jueves, 9 de diciembre de 2010

Actitud

Hemos oído y leído en muchas ocasiones que son las pequeñas cosas las que nos proporcionan el placer más real.

La portada del libro La bona vida el libro de Àlex Rovira en su edición "ara-mini", puede ser un ejemplo de ello, un cielo azul con el arco iris puede pasar totalmente desapercibido o sencillamente inundarte de alegría al contemplar la armonía de sus colores.

Àlex Rovira ha escrito y publicado varios libros, en septiembre una entrada del blog, Corazón, tiene una entrevista de La Vanguardia con motivo de la publicación de Un corazón lleno de estrellas, escrito en colaboración con Francesc Miralles.

Al primer capítulo de La Bona vida, lo acompaña la poesía de José Agustín Goytisolo, Palabras para Julia, de la que Paco Ibañez hizo una primera versión musical y a la que han seguido otras versiones como esta de Mercedes Sosa y Liliana Herrero.



Lo primero que deja bien claro el libro y que se va afianzando a lo largo de su lectura es que la vida es una actitud, o cómo si queremos ser más específicos, nuestra vida es el resultado de la elección consciente de nuestras actitudes en cada momento de nuestra existencia.

Sin negar las emociones que nos resultan muchas veces dificultosas como la tristeza, la rabia o el miedo, una de las claves para superarlas es la actitud que tengamos ante ellas, algo que no siempre es fácil y requiere entrenamiento y trabajo personal.

Para ayudarnos a tomar la actitud más conveniente para vivir una buena vida, encontraremos a lo largo de los capítulos tratados diversos aspectos como la conciencia, el dejar ir peso innecesario en nuestro caminar por la vida, el creer para crear, que el querer es poder, la fuerza del coraje, el asumir la responsabilidad como vía de acción y transformación, el vivir desde la humildad, el agradecimiento, tomar conciencia de nuestra fragilidad y la ternura como llave para expresar el amor.

Al final de cada uno de los capítulos encontramos fragmentos de obras de diversos autores que ilustran las diferentes cuestiones que afronta el libro y que sirven como elemento de ayuda y reflexión y entre las que para mi destacan las de Viktor Frankl y Elisabeth Kübler-Ross.


Arco iris en Collcerola, noviembre 2010

Foto: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Caminando

Mientras camino

Agradezco....

Guatemala, agosto 2004

Aprendo....

Vietnam, agosto 2005

Reconozco...

Camboya, agosto 2005

Cambio....

India, agosto 2006

Respeto....

Turquia, diciembre 2006

Elijo...

Myanmar, agosto 2007

Comparto....

Etiopía, agosto 2008
Fotos: Pilar Vidal Clavería

Secreto

Conservar el sentido de la proporción de las cosas
y dar su lugar a los demás sin perder el propio
es el secreto del éxito en el teatro del mundo

Maestro Okakura Kakuzo

Teatro romano, Leptis Magna, Libia, enero 2009

Teatro romano, Leptis Magna, Libia, enero 2009
Fotos: Pilar Vidal Clavería

martes, 7 de diciembre de 2010

Colorido

La iniciativa de llevar el arte a la calle se está haciendo popular en Barcelona.

En el 2007 pudimos ver obras de Igor Mitoraj, en el 2008 de Manolo Valdés, en el 2009 y 2010 de Aristides Maillol y de Auguste Rodin.

Con algunas de esas esculturas realicé las correspondencias con las Flores de Bach, en cuanto que las esculturas representaban, según la interpretación que establecí, a los estados de ánimo negativos descritos por el doctor Bach en cada uno de sus 38 remedios.

En esta ocasión y durante una semana podemos ver en el popular Passeig de Gràcia de Barcelona, una colorida réplica de la escultura del David de Miguel Ángel, esculpida en el siglo XVI.

Es una pieza de casi cinco metros de altura, el mismo tamaño que el original y que ya ha estado en otras ciudades como Madrid, Londres y Milán y finalizará su estada en Nueva York.

Construida en fibra de vídrio, poliester, acero y resinas por Eladio de Mora, dEmo, y cubierta con un diseño de la firma italiana Luca Missoni y según sus creadores se trata de rendir homenaje al genio artístico de Miguel Angel y al más de medio siglo de tradición textil de la firma italiana.

En esta ocasión en lugar de una relación con uno de los 38 remedios el cuerpo escultural del David de Miguel Angel me lleva a un fragmento dentro de la obra del doctor Bach,

Si no fuéramos más que cuerpos, nuestras vidas consistirían simplemente en intereses y beneficios personales, buscando solamente nuestra propia comodidad y la satisfacción de nuestras necesidades.
Conferencia masónica, octubre de 1936.




Réplica del David de Miguel Angel, Barcelona diciembre 2010

Réplica del David de Miguel Angel, Barcelona diciembre 2010

Réplica del David de Miguel Angel, Barcelona diciembre 2010
Fotos: Pilar Vidal Clavería

Frutos en las Flores de Bach

Para la elaboración de las Flores de Bach se utilizan únicamente las flores si el método es el de la solarización y además algunas hojas y partes del tallo, si el método es el de la ebullición.

En estos momento del año, en la Naturaleza podemos observar algunos de los frutos de las Flores de Bach, como es el caso de Clematis.

Siguiendo el código primario en la analogía vegetal-humano que nos presenta Jordi Cañellas en su libro Cuaderno Botánico de Flores de Bach, una guía científica para ver el alma de las plantas a partir de su signatura, los frutos constituyen la parte que materializamos.

En los frutos encontramos:

- La germinación, entendida como perpetuación de la especie y por analogía simboliza la materialización de las ideas, de los pensamientos y de los proyectos.

- Creatividad plástica, que al igual que sucede con las flores implica una gran diversidad de estructuras para conseguir su materialización.

- Y por último la dispersión, la repetición de un patrón y a la vez el hacerlo lejos de la planta de orígen.

Cómo explica Jordi en su libro, podemos hablar de analogía en cuanto al extender ideas, hacer partícipes a otros y procurar que las creaciones propias se extiendan y den lugar a otras nuevas.

Podemos establecer una analogía física, que se corresponde a la matriz y el ovario con el nuevo bebé y una analogía energética, emocional, mental y espiritual que correspondería a todos los chacras, las emociones y las ideas potenciales.

En el caso de Clematis, sus frutos son unas núculas, como diminutas nueces, que llevan unas aristas plumosas para favorecer su dispersión por el viento.

Frutos de Clematis, cami del cim de l'àliga, diciembre 2010

Clematis, el remedio dentro de las Flores de Bach para los que viven con desinterés sus circunstancias presentes, con falta de atención y con un aire de apatía, presenta unos frutos que indican su dificultad para materializar sus ideas, que pueden ser al igual que sus frutos llevados por el viento.

Frutos de Clematis, cami del cim de l'àliga, diciembre 2010


Su aspecto blanquecino en otoño y principios del invierno destaca desde lo lejos, parece estar muerta, cuando en realidad espera hasta la próxima primavera, la llegada de un futuro mejor.

Frutos de Clematis, cami del cim de l'àliga, diciembre 2010
Fotos: Pilar Vidal Claveria

lunes, 6 de diciembre de 2010

Red Chestnut, protección desde la calma

Un día la llaman "mamá"
y seguirá siéndolo toda la vida

Cao Xue Qin

Mamá y yo, Graus 1960

Angkor, Camboya agost 2005

India, agosto 2007

Myanmar, agosto 2007

Etiopia, agosto 2008

Kyrgyzstan, junio 2009

Fotos: Pilar Vidal Clavería

Para aprender a no sufrir por los seres queridos, dentro de las Flores de Bach, el remedio por excelencia es Red Chestnut, la esencia elaborada por ebullición con sus flores rojas que nos ayudará a no preocuparnos constantemente y de una forma desmesurada por el bienestar de los que nos rodean, en especial por nuestra familia y en particular por nuestros hijos.

En el estado negativo de Red Chestnut, las personas siempre temen que pueda ocurrir alguna desgracia, esperando siempre lo peor, sus miedos porque algo malo pueda sucederles son totalmente desproporcionados, generando una proyección de sus temores y una sobreprotección extrema sobre todo hacia sus hijos.

El doctor Bach recomendaba la toma de la esencia no sólo en el emisor de este estado negativo sino también en el destinatario del mismo.

La toma de la esencia nos enseña a entender y asimilar el desapego afectivo para permitir la evolución de nuestros hijos, desde la calma y la tranquilidad.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Los grises en Beech

La excursión a la cima del Puig de l'Aliga, de 1342 m, en la sierra de Curull, en la comarca de Osona, permite disfrutar de los frondosos bosques de hayas, que en otoño desprovistos de sus hojas, muestran un aspecto particular, erigidos como estacas, solitarios, con sus troncos grises de donde parecen surgir ojos vigilantes.

Tronco de Beech, haya, camino del Puig de l'Aliga, diciembre 2010


Tronco de Beech, haya, camino del Puig de l'Aliga, diciembre 2010

En un bosque de hayas, al igual que sucede en un estado Beech negativo, no se da pié a la presencia de otras especies conviendo con ellas, propiciando por su intolerancia, rechazo y crítica hacia los demás, un aislamiento afectivo y social similar al que vemos en el bosque.

Bosque de hayas desde la cima del Puig de l'Aliga de 1.342 m, diciembre 2010

Bosque de hayas desde la cima del Puig de l'Aliga de 1.342 m, diciembre 2010

Bosque de hayas desde la cima del Puig de l'Aliga de 1.342 m, diciembre 2010
Fotos: Pilar Vidal Clavería

Manisfestaciones a nivel físico del estado Beech negativo las podemos observar en problemas digestivos, intolerancias alimentarias, tendencias a la rigidez, sobre todo en las mandibulas y cervicales, bruxismo, alergías, vómitos y en toses irritativas.

La toma de la esencia puede revertir esta visión del mundo de un ténue color grisáceo generado por esa intolerancia y arrogancia
, a una visión llena de colores, reconociendo la necesidad de la aportación de todos y la riqueza de la diversidad.

Poesía

Poesía, es el título del film de Corea del Sur, dirigido por Changdong Lee.

No puedo dejar de enlazar este título con el de La poesía es un arma cargada de futuro de Gabriel Celaya, poema que fue musicado por Paco Ibañez y que aquí vemos interpretado por Joan Manuel Serrat.



La película Poesía nos muestra a su protagonista Mija, que vive en una ciudad cercana a Seul junto a su nieto adolescente, asistiendo a unas clases en un taller de poesía, donde el profesor le muestra de manera sutil cómo escribir un poema, cómo "ver las cosas de verdad", prestando atención a la vida diaria, observando lo que tiene en su entorno habitual y descubriendo sonidos y silencios que luego plasmará en la libreta que la acompaña.

Sin embargo la realidad de Mija es dura y cruel en estos momentos de su vida, su salud se deteriora con la aparición de una demencia senil y el cuidado de su nieto se ve desbordado, por la implicación de éste, en un acto trágico y violento.

Mija compagina la inspiración poética con el dolor ante la realidad de su enfermedad y la convivencia con su nieto.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Perseverar

La presentación habitual de La Vanguardia, cuando se consulta a través de Internet ha variado desde hoy, entre sus novedades, una que permite ver no solo La Contra del día de hoy, sino también ver entrevistas anteriores.

En la de hoy con Jetsun Pema destaca para mí el título "Si piensas más en los demás, tus problemas se minimizan", una buena forma de abandonar al egoismo y de potenciar el deseo de servir.

Abandonar el egoismo para no caer en un estado Chicory negativo y aprender a vivir desde el amor incondicional y a dejar de lado ese miedo a la soledad.

Un deseo de servir entendido desde la virtud de la entrega, no desde el defecto de Centaury, donde su exceso de ansiedad por servir a los demás lo convierte en sirviente más que en ayudante dispuesto.

Un Centaury que desde su sentimiento de carencia afectiva y su falta de autoestima olvida sus propias necesidades y donde la toma de esta esencia ayuda a integrar la posibilidad del no también en las respuestas.

Jetsun Pema,'la madre de Tíbet', hermana menor de SS el Dalái Lama

"Si piensas más en los demás, tus problemas se minimizan"

Ima Sanchís La Contra La Vanguardia, 4 diciembre 2010

Mi infancia transcurrió en un Tíbet feliz y en una familia feliz pese a que mis padres, humildes campesinos, tuvieron dieciséis hijos y sólo sobrevivimos siete.

Todo cambió cuando reconocieron a su hermano como el XIV Dalái Lama.

Sí, a él se lo llevaron al palacio de Potala, y a mi familia, a una gran casa en Lhasa donde nací rodeada de lujos y sirvientes. Pero a los 9 años mi madre (mi padre murió cuando yo tenía 6) me envió a un internado de monjas católicas en India, donde viví hasta los 20 años.

¿Cuándo fue la primera vez que vio al Dalái Lama?

No intimé con él hasta los 16 años, cuando le acompañé a un viaje por India de dos meses y medio. A partir de entonces tuve claro que debía servir al pueblo tibetano.

Usted no quería, pero acabó convirtiéndose en la madre de Tíbet.

Yo quería trabajar junto al Dalái Lama. Mi hermana mayor se encargaba de las aldeas de niños tibetanos en el exilio, colegios, capacitación vocacional, hospedajes juveniles, hogares para ancianos...Pero mi hermana murió y el Dalái Lama me pidió que la sustituyera. Había mucho que hacer.

Pero no era su elección...

Para el budismo, lo importante es sacar el mayor provecho del ahora. Esa forma de pensar hace que la vida se convierta en algo más sencillo.

Ha vivido usted muchas muertes.

Cuando empecé a trabajar con niños, muchos morían porque llegaban en muy malas condiciones al exilio. Yo era muy joven y lo pasaba muy mal. Luego murió mi marido en un accidente de coche, y luego mi hija a los 35 años. Fue muy difícil.

¿Qué le ayudó a superarlo?

Todo el mundo que me rodeaba había pasado por tragedias en su vida, y lentamente aprendes a aceptarlo. Los budistas creemos en el renacimiento, así que morir no es el final, sino otro principio, y eso ayuda.

¿Y nunca ha dudado de la ley del karma?

Por supuesto. A mí me da aliento vivir una vida útil, con objetivo. Si has intentando hacerlo lo mejor que has podido, al final de tu vida todo cobra sentido.

Entonces, ¿hay que esperar?

No, hay que perseverar. Las muertes por las que he pasado han sido los momentos más difíciles de mi vida, pero me hicieron más fuerte, me hicieron crecer. Cuando logras superar esos descalabros, entiendes que ya nada va a poder contigo y llegas a estar en paz contigo misma, y esa paz es lo que me parece más importante.

¿Cuál es el camino?

Ser menos egoísta. Si puedes pensar más en los demás, tus problemas se minimizan. Si eres menos egoísta, no tienes tantos aferramientos, y eso te da paz. Pero es muy importante aprender a conocerse uno mismo.

¿Cómo?

Creo que los retiros son muy útiles, esenciales. No todo el mundo puede hacerlos, pero todos podemos encontrar unos minutos al día para pensar si nuestro día ha sido útil.

...

Pero la gente está muy ocupada, no tiene tiempo para lo fundamental. Si miras atrás y analizas en qué has estado tan ocupado, puede que empieces a reírte de ti mismo, porque todo lo que hacías quizá no tiene ningún sentido o no tiene importancia. Pero has de encontrar el tiempo para mirarte.

Entiendo.

... Y este no es un consejo budista, es un consejo de anciana, porque cuando era joven no pensaba de esta manera. Si lo hubiera hecho, ahora sería más sabia.

¿Era impulsiva?

Sí, y tenía mal carácter. Todos a mi alrededor decían: “Hay que darle rápido el té, porque si no se va a poner nerviosa”, ja, ja, ja.

¿Le gustaba ser ministra?

No, nada, yo quería estar con los niños. Siendo ministra pierdes el contacto con las cosas del día a día, con la gente, y no llegas a entender qué es lo que realmente necesita. Pedí cuatro veces al Dalái Lama la dimisión.

¿Qué ha sido lo mejor?

He visto niños discapacitados convertirse en artesanos maravillosos; ver que sus vidas tienen sentido me hace muy feliz.

¿Qué se debe enseñar a los niños?

Lo esencial es ganar su confianza y ayudarles a aprender a sacar lo mejor de sí mismos. Si lo consigues, todo va como una seda.

¿Y cómo se hace?

Teniendo un sistema educativo muy holístico que haga que los niños puedan pensar por sí mismos, se encuentren a sí mismos y confíen en ellos mismos.

¿Qué está descubriendo en la vejez?

Por fin puedo asistir a las enseñanzas de su santidad y tener una comprensión más profunda del budismo. Estoy aprendiendo a hacer las cosas sin presión; mi tiempo está en mis manos y disfruto de esa libertad.

¿Qué merece la pena en la vida?

Su santidad dice que es muy importante buscar la felicidad en la vida, ser feliz. Y para eso tienes que preguntarte cuál es el objetivo en tu vida y buscarlo. Para mí, la felicidad ha sido servir a los niños; de manera que al final de mi vida miro hacia atrás y veo un camino con sentido.

¿A través de los otros?

Cuando miro a mi alrededor y veo jóvenes felices, me siento feliz, sí. Vivir en armonía con los demás me parece esencial.


Sin cicatrices

No necesita adornos ni maquillaje. Su sencillez, su sentido del humor y su dulzura hacen de ella una mujer muy atractiva, sin edad. No necesita doctorados, su humildad y su plena entrega durante 45 años a la educación de los niños tibetanos en el exilio, como responsable del Tibetan Children's Village, la han convertido en una experta en las necesidades humanas desde la infancia. Siempre llamó a todos los niños por su nombre y ellos la llaman Ama La (madre respetada). Como todos los tibetanos, ha pasado y pasa por situaciones muy dolorosas, pero no tiene cicatrices. Ha dado una conferencia sobre Educación: valores humanos para la paz y la no violencia, en la Fundació Casa del Tibet.


Estatua en el jardín del templo Daisho- in en Miyajima, octubre 2010
Foto: Pilar Vidal Clavería

viernes, 3 de diciembre de 2010

Viajar leyendo

La última novela de Marc Levy, El primer día, La aventura de amar como nunca te la han contado, es una forma de recorrer el mundo, de seguir en un viaje imaginario las aventuras de sus dos protagonistas principales, Keira, una arqueóloga francesa y Adrian, un astrofísico inglés, en la búsqueda cada uno desde su área particular de conocimientos del origen del mundo.

En el prológo del libro, escrito como un diario, podemos leer: La humildad más sincera para un científico es aceptar que nada es imposible, me resultó motivador para seguir leyendo.

En el primer cuaderno de viajes, estaremos en Etiopía y en la meseta de Atacama en Chile y tras los primeros incidentes volaremos a Londres y a París.

También pasearemos por Zurich, Ámsterdam, Roma, Moscú.

A medida que avanza la novela, Keira y Adrian, juntos o por separado, llegan a Cornualles, a Atenas y a la isla griega de Hydra.

En la parte final de la novela un avión los traslada a Pekín y a seguir sus andanzas por la China.

El breve segundo cuaderno final da pié a la continuación de la novela en una segunda parte, que según explica el autor en una entrevista se titulará La primera noche.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Tolerancia

Nuestra manera de ver el mundo es lo que determina la naturaleza de nuestras sensaciones

Thich Nhat Hanh



Si nuestra sensación es de intolerancia ante situaciones, hechos o personas, el remedio dentro de las Flores de Bach, que nos puede ayudar a ver las cosas de una manera diferente es Beech, que nos ayudará a ser más tolerantes, más aceptadores y comprensivos con los demás.



Myanmar, agosto 2007

Myanmar, agosto 2007

Etiopía, agosto 2008
Fotos: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Médicos

En estos últimos días han aparecido en La Contra de La Vanguardia unas frases que me han gustado especialmente, la de Omar Sosa, compositor y pianista, "Si rompes tu palabra, rompes tu alma" y la de ayer del periodista Carles Sentis, "Ha habido más cambios en un siglo que en 5000 años".

En la entrevista de hoy, la frase de Jenny Firth-Cozens, "Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad", también me resulta muy interesante y para tener bien presente.

Todos, de una forma u otra estamos vinculados a la medicina y a los médicos, lo que para mi está claro es que son personas y que por tanto nos vamos a encontrar de todo. Aunque la profesionalidad y el buen hacer del médico sean primordiales también lo son el trato y la comunicación que establezcamos con ellos y que serán básicos para que un tratamiento y su evolución funcionen de la mejor manera.

El doctor Edward Bach que era médico, cirujano, patólogo, bacteriológo y homeópata, decidio decantarse por una medicina donde importaban más los pacientes que los síntomas de la enfermedad, ello le llevo a dejar su consulta en Londres e iniciar una labor de investigación que le condujo al descubrimiento de sus 38 remedios florales.


Jenny Firth-Cozens, psicóloga especialista en profesionales de la sanidad
"Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad"
LLUÍS AMIGUET - 01/12/2010- La Contra-La Vanguardia

Tengo 78 años y sigo investigando. Soy inglesa y vivo en Newcastle. Dos hijos, uno psicólogo. Soy cuáquera, una fe sin intermediarios. Soy laborista. Hoy diserto en el Col·legi de Metges de Barcelona: su programa para profesionales adictos es uno de los mejores de Europa

¿Cómo se cura a los médicos?

Lo estoy estudiando. Investigo desde hace veinte años el estrés, las adicciones y la depresión del personal sanitario en Gran Bretaña y cómo tratarlo.

¿Es la profesión más estresada?

En Gran Bretaña, sí, y yo diría que también en Europa y EE.UU. He estudiado otros colectivos profesionales y, tras la sanidad, nuestras investigaciones apuntan a la educación como segundo sector más propenso a las depresiones y adicciones por estrés.

¿Por qué la sanidad estresa tanto?

Un factor determinante es que atiende al público, un público doliente: entre la vida y la muerte; el dolor y, a menudo, la soledad, la decrepitud... De hecho, cuando un médico sufre depresión, una posibilidad es destinarlo a un laboratorio... ¡Y mejora!

La medicina tendrá su compensación.

En EE.UU. y Gran Bretaña, el personal sanitario al menos tiene buenos sueldos...

Me temo que aquí no está tan claro. ...

Y también está el prestigio social, desde luego: espero que en España sí lo tengan.

¿Qué especialidad médica es la más estresada cuál la menos?

Los cirujanos son los más felices en todos nuestros estudios, por razones explicables: trabajan con las manos; ven los resultados relativamente pronto - ellos y sus pacientes-y los mejoran con sus años de experiencia; además, son más pragmáticos que teóricos.

¿Y en el otro extremo?

Los psiquiatras, una especialidad que requiere vocaciones sólidas. Observamos mucho desencanto entre ellos.

¿Y los médicos de familia?

Suelen compensar los déficit de su elección con las ventajas de la calidad de vida en el campo y la integración en la comunidad.

Dependerá del pueblo que les toque...

La excepción son los profesionales que ejercen en barrios conflictivos con mucha inmigración. Entre ellos, tenemos un porcentaje mayor de depresiones y adicciones.

Previsible.

No lo era tanto el factor añadido que supone la integración de los médicos de otros continentes en estos centros.

¿Por qué?

Son educados en ethos diferentes y sufren - ellos y sus nuevos colegas-cierto choque cultural. Además, es difícil homologar la calidad educativa de las facultades de países remotos, pero hoy por hoy los necesitamos.

¿Cuánto médico se droga o deprime?

O ambas cosas: en un treinta por ciento del personal sanitario - también enfermeros y enfermeras-observamos síntomas de estrés preocupantes. De ese treinta por ciento, la mitad requiere atención especializada.

Además, tienen drogas muy a mano.

O alcohol. "Eres alcohólico cuando bebes más que tu médico", bromean los británicos. Y las cifras les dan cierta razón: un diez por ciento sufre alcoholismo y un cinco acaba tan alcoholizado, que no puede ejercer.

¿Qué aconseja a un profesional que nota - o al que notan- esos síntomas?

"Recuerda que nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad, e imita a tus colegas mujeres": las enfermeras y doctoras son mejores al enfrentarse al estrés, porque lo reconocen antes que ellos y lo explican: se expresan, se comunican, hablan y buscan ayuda.

Un superprofesional no pide ayuda.

Ese es el problema. Los médicos varones llegan a serlo tras tener éxito en sus carreras y les cuesta mucho admitir problemas y pedir atención. Además, acostumbran a ver a los enfermos como los otros, los que sufren, los débiles, los que mueren... Y reconocer que eres uno de ellos es perder tu estatus.

Me alegro de tener cada vez más señoras en la sanidad.

La modernidad nos ha traído otro factor menos favorable: la obsesión por la rentabilidad hace que sólo hospitalicemos a enfermos muy graves y así los profesionales sólo atienden a pacientes ausentes, narcotizados y no suelen ver su recuperación definitiva.

Tiempos modernos.

Los hospitales pueden acabar convertidos en fábricas de salud. Nada estimulantes.

¿Dónde y quién pone la línea roja cuando un médico se deprime, droga o bebe?

Yo les doy una segunda oportunidad y el setenta por ciento de quienes sufren problemas adictivos se rehabilita al fin. Los síntomas de adicción o depresión en quien ejerce exigen, por supuesto, separación temporal del ejercicio y, si no hay mejoría, definitiva.

¿Quién la decide?

Cada centro debe tener un pequeño consejo de tres o cuatro profesionales, con antigüedad y prestigio, que deliberen sobre esos casos y lleven a los conspicuos al Consejo General Médico para medidas disciplinarias.

Los médicos se protegen entre ellos.

Son muy corporativos, pero deben ser conscientes de que, si no imponen su propia disciplina, las alternativas son peores. Y déjeme que le apunte otro colectivo médico de riesgo para la sociedad..., los superdoctores.

¿. ..?

Son un grupo con un exceso patológico de autoestima, tanta, que acaban por asumir riesgos innecesarios en la práctica médica.

Seguro que acaban mandando mucho.

Son ambiciosos y desplazan a otros profesionales menos ególatras. Los consejos de centro deberían aislarlos y supervisarlos.

Más difícil que auxiliar a deprimidos.

Lo sé, porque copan méritos y cargos. Pero debo avisar de que existe ese grupo de supermédicos y requiere control.


La última mano

Superdoctores con más ego que pericia; otros, deprimidos, alcohólicos, adictos... Podría ser un capítulo de House, pero es la realidad de la profesión: un treinta por ciento sufre alguno o todos esos problemas en Gran Bretaña, y el porcentaje no es - aprecia Jenny Firth-Cozens, autoridad mundial en salud médica- inferior en España. Ellos son la última mano a la que asirse cuando se cae - todos caeremos-en el precipicio de la enfermedad, el dolor y la muerte; pero también muchos de ellos sufren más que sus pacientes, porque son incapaces de pedir ayuda. Y esa es la lección que me llevo a casa: la fortaleza que infunde admitir tu debilidad y la debilidad que acarrea negarla.

Star of Bethlehem, uno de los 38 remedios de las Flores de Bach
Foto: Pilar Vidal Clavería

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