En el recorrido por el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, un espacio para el alma, que compartí en una entrada anterior, encontré este delicado poema:
Y huelen
A simple vista la existencia de las flores pareciera ser
un capricho. Algo que es pero que bien podría no haber
sido. ¿Un lujo? ¿Un simple elemento decorativo?
Al parar un instante uno se acerca a observarlas desde
otra prespectiva y descubre algo maravilloso, casi
traumático: las flores no necesitan a los humanos para
existir. No nos necesitan. Nosotros sí las necesitamos
a ellas, ¡pero ellas no nos necesitan a nosotros para existir!
Las flores me hacen pensar en unas cuantas cosas que
parecen accesorios de nuestras existencias cuando
en realidad son lo que las sustentan. Y, encima, no nos
lo tienen en cuenta y huelen bien.
Roger Duran Montlleó
Y huelen, 2016
Acción
Pétalos de rosas
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