El otoño estaba presente en las inmediaciones de Potsdam, la ciudad de los palacios.
Una gran avenida de árboles del Castaño de Índias, el White Chestnut de las Flores de Bach, nos condujo camino del primero que visitamos, el de Sanssouci.
Vista de la fachada sur del Palacio de Sanssouci. Residencia de verano de Federico II el Grande. Es el palacio más famoso de Potsdam. Construido entre 1745 y 1747 por
Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff según las ideas y bocetos del propio Federico
II, en estilo "maison de plaisance", con una sola planta, con dos alas, adornado por una balaustrada y con una fachada decorada por figuras de la mitología clásica. Tiene varias habitaciones, pocas para las que solían tener los palacios de estilo rococó de aquella época. Por sus particularidades, se denomina al estilo de este palacio "rococó federiciano"
Detalle de la glorieta enrejada, en el exterior del palacio, un cenador rococó adornado con un sol dorado. En los grandes jardines que lo rodean, de estilo francés, hay también bancales con viñedos, ya que el monarca quería cultivar árboles frutales y vides en sus alrededores.
La visita al interior del palacio se realiza con una audioguía que va explicando detalles de las distintas habitaciones y de la vida y predilecciones del rey que lo hizo construir. Un palacio para su recreo y dedicado a sus intereses privados, en especial la música, la literatura y la filosofía.
Sala de conciertos, decorada con un techo dorado simulando la estructura de una tela de araña. La versión particular que le dió el monarca al rococó francés, está presente por la luminosidad y alegría, aunque con una opulencia en Sanssouci más comedida. Lo que siempre tuvo en cuenta Federico II el Grande fue que los escenarios se acercaran al máximo a la integración en la naturaleza.
Jarrón y lámpara en otra de las salas-habitaciones del palacio de Sanssouci
Nos despedimos de Sanssouci y nos dirigimos hacía el Palacio Nuevo
De camino pasamos por el exterior del Palacio de la Orangerie, cerrado en Otoño, dónde descubrimos una zona donde de guardan parte de las esculturas que adornaban los jardines
Federico II el Grande mandó la construcción del Palacio Nuevo tras el final de la Guerra de los Siete Años (1756-1763), para mostrar el nuevo poder de Prusia.
Si Sanssouci era su refugio y el lugar preferido del monarca, el Palacio Nuevo era un palacio pomposo, "una fanfarronada" como el mismo lo denominó.
La función de este palacio fue albergar asuntos oficiales y celebraciones. Fue el lugar de residencia preferido de Guillermo II, el último emperador alemán. En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial los soldados soviéticos saquearon el interior del palacio y dejaron este graffiti en las paredes de una de sus salas.
Al atardecer volvimos a la estación de tren de Potsdam para regresar a Berlín. Desde el andén la puesta del sol nos dejaba imágenes como esta, una buena manera de dejar atrás el tiempo de los palacios y retomar el actual.
Artículo de Historia National Geographic de Federico el Grande, el rey que asombró a Europa, para leerlo clica en el enlace
Texto y fotografías: Pilar Vidal Clavería
Potsdam