viernes, 16 de noviembre de 2012

Centaury, porque el no también existe

¿Qué es lo que querría hacer o decir y que es lo que acabo realmente haciendo o diciendo?

¿Por qué necesito seguir complaciendo al otro?

¿Se marcar mis límites e indicar mis necesidades?

¿Por qué me siento débil y sin fuerzas para reclamar lo que yo realmente quiero?

Ante tantas preguntas surgen unas pequeñas y preciosas flores rosas, han tardado dos años en florecer, son las flores de Centaury, el remedio de las Flores de Bach  que nos ofrece  protección y energía, nos aporta confianza en nosotros mismos, nos permite reconocer que el no también existe y hace que no descuidemos nuestra misión particular en esta vida.

Detalle estatua de Buda, Daibutsu,  en el interior de templo en Nara, Japón

Centaury, porque el no también existe

Fotografía: Pilar Vidal Clavería
noviembre 2010

Hay una cosa que ni siquiera Dios puede hacer: agradar a todo el mundo

Anthony de Mello

4 comentarios:

Elvira dijo...

A veces la respuesta adecuada al abuso del otro provoca que nos rechacen, incluso que nos consideren malos o egoístas. Y hay que saber vivir con eso. Algunas personas quieren ser "buenas" todo el rato, y digo buenas entre comillas, claro. Porque, especialmente en el caso de la mujer, y especialmente en las que ya tenemos unos años y fuimos educadas de cierta manera, parece que ser buena persona fuera sinónimo de no tener deseos propios, ni necesidades, ni proyectos. Solamente anteponer a los demás y sus vidas, como si la nuestra fuera de segunda categoría.

Hay muchas maneras de colaborar a crear una sociedad más interesante, justa o sana. Y hemos de encontrar nuestro propio camino, en vez de plegarnos a los deseos de los demás. Que una cosa es colaborar, aportar, y otra someterse.

Bueno, perdona el rollo, pero es que este tema...

Besos

Pilar Vidal Clavería dijo...

La importancia y el peso de lo que tenemos aprendido hace que reaccionemos de una forma determinada y puede llegar un momento en que nos demos cuenta que no es la forma más afortunada para uno mismo, y ahí llega por suerte la posibilidad del cambio, que puede ser más o menos dificultoso, aunque sin duda existe.

El mensaje de Centaury también puede ser: a por ello.

Besos Elvira

Maria Dolors dijo...

Es dificil muchisimas veces decir la palabra NO, aunque en el interior pensemos lo contrario, estoy de
acuerdo en lo que Elvira dice de
que fuimos educadas de esta manera,
ahora al paso de los años ya hemos
visto el error, y anque nos cuesta
intentamos subsanarlo.

Bon dissabte Pilar.

Pilar Vidal Clavería dijo...

Bueno el hecho de tenerla en mente como un NO en mayúsculas ya tiene fuerza, el siguiente paso es integrarla como respuesta en nuestro cuerpo y en nuestras acciones.

Pues eso a subsanarlo, el primer paso sin duda es haber tomado conciencia de ello.

Una abraçada Maria Dolors

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