En nuestro recorrido por Indonesia, continuamos en la isla de Java, la Isla del Fuego, y tras la visita al volcán Bromo, viajamos en tren desde Surabaya a Yogyakarta, un medio de transporte que resultó cómodo y agradable.
Estuvimos tres días en la ciudad de Yogyakarta, una urbe peculiar, ya que es la única de Indonesia gobernada por un sultán. Es una ciudad con gran cantidad de estudiantes, y muchas escuelas y universidades. Es agradable pasear por las calles del interior de su recinto amurallado y también por las del exterior, con calles muy comerciales como la de Malioboro.
Yogyakarta tiene dos destinos muy atrayentes emplazados a pocos kilómetros de la ciudad: el complejo hinduista de Prambanan y Borobudur, el monumento budista más grande del mundo.
Prambanan es un recinto arqueológico amurallado.
En su interior se encuentra el templo de Prambanan, propiamente dicho, con un patio central y ocho templos principales. Al norte están los templos de Lumbung, Brubrah y Sewu, que también visitamos.
Prambanan es el segundo templo hindú más grande del sudeste asiático, el primero es Angkor Wat en Camboya, que tuvimos la suerte de visitar en el 2005, cuando todavía viajábamos con nuestras hijas.
El santuario principal está formado por un edificio central, el Candi Shiva Mahadeva, dedicado a Shiva -El destructor-, rodeado de galerías y bajo relieves, con una altura de 47 metros. A ambos lados del mismo se encuentran dos templos gemelos, uno dedicado a Brahma- El creador- que se encuentra al sur y el otro a Vishnu -El guardián-, que se encuentra al norte, ambos tienen 33 metros de altura.
Los primeros edificios son del siglo IX, y se mantuvieron en uso hasta el siglo X, en el que fueron abandonados, y se derrumbaron en el siglo XVI, a causa de un terremoto. Fueron redescubiertos en el siglo XIX, y en 1937 se inició su restauración a propuesta de los holandeses.
Aquí vemos varios relieves, de los templos de Prambanan.
El último de ellos, con un león en el interior de un nicho, flanqueado por dos árboles kalpataru.
Los kalpataru son árboles mitológicos, mencionados en la literatura sánscrita como árboles divinos, fuente de todos los deseos. A su vez los kalpataru están flanqueados por kinnaras, -figuras mitológicas-, o por animales.
El Candi Shiva Mahadeva, tiene cinco cámaras, la principal contiene una estatua de Shiva con cuatro brazos.
La forma del complejo del templo constituye un mandala, algo que también sucede en Borobudur.
Los viajes de ida y vuelta desde la ciudad de Yogyakarta a Prambanan los hicimos con el autobús 1A, con un trayecto de unos 20 kilómetros, y una duración aproximada de una hora.
Pillada "in fraganti" entre las escaleras que permiten subir a uno de los templos de Prambanan.
A los estudiantes que hacen las visitas culturales con sus profesores, les encanta hacerse fotografías, en este caso reclamaron la atención de un turista de altura considerable.
En el templo Lumbung, que se encuentra al norte de los de Prambanan, estuvimos completamente solos.
En el templo de Brubah, encontré las flores de la frangipani, la Plumeria rubra, una flor muy importante tanto para los budistas como los hinduistas, que las utilizan para realizar ofrendas.
Al templo budista de Candi Sewu, no pudimos acceder porque está en obras de restauración. Solo pudimos verlo desde el exterior.
Detalle de una de las estatuas a la entrada del templo de Sewu, al que también se le llama Templo Mil. Estas estatuas son los denominados Guardianes del Templo.
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Indonesia
25 septiembre 2024
Las
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son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona
necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por
un terapeuta floral acreditado.