Me emocioné contemplando el día a día de estos primates tan cercanos a nosotros, su expresión, sus gestos, sus movimientos, me conmovían.
La visita la realizamos un grupo de 6 personas, con un guía y un acompañante, el primer chimpancé estaba en lo alto de un árbol cogiendo un fruto que tiró y cayó al suelo con un gran estruendo, descendió del árbol y tranquilamente empezó a comerlo.
A partir de este primer chimpancé pudimos verlos sentados, corriendo, gritando, pelando, descansando, una experiencia sin duda única e impresionante.
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Terapeuta floral
Agosto 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario