Miedo de las cosas del mundo, de la enfermedad, del dolor, de los accidentes, de la pobreza, de la oscuridad, de estar solo, de la desgracia... Los miedos de la vida cotidiana. Esas personas calladas que llevan sus miedos en silencio y que no hablan libremente de ello con los demás.
Los doce sanadores
Edward Bach
No permitas que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber hecho florecer tus sueños.
No te dejes vencer por el desánimo. No permitas que nadie te robe el derecho a expresarte, que casi es un deber.
No abandones el deseo de hacer que tu vida sea extraordinaria.
No dejes
de creer que las palabras y las poesías sí que pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es un desierto y un oasis. Nos hunde, nos hiere, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continua y tu tienes que aportar una estrofa.
No dejes
nunca de soñar, porque el hombre es libre en sus sueños. No caigas en el peor
de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te
resignes. Huye.
Disfruta del pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad. Piensa que el futuro está dentro de ti y asume esta misión con orgullo y sin miedo. Aprende de los que te puedan enseñar. Las experiencias de los que nos precedieron, de nuestros "poetas muertos", ellos te ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros: los "poetas vivos". No permitas que la vida te pase sin vivirla.
Nuestros miedos no evitan la muerte, sino que frenan la vida.
Elisabeth Kübler-Ross
No deberíamos permitir que nuestros miedos nos impidan perseguir nuestras esperanzas.
John Fitzgerald Kennedy
Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas
para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra
presencia automáticamente libera a los demás.
Marianne Williamson