Salió a la calle a dar un paseo como hace habitualmente, las calles de Barcelona como cada año en esta fecha estaban repletas de paradas ambulantes con rosas y con libros.
Carmen ha pasado toda la vida con Carlos, lo conoció con 17 años, se casaron y alguna vez me comenta la suerte de haber celebrado sus bodas de oro, hay momentos en que no puede dejar de mirar a otras parejas que continúan juntas y sentir cierta "envidia".
Este día de Sant Jordi, Carmen compró dos rosas, una para su marido y otra para ella, le hicieron mejor precio me comenta con gracia.
Ya en casa junto a la fotografía de su querido Carlos colocó una de las rosas, permitió que sus lagrimas recorrieran sus mejillas y una vez más le dedicó palabras de cariño y agradecimiento por todos los años juntos.
No ha sido fácil el camino recorrido por Carmen para llegar a este punto, los momentos de dolor han sido intensos, las noches en soledad siguen siendo muy duras, pero su fuerza de voluntad y su constancia como ella misma reconoce, son extraordinarias, su amor por Carlos sigue vivo.
Sant Jordi en el claustro de la catedral de Barcelona
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Terapeuta floral
junio 2011
4 comentarios:
Hola, Pilar:
Me ha emocionado la historia de Carmen.
Hay muchas 'Carmen' en el camino de la vida. Creo que afrontar un duelo es una de las tareas más duras que venimos a aprender a esta Gran Escuela llamada Tierra.
Yo pasé un día de Sant Jordi muy especial, la vida me hizo varios regalos bellísimos...
Un enorme beso, querida compi 'Florecita' :)
Una historia preciosa, querida Pilar, por suerte aún no tengo que contar los años con mi pareja, pero sí decirte que es desde los doce míos y los catorce suyos.
Abrazos
Que triste y conmovedora história,
pobre Carmen, que triste es la soledad, seguro que Carlos donde esté
compartió la rosa con ella.
Un abrazo.
Qué hermoso lo que cuentas. A veces creo que toda la vida es un proceso de aprendizaje y preparación para el dolor.Pero otras creo que prefiero que me pille desprevenida;y entonces me parece que todos somos iguales porque tenemos los mismos sentimientos.E idéntica soledad.
Abrazos.
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