lunes, 7 de diciembre de 2009

Mirar al cielo

En estos días previos a las fiestas navideñas, en Barcelona podemos aprovechar las compras en el centro de la ciudad para mirar también un poco hacía el cielo, despejaremos la mente y descubriremos vistas diferentes a las habituales.

Passeig de Gràcia

Passeig de Gràcia

Plaça Catalunya

carrer Pelai

carrer Amadeo Vives, Palau de la Música
Fotos: Pilar Vidal Clavería

domingo, 6 de diciembre de 2009

Visita a Mount Vernon

A finales de abril del 2007 visité el Centro Bach en Mount Vernon y la tumba en el cementerio de Saint James del doctor Edward Bach.

Centro Bach en Mount Vernon

Próximo a la localidad de Wallingford se encuentra Brightwell-cum-Sotwell, donde está situado Mount Vernon, el Centro del Dr. Bach.

Centro Bach en Mount Vernon

Llegamos un domingo por la tarde y aunque sabíamos que la visita al interior de la casa era sólo por las mañanas, poder subir los escalones que dan acceso al arco donde cuelga el rótulo Mount Vernon, caminar por el jardín y llegar hasta la puerta de la casa, me satisfizo plenamente.

Puerta de entrada a la casa del Centro Bach en Mount Vernon

Después volvimos a la ciudad de Wallingford, donde a las ocho de la tarde del 24 de septiembre de 1936, 50 aniversario de su nacimiento, el Dr. Bach, pronunció su célebre Conferencia Pública en el Centro Masónico, un edificio sobrio, ubicado en una antigua fábrica de cerveza en la calle Goldsmith's lane.

Wallingford, antigua fábrica de cerveza

Wallingford es una población tranquila en la que destaca un inmenso parque con docenas de White Chestnut, Aesculus hippocastanum, -el único de los 19 últimos remedios que se prepara por el método de solarización-, luciendo sus flores erguidas y esplendorosas, que también pudimos observar a lo largo de todo el país.

White Chestnut ,Aesculus hippocastanum

A las nueve de la mañana del lunes 30 de abril ya estábamos en Brightwell-cum-Sotwell. El Centro Bach no abría hasta las 10, así que nos acercamos al pequeño cementerio de la iglesia de Saint James, donde encontramos la sencilla tumba con la inscripción:

"Edward Bach M.B. B.S. D.P.H.[1]

1886 - 1936 Behold I am alive for evermore".[2]

Cementerio iglesia Saint James, en primer término tumba del doctor Edward Bach

(1) M.B. (Bachelor of Medicine - Bachiller en Medicina). B.S. (Bachelor of Surgery - Bachiller en Cirugía). D.P.H. (Diploma in Public Health - Diploma en Salud Pública)

(2) Ahora estoy vivo por los siglos de los siglos

De vuelta al exterior del recinto un gran Red Chestnut, Aesculus carnea mostraba sus flores rojizas-rosadas formando racimos erguidos. La afirmación del Dr. Bach en cuanto a la capacidad de sanarnos a nosotros mismos y también de ayudar a otros a sanarse a si mismos, para lo cual sólo son necesarios el amor y la compasión, era algo a recordar y que podía llevarme como mensaje.

Red Chestnut, Aesculus carnea

A las diez de la mañana pudimos entrar en la pequeña casa de Mount Vernon, a la que el Dr. Bach llegó en 1934 y dónde escribió la nueva edición de Los Doce Curadores y los Siete Ayudantes, publicada en julio de ese mismo año.

En su interior, una estancia pequeña con los muebles de madera, sillones, mesa y armario, hechos por el propio Dr. Bach, desprende armonía y paz.

Sobre la chimenea un escrito repite la palabra Paz en varías frases. En el interior de unas vitrinas están las tinturas madres preparadas por el Dr. Bach. En las paredes hay dibujos de las Flores y una pequeña mesa con las fotografías de Nora Weeks y Victor Bullen que, como se indica en la portada de su libro The Bach Flower Remedies, eran "amigos y colegas de Edward Bach".

Interior Centro Bach en Mount Vernon
Fotografías: ©Pilar Vidal Clavería

sábado, 5 de diciembre de 2009

Edward Bach y Deepak Chopra unidos

En la Revista 54 de Sedibac, correspondiente a Otoño 2009, en su sección Libros, Leyendo acerca de las Flores de Bach, he publicado un artículo del libro:



Edward Bach y Deepak Chopra unidos. Relación entre los "Siete grupos de Flores de Bach" y las "Siete leyes espirituales del éxito"

Pilar Vidal Clavería
Sentir con Flores de Bach

En enero de 2002, Soledad Martínez López publicó en la Editorial Creación, Edward Bach y Deepak Chopra unidos. Relación entre los "Siete grupos de Flores de Bach" y las "Siete leyes espirituales del éxito", un libro que nos invita a crecer individual y grupalmente para participar y estar incluidos en una masa crítica que ayude a mejorar las cosas[1].

A partir de la idea de que "todo en el Universo está interrelacionado", Soledad Martínez nos muestra la interrelación que encuentra entre las 38 Flores de Bach, agrupadas en los Siete epígrafes o grupos, que el doctor Bach nos dejó en su obra Los Doce Curadores y Otros Remedios y "Las Siete Leyes Espirituales del éxito" de Deepak Chopra, basadas en leyes de la Naturaleza y del Universo[2].

A lo largo de los siete capítulos del libro, Soledad Martínez nos va explicando como ha elaborado estas relaciones, que nos puedan servir de herramienta para caminar por la vida.

El primero de los grupos de las Flores de Bach, "para el temor", lo interrelaciona con la "Ley de la potencialidad pura", nuestro propio Yo, accediendo desde nuestro espíritu, desde el amor, con el silencio y la meditación y no desde el miedo, que podremos eliminar con las esencias, Mimulus, Rock Rose, Red Chestnut, Aspen y Cherry Plum.

En el segundo capítulo, la "Ley de la entrega, del dar y del recibir", está relacionada con las flores del segundo de los grupos, "para la incertidumbre", Gentian, Scleranthus, Wild Oat, Hornbeam, Gorse y Cerato, estas esencias nos llenan de lo mejor de nosotros mismos para poder dar algo bueno a los demás.

El tercero relaciona la "Ley del Karma o de la causalidad", que implica tomar decisiones conscientes, viviendo conscientemente cada momento presente, con el mayor entusiasmo, con la mayor ilusión, haciendo todo lo que hagamos lo mejor que nos sea posible, con las flores del tercer grupo, "para los que no sienten suficiente interés por sus circunstancias presentes", Honeysuckle, Clematis, Wild Rose, Olive, White Chestnut, Mustard y Chestnut Bud.

En este capítulo hace Soledad también aportaciones personales sobre el pensamiento consciente, creador y positivo.

El capítulo cuarto relaciona la "Ley del mínimo esfuerzo" de Deepak Chopra, que tiene tres componentes la aceptación, la responsabilidad y la indefensión, es decir la renuncia a convencer o persuadir a los demás de nuestro punto de vista, con el quinto de los grupos de las Flores de Bach, "para los excesivamente sensibles a influencias y opiniones", Agrimony, Centaury, Walnut y Holly.

Aquí la aportación de la autora hace referencia a la conexión con nosotros mismos de una manera espontánea y sencilla, fluyendo con la vida, afirmando que en el Universo todo está relacionado.

El capítulo quinto hace referencia a la "Ley de la intención y del deseo", quinta de las leyes espirituales del éxito de Chopra, basada en que la energía y la información están por todas partes en la Naturaleza, y la relaciona con la Flores de Bach del cuarto grupo, "para la soledad", Water Violet, Impatiens y Heather.

Para la quinta ley de Chopra, son necesarios el silencio, la relajación y la meditación, de los que también habla el doctor Bach en su obra Cúrese usted mismo.

Llegamos al sexto capítulo con la "Ley espiritual del desapego" que nos señala que debemos asentarnos en la sabiduría de la incertidumbre. No hay que abandonar la intención de crear nuestro deseo, sinó tan sólo nuestro apego al resultado.

Una incertidumbre no relacionada con las flores del segundo grupo del doctor Bach, "de la duda o no tener confianza en nosotros mismos", sino con las del sexto, "para el desaliento o la desesperación", Larch, Pine, Elm, Sweet Chestnut, Star of Bethlehem, Willow, Oak y Crab Apple.

Complementa Soledad este capítulo con un escrito sobre la libertad.

El último de los capítulos hace referencia a la "Ley del Dharma o del propósito en la vida" que explica que somos seres espirituales con experiencias humanas, con talentos singulares y al servicio de la humanidad. Para llevar todo esto a la práctica tenemos al último de los grupos de las Flores de Bach, el séptimo, "para la excesiva preocupación por el bienestar de los demás", Chicory, Vervain, Vine, Beech y Rock Water.

El libro finaliza con un texto de agradecimiento de Soledad: "Alegría en el Corazón".

[1] El mismo mensaje con el que finalizó su ponencia en el Congreso Sedibac de Terapia Floral, en mayo del 2009, Olga Mussons, cuando nos habló de las similitudes entre las teorías de Bach, Jung y Shledrake para acabar explicando las analogías respecto a modelos de acción y de evolución, en cuanto a que podemos contribuir individualmente al cambio del inconsciente colectivo, y entender cómo los campos mórficos de las esencias florales pueden, con el aumento de la masa crítica de personas que estén influenciados por ellos, ayudar al cambio evolutivo de la Humanidad.
[2] Esta interrelación del Universo también nos la explicó en el congreso que he mencionado anteriormente, Silvia González Ariki, con su ponencia El Sistema Floral del Dr. Bach a través de la Física Cuántica. Según Silvia González Ariki, a nivel cuántico todo está intercomunicado, no existe división ni separación, un concepto similar a la idea de la unidad o totalidad que el doctor Bach nos dio en 1931, al explicarnos que el desarrollo del amor nos lleva a darnos cuenta de la Unidad, de la verdad de que todos y cada uno de nosotros pertenecemos a una gran creación.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pingüinos en la Isla Magdadelna

A unos 35 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas se encuentra la Isla Magdalena, que desde 1982 es el Monumento Natural "Los Pingüinos". Después de ver a los pingüinos de la Isla Martillo, era una suerte poder ver más pingüinos, esta vez los de la Isla Magdalena. En la isla se encuentran miles de parejas del pingüino magallánico y durante casi una hora pudimos pasear y observar a estas aves que tan simpáticas y divertidas resultan con sus paseos continuos a lo largo de la isla. 
 
Pingüinos magallánicos a la orilla del Estrecho de Magallanes
  Pingüino magallánico o patagónico, Spheniscus magellanicus A punto de entrar en el nido Incubando los huevos Parece que pregunte ¿quieres algo? ¿No?, pues me vuelvo para dentro Te pueden ignorar totalmente
  Los 4 magníficos preparados para atravesar la calle
  Camino de la orilla
Fotos: Pilar Vidal Clavería

jueves, 3 de diciembre de 2009

Punta Arenas

A orillas del Estrecho de Magallanes nuestra última ciudad en el Chile austral fue Punta Arenas.

Es una ciudad amplía, desierta un domingo por la mañana, y con indicadores que te recuerdan la lejana distancia física a otros lugares.

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Una de las visitas que se pueden hacer en Punta Arenas es la de su cementerio, especial por sus árboles cipreses recortados en formas particulares y que también podemos ver en avenidas de la ciudad.

Cementerio de Punta Arenas

Cementerio de Punta Arenas

Cementerio de Punta Arenas

Avenida Colón en Punta Arenas

Y si os gusta el chocolate pasar un buen rato saboreándolo en esta chocolateria de origen suizo.

Bories, 852, Punta Arenas
Fotos: Pilar Vidal Clavería

martes, 1 de diciembre de 2009

Comunicación en la nevera


Leer un libro de 230 páginas en una hora sin haber hecho ningún curso de lectura rápida tiene una explicación.

En sus páginas encontramos breves notas dejadas en la puerta de la nevera a modo de postits, que relatan la relación entre una madre y su hija.

La vida a la porta de la nevera, en castellano La vida en la puerta de la nevera, está escrito por Alice Kuipers y es su primera novela.

El hecho de que sean frases cortas las que nos encontramos en el relato le da un aspecto aspero y a la vez profundo, un poco como si fueran dardos enmascarados en unos mensajes que tienen mucho de vacio y de falta de comunicación, tristes y conmovedores.

Pingüinos en la Isla Martillo

La isla Martillo se encuentra en el Canal Beagle en la Estancia Harberton y en una visita guiada fuimos a ver la colonia de pingüinos de Magallanes. 

 

Pingüino magallánico, Spheniscus magellanicus

Ver a los pingüinos nos hacia mucha ilusión y aunque fue el día más intempestivo de todo el viaje, la nieve nos acompaño en el camino y en la visita, caminamos durante una hora en un espacio acotado con unas cuerdas que permite observar a los pingüinos que se mueven arriba y abajo y también ver cómo cuidan de sus nidos.

Pingüino magallánico a punto de entrar en el nido

Los pingüinos machos llegan a la isla a finales de septiembre y establecen su territorio en los nidos utilizados durante la temporada pasada, al cabo de unos días llegan las hembras, que forman pareja con el mismo macho del año anterior.

Pingüino magallànico al borde del nido

La cabeza del pingüino magallánico sobresaliendo en el nido

Los nidos se construyen en unas madrigueras que están excavadas en el suelo y los machos y las hembras se van turnando para ir a buscar alimento e incubar los huevos.

Hay también una pequeña colonia de 18 parejas de pingüinos Papúa, el pingüino típico de la Antártida y la isla Martillo es la zona más al norte donde se puede encontrar.

Para que no haya dudas del temporal de nieve que hizo ese día.

Guindo, Nothofagus betuloides, Árbol bandera de vuelta a Ushuaia
Fotos: Pilar Vidal Clavería

lunes, 30 de noviembre de 2009

Canal Beagle

Viajamos de Puerto Natales en Chile a Ushuaia en Argentina en autobús, pasamos del continente a la Tierra de Fuego por la primera angostura del Canal de Magallanes.

Desde Ushuaia, la ciudad del fin del mundo, hicimos una excursión por el Canal de Beagle con un catamarang, en un día espléndido y con las montañas que rodean Ushuaia cubiertas de nieve, ya que el tiempo frío y las nevadas nos siguieron acompañando.

La montaña Olivia desde el canal Beagle

Beagle era el nombre del bergantín con el que Fitz Roy descubrió el canal en 1830, tiene 180 kilómetros y comunica los océanos Pacífico y el Atlántico.

Islote con cormoranes y leones marinos

Leones marinos descansando en las rocas

Bálsamo, Bolax gummifera, crece 3-4 mm en un año

Islotes en el Canal Beagle

Cormoranes en las rocas

El Faro Les Éclaires, construido en 1918
Fotos: Pilar Vidal Clavería

Del paternalimo a la autonomía

A LA CABECERA DE LOS MUY ENFERMOS

La medicina que no solo cura

El Comité de Bioética de Catalunya elabora recomendaciones para atender al final de la vida | "Pasar del paternalismo a la autonomía del paciente es lento" | A veces el temor de los médicos retrasa el cumplimiento de la voluntad del paciente
Barcelona | 30/11/2009 |

La Vanguardia/Ciudadanos

A menudo se hace demasiado por retrasar la muerte y demasiado poco, y demasiado tarde, por mitigar el sufrimiento. Los ciudadanos reclaman más ayuda sanitaria para morir y de más calidad para hacerlo bien".

El mensaje va dirigido a los profesionales sanitarios y encabeza un conjunto de recomendaciones que el Comité de Bioética de Catalunya les dedica para que sepan respetar sin miedo los derechos de los pacientes.


Las leyes amparan el derecho a rechazar un tratamiento, a limitar el esfuerzo terapéutico cuando no es realmente útil, a la sedación en la fase terminal de un enfermo. Y a que el paciente tenga toda la información que desee y pueda participar en las decisiones. Todos esos derechos reconocidos se topan a menudo con el miedo de los médicos, sobre todo, aunque no sólo de ellos.

"Miedo a las miradas sobre sus actuaciones, a que se juzgue si esto es legal o no", explica Marc Antoni Broggi, presidente del Comité de Bioética de Catalunya.

Es un cambio sustancial en el ejercicio profesional y la relación con el enfermo: "Es pasar del paternalismo a la autonomía, y eso es lento", matiza el doctor Màrius Morlans, presidente de la comisión de Deontología del Col.legi de Metges de Barcelona. Tan lento que aún cuesta aceptar que un paciente rechace una transfusión o un respirador, a sabiendas de que le va la vida en ello. Y ese temor hoy vulnera derechos con tanta frecuencia que en Andalucía se plantean una nueva legislación para que nadie tenga dudas, ni sanitarios ni jueces.

Cambio de demanda. Educados para salvar vidas, los profesionales sanitarios se encuentran con poca formación ante los nuevos poderes del paciente. "Ha cambiado la demanda: de la máxima eficacia contra la enfermedad se ha pasado a pedirles la máxima ayuda al ciudadano enfermo, lo que incluye siempre su voluntad y el conocimiento de su necesidad", resume el comité de bioética. Y es tarea de los profesionales conocer esa voluntad, que ha de ser libre, competente y bien informada. "La alternativa al paternalismo no puede ser una simple relación contractual, sino una relación empática y compasiva que permita un diálogo franco y el acompañamiento hospitalario", dice el comité de bioética.

Dar malas noticias. La información es un punto difícil en esta nueva tarea médica. No valen mentiras piadosas ni imponer información no deseada, ni evasivas o salidas falsas. Y el médico es el responsable, aunque no le hayan formado en todos los años de carrera para eso. "Para dar malas noticias se necesita preparación y conciencia del ritmo y la forma que cada cual necesita. La esperanza ha de ser realista", recomienda el comité de bioética.

Y ¿cómo se hace? A la hora de informar de una enfermedad que será mortal e irreversible, uno de los principales errores es dar las noticias como si fueran "piezas cerradas, definitivas, sin preámbulos, sin grados. Debe pensarse, en cambio, en abrir un diálogo de descubrimiento mutuo". Las preguntas son la clave y se han de evocar, y no sólo esperar a que los afectados las planteen.

Y hace falta un lugar adecuado para un diálogo íntimo, que el paciente tenga tiempo para expresar sus miedos e inquietudes que aún conoce poco. El profesional ha de prepararse y para el enfermo será más fácil si lo ve venir. También recomiendan verbalizar sin ambigüedades el núcleo del problema "sin necesidad de ser muy prolijo" y estar atento a su reacción.

"La información no puede sonar a claudicación profesional, a un no hay hada que hacer", dicen los expertos de bioética.

Interrumpir o dejar de hacer. "Es tan importante decir lo que no se puede hacer como enfatizar lo que sí se puede hacer; estar encima, no dejarle solo, cuidar los síntomas, evitar el dolor... Ofrecerse para estar a su lado".

Porque otro de los momentos difíciles es cuando ante una persona muy enferma hay que decidir si se hace algo o se deja de hacer. Se llama limitación del esfuerzo terapéutico. Ese derecho del paciente, que es una una buena práctica médica, es amenudo un mal trago: la desconexión de una máquina vital, por ejemplo. "En nuestro proyecto –explica Pablo Simón, uno de los autores de la futura normativa andaluza– se exigirá la opinión de otros dos profesionales, uno de ellos médico, y la consulta a los comités de ética del centro".

En las recomendaciones catalanas se especifica: "Si la actuación médica produce o no impide un daño severo y la muerte es segura a medio plazo; si se le añade dolor o molestia permanente y la muerte es cercana; o si hay una declaración de voluntades previa a favor", el médico debe retirar –o no empezar– el tratamiento.

Pedir la sedación. Otro derecho delicado para los profesionales es el de la sedación. Se parece a la eutanasia, pero no es lo mismo, porque no busca provocar la muerte, sino tratar adecuadamente el sufrimiento de la agonía.

Aunque sedar es un procedimiento terapéutico tan antiguo como la medicina y no hay duda en su uso para paliar el dolor y la angustia en una enfermedad avanzada o terminal, el problema aparece cuando el paciente la pide porque "sólo desea dormir" ante su sufrimiento final. Según las recomendaciones de bioética, hay que acordarlo con él y obtener su aprobación. Y si hay un documento de voluntades anticipadas que lo especifica, hay que someterse a él. En este testamento vital se consigna el deseo expreso de qué hay que hacer con esos derechos si el titular no puede expresarse.

Si la demanda está clara en el momento de la agonía y no hay problemas de interpretación para nadie, "es una buena práctica médica". Si lo pide en un momento cercano a la agonía, pero aún no está en ella, y hay más tiempo, el comité de bioética recomienda explicarle las diferentes posibilidades (que sea una sedación transitoria, por ejemplo). Para hacer las cosas bien, todo debe quedar consignado en la historia clínica.

"Nos hemos apartado de las cabeceras de los muy enfermos", decía a médicos de cuidados paliativos el psiquiatra Timothy Quill en una conferencia reciente en Barcelona . "Pero cuando te abruma el dolor o te falta el aliento, tienes que estar con alguien que sepa lo que hace".

domingo, 29 de noviembre de 2009

Perito Moreno

Hoy ya no está como ayer, ni mañana estará como hoy, ¿sabes que és?

El Perito Moreno

Día a día el frente del glaciar Perito Moreno se modifica, avanzando y dejando témpanos de hielo que son arrastrados por la corriente y el viento.


A 40 kilómetros de la localidad argentina de El Calafate, entramos en el Parque Nacional los Glaciares y después de casi 40 kilómetros más aparece el imponente Perito Moreno.


Con un frente de 5 kilómetros de ancho, y con una altura máxima de 60 metros, la estridencia al desprenderse los bloques de hielo se asemejan a los truenos y sencillamente tienes la sensación con el estruendo de que todo se acaba.

Estruendo en el Perito Moreno

Las pasarelas de madera permiten pasear y disfrutar con la visión de un paisaje impresionante con unas magníficas tonalidades azules, un azul especial que sólo he visto en los glaciares y donde la calma y el silencio se suceden al ruido del estruendo.

El Perito Moreno trás las hojas de las lengas, Nothofagus pumilio

El Perito Moreno tras los notros, Embothrium coccineum

Azules en el Perito Moreno
Fotos: Pilar Vidal Clavería
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