El mundo
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo, que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fuegitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
El libro de los abrazos
Eduardo Galeano
Lilium pyrenaicum, cast. azucena de los Pirineos, cat. màrcolic groc
Fotografía. Pilar Vidal Clavería
Vall d'Eina, junio 2014
Terapeuta floral
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
4 comentarios:
Preciosa entrada, Pili! Pronto nos veremos! Besos
Gracias guapa.
Me reconfortan las palabras de Galeano y esa flor me tiene prendada!!!!
Sí, ya está aquí julio y en unos días nos vemos.
Besos
"quien se acerca, se enciende"...
Qué maravilla debe ser alumbrar a otros con el propio fuego personal...
Eduardo Galeano merecía una entrada tuya, y acompañadsa de tan magnífica fotografía (arte en acción).
ABRAZO GRANDE, querida amiga, y muchas bendiciones!
Querida Maritza
Me alegra verte pasear por el blog y agradezco tus palabras junto a las de Galeano, todos somos fuegitos y me encanta ver el tuyo brillar desde Chile.
Abrazos miles
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