Mi Camino de Santiago ha continuado durante seis días más desde Roncesvalles-Orreaga a la ciudad de Logroño, encontrar y disfrutar de la diversidad y de la monotonía, de la soledad y de la compañía, encontrar mi propio ritmo, a veces ligero y en ocasiones lento, conseguir objetivos, llegar a las metas, aceptar las contrariedades, descubrir y descubrirme.
Paisajes eternos, que se renuevan a lo largo de las estaciones
Campo cultivado de girasoles, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Paso tras paso hacía un destino común
Sierra del Perdón, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Un ritmo propio para cada uno
Detalle conjunto escultórico Vicente Galbete en la Sierra del Perdón, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Nuevas relaciones
Detalle conjunto escultórico Vicente Galbete en la Sierra del Perdón, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Soledad
Detalle conjunto escultórico Vicente Galbete en la Sierra del Perdón, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Compañía
Detalle conjunto escultórico Vicente Galbete en la Sierra del Perdón, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Mares dorados
Campo cultivado de trigo, jornada Pamplona/Iruña- Puente de la Reina/Gares
Buen camino
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
julio 2012