La actual Armenia es un territorio pequeño que he recorrido durante cinco días del pasado mes de agosto, sus carreteras en marshrutka, vanett o taxi me han trasladado a paisajes diversos y lugares cargados de historia, donde destacan los tejados cónicos de su iglesias y monasterios cristianos, huellas en piedra del primer país que adoptó el cristianismo como religión oficial y donde no se paga entrada por visitarlos.
Su capital Yerevan, una de las ciudades más antiguas del mundo habitada en forma continuada desde hace miles de años, es una ciudad para pasear y descubrir, desde sus calles con edificios de la época soviética hasta construcciones más actuales, una ciudad donde el arte está presente en la calle, en concreto en la zona de La Cascada, un espacio con jardines y esculturas de arte moderno con obras de Fernando Botero, Jaume Plensa, Barry Flanagan y Guy Buseyne entre otros.
Yereván es también un lugar para la memoria histórica a través de su Tzitzernakaberd y su Museo del Genocidio Armenio.
La gente de Armenia es amable y atenta y te hacen sentir cómodo y bienvenido.
Esta es una primera entrada al blog con algunos de los detalles de mi viaje Armenia.
