Quien conoce la quietud posee la despreocupación de las flores bajo la brisa, la pureza de la nieve en el claro de luna.
Quien conoce el placer puede valorar las transformaciones del agua y de los árboles, de los bambués y de las piedras
Quien conoce el placer puede valorar las transformaciones del agua y de los árboles, de los bambués y de las piedras
Hong Zicheng
Invitaciones a la quietud y al placer de la contemplación en los jardines de Japón
Flor blanca en el jardín del Tenryu-ki de Kioto, octubre 2010
Hojas de arce en el jardín del Tenryu-ki de Kyoto, octubre 2010
Bambués en el bosque de Arashiyama de Kyoto, octubre 2010
Flor blanca en el jardín del Tenryu-ki de Kioto, octubre 2010Transformación al rojo de las hojas del arce
Hojas de arce en el jardín del Tenryu-ki de Kyoto, octubre 2010Transformación de los troncos en los árboles del bambú
Bambués en el bosque de Arashiyama de Kyoto, octubre 2010Fotos: Pilar Vidal Clavería
Que frase tan sugerente, y te lo digo yo que soy la inquietud personificada. Las fotos preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Laura,
ResponderEliminarMuchas veces valoramos la quietud después de una temporada de inquietud, como disfrutar de la calma después de la tempestad
Un abrazo también para ti
Querida Pilar;
ResponderEliminarCómo estoy disfrutando de tus fotos japonesas.
UN verdadero placer y un poco de nostalgia ,( estoy segura de haber sido japonesa en otra vida).
Además en mi familia abundan los ojos rasgados ,jeje; de pequeña yo era achiná, como se dice por aquí.
El alma también , la llevo así, rasgada.
Perfecta para asimilar la belleza que has traído en tu mochila.
Gracias.
La quietud y el placer transforman vida
ResponderEliminarde forma que conforman en la calma
simultánea del cambio en movimiento:
la imagen de las flores tan tranquilas,
el manto de las nieves en la luna,
el agua en sus cristales contingentes,
el color de las hojas de los árboles,
el cículo en los tallos del bambú,
los caminos cruzados por las piedras...
Un beso a esa mirada creadora
Hola Reyes
ResponderEliminarEl alma no se rasga, es perfecta.
Me encanta lo que me dices de la mochila cargada de belleza, me voy a quedar con esta frase es como un regalo.
Un fuerte abrazo
"Aprendiendo a transformar la vida", si hoy iniciara un blog tendría un título magnífico, gracias Enric por tus palabras compartidas en esta entrada
ResponderEliminarUn fuerte abrazo