Dejamos Luxor el día de mi cumpleaños 24 de febrero, para hacer el recorrido en taxi hasta Aswan, haciendo parada en Esna, Edfu y Kom Ombo.
Esna está situada en la margen izquierda del Nilo, a 60 Km al sur de
Luxor y 155 Km al norte de Aswan, Los griegos la denominaban Latopolis, "la ciudad de los peces". Hoy en día se la conoce por su gran esclusa.
Su principal atractivo es el templo de Khnum, localizado a nueve metros por debajo del nivel de la calle actual debido al limo acumulado a lo largo de los siglos. Para acceder al yacimiento es necesario bajar por unas escaleras.
Desde fuera vimos unos andamios en las columnas del interior y pensamos que no podríamos disfrutar de la visita. Por suerte los andamios sólo estaban en la parte central y la parte restaurada resultó una maravilla, un inmejorable regalo de aniversario.
Esna se encuentra en el Alto Egipto. El templo de Khnum estaba dedicado a este dios de las inundaciones anuales del Nilo. Los inicios de su construcción nos llevan a Ptolomeo VI
Philometor, 221-204 a.C, siendo ampliado en época romana, sobre todo durante la era del emperador Claudio, entre el 41 y 54 de nuestra era.
Resulta curioso que Claudio, como la mayoría de los emperadores romanos, nunca visitó Egipto.
Sí en Dendera, el azul hecho templo, los capiteles y los techos lucen esplendorosos, lo mismo sucede con los capiteles y el techo restaurados de Esna, ambas construcciones comparten los años 50 d.C. en su construcción actual, y por tanto ambas son de la Dinastía Ptolemaica.
La sala hipóstila, excavada por Auguste Mariette (1821-1881), el arqueólogo francés fundador del Museo de El Cairo, tiene unos magníficos relieves datados entre los siglos I y III d.C. y sus capiteles provocaron en mi la misma sensación de plenitud que sentí en Dendera. Para mi de nuevo un 10.
Comprobar que bajo el hollín y la suciedad se puedan recuperar colores como los originales tras los trabajos de restauración es todo un espectáculo.
La sala vestibular del templo, lo único que se conserva del mismo, tiene 24 columnas, y sus capiteles decorados con motivos vegetales son únicos y magníficos. Según los expertos hasta 200 años podían haber estado en el trabajo de estas decoraciones.
El techo de esta sala hipóstila es otra maravilla, con textos de astronomía y festividades religiosas.
El reportaje en Historia National Geographic, El templo egipcio de Esna relava nombres de constelaciones hasta ahora desconocidos, clica en el enlace para leerlo.
Texto y fotografías:Pilar Vidal Clavería