Este remedio nos ayuda tras una situación o acontecimiento traumático, un estado de shock, después de una perdida, Star of Bethlehem repara, conecta, sana, nos da consuelo, nos acompaña en la superación de nuestro malestar, de nuestro dolor.
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
mayo, 2010
No hay herida que no se pueda
recuperar. Al final de la vida, uno de cada dos adultos habrá vivido un
traumatismo, una violencia que lo habrá acercado al límite de la muerte.
Pero, aunque haya estado abandonado, martirizado, sea inválido o
víctima del genocidio, el ser humano es capaz de tejer, desde los
primeros días de su vida, su resiliencia, que le ayudará a superar los
choques inhumanos. La resiliencia es el hecho de arrancar placer, a
pesar de todo, de llegar a encontrar lo bello.