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miércoles, 6 de febrero de 2013

Chestnut Bud, el placer por la experiencia

Me he vuelto a equivocar
Me cuesta tanto concentrarme
Me he vuelto a despistar
Me cuesta entender lo que me explicas
Necesito hacerlo varias veces para recordarlo


Los brotes del Castaño de Indias, Chestnut Bud,  uno de los 38 remedios de las Flores de Bach, nos ofrecen como valor principal el ayudarnos a aprender de la experiencia, a vivir los errores como parte de nuestra aprendizaje personal.

Aprendo de la experiencia
Asimilo mis errores
Modifico mis actitudes
Escucho a mi razón y a mi intuición
Valoro mis aprendizajes 



Circ de Gavarnier, agosto 2011
Fotografía: Pilar Vidal Clavería Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Terapeuta floral

Todos nos equivocamos. La mayoría de las personas usa los errores para destruirse y sólo las sabias, unas pocas, los utilizan para construirse

Augusto Cury 

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miércoles, 5 de enero de 2011

Excesos y sueños

Si buscamos un remedio de entre las Flores de Bach que pueda ayudar a personas soñadoras, que no viven el momento presente y que están sumergidas en un mundo de fantasias, aparecería Clematis como la flor más apropiada.

Sin embargo en esta entrevista con Augusto Cury los sueños tienen un matiz diferente, aparecen como necesidad, los diferencia de los deseos y los asocia a proyectos de vida que ayudan a controlar nuestras emociones.

En este caso Clematis, sería para materializar estos sueños y mantener la disciplina y garra que comenta Cury.


Clematis, El jardí de les essències, mayo 2007
Foto: Pilar Vidal Clavería

Augusto Cury: "Nuestra sociedad se ha convertido en un gran manicomio global"

El psiquiatra brasileño vende sueños para curar un mundo enfermo y con tendencia depresiva 

Raquel Quelart, La Vanguardia, martes 4 de enero 2011

"El vendedor de sueños" no es sólo el título de su última novela, sino también el apodo con el que Augusto Cury ha sido bautizado en Brasil. El psiquiatra y psicoterapeuta ha cautivado los corazones de miles de personas que han visto en su modo de ver el mundo una puerta a la esperanza. Un mensaje que se basa en la necesidad de vivir los sueños y no conformarse con una vida cómoda, luchar desde el raciocinio contra una sociedad donde lo normal es estar ansioso y estresado, y lo anormal es ser saludable, tranquilo y sereno.

Durante más de veinte años, Cury ha ido desarrollando la teoría de la Psicología Multifocal, que estudia las funciones de la memoria, la información del yo y la construcción del pensamiento. Actualmente, está considerado el autor más leído en Brasil, con más de doce millones de ejemplares vendidos de sus obras. Se le conoce también como fundador y director de la Academia de la Inteligencia en el interior rural de Sâo Paulo, un centro académico sobre “psicología preventiva” para maestros y profesionales de la salud mental.

- ¿Cuál es su mayor sueño? 
- Formar una red de personas que piensen como una especie y no como un grupo político, religioso o social, gente que tenga amor a la vida, la humanidad y la naturaleza.

- ¿Qué vende?
- Soy un vendedor de ideas. Trato de vender coraje para los inseguros, osadía para los fóbicos, alegría para los que han perdido la fascinación por vivir, sensatez para los incautos, críticas para los pensadores.

- ¿Cómo?
- Estimulando a las personas para que desarrollen las funciones más complejas de la inteligencia como pensar antes de reaccionar, trabajar la construcción personal, proteger la emoción y saber manejar los pensamientos.

- ¿Las personas reflexionamos poco sobre nuestros actos?
- Sí, estamos viviendo en una gran paradoja: nunca habíamos tenido tanto acceso a la información – a través de la escuela, Internet y los ordenadores-, pero tampoco hasta ahora habíamos tenido una gran masa de gente repitiendo las mismas ideas.

- ¿Qué sucede?
- Tenemos dificultad para producir pensadores humanistas, comprometidos con la sociedad, que piensen en las consecuencias de estos comportamientos y tengan una visión de futuro más profunda. Un ejemplo es el Síndrome del Pensamiento Acelerado (SPA).

- ¿En qué se basa?
- En el pasado el número de información se duplicaba cada doscientos o trescientos años. Actualmente, se duplica cada cinco años. El exceso de información es registrado en la memoria provocando un fenómeno inconsciente que se llama alto flujo, es decir, el cerebro lee la memoria a una velocidad jamás vista.

- …  
- En consecuencia, en la actualidad, un niño de siete años de edad almacena más información y piensa a una velocidad mayor que un emperador romano cuando dominaba el mundo.

- ¿Cuál es la consecuencia?
- El exceso de construcción de pensamientos en el corte cerebral provoca una pérdida de energía. Esto suele generar síntomas como la fatiga por la mañana, dolores de cabeza y musculares, irritabilidad, intolerancia, déficit de concentración. Por otra parte, la velocidad del pensamiento hace que los jóvenes busquen nuevos estímulos  para aliviar la ansiedad.

- ¿Y qué papel juega la escuela en todo este fenómeno?
-  La educación clásica no produce los estímulos que los jóvenes encuentran en la televisión, las videoconsolas o Internet. Por eso, está habiendo un aumento de la violencia, una contracción del placer de aprender, el arte de observación y la formación de pensadores. Es muy grave porque ellos serán los futuros líderes de un mundo con muchos problemas.

- ¿Qué son los sueños?
- Los sueños son diferentes de los deseos  - intenciones superficiales. Son proyectos de vida que controlan nuestras emociones, que deben de acompañarse con disciplina y garra porque, sino,  producen personas frustradas.

- Ser multimillonario, ¿es un sueño?
- Si el dinero no se utiliza para transformarnos en dioses que están por encima del resto de seres humanos, sino para contribuir a la sociedad, ser multimillonario es un sueño. Sin embargo, el dinero puede empobrecer. En este sentido, tuve oportunidad de tratar con millonarios, y he visto a muchos miserables habitando en castillos.

- Ya dicen que el dinero no da la felicidad.
- En una sociedad capitalista ganar dinero y tener una seguridad material es muy importante, pero también lo  es aprender a proteger la emoción y contemplar lo bello. Una persona puede ser una celebridad, pero no va a ser feliz sin disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

- ¿Qué es la belleza?
- Aprender a extraer mucho de poco; hacer de las pequeñas cosas un sol para nuestra existencia: un beso, una abrazo, un sueño, una aspiración, la anatomía de una flor…

- ¿Qué nos impide contemplarla?
- El empobrecimiento psíquico de nuestra sociedad moderna, que se ha convertido en un gran manicomio global. Pensábamos tener la generación más saludable de toda la historia porque nunca hasta ahora habíamos tenido una industria tan importante, pero jamás ha habido en el mundo tantas personas tristes.  

- Desolador.
- Un 20% de la población mundial desarrollará una dolencia depresiva en los próximos años, y la mitad padecerán trastornos psicológicos, como el síndrome de pánico, ansiedad, anorexia, bulimia o dolencias psicosomáticas.

- ¿A qué se debe tanta enfermedad?
- El problema de nuestro sistema social es que nos estimula a vivir una vida exteriorizada, volcada para el mundo de fuera y no para los valores de dentro; no nos enseñan a desarrollar las funciones más importantes de la inteligencia, a proteger la emoción. Hay que saber dar sin esperar nada a cambio, entender que detrás de una persona que nos hiere hay una persona herida. Tampoco hay que exigir lo que no nos pueden dar.

- ¿Por qué es fundamental pensar como especie?
- Los problemas que tendremos en las próximas décadas serán muy graves. El desarrollo de países emergentes como India, China, Brasil o Rusia hará aumentar la  necesidad de más recursos naturales. Esto provocará que los alimentos y la energía se encarezcan mucho. Los conflictos entre las naciones, el proteccionismo, la guerra del cambio, crecerán. Necesitaríamos tres planetas para que toda la humanidad viviera como la clase media actual.

- ¿Qué implica pensar cómo una especie?
- Vivir los ideales de la revolución francesa: fraternidad, libertad e igualdad; entender que detrás de los judíos o de los musulmanes no sólo hay una cultura o un modo de vida, sino también seres humanos que tienen las mismas  necesidades, temores, angustias, ansiedades, que las nuestras.

- Aumenta la violencia entre los jóvenes, ¿qué les ocurre?
- La sociedad moderna alteró la caja prieta del funcionamiento de la mente. El pensamiento acelerado hace que los jóvenes no sepan interiorizar ni pensar en las consecuencias de sus comportamientos. Por el contrario, buscan placer inmediato, la necesidad urgente de saciar una emoción, lo que sumado a la desesperanza causada por la crisis económica ha hecho aumentar los índices de violencia, favoreciendo la incapacidad de razonar antes que actuar, de ponerse en la piel de los demás.

- ¿Quién debería cambiar esta tendencia los padres o la escuela?
- Los padres deberían aprender a ser brillantes con sus hijos, y la escuela debería formar a pensadores. Los dos tienen que ir unidos en este propósito. Los buenos padres compran regalos para sus hijos, pero los padres brillantes les hacen partícipes de su historia, les hablan de sus lágrimas y fracasos para que aprendan a llorar.  De esta manera usarán los fracasos para conquistar sus sueños. 

- ¿Qué papel juega la traición en esta sociedad moderna?
- Traicionamos a la ciencia con nuestras verdades absolutas; a nuestros alumnos, con nuestra incapacidad para escucharlos; a la naturaleza, con nuestro desarrollo; a la humanidad, cuando levantamos la bandera de que somos judíos, palestinos, americanos, europeos… Todos somos traidores que necesitamos desesperadamente comprar sueños.

jueves, 8 de octubre de 2009

Pensar y no repetir

El papel de la escuela en la educación de nuestros hijos es básico, que un psiquiatra haga una afirmación tan categórica, como la indicada al comienzo de su entrevista es muy significativo.
 
Augusto Cury nos habla de enseñar a proteger las emociones de los jovenes. Recordemos también las enseñanzas en este sentido del profesor Toshiro Karamuri, en una escuela pública del Japón, lo pudimos ver en el programa de Televisió de Catalunya, en su canal 33, 60 minuts, Pensant en els altres (Pensando en los otros).

Augusto Cury: "El sistema educativo está enfermo y crea alumnos enfermos"

El psiquiatra asegura en su nuevo libro 'Hijos brillantes, alumnos fascinantes' que es necesario enseñar a los jóvenes a proteger sus emociones

Poner música ambiente en las aulas para desacelerar el pensamiento de los alumnos o enseñar a los profesores a expresar en clase los rostros del conocimiento, como sus propios desafíos o angustias, son algunos de los métodos que pregona Augusto Cury en su nuevo libro Hijos brillantes, alumnos fascinantes. Según el médico psiquiatra, la juventud se ha encerrado en sí misma, ha perdido la ilusión y la capacidad de discusión, en algo que califica como "una profunda crisis de la sociedad de la información, que no forma pensadores, sino repetidores de ideas". Cury cree que el maestro es uno de los profesionales más importantes en el mundo actual, aunque dispara con bala hacia un sistema educativo que "no enseña a actuar ante el fracaso y que no protege las emociones de los más jóvenes". Según el psiquiatra no basta con utilizar técnicas pedagógicas, sino que es necesario estimular algunas funciones de la inteligencia para desarrollar la inventiva y la capacidad de pensar antes de razonar y de proteger la emoción. Su diagnóstico no puede ser más fatalista, una sociedad que sufre estrés y ansiedad crónicos, que genera alumnos e hijos en continuo conflicto, con sus padres y profesores. Los cambios que propone pueden parecer revolucionarios, pero no son ni complejos, ni profundos. Según él, con 10 minutos a la semana, bastaría.
Cury dirige la Academia de Inteligencia en el interior rural del estado de Sao Paulo / Editorial Planeta

-Señor Cury, ¿usted se considera un vendedor de sueños?
-Sí, porque la vida sin sueños es como una mañana sin rocíos, un jardín sin flores o una mente sin construcción de ideas. Todo ser humano deber ser un vendedor de sueños. Los sueños no son deseos, son proyectos de vida que debemos controlar y que nos permiten abrir la ventana de la mente para que seamos autores de nuestra propia historia.

-Suena bien. De todas formas su libro no tiene un fondo tan optimista. En la deserción inicial nos viene a decir algo así como que los jóvenes de hoy en día lo quieren todo rápido y fácil, y no luchan por sus ideales. ¿Dónde está la luz del final del túnel?

-Pienso que hemos querido proteger a nuestros hijos con una vida fácil, rápida, dándoles todo al momento y privándolos de la capacidad de cuestionar, de no conformarse con el sistema. Los jóvenes de hoy no se contraponen al sistema porque han sido contaminados con el veneno del consumismo. Son consumidores de productos de servicios, no consumidores de ideas. Tenemos que estimular las funciones básicas de su inteligencia en un doble ámbito: el teatro de nuestra casa y en el teatro de las aulas. Así lograremos rescatar el placer por vivir, la conciencia crítica, el pensamiento imaginativo y estos jóvenes se tornarán pensadores y no repetidores de ideas.

-¿En qué momento educativo nos perdimos? Hemos pasado de la disciplina a la sobreprotección en pocas generaciones….
-En muchos puntos importantes. Es una sociedad que lo quiere todo rápido y pronto, es un fast food intelectual y emocional. En segundo lugar hay un exceso de información en la sociedad moderna, especialmente provinente de televisión y de internet. Esa información es registrada en el córtex cerebral estimulando la virtud de la memoria y la construcción del pensamiento a una velocidad nunca antes vista. Esto ha provocado una ansiedad colectiva y consecuentemente, una insatisfacción continua hacia la industria del entretenimiento. Otro punto importante es la manera cómo los profesores transmiten las informaciones en las aulas. No estimulan el arte de la duda, solo transmiten las informaciones sin expresar el rostro del conocimiento. De esta forma los alumnos se convierten en una platea de espectadores pasivos, tanto los niños, como los adolescentes o los universitarios.
-Interpreto que el problema no es del profesor en sí, sino del sistema educativo actual.

-Sí. Los profesores son los profesionales más importantes de la sociedad, pero el sistema educativo está enfermo y produce persones enfermas que no desarrollan las funciones más importantes de la inteligencia.

-Los profesores le dirán que cada vez tienen más alumnos, las aulas están saturadas, deben hacer más horas, el calendario escolar no para de crecer ¿Qué pasaría hoy en día si un profesor acude a su director para pedirle poner música clásica de fondo o redistribuir sus alumnos en semicírculo y no en filas como sucede en su libro?

-Ahí hay un problema muy serio, tienes razón. Los profesores participan de un sistema de arriba para abajo que les controla. Tiene que seguir todo un sistema engrasado. Está claro que debería haber un número menor de alumnos por aula, y un currículum escolar más flexible para individualizar a los alumnos.

-Sí, pero el profesor no sólo no ha ganado esa libertad que usted pide sino que ha perdido autoridad, muchas veces por parte de las familias de los propios alumnos. ¿Cómo se puede luchar contra eso?

-Hay una crisis generalizada en todos los sistemas, y es cierto que ellos están perdiendo autoridad. Para ello no sirve de nada hacer una ley, es como hacer una ley para que los jóvenes no tomen drogas. Los profesores deberían ser entrenados para encantar a los alumnos, para poder teatralizar las clases y utilizar una tonalidad de voz que no sea monótona. Eso significa gastar entre 5 o 10 minutos por semana para hacer una pausa. No dar clases de física o de matemáticas, sino contar algún periodo de su vida para estimular los registros privilegiados en el inconsciente de los alumnos.

-¿Qué propone?

-Que hablen de los días más difíciles de su vida, los momentos de crisis como pérdidas personales o frustraciones. Es fundamental. Todos los profesores que de alguna forma nos marcaron son personas que transmitieron sensibilidad y fueron humanizados. Si gastan este tiempo hablando de sus historias podrán ayudar a los alumnos a entender que la vida es como una pieza teatral existencial, hay risas y llantos, lágrimas y aplausos, fracasos y éxitos…

-Nos han entrenado para el aplauso, no para el llanto ni para el fracaso. El resultado es de sobras conocido por su colectivo, se están llenando las consultas de los psiquiatras con ansiedades y frustraciones. Para mal de la sociedad. Está claro.
-Efectivamente, porque como bien dices no nos han entrenado para el fracaso. Nosotros estamos cada vez más alertados. El 20% de los adolescentes están desarrollando depresión, y eso en el pasado era algo muy raro. Hoy es cada vez más común y se manifiesta con agresividad o insociabilidad. Los padres y los profesores no consiguen en muchos casos percibir los síntomas y eso se agrava. La sociedad moderna vive una situación de estrés y de insatisfacción crónica. Somos máquinas de trabajar y de estudiar, y no seres humanos que desarrollamos el arte de la observación, la interiorización, el trabajo de los fracasos y frustraciones…

-En su libro, el profesor Romanov lloran antes sus alumnos. Los alumnos lloran ante sus padres, y los padres delante de sus hijos. Eso en la sociedad actual se da más bien poco…
-Eso es otro problema serio, vivimos en una sociedad donde maquillamos nuestros comportamientos, tenemos que ser superhéroes, personas que no pueden cometer errores o fracasar. Esta sociedad moderna está pasando por una crisis sin precedentes, y la primera cosa que debemos lograr es aceptar nuestras propias dificultades, reconocer nuestras miserias, para poder rescribir nuestra historia y superar nuestras crisis. No hacerlo, lleva a los jóvenes a esconder sus conflictos, y muchos son los que canalizan estos conflictos para tomar drogas o alcohol y desarrollar enfermedades psicosomáticas como depresiones o ideas de suicidio. El suicidio está aumentando en todo el mundo, 450.000 personas se suicidan al año en todo el mundo. Es muy grave.

-Y eso genera también frustración en los padres.
 -Sí, es evidente. Además, la superprotección de los hijos no genera capacidad creativa o capacidad de enfrentamiento con el dolor o dificultades imprevisibles. Por eso nosotros estamos recomendando cambiar y hacer una cirugía en las relaciones entre padres e hijos, profesores y alumnos. Los educadores deben hablar sobre sus lágrimas para que los adolescentes aprendan a llorar las suyas. También deben hablar sobre sus fracasos para conquistar a los adolescentes.

-¿Somos la generación que menos conocemos a nuestros padres?
-Sí, es verdad, parece una paradoja pero es así. Somos la generación que más conversa sobre cosas exteriores pero no sobre las áreas más íntimas de nuestra personalidad. Los padres gritan para que sus hijos les respeten. Para que haya respeto tiene que haber liberación, y para que haya liberación tiene que haber conocimiento. Como no hay ninguna de las dos cosas los padres gritan para ser un poquito escuchados.

-¿Qué impulsa un niño a pegar a sus padres?
-El exceso de información produce lo que yo llamo síndrome del pensamiento acelerado. Este síndrome roba energía del córtex cerebral y causa algunas consecuencias que han sido la base de la violencia en todo el mundo. Por ejemplo, la irritabilidad, la insatisfacción crónica, la fluctuación emocional, dificultad para colocarse en el lugar de los demás, dificultad para proteger las emociones. Este cuadro lleva a los jóvenes a estar a un estado de ansiedad extrema que choca con sus padres. Son síntomas de una sociedad enferma.

-¿Que más tiene que pasar, y sin entrar en dramatizaciones, para que nos demos cuenta de que si no cambia la calidad del sistema educativo actual, se seguirán llenando las consultas médicas?
-Pienso que una de las cosas más importantes es que aprendamos a estimular a los jóvenes a proteger la emoción. Hay que entrenarlos para que disminuyan las expectativas puestas en los demás, cuanto más retorno esperamos, más frustraciones tenemos. Las personas próximas son las que más nos decepcionan, y más daños pueden causarnos. Hay que aprender que detrás de una persona que hiere, hay una persona herida. Nunca hay que exigirnos más a nosotros mismos, las peores personas son las que se convierten en verdugos de si mismas. También hay que aprender a contemplar lo bello y a hacer de las pequeñas cosas un espectáculo para nuestros ojos. La emoción es la más democrática de todas las funciones psíquicas.
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