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lunes, 9 de junio de 2025

Casa modernista Coll i Regàs en Mataró

En mayo del 2022 realizamos la Ruta Puig i Cadafalch Mataró-Argentonaque organizaba la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Mataró.
 
De la Casa modernista Coll i Regàs que se encuentra en el número 55 de la calle Argentona, únicamente vimos su fachada principal. 
 
Finalmente el pasado sábado llegamos a Mataró con la intención de, esta vez sí, visitar su interior. El trayecto en tren desde Barcelona no fue precisamente placido, y sirvió para comprobar lo concurrida que discurre esta línea del Maresme en sus dos sentidos, en los meses de calor. La línea Barcelona-Mataró se inauguró en el 1848 y fue la primera línea de tren de la península ibérica.
 
Una vez en la Casa Coll i Regàs, realizamos la visita guiada, a la que fuera vivienda del empresario Joaquim Coll i Regàs, un importante fabricante de tejidos de la ciudad, que en 1898 encargó su diseño al arquitecto Josep Puig i Cadafalch, aunque los planos no los fimó él, sino el arquitecto Antoni Gallissà.
 
Recordemos que Josep Puig i Cadafalch, fue, además de arquitecto, urbanista, escritor, intelectual, docente y político y que se le considera el último representante del modernismo en Catalunya.
 

La visita guiada da acceso a la planta noble, la baja, decorada con profusión. Me encantó esta lámpara que cuelga en la parte cercana a la galería, y que según nos explicó nuestra guía, era también del gusto de Salvador Dalí, ya que se encuentra una como esta, en el castillo de Púbol, regalo a su esposa Gala. 
 

En la fachada principal, junto al hierro forjado y los esgrafiados, llaman la atención las esculturas de Eusebi Arnau, amigo y colaborador del arquitecto,
realizadas en piedra de Montjuïc.
Nos encontramos con arañas tejedoras. 
 

Mariposas con los capullos de seda 
 

Y a este gato con un ovillo de lana.
 

En cuanto a la decoración con hierro forjado, destaca esta rueda dentada, que relaciona la casa con la industria textil a la que se dedicaban su propietarios.
 


Hierro forjado también en la decoración del interior de la casa. 
En este punto de la visita, estamos en el denominado atrio, punto central de la planta baja, donde se encuentra la escalera, que da acceso a la planta superior que no se visita.
En el atrio nos encontramos con una frase: La casa en que s’hi treballa- may hi falta gra ni palla, que signfica: en la casa donde se trabaja, nunca falta grano ni paja.

La decoración es de los aspectos más vistosos en el recorrido, esgrafiados y baldosas de cerámica vidriada, en las paredes de la planta baja.

 
En el lavamanos que se encuentra antes del comedor
 
 
Y en tantos otros puntos que Puig i Cadafalch, decoró con ruedas dentadas y flores de algodón en las baldosas de cerámica vidriada.
 
 
La decoración llega hasta los suelos, que cuentan con mosaicos hidraúlicos, decorados en esta ocasión con hojas del Castaño de Índias, el White Chestnut de las Flores de Bach, un árbol muy representado en la arquitectura modernista.
 
 
Y a las cristaleras, con flores pintadas de girasol que se encuentran en puertas y ventanas de la casa. Estas ventanas colocadas sobre las puertas, permitían la circulación del aire y por tanto una ventilación perfecta, a lo largo de toda la planta noble.
 
 
 
A partir del atrio las estancias se situan en ambas direcciones, al fondo vemos la puerta de salida a la galeria, que comunicaba con el jardín, en el momento de su construcción muy extenso y hoy en día muy reducido.
 

Cálidos colores en los ventanales de la galería de la parte posterior de la casa.
 
 
Una vez en la galería, llamó mi atención esta columna de hierro forjado con flores en su parte superior.
 

Y también las flores de hierro pintadas de la galería y escalera que conducían al jardín.
 

Terminada la visita de su interior, de nuevo repasé los detalles de su fachada principal. 
Sobre la puerta destaca, la filosa, la hilandera, convertida en símbolo de Mataró por su relación con el mundo textil.  
 
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Mataró
junio 2025


Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.  
 

jueves, 29 de agosto de 2024

Una visita guiada al Palau Macaya de Barcelona

Una de las visitas culturales que hemos realizado este verano en Barcelona ha sido la que hicimos ayer al Palau Macaya, ubicado en el Passeig de Sant Joan, una de las obras modernistas del arquitecto y polifácetico personaje Josep Puig i Cadafalch (Mataró, 17 de octubre de 1867-Barcelona, 23 de diciembre de 1956).
 
En un principio denominada Casa Macaya, el actual Palau Macaya, fue un encargo de Romà Macaya i Gibert, y su construcción finalizó en 1901.

Los colaboradores de Puig i Cadafalch, fueron Eusebi Arnau y Alfons Jujol en la parte de la ornamentación de la piedra labrada, Joan Paradís en los fantásticos esgrafiados de ocre y Manuel Ballarín en el trabajo de forja de las rejas. 
 
La que fuera casa de Romà Macaya y su familia, de 1901 a 1914, se convirtió en una de las checas de la ciudad durante la guerra civil española (1936-1939).  En 1947 tras su compra por parte de "La Caixa" albergó el Instituto Educativo de Sordomudos y Ciegos, inaugurado en 1949.
En 1976 se instaló un expacio de exposiciones, y en 2002, en se convirtió en la sede provisional del Museo de la Ciencia, hasta la inauguración de CosmoCaixa en 2004.

En la actualidad es un centro que ofrece actividades en el ámbito de las ciencias sociales y humanísticas.
 

 Uno de los capiteles del exterior del Palau con una dama y una cámara de fotografiar.

 
Vista del balcón corrido de la planta principal, en el exterior de la fachada principal en el Passeig de Sant Joan.

 
Interior del patio, ahora cubierto.
En el patio se encuentra la escalera que da acceso a la planta superior. Los elementos decorativos son de carácter arabizante.

 
Después del acceso a la primera planta, visitamos la actual sala de conferencias, el antiguo comedor de la Casa Macaya.
 
 
En el patio se pueden ver figuras ornamentales en las górgolas, ahora en desuso.
 

Detalle de una de las vidrieras del interior del aula, que se encuentra junto al patio y donde nos dieron las explicaciones y peculiaridades del edificio, para después continuar con la visita comentada por parte del resto del edificio.


 Aquí tenemos al capitel más conocido del palau, con la figura de un clicista.
 Hay varias versiones de quien es el conductor de la bicicleta. Desde que era el propio arquitecto Puig i Cadafalch, que la utilizaba para revisar las obras de este palau y las de la Casa Amatller, en el passeig de Gràcia, que se construyeron en el mismo tiempo, o que era la institutriz de los hijos de Romà Macaya.
 

Frente a la figura del ciclista, se encuentra un capitel con un payés, una mula y unos caracoles,  podría ser una alegoría de la tranquilidad de la vida en el campo, frente a las prisas de la vida en la ciudad.
 
 
 
El edificio del Palau, corresponde a la época rosa de las construcciones de Puig i Cadafalch, como nos muestran los techos del edificio.
 
 
Las fachadas del edificio, tanto la principal en el Passeig de Sant Joan, como la posterior, donde ahora se encuentra un jardín público, son de color blanco,
En Barcelona contamos con 10 edificios del arquitecto modernista, puedes verlos clicando en el enlace.
 

Detalle de las ventanas, con forma de hierro, en la fachada posterior del edificio.

Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Barcelona
28 agosto 2024

  Las informaciones sobre las Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.
 

lunes, 29 de abril de 2024

El Palau de la Música Catalana y algunas de sus 2000 flores

La propuesta por parte del Palau de la Música Catalana, de ofrecer durante la semana de la Fiesta de Sant Jordi, y por tanto, en Catalunya, también Fiesta de la Rosa y del Libro, una visita guiada especial, una Ruta de las flores, para descubrirlas al público, me pareció muy sugerente. 
 
Aunque he tenido la suerte de haber asistido en varías ocasiones a diversos conciertos en el Palau, e incluso a la ceremonia de graduación de mi hija Cristina, lo que me ha permitido a lo largo de los años de disfrutar de esta joya arquitectónica de Lluís Domènech i Montaner, tenía pendiente realizar una visita guiada. Realizarla, complentándola con información de sus flores, me pareció que era hacerme un autorregalo estupendo.

El Palau de la Música Catalana, fue construido entre 1905 y 1908. Fue un encargo al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, como sede de l'Orfeó Català y es la única sala de conciertos modernista, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
 
La Naturaleza, con mayúscula, es la fuente inspiradora del edificio y de los diferentes elementos que lo integran, por lo que se le llega a denominar Jardín de Piedra.
 
En este jardín las flores son las principales protagonistas, -hay más de 2000-. Las encontramos en mosaicos, cerámicas, vidrieras y hierro forjado.
 
Podemos encontrar hasta 18 especies diferentes de plantas, representadas en flores y hojas, aunque la rosa, es sin duda la gran protagonista. 
 
Hay flores de campanillas, claveles, margaritas, lirios azules y de agua, hortensias, girasoles, amapolas, crisantemos y hojas de palma, laurel, acanto, pino, platanero, trébol, sauce y castaño de Indias.
 
Hay flores, sobre todo rosas, en la entrada del edificio, en la sala de conciertos, en las columnas, vidrieras y capiteles. En las barandillas de las escaleras, las flores y las hojas abundan y lucen con todo su esplendor.

Con las explicaciones, no por falta de buena voluntad de la guía, sino que porque considero que no estaba bien preparada la visita en sí, se pasaba de puntillas por la información de la simbología de las flores y su relación con el Modernismo y por tanto no llegó a cumplir con mis expectativas, por suerte la belleza del edificio y sus elementos suplió la falta de información y me sentí afortunada, contemplando tantas maravillas y haciendo fotografías.


También fui yo la fotografiada, la visita guiada incluía una fotografía, con una buena vista de la segunda planta de la Sala de Conciertos.
 

El arquitecto Lluís Domènech i Montaner, recibió en 1904 el encargo de l'Orfeo Català para la construcción del edificio, del que se colocó la primera piedra precisamente el día de Sant Jordi del año 1905.
 

Las obras se prolongaron durante tres años. En los años veinte, el edificio no estaba bien visto por los vecinos y lo llamaban con desprecio el palacio de la quincallería. Algunos arquitectos llegaron incluso a intentar su demolición, no puedo ni llegar a imaginar semejante disparate y que se hubiera podido perder una obra con una belleza y simbolismo como las de este palacio.
 

 
La espectacular claraboya de la sala de conciertos, es para mi la cumbre de la belleza del Palau. Con vidrios coloreados, forma de campana invertida y una tonelada de peso. Representan a un coro de ángeles femeninos rodeando al sol, es obra de Antoni Rigalt i Banch.
 
 
Lluís Domènech i Montaner, estaba obsesionado por la luz, haciendo que no solo la claraboya, sino toda la sala filtrara la luz exterior a través de unas magníficas vidrieras.
 
 
Detalle de uno de los caballos alados, en la parte posterior-superior de la Sala de Conciertos, obra de Eusebi Arnau
Loa caballos de las esculturas y de las amazonas cabalgando, de la boca del escenario, en representación de la Cabalgata de las valquirias, de Wagner, fueron realizados por Pablo Gargallo.
Ambos escultores colaboraron con Lluís Domènech i Montaner en la decoración del Palau.
 
 
Cerámica, vidrio y hierro forjado se combinan en la expresión de las flores.
 
 
Detalle de una de las columnas, ornamentadas con rosas, en la escalera de acceso al primer piso.
 
 
Detalle de una de las flores realizada en "trencadis", en una de las columnas de la balconada de la Sala Lluís Millet.
El trencadís es un mosaico creado con fragmentos de cerámica, básicamente azulejos, uno de los elementos decorativos característicos del genial Antoni Gaudí, que realizó entre otros lugares en el Park Güell, en colaboración con el también arquitecto Josep Maria Jujol. Puedes verlos en una entrada anterior, clicando en el enlace.
Todas las entradas en este blog sobre sobre el trencadís las tienes en el siguiente enlace.
 
 
 En cuanto a la identificación de las flores durante el recorrido de la visita, nos encontramos con las que claramente se podían identificar, como esta flor de cala o lirio de agua, o como en el caso de la anterior donde era la imaginación la que determinaba que pudiera ser una o otra flor.
 

Todas las columnas tienen diseños diferentes, las personas que saben de mi pasión por las flores, lo tienen fácil para entender la sonrisa que se reflejaba en mi cara.


Muestra de flores en las vidrieras de hierro forjado, dejo a la imaginación saber a que especie floral, real o imaginaria puede corresponder.
 
 
Y aparecieron los girasoles, en forma de lámparas en el techo del piso superior de la Sala de Conciertos.
 
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
 Barcelona
27 abril 2024

  Las informaciones sobre las Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.



 
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