrome de fatiga crónica (SFC) y la fibromialgia?

Defiendo que su causa es la manifestación, a través del cuerpo, de una serie de síntomas (alteraciones glandulares). Se trata de un trastorno del eje HPA (eje hipotálamo-pituitario y glándulas adrenales).

¿Qué provoca este trastorno?

No se trata de un problema exterior que impacta en la persona: estamos hablando de interacciones complejas entre el cerebro y el entorno, la persona, otras personas, las actitudes... Cuando la persona no logra adaptarse a determinadas circunstancias, se aumenta la carga alostática del cuerpo.

¿Qué es eso?

La cantidad de información que el cuerpo tiene que procesar. El problema es que, cuando el cuerpo detecta un error, no puede ignorarlo, tiene que intentar arreglarlo; así crea más problemas y llega el desarreglo.

¿Cómo actúa usted?

Ayudo a entender los síntomas, clarificar su mensaje y su causa, y les enseño habilidades que les ayuden a adaptarse. En un 80% de los casos los síntomas llegan a revertir a no ser que los tejidos ya estén dañados.

¿Cuál es la esencia?

Aprender a no dar tanta importancia a la mente racional. Los seres humanos tenemos un neocórtex cerebral muy desarrollado, lo que nos ha permitido crear sistemas de organización de pensamiento complejos; pero es una bendición y una maldición.

¿Por qué?

La inteligencia intelectual trabaja con normas y con reglas, y hay personas que no se adaptan bien a ellas, las sobrecargan. Al mismo tiempo, la inteligencia del cuerpo actúa como un sistema de radar y está controlando la carga alostática, busca el equilibrio.

¿La mente del cuerpo no depende de la mente intelectual?

Son semiindependientes. Si alguien tiene demasiados plazos fijos de entrega, acumula frustración y sale del trabajo con dolor de cabeza o de estómago; la mente intelectual le dice que debe continuar, pero el cuerpo no se adapta. Entonces, el cuerpo sube el cortisol para que el sistema inmunológico descienda, o sea, intenta parar a la persona para ahorrar recursos, pero la mente quiere más y no obedece: ahí tenemos la enfermedad.

¿Comprender los síntomas sana?

Tomar la acción apropiada. Tras todo síntoma subyace una emoción que ha sido ignorada. Etimológicamente, emoción viene de movimiento,produce cambios en el cuerpo químicos, neurológicos, glandulares, para llevar a un movimiento. Cuando la acción se ha tomado, se restaura el equilibrio del cuerpo y la emoción desaparece.

Entiendo.

Si esa acción que nos demanda el cuerpo no es atendida, el cuerpo irá aumentando el volumen de la emoción que se está bloqueando; así el enfado, que es una emoción primaria, se convierte en rabia, en tensiones, dolor de cabeza, náuseas..., en síntomas.

¿Cuál es su conclusión tras años tratando con pacientes?

Es algo un poco controvertido: creo que los seres humanos en Occidente somos excesivamente racionales y tendríamos que estar mucho más conscientes de nuestra inteligencia emocional y nuestra intuición.

¿Cómo educarlas?

Aumentando la conciencia, y para ello hemos de ir más despacio, escuchar más a nuestro cuerpo y menos a nuestra mente. Y creo que el problema que padecemos la mayoría es que no hemos aprendido a comunicarnos de manera eficaz. Pasamos demasiado tiempo discutiendo y poco escuchándonos. Una parte importante de mi trabajo es enseñar habilidades de comunicación.


"Tras todo síntoma subyace una emoción ignorada"
Nuevo enfoque

Hace cuatro años entrevisté al director de orquesta Pablo González, que padecía el SFC y se recuperó gracias al método del doctor Eaton, que promueve lo contrario del consejo médico tradicional: "Se suele decir a las personas con SFC que reduzcan al mínimo su actividad. Hay que invertir esa actitud y la idea de que el SFC y la fibromialgia - escribe en El método Reverse Therapy (Tarannà)-son causados por infecciones víricas desconocidas o que son un disfraz de depresión. Los síntomas son causados por alteraciones glandulares producidas por el mismo cuerpo y son muy reales". Su método se deriva de una nueva forma de pensar: los síntomas son aliados que nos indican que debemos cambiar.

Podemos seguir una interesante entrevista con Pablo González en el informativo de TV3 Telenoticies migdia del 28 de marzo de 2010



martes, 26 de enero de 2010

Adolescentes responsables

El pasado sábado la entrada del blog, Cautelosos trataba sobre los hijos adolescentes, Susana Veilati hacía un acertado comentario, diciendo que consideraba básico el respeto en las relaciones con los adolescentes.

En la entrevista de hoy de La Vanguardia, Alicia Banderas también indica al respeto como puntal en las relaciones con los adolescentes junto a la responsabilidad de los padres, el refuerzo positivo y el poner límites.

Alicia Banderas: "Los padres no pueden ser amigos de sus hijos"
La psicóloga es la autora del libro 'Pequeños tiranos' con el que da a conocer que es lo hay detrás de los adolescentes que se portan mal y las claves para evitarlo
Albert Domènech| Barcelona | 26/01/2010 | Actualizada a las 02:37h | Ciudadanos / La Vanguardia
Seguro que hay muchos padres y madres que en algún momento de su vida se han sentido frustrados con la actitud o determinadas acciones de sus hijos. Es el momento de hacerse preguntas como, ¿he sabido educar bien a mi hijo? O ¿qué es lo que hemos hecho mal? Alicia Banderas es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y lleva más de diez años tratando profesionalmente la conducta de los niños y adolescentes. La presentadora del programa "Escuela de padres…en apuros" da consejos teóricos y prácticos en su libro recién publicado "Pequeños tiranos", dónde explica algunas claves para lograr que nuestros hijos pasen de ser niños desobedientes a adolescentes responsables. Una tarea educativa que, según ella, corresponde en su totalidad, a los padres, que deben encontrar con sus hijos el equilibrio entre la autoridad y el cariño y saber poner unos límites a tiempo. De no hacerlo, y según los casos, los niños pueden llegar a convertirse en auténticos tiranos, mostrando insensibilidad al dolor ajeno y perdiendo completamente el respeto a sus progenitores. En el libro, Banderas aplica técnicas y estrategias de la psicología actual y aunque deja claro que "los padres perfectos no existen", también quiere lanzar un mensaje positivo y tranquilizador a muchas familias: Siempre se está tiempo de cambiar la relación con tu hijo y a los adolescentes no hay que demonizarlos por norma, "ya que la gran mayoría llegarán a ser responsables, cooperativos y con un gran sentido de ayuda y de solidaridad". Que así sea.

Los dos grandes errores de los padres
La psicóloga Alicia Banderas deja claro en todo momento que no existen los padres y las madres perfectos. Todos cometemos errores. Aún así, cree que hay dos de ellos, que son los peores que pueden cometer los padres en la educación de sus hijos. Son estos:

-No delegar responsabilidades en sus hijos, sino que los tratan como en un mundo entre algodones.

-Hacen un intercambio poco proporcionado entre el esfuerzo y la recompensa y los caprichos que les dan. Ellos mismos saben que no merecen muchas cosas que les dan, pero son incapaces de decir no a sus hijos y les dan de todo.

-¿Cuál es la definición que más se adecua a la de un niño tirano y qué diferencia hay con la rebeldía habitual que se da en ellos en esta etapa de su vida?-Es verdad que hay que diferenciar entre el niño tirano y el niño que es más desobediente, y se salta algunas normas.

-Hábleme de los primeros…-Te voy a dar dos cualidades esenciales. Un niño tirano tiene una insensibilidad ante el dolor ajeno, es decir, se muestra incapaz de ver el daño que causa a los demás, y sobre todo a los padres. No tienen remordimientos de conciencia ante sus malos comportamientos. Y eso va unido a que no tienen sentimiento de culpa, la culpa es siempre de los demás. Hay muchos adolescentes que dicen, es que insulté o agredí a mi madre porque no me dejó salir.

-Tienen una realidad distorsionada de las cosas…-Exactamente, es una falta de capacidad de ponerse en la piel de los demás y de percibir el daño que causan y un bajo remordimiento de conciencia, esos serían los principales indicadores.

-Para no preocupar a muchos padres que nos puedan estar leyendo. ¿Cómo pueden ellos ser capaces de discernir entre un niño rebelde y un futuro tirano?-Hay comportamientos propios de la adolescencia o de la preadolescencia. Por ejemplo, hay comportamientos con niños de diez u once años que son muy comunes y muy normales, como cuando se distancian de los padres y tienen una rebeldía consustancial a la propia adolescencia. Digamos que es un ensayo para la vida adulta, de pequeño está haciendo todo lo que le dicen sus padres y luego sale al mundo y tiene que aprender esas habilidades que todos hemos aprendido a base de algunos conflictos, eso es normal. Lo peligroso es cuando el adolescente hace caso omiso, se salta normas y no se pone en la piel de los padres. Hay una agresividad que acaba por atemorizar a los propios padres con actitudes que amedrentan. Ahí están echando un pulso, y ya podemos hablar de niños tiranos porque solo quieren salirse con la suya.

-Y ahí ya tenemos un primer indicador de que la cosa no va por el buen camino…-Sí, y otra cualidad que podemos señalar es su gran egocentrismo, ansia por conseguir lo que ellos se proponen llevándose por delante lo que sea. Hay adolescentes que pueden transgredir una norma, y dos y tres, pero no hay esa maldad o esa insensibilidad hacia los padres. Esos adolescentes al final son capaces de pedir perdón o reconocer que se han pasado. Sin embargo, los niños tiranos son incapaces de pedir un perdón sincero porque no lo sienten. Y lo tienes en los casos de estos chicos que son capaces de grabar imágenes con el móvil de cómo pegan a alguien. No se están poniendo en la piel del otro chaval, y ahí hay unas muestras de insensibilidad que en las casas se traducen en tiranía, son los reyes de la casa y las normas las marcan ellos.

-¿Por qué se decidió por el calificativo de tirano? En el fondo siguen siendo niños o adolescentes, parece una contradicción…-Hay mucha literatura e investigaciones al respecto. Yo me he basado mucho en las informaciones de Vicente Garrido, que es un criminólogo muy importante en España, y que ha estudiado mucho este tema y también los califica de esta forma. Llevo más de diez años dedicándome a los adolescentes y a veces siempre se los ha demonizado mucho. Así que también decidí tratar a los padres y hacer escuelas de padres, ya que veía que ellos confundían la rebeldía con la tiranía. Busqué información y vi que ya se les definía así, no es algo que me haya inventado yo, pero que sirve perfectamente para expresar ese comportamiento peligroso.

-Usted dice que no todos los niños son tiranos, ni mucho menos. Eso quiere decir que no nacen tiranos, sino que se hacen con el tiempo. ¿Hay que buscar culpables?-La tiranía como tal tiene una predisposición genética, puede formar parte del temperamento con el que nacemos. Por eso a veces decimos, este niño que difícil es, cuando hay otro que no lo es tanto. Hay padres que tienen varios hijos y pueden con uno y con el otro no. Hay una predisposición genética a la tiranía pero no quiere decir que ya predetermine que vaya a ser un niño tirano. La acción educativa y el estilo educativo que utilizan los padres son fundamentales.

-Entremos en el terreno de los padres, de la familia. Mucha responsabilidad.-Sí, lo que ocurre es que cuando estos niños son muy difíciles por esta tiranía normalmente los padres, como no son perfectos, y eso es imposible, tienen mucha dificultad para controlarles, para ponerles límites y al final utilizan un estilo permisivo. Estos niños que tienen este comportamiento, unido a un estilo permisivo es lo que hace que sea un cóctel explosivo.

-Dice en el libro que a partir de los seis años ya se pueden detectar en el niño ciertos indicadores de tiranía, pero que es algo difícil de ver por parte de los padres, especialmente por motivos laborales porque pasan mucho tiempo fuera de casa…-Sí, es cierto. Vamos a ver, para ayudarles debo decir que normalmente estos niños tienen muy poco miedo o ansiedad sobre el castigo. Cuando se les reprende por alguna conducta se muestran con unas actitudes desafiantes. También se muestran muy impulsivos, tienen muy poca tolerancia con la frustración. Lo puedes ver con los juguetes, cuando cogen una rabieta desproporcionada cuando no se les da lo que piden. A veces, tienen actos de crueldad muy poco acordes con la edad, como pegar a alguien o romper algo con mucha rabia, incluso con los animales.

-Cita en el libro varios estilos educativos, el autoritario, el democrático y el permisivo. Imagino que con su experiencia con los padres se ha encontrado con muchas familias que ya no saben que rumbo tiene que seguir con la educación de sus hijos. ¿Usted cuál recomienda?-En un principio muchos padres no son capaces de establecer dos cosas que son fundamentales, poner límites y decir que no. Lo que pasa es que hay padres que les cuesta mucho decir que no a sus hijos, y se lo dan todo y rápido. Ellos se tienen que armar de valor para saber que no pueden ser amigos de sus hijos, ni ganarse su confianza para luego darles todo. Los padres tienen que ser padres, y eso pasa por poner límites y establecer unas normas con sus hijos. A veces también, algunas de estas normas tienen que ser unilaterales y las tienen que poner los padres. Otras ya serán negociadas con los niños.

-Me consta que algunos ya lo hacen, pero que ni así consiguen dominar a sus hijos…-Es que ante este tipo de comportamientos rebeldes de los hijos tú te tienes que hacer aún más fuerte. Como él te vea como víctima muy vulnerable, se crecerá y se alimentará ante esta vulnerabilidad. Lo que ocurre es que hay mucho complejo de los padres, que huyendo del estilo autoritario que ellos vivieron, no quieren aplicarlo ahora para sus hijos, pensando que la confianza que se puede lograr con los niños es a través del colegueo. Eso es un error, siempre digo que los padres no pueden ser amigos de sus hijos, los amigos ya se los buscan ellos. Lo que pasa es que un padre puede ser autoritario, y muy cariñoso a la vez, esa sería la autoridad verdadera. No hay que confundir el autoritarismo con la autoridad.

-Imagino que desde la culpabilidad tampoco se puede ejercer la autoridad…-Exactamente, por la dificultad de conciliar el trabajo con la familia, a veces llegas a casa y lo haces cansado. ¿Y qué ocurre? Que tú no quieres brega con un hijo y al final se lo das todo. Y entonces algunos niños te hacen chantaje emocional y la culpabilidad se apodera de los padres y las madres que no pueden ser firmes. Tanto la culpa como el huir del autoritarismo o incluso la sobreprotección que hay ahora, son malas.

-La teoría del péndulo. Hemos pasado del autoritarismo al todo vale…-Sí, es como si no hubiéramos manejado bien toda esta libertad, una libertad tan buena. Pienso que ahora las familias sí que se comunican mejor que antes, hablan de muchos más temas, el tiempo es menor pero puede ser de más calidad. Lo que pasa es que dentro de esta comunicación hay veces que hay una línea de colegueo que se pasa de la frontera hasta el punto de perderles el respeto a los padres.

-Un respeto que los padres deben intentar ganarse cuanto antes. ¿O también es posible hacerlo cuando el hijo llega a los 15 o 16 años?-Si no te los has ganado antes, a los 15 años los hijos pueden pasar absolutamente de sus padres. Pienso que siempre se está a tiempo de cambiar la relación con tu hijo, y de eso tenemos pruebas, pero está claro que si empiezas antes será más fácil. La autoridad no se impone, se gana. Y la forma de ganarla es siendo firme, y compensarlo con el cariño cuando sea necesario.

-Hay muchos padres que piensan que una buena forma de ganarse el respeto de sus hijos es con un cachete a tiempo. Creo que usted está en contra de los cachetes educativos…-Sí, yo no soy partidaria de pegar nunca, porque lo que he observado es que cuando un padre o una madre pegan, al final lo utilizan como herramienta educativa, y que es algo que no hacen aisladamente. Un niño no deja de comportarse mal porque tu le pegues, eso antes quizás funcionaba más, pero ahora no. Incluso hay una parte de la ley que la tiene de su parte, hay hijos que denuncian a sus padres. También lo veo negativo porque si tú pegas a tu hijo cuando estás frustrado porque no puedes con él, lo que les estás enseñando es que cuando se está frustrado, se pega. Y el niño al final imita la violencia de sus padres. Estoy a favor de reprender las acciones, pero nunca con el cachete educativo.

-En el libro habla de la importancia de aplicar el refuerzo positivo. ¿Qué debemos entender por este concepto?-Refuerzo positivo es que a veces para que aumente la probabilidad de que un niño se porte bien y haga cosas buenas, tenemos que elogiar esos comportamientos y aplaudirlos. Al final tienes una sensación tan motivadora que lo que haces es volver a hacer igual de bien las cosas o vas por ese camino. A veces etiquetamos a los hijos de vagos e irresponsables y ya no saben salir de ahí, de esa parte negativa. Para que el niño pueda salir de esa crítica constructiva, necesita también que nos fijemos en lo que ha hecho bien. A veces lo que más quieren los niños es la atención de sus padres, así que es recomendable esa atención, buenas palabras y elogios a cosas que hagan bien. Es un buen crecimiento para su autoestima.

-Habrá algún caso, y seguro que tú has vivido más de uno, en el que todos estos consejos no sirvan a corto plazo, y se necesite ayuda profesional. ¿Cómo podemos detectar que hay que pasar del tratamiento en casa a la consulta?-Cuando los padres empiezan a dudar de que hay algo no están haciendo bien, es una duda que te invade y que intentas quemar cartuchos pero que enseguida ves que se te va de las manos. Esto es una forma de reconocer que ya no estás pudiendo con tu hijo, entonces lo mejor es pedir ayuda porque el siguiente paso es que tu hijo ha podido contigo, y ahí hay una línea muy delgada. Y lo que pasa es que hay muchos padres que no se acaban de dar cuenta de que sus hijos les tratan con violencia y lo acaban normalizando como una actitud normal. Por eso digo tolerancia cero a la primera falta de respeto. A la primera falta de respeto donde haya amenazas, gritos y sed de venganza hay que pedir ayuda a un especialista.

-En su libro no habla mucho del papel de la escuela, y también es una parte importante en la educación de los niños…-Los niños tienen que ir a la escuela educados desde casa, la educación es en casa porque es ahí donde les transmites a tus hijos los valores que tú quieres. El sistema educativo lo único que puede hacer es complementar o compensar, pero nunca puede suplir la educación de un hijo.

-Son muchos los consejos y claves que da en su libro pero la conclusión con la que me quedo es que esto de educar a un hijo es algo muy, muy serio, y aquí no existen ni Supernannys ni padres perfectos…-No, desgraciadamente no existen. En la generación de los que ahora tienen 30 o 40 años he detectado que los padres quieren proyectar su éxito en sus hijos, quieren ser los padres perfectos, y eso no puede ser, y por eso se mete la pata. Al final lo que haces es convertir tu hijo en alguien caprichoso sólo por no quererle privar de cosas especiales. Por eso se consumen tantos programas de televisión y libros porque parece que queramos los niños perfectos y de forma inmediata. Y eso es imposible, las cosas llevan su tiempo (Sonríe).

lunes, 25 de enero de 2010

Sentir las emociones

El título de este blog Sentir con Flores de Bach, contiene dos palabras que en estos momentos me acercan a la felicidad, el sentir como una manera de pasar por esta vida, que armonice mi razón con mi intuición y las Flores de Bach, compañeras en este camino.

En esta entrevista el sentir aparece en las preguntas y en las respuestas.


Elsa Punset, pedagoga de las emociones

"Ante el mundo hay sólo dos actitudes: o miedo o amor"

Soy hija del ´baby boom´ de los 60. Nací en Londres, me crié en EE. UU., Haití, Madrid... y vivo en Londres. Tengo dos hijas pequeñas. Máster en Humanidades por Oxford, me dedico a la pedagogía de la gestión emocional. Soy adogmática. Me permito sentir el misterio

VÍCTOR-M. AMELA - 25/01/2010/ La Contra/La Vanguardia

Vivió en Haití?

Siendo niña, sí. Por eso sé que en Europa vivimos de espaldas a los riesgos que allí amenazan las vidas: allí viven intensamente, aquí vivimos anestesiados.

Pues bendita anestesia.

Pero pagamos un precio: aquí la vida no late. Y, aburridos, llegamos a deprimirnos. Y nos afanamos en distraernos.

¿Y qué propone?

Adiestrémonos en gestión emocional. La ciencia demuestra que todo - hasta un pensamiento-arranca de una emoción: ¡somos animales más emocionales que racionales!

Pobre Descartes, qué viejo se queda...

Sí, pero ¡en las escuelas todavía no enseñamos a nuestros niños a gestionar sus emociones! ¡Qué atraso!: hacerlo reportaría fabulosas bendiciones para ellos y la humanidad.

¿Se puede enseñar a sentir?

Nos enseñan a desconfiar, recelar, sospechar, despreciar, odiar... ¡Que nos enseñen a amar! Nos enseñan que el mundo es peligroso, pudiendo enseñarnos que es fabuloso.

¿Lo es?

Hay sólo dos modos de relacionarse con el mundo: desde el miedo o desde el amor. Sentir curiosidad por el mundo es amarlo, es lo mismo. ¡Es lo que sienten los niños pequeños!

Esa inocencia radical, ese amor, curiosidad... es lo que luego nos enseñan a perder.

¿Por qué hacemos eso?

La educación aún premia las emociones defensivas ante el mundo, en lugar de premiar las emociones amorosas hacia el mundo.

Será por algo, ¿no?

Porque seguimos anclados en lo que hace 100.000 años resultó útil para sobrevivir en entornos cuajados de peligros: herramientas - miedo, angustia, tristeza, ira...-que hoy quedan anticuadas y son ya un lastre.

¿Recibió usted de sus padres la educación correcta?

Me dieron las dos cosas que hoy se sabe que son los dos puntales de la felicidad.

¡Dígamelas, por favor!

Una: afecto. Dos: sentido de control sobre tu vida.

Explíqueme esto.

Recibir afecto en la infancia infunde confianza y seguridad ante el mundo. Estudios sobre resiliencia - capacidad para remontar tremendos reveses-demuestran que niños tratados horriblemente que se agarraron a una mirada amorosa... pudieron remontar.

Puntal uno: amor. Puntal dos…

Soberanía sobre tu vida. Mis padres jamás hablaron de "la suerte", sólo de cómo actuar: eso te enseña a ser el piloto de tu vida.

¿Qué emociones premia usted al educar a sus hijas?

Las ayudo a identificar cada una de sus emociones: así entienden qué está pasándoles.

¿Hay emociones positivas y negativas?

No. Hay emociones útiles e inútiles. Si un día están tristes, las entreno a no temer a la tristeza y a saber qué está mostrándoles.

¿Y qué muestra la tristeza?

El temor por una pérdida: por una ausencia, una carencia, porque algo termina... Si comprendes eso, ¡lo llevas mejor! Si no, esa tristeza puede agobiarte, angustiarte... y hasta llevarte a medicarte sin necesidad.

Eso se hace mucho por aquí.

Porque no escuchamos lo bastante las voces de nuestras emociones. Habitúate a escucharlas y entenderás tus pasiones. Y una vida con pasión y sentido es más feliz.

¿Cómo puedo descubrir mi sentido?

Al levantarte, cuestiónate: "¿Qué me hace hoy levantarme?". El psicólogo Viktor Frankl lo planteó más crudamente: "¿Qué impide que hoy me suicide?". Lo que se esconde tras la respuesta es tu sentido.

¿Y luego?

Aliméntalo. De lo contrario, podrías matarlo de hambre. Hazte regalos emocionales. Quizá sea apuntarte a una clase de baile... ¡Siembra tu vida de pequeños cambios!

¿Eso me hará más feliz?

Conozco un estudio hecho sobre 5.000 personas: un 10% declararon ser felices. Pues bien, se observó que esas 500 personas habían seguido un patrón común...

¿Cuál? Cuente.

Se habían marcado una meta. La habían puesto por escrito (o se la habían contado a conocidos), en una especie de compromiso público. Habían establecido metas volantes, etapas menores en el camino hacia su gran objetivo. Y cada vez que alcanzaban una meta volante, se gratificaban con algo.

Tomo nota.

Un amigo mío indio me dijo: "A vosotros os entierran a los 80 años, pero os morís a los 20". Me hizo pensar... Hoy sabemos que nuestro cerebro es muy plástico: ¡podemos reinventarnos cada día durante 80 años! No lo hacemos. ¡Atrevámonos, pues es posible!

Excitante: reinventarte cada día.

Abrámonos a la realidad..., que incluye el misterio. Darle la espalda a lo inconsciente y a lo misterioso nos priva del 80% de la realidad, ¡la convierte en plana y aburrida!

¿Cómo aconseja mirar la realidad?

La ciencia nos habla de lo que sabe, pero no puede hablarnos de lo que no sabe. No prescindas de todo eso. ¡Permítete inventar preguntas y soñar respuestas! Es esa capacidad de inventar y soñar (y no sólo la de analizar) la que nos hace plenamente humanos.

Gracias, maestra.

¡Los maestros son los niños! Ellos nacen libres, con esa inocencia radical abierta al misterio, a la confianza en la vida y al amor al mundo. Si la conservásemos..., ¡seríamos siempre creativos y felices!
Inocencia radical

"Aspiro a ser la más lograda versión de mí mismo" (Merleau-Ponty)

"Sueña sin que los sueños te esclavicen" (Rudyard Kipling)

"El ángel de mi nacimiento dijo: ´Pequeña criatura hecha de alegría y júbilo, ¡corre y ama sin ayuda de nadie en la Tierra!´" (William Blake)

son máximas citadas por Elsa Punset en su ensayo
Inocencia radical (Aguilar), que apela a los últimos hallazgos de las neurociencias y la psicología para ponerlos al servicio de "una vida con pasión y sentido", dice ella. Hija de Eduard Punset, profundiza en la gestión de las emociones y aboga por enseñarla en las escuelas.

Me despide con una frase de Jung: "La vida te hace una pregunta cuya única respuesta es tu vida".


Wild Rose, entusiasmo por la vida
Foto: Pilar Vidal Clavería

Momento para Home

Paseando por los blogs ves como intereses comúnes hacen que informaciones de películas, libros, citas, se repitan, no importa esta repetición, cada cosa y cada uno tiene su propio momento, en Sentir con Flores de Bach, la película HOME tiene hoy su momento.


Es la primera pelñicula que se estrenó al mismo tiempo en youTube y en el cine.

domingo, 24 de enero de 2010

Trailers

¿Qué es mejor antes de ver una película?, saber ¿de qué va?, ¿haver visto el trailer? ¿leer las críticas?, en cuanto a las recomendaciones, va a depender de a quien le consultes.

Los trailers están bien cuando hacen que tengas ganas de ver la película, pero sin desvelar datos ni escenas relevantes.

Cómo siempre hay para todos los gustos, todo y que cuando voy al cine y no se nada de esa película, si la película es buena, que para mi significa que me aporte cosas, que van desde la reflexión a pasar un buen rato, el factor sorpresa constituye un elemento que multiplica el efecto positivo que me haya producido esa película.

Es lo que me paso ayer con Up in the air, película americana, todo y que reflejo de situaciones comúnes a cualquier sociedad actual, es inteligente y divertida, con una actuación de George Clooney brillante, un liquidador de empleos, con unos objetivos que están en el aire.

sábado, 23 de enero de 2010

Cautelosos

En este reportaje de hoy en La Vanguardia, he escogido la palabra cautelosos como título de la entrada, es un témino que podemos aplicar en muchas ocasiones, no sólo en las relaciones con los adolescentes, una cautela contemplada desde la serenidad.

Mi Hijo no me cuenta nada

Muchos padres se quejan de que sus hijos adolescentes no cuentan nada en casa, que están como ausentes, que no saben lo que pasa por su cabeza... | Pero ¿han de saberlo?


Mayte Rius | 23/01/2010 | Actualizada a las 03:31h | Ciudadanos- La Vanguardia

"No sólo es normal que los adolescentes no cuenten algunas cosas en casa; es sano, correcto y beneficioso; hay una zona de intimidad en las personas - y también en los adolescentes- que hay que preservar y es bueno que se preserve; los padres no tenemos por qué saber todo lo que hacen o dejan de hacer, piensan o dejan de pensar nuestros hijos", responde Javier Elzo, sociólogo y autor de El silencio de los adolescentes: lo que no cuentan a sus padres (Temas de Hoy). Su respuesta coincide con la de otros psicólogos y pedagogos consultados, que enfatizan que mientras los padres se lamentan de que sus hijos no hablan con ellos o bien indagan y preguntan para saber sobre ellos, los adolescentes se quejan de que sus padres los rallan, de que no se puede hablar con ellos, de que sólo saben echar broncas y de que no los tienen en cuenta, denotando con ello interés por comunicarse.

CLAVES PARA HABLAR CON LOS HIJOS ADOLESCENTES

Inmediatez Cuando quieren hablar, dejarlo todo y atenderles. Los adolescentes no hablan cuando los padres quieren o les va bien, sino cuando lo necesitan. Si se deja pasar esa ocasión, se cerrarán.

Confianza Compartir con los hijos detalles de la propia infancia y adolescencia, los amores no confesados, las decepciones y frustraciones, los problemas familiares (sin caer en la figura del "padre batallitas") contribuye a crear un clima de confianza compartida. Y, para ganarse la confianza, conviene no prejuzgar, no poner trampas, evitar los dobles mensajes y no engañarles.

Respeto Hay que respetar su intimidad, sus silencios y aceptar las confidencias que quieran hacer, sin forzarlas y, mucho menos, desvelarlas a terceros. Y nunca ridiculizar, por tonto o nimio que parezca el tema. Si lo plantean, es que a ellos les preocupa o interesa.

Control Si cuando se desahogan o hacen una confidencia un poco fuerte los padres se escandalizan, los sermonean o castigan severamente, probablemente sea la última vez que se sinceren. Hay que afrontar con calma el conflicto, porque es una ocasión para educar. Si se elude, se está validando lo que ha hecho o dicho; si se silencia, se estará dando por bueno.

Aceptar sus formas Difícilmente un adolescente se expresará con serenidad y buen tono; lo habitual es que discuta apasionadamente. Hay que tratar de ver los temas desde su punto de vista.

Razonar mediante el diálogo Hay que evitar el monólogo disfrazado de diálogo, escuchar y entender para después dialogar. No se puede pretender tener la razón en todo. Los padres también se equivocan. Y a la hora de exponer razones, hay que buscar las que puedan tener peso para ellos, no las importantes desde el punto de vista de los padres.

Llegar a establecer pactos Hay que ser flexibles y no caer en el todo o nada. El regateo puede ser una forma de conversación que dé mucho juego. Se puede ceder en lo superficial para ganar en lo esencial. Es mejor ir consiguiendo pequeñas metas que pretender la solución perfecta. Dar criterios, no sermones. Tratar un solo tema cada vez y de forma breve. Si se abruma al adolescente con muchas cuestiones, a los dos minutos desconectará porque le sonará al rollo de siempre. Tampoco hace falta que de cada conversación padres-hijo salgan pautas de conducta.

Ser positivos Es importante no quejarse de todo, etiquetarlos, generalizar o mostrarse suspicaces para evitar rallarlos y que se cierren en banda. Es mejor comenzar por los comentarios positivos, mirándoles a los ojos, estableciendo contacto físico y dejando claro que se es familia, se está en el mismo equipo y se le quiere.


"Los padres han de ser cautelosos con la expresión ´no cuenta nada´ referida al hijo, pues hay cosas que, normal y sanamente, los hijos no cuentan - ni contaron ni contarán- a los padres, como lo referente a sus sueños y pesadillas, al primer amor, a ideas de suicidio y pensamientos de fuga, sus preocupaciones, lo que les dicen sus amigos, sus creencias religiosas o sobre el maligno, el temor a quedarse solos por un accidente de los progenitores...", asegura Javier Urra, psicólogo y autor de ¿Qué ocultan nuestros hijos? (La Esfera de los Libros). Y añade que durante la adolescencia "los hijos están ganando autonomía y necesitan distancia, silencios, hasta pequeñas ocultaciones; los secretos son una parte necesaria de la evolución hacia la madurez". Elzo recuerda que precisamente la labor de los padres es ayudar a los hijos a ser autónomos y responsables, "de modo que el éxito de un buen padre es darte cuenta, por duro que sea, de que poco a poco eres prescindible".

Tampoco hay que confundirse. Que los chavales no cuenten todo no quiere decir que no cuenten nada. Es más, según las encuestas realizadas por Urra entre 4.000 hijos y padres de toda España para elaborar su informe, aproximadamente el 10% de los jóvenes afirma que no oculta nada a sus padres, al menos nada que considere relevante. "No es necesario, ni normal, que los adolescentes compartan todo con sus padres, porque estos no son sus colegas, y hay una edad en que su mundo son sus iguales y es en sus amigos en quienes confían; los que ahora son padres tampoco les decían a los suyos con quién se besaban o las barbaridades que escribían en el diario, a veces sobre sus propios padres; luego eso pasa, es un momento evolutivo, y la privacidad de los adolescentes es algo necesario, básico", apunta Isabel Menéndez Benavente, psicóloga especializada en niños y adolescentes.

Hay consenso en que los chavales de ahora no cuentan menos a sus padres que en otras épocas, entre otras razones porque los progenitores de ahora son más permisivos y abiertos con relación al sexo, saben lo que es salir por la noche... "La relación padres-hijos es incomparable con generaciones anteriores, cuando en la mitad de las familias el padre dictaba y el hijo obedecía; hoy la mayoría de los jóvenes de 17 y 18 años dice que lo único que oculta es lo que les puede dañar", enfatiza Urra. "A los adolescentes siempre les ha costado hablar con sus padres y a los padres con sus hijos; lo que ocurre es que la comunicación es ahora más necesaria porque las condiciones educativas han cambiado muchísimo: hemos ganado en libertad y expectativas, pero hemos perdido en autoridad y respeto, y la sociedad es más compleja y hay más variables que controlar", señala Pilar Guembe, pedagoga y coautora, con Carlos Goñi, de No se lo digas a mis padres (Ariel) y No me ralles (Nabla).

Guembe subraya que es normal que los hijos, que en la adolescencia descubren la intimidad, guarden para sí sus cosas, pero advierte que los padres deben conjugar el respeto a esa intimidad con el acercamiento a sus hijos. "Es imprescindible que haya comunicación padres-hijo porque sin comunicación no se puede educar; si no hablamos con ellos no sabremos qué hacen, qué piensan o qué sienten y, sin saber eso, no les podremos educar", indica la pedagoga.

Pero esa comunicación no se logra agobiándolos a preguntas, estando encima de ellos, metiéndose en sus asuntos, o revisando sus mensajes o su messenger. Cuando los padres indagan y aprovechan cualquier comentario o confidencia para reprender o ridiculizar, los hijos se cierran en banda y callan más.

"Si los padres no respetan su intimidad, si sólo sermonean, si siempre hablan de lo mismo, si no les escuchan, si los hijos ven que se creen que lo saben todo y nunca se equivocan, será más difícil que se cree un ambiente adecuado para el diálogo; los hijos no son delincuentes que controlar, sino hijos que educar", remarca Guembe. Tampoco se trata de, por no controlarlos o por no meterse en sus cosas, pasar de ellos "y convertirlos en 'huérfanos con padres vivos', una figura, por desgracia, demasiado habitual", advierte.

La dificultad estriba, por tanto, en comunicarse con ellos sin invadir su intimidad, salvaguardando las zonas de autonomía y privacidad. "En la comunicación padres-hijos hay una línea muy estrecha que sirve de frontera entre la necesaria autonomía de los hijos y la tutela a ejercer por los padres. Es difícil alcanzar el equilibrio, pero es necesario", afirma Javier Urra.

Isabel Menéndez cree que la clave es "que sientan nuestros pasos pero no nuestro peso; es decir, que sepan que estamos ahí, disponibles y dispuestos a escucharlos, supervisando, pero sin someterles a un tercer grado". Y lo ilustra con un ejemplo: "Podemos preguntarles dónde van y pedirles que lleven el móvil encima y conectado con el argumento de que si hay una urgencia necesitamos poder localizarlos, pero luego no estar llamándolos cada cinco minutos para ver qué hacen".

Por otra parte, psicólogos y pedagogos remarcan que la comunicación y la confianza con los hijos se gana poco a poco, de forma que de nada sirve comenzar a preocuparse en la adolescencia si desde los primeros años no se les ha demostrado que importan, que interesan sus cosas, que se disfruta perdiendo el tiempo con ellos y que se está a su lado. El sociólogo Javier Elzo opina que la comunicación se complica hoy día en muchas familias por el agobio que viven los padres. "Los chavales lo perciben y tienen un doble sentimiento: por una parte la necesidad de hablar con sus padres de lo que a ellos les interesa - no de lo que interesa a sus padres- y, por otra, algo nuevo que antes no se tenía, el temor y cierta preocupación por no dañar, no preocupar y no molestar a los progenitores", explica, convencido de que los hijos se callan muchas cosas porque ven a sus padres agobiados y no les quieren preocupar.

Claro que también son muchos los que callan por miedo a ser sancionados, porque les impondrán prohibiciones o, simplemente, porque no serán entendidos. "Si un chaval cuenta algo, es una ocasión de oro para hablar con él, sin hacer una reprimenda o sermón en cada ocasión, porque entonces no volverá a contar nada", dice Elzo. Eso no significa que si ha hecho algo grave se pase por alto, pero conviene buscar la ocasión adecuada. "Si el chaval llega bebido a la una de la madrugada, no será esa noche ni a la mañana siguiente, cuando esté con resaca, el momento de hablar de lo que ha pasado ni de encauzar su comportamiento", ejemplifica.

Tampoco favorece el diálogo con los hijos el que muchos padres limiten sus conversaciones al área instrumental: "¿Te has duchado?", "¿has hecho los deberes?". De hecho, tanto Javier Urra como Javier Elzo han constatado que muchos chavales se lamentan de que sus padres sólo les preguntan por las notas que sacan, que sólo se preocupan por sus calificaciones y que el resto de aspectos escolares y personales los consideran niñerías. Y esa desconsideración o falta de interés por sus preocupaciones y por sus asuntos figuran entre los motivos que los adolescentes aducen para no contar cosas a sus padres (véase información de apoyo) y también condicionan los temas que ocultan. Elzo sintetiza en cuatro las áreas de ocultación: sus relaciones sexuales, las cuestiones relacionadas con el consumo de drogas y de alcohol, las notas y lo que hacen en Facebook y otros foros de internet, que hoy es su principal medio de comunicación y socialización.

El informe de Urra sobre ¿Qué ocultan nuestros hijos? ofrece una lista más detallada de las ocultaciones más habituales, con curiosidades como la de un chaval que no cuenta a sus padres que va a misa. "La mayor parte de los secretos de los adolescentes son inocentes, y los que no lo son es mejor que los compartan con otros adultos que no sean los padres", tranquiliza este psicólogo. Y recuerda, además, que los padres también callan cosas a sus hijos por no perder su autoridad.

Anthurium sp
Foto: Pilar Vidal Clavería

viernes, 22 de enero de 2010

Un circo particular

Ya hace unos días que Jordi Cañellas envió un enlace con este documental, El circo de la mariposa, una historia conmovedora, llena de ilusión y de esperanza.



Y la segunda parte

Las familias en las Flores de Bach

En la clasificación de la flores se utilizan diversas categorías taxonómicas, el término familia es uno de ellos y se refiere a especies que están emparentadas entre sí.

Las especies que pertenecen a una familia botánica, tienen características comúnes, ya sea en su forma o en su estructura.

En las 38 Flores de Bach encontramos diversas familias, algunas se repiten en varías flores, otras no, y recordemos que uno de los 38 remedios no es ninguna flor, se trata de Rock Water, el agua de roca.


Agrimony, Agrimonia eupatoria, Rosáceas
Aspen, Populus tremula, Salicáceas
Beech, Fagus sylvatica, Fagáceas
Centaury, Centaurium erythraea, Gencianáceas
Cerato, Ceratostigma willmottiana, Plumbagináceas
Cherry Plum, Prunus cerasifera, Rosáceas
Chestnut Bud, Aesculus hippocastanum, Hipocastanáceas (Otra clasificación Sapindanáceas)
Chicory, Cichorium intybus, Compuestas
Clematis, Clematis vitalba, Ranunculáceas
Crab Apple, Malus sylvestris, Rosáceas
Elm, Ulmus procera, Ulmáceas
Gentian, Gentiana amarella o Gentianella amarella, Gencianáceas
Gorse, Ulex europaeus, Papilionáceas
Heather, Calluna vulgaris, Ericáceas
Holly, Ilex aquifolium, Aquifoliáceas
Honeysuckle, Lonicera caprifolium, Caprifoliáceas
Hornbeam, Carpinus betulus, Betuláceas
Impatiens, Impatiens glandulifera, Balsamináceas
Larch, Larix decidua, Pináceas
Mimulus, Mimulus guttatus, Escrofulariáceas
Mustard, Sinapis arvensis, Crucíferas
Oak, Quercus robur, Fagáceas
Olive, Olea europaea, Oleáceas
Pine, Pinus sylvestris, Pináceas
Red Chestnut, Aesculus carnea,Hipocastanáceas (Otra clasificación Sapindanáceas)
Rock Rose, Helianthemum nummularium, Cistáceas 
Scleranthus, Scleranthus annuus, Cariofiláceas
Star of Bethlehem, Ornithogalum umbellatum, Liliáceas
Sweet Chestnut, Castanea sativa, Fagáceas
Vervain, Verbena officinalis, Verbenáceas
Vine, Vitis vinifera, Vitáceas
Walnut, Juglans regia, Junglandáceas
Water Violet, Hottonia palustris, Primuláceas
White Chestnut, Aesculus hippocastanum, Hipocastanáceas (Otra clasificación Sapindanáceas)
Wild oat, Bromus ramosus, Gramineas
Wild Rose, Rosa canina, Rosáceas
Willow, Salix vitellina, Salicáceas

Chicory, la única de la Familia de las Compuestas

Foto: Pilar Vidal Clavería

martes, 19 de enero de 2010

Pedagogia de la vida y de la muerte

Una de las frases que Francesc Torralba dijo ayer en la presentación del libro Textos i pretextos de pedagogia 1938-2008 de Joan Triadú, fue:
"un maestro no puede tener miedo a morir".

Una buena frase para enlazar con la presentación del Proyecto educativo, Educación emocional sobre la vida, la muerte y el duelo a través del arte, presentado en la sede de AVES - Grupos de Ayuda Mutua de Barcelona, al que he asistitido esta mañana. Aunque no soy profesora de ningún centro educativo, como terapeuta floral, el proceso del duelo y su trabajo con los niños me interesa especialmente.

En el folleto informativo podemos leer una frase:

Cuando más completamente ha vivido uno, cuanto mas haya realizado sus capacidades creativas, menos temerá la muerte... la gente no teme la muerte por se, sino lo incompleto de sus vidas

Lisl Marburg Goodman

Este proyecto dirigido a las escuelas y también a las familias, quiere ser una actividad para tratar el tema de la muerte como pieza clave dentro de los ciclos de la vida, observando el comportamiento de la naturaleza, la antropologia cultural y el arte.

Ha hecho la presentación del proyecto Adela Torras, presidenta de la asociación AVES y han participado diversos de sus componentes, entre ellos estaba Concepció Poch, Psicopedagoga, a la que pude escuchar en la la II Jornada sobre el final de la vida, La muerte en los niños y adolescentes, en la Universidad de Vic en marzo del pasado año, y que ha explicado la importancia de la pedagogia de la vida y de la muerte y Oriol Garriga, artista y educador que nos ha mostrado los objetivos de esta actividad, sus contenidos y su procedimiento a través de un taller que hablará de la muerte a través del Arte, donde los niños conoceran diferentes procedimientos y técnicas artísticas y experimentaran con materiales en un proceso de creación que los acercará al reconocimiento de sus propias emociones y a valorar el hecho de expresarlas.

Para finalizar Anji Carmelo ha destacado la importancia de conectar con la trascendencia a través del Arte.




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El alma

Las Flores de Bach llevan, además de los remedios que utilizamos para equilibrar nuestros estados de ánimo, toda una filosofía que el doctor Bach dejó en sus escritos.

Estos escritos han sido estudiados de un modo extenso por Lluís Juan Bautista, como bien reflejan sus libros, en el último de ellos Edward Bach en Marlow Bucks, El amor como meta y camino de la perfección, elaborado junto a Luis Jiménez y Eduardo H. Grecco, componentes los tres del Grupo Synthesis, encontramos al final un Diccionario ideológico donde se encuentran citas de las Obras del doctor Bach.

Después de leer la entrevista en La Contra de La Vanguardia de hoy donde para Susana Martínez-Conde el alma es un producto del cerebro, he buscado las definiciones del alma en el libro que os acabo de citar, encontramos varias, desde las que hacen referencia a la enfermedad como conflicto entre el alma y la personalidad, a la de la inmortalidad de nuestra alma.

Tenemos pues dos visiones bien diferentes y que conducen a que cada uno haga sus propios análisis y conclusiones.

Susana Martínez-Conde, neurobióloga
"Toda experiencia vivida es fruto de la imaginación"
IMA SANCHÍS - 19/01/2010

Tengo 40 años. Nací en A Coruña y vivo en Phoenix (Arizona), donde dirijo el laboratorio de Neurociencia Visual del Instituto Barrow. Estoy casada y tengo dos hijos, uno recién nacido. El Estado debe fomentar la investigación. Soy atea: el alma es un producto del cerebro

Es usted fruto de mi imaginación?

Todo es fruto de la imaginación: cada experiencia vivida, cada persona conocida, cada objeto observado. El cerebro no reconstruye la realidad, sino que construye nuestra experiencia de la realidad.

¿Por mucho que quiera ser consciente de la realidad voy a inventármela?

Existe cierta correspondencia entre nuestra percepción subjetiva y el mundo real, de lo contrario andaríamos chocando contra los muebles, pero mi percepción de los objetos no es exactamente idéntica a la realidad.

¿A qué se refiere?

Si cojo un periódico y lo leo con luz artificial y con luz natural veo lo mismo: letras negras sobre fondo blanco; sin embargo, la cantidad de fotones que reflejan las letras negras con luz natural es mucho mayor.

Es decir…

No existe para el cerebro una experiencia absoluta de lo que es negro y de lo que es blanco, todo depende de con qué se le compare. Otro caso es el de la tercera dimensión: la información del volumen de los objetos no llega al cerebro porque nuestras retinas son bidimensionales. La tercera dimensión es una construcción cerebral, una ilusión.

¿Imaginar y ver es lo mismo?

Mirar una imagen de una persona o cerrar los ojos e imaginar esa imagen de la persona activa los mismos circuitos del cerebro. Realidad e ilusión son fronteras ficticias.

Siendo así, ¿cómo estudia la realidad?

Precisamente las ilusiones visuales son una de nuestras herramientas más importantes para entender cómo el cerebro construye nuestra experiencia de la realidad.

... Y por eso ha llenado usted su laboratorio de magos e ilusionistas.

Las ilusiones visuales y cognitivas desarrolladas por magos son muy útiles para estudiar las bases neuronales de la consciencia.

Cuénteme sus averiguaciones.

Al mago no le importa tanto distraer la mirada del espectador como manipular su atención. El espectador puede mirar atentamente el truco y sin embargo no verlo, porque está prestando atención a otro lugar.

No es lo mismo ver que mirar.

Exacto, que estés mirando algo no quiere decir que esa información se esté procesando conscientemente si la atención está puesta en otro lugar o está dividida, y esa es una de las técnicas de los magos: dividir la atención del espectador.

¿Y cuál es el valor científico de esta argucia?

Comprobar que nuestro cerebro puede disociar lo que es la atención de la información visual.

Entre sus colaboradores tiene a uno de los mayores carteristas de la historia.

Apollo Robbins, que saltó a la fama porque fue capaz de robar todo tipo de objetos al personal del servicio secreto de Jimmy Carter. En un visto y no visto les sustrajo sus carteras, identificaciones oficiales, el itinerario oficial del presidente, sus armas y todo tipo de objetos sin que se enterasen.

Excelente colaborador.

Robbins se dio cuenta de que podía manipular de manera diferente la atención del sujeto si realizaba un movimiento curvo o un movimiento recto con su mano. Utiliza un movimiento recto cuando quiere que la atención del sujeto vaya del punto A al punto B, y curvo si quiere que la atención se mantenga a lo largo de todo el movimiento. Sabemos que funciona, pero no por qué.

¿Cuál es su hipótesis?

Que estos dos tipos de movimiento activan sistemas diferentes de movimientos oculares en el cerebro. El movimiento recto activa el sistema sacádico (un movimiento rápido del ojo) y el movimiento curvilíneo activa un movimiento suave.

¿Y?

Durante el movimiento sacádico, mientras los ojos van de A a B, la percepción está suprimida. Vemos A y vemos B, pero no lo que ocurre entre A y B. Otro ejemplo.

...

Con Johnny Thompson, el Gran Tomsoni, investigamos el papel de la risa en sus espectáculos de magia. Mediante la comedia consigue manejar la percepción del espectador. Según Thompson, cuando la gente ríe, el tiempo se para y su truco pasa desapercibido.

¿Existe una relación entre humor y descenso de atención?

Todo apunta a una conexión importante entre emoción y atención que hoy por hoy es desconocida en neurociencia cognitiva.

¿A mayor emoción, menor atención?

Esa es la hipótesis. Los magos no sólo juegan con la atención, sino que también introducen falsas memorias. El mago describe la acción que acaba de hacer pero no de la manera exacta como sucedió, y eso da lugar a que el espectador lo recuerde como lo describió el mago y no como en realidad pasó. Así, al final del espectáculo, el espectador no puede reconstruir lo que ocurrió.

... Le faltan piezas del puzle.

Exacto, hay piezas que ha eliminado haciendo que el espectador preste atención a otro lugar y piezas que no corresponden. Por tanto, la reconstrucción no es posible.

¿Nadie puede?

Nadie, porque son procesos muy generales que tienen que ver con el cableado de nuestros cerebros, a excepción de los autistas, que no responden a las claves sociales que utiliza el mago para manipular la atención.

El santo grial

Ilusiona ver cómo los científicos abren su campo de visión, cómo esta reconocida neurocientífica se atrevió en uno de los congresos más importantes del mundo, el de la Asociación para el Estudio Científico de la Conciencia, en el 2006, a llevar como valiosos colaboradores a magos e ilusionistas, porque por medio de sus trucos investiga de qué modo nuestro cerebro crea el mundo que percibimos. Ha venido a contárnoslo en el ciclo Abracadabra... Y el cerebro crea el mundo,en CosmoCaixa. Hablamos un par de horas hasta llegar a la gran pregunta: si tenemos la capacidad de observar nuestros propios pensamientos, ¿quién es el observador? "Ese es el mayor misterio en neurociencia, el santo grial".




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