En Jordania hay claramente tres joyas bien diferenciadas que para mi se complementan entre sí y que han hecho de mi viaje durante nueve días a este país del Oriente Medio una estancia enriquecedora, donde la naturaleza sola, o bien la naturaleza y la obra humana entrelazadas, me han ofrecido momentos de una belleza incomparable.
Estas tres joyas son Petra, el desierto de Wadi Rum y las ruinas romanas de la ciudad de Jerash.
En esta ocasión empiezo las entradas del blog dedicadas a Jordania, desde la última localidad que visitamos, la ciudad de Jerash, con unas ruinas romanas que me han sorprendido por su inmensidad y su excelente conservación.
Jerash, la antigua Gerasa, era una ciudad de la provincia romana de Siria, que llegó a tener unos 20.000 habitantes, siendo en su época una de las diez ciudades más importantes del Imperio Romano y de las mejor conservadas en la actualidad. Formaba parte de la Decápolis, asociación de ciudades-estado de Oriente.
Fue fundada por los sucesores de Alejandro Magno y su construcción tuvo lugar entre el final de siglo I a.C y el siglo II d.C.
Fue una suerte para su buen su estado de conservación -pues ha padecido un terremoto y varías guerras- el haber estado cubierta por la arena hasta que en el siglo XIX fue descubierta por el explorador alemán Ulrich Jasper Seetzen.
Vista de la ciudad de Jerash con el Templo de Artemisa en primer plano, desde la habitación del hotel, que hacía sin duda honor, no por su temática, pero si por sus vistas, al título de la película de James Ivory, Una habitación con vistas
Iniciamos la visita por la mañana, en un día cálido y con un cielo blanquecino. El Arco de Triunfo de Adriano nos dió la bienvenida con su puerta de triple arco de once metros de altura en su entrada principal, y con una altura máxima actual de 21 metros.
El Arco de Adriano fue erigido en el 129-130 para honrar la visita del emperador a la ciudad de Gerasa, su fachada está decorada con hornacinas que antiguamente contenían estatuas
Tras el arco nuestros pasos nos llevaron, después de atravesar el hipódromo, a la plaza Oval, que conecta el Templo de Zeus con la impresionante avenida principal.
Plaza Oval con 56 columnas jónicas del siglo I d.C. Su pavimento es original y está rodeada por una ancha acera
La salida de la plaza nos llevó al cardo maximus con una avenida de columnas de 800 metros de longitud
Jordi Viader, mi compañero de ruta y de vida en el
cardo maximus. A lo largo del
cardo maximus había un mercado cubierto donde se organizaba el comercio de la ciudad. En el pavimento se pueden observar las huellas de los carruajes y el sistema subterráneo de alcantarillado
La gran avenida llegaba hasta la puerta norte de la ciudad
En Jerash encontramos dos teatros. Visitamos primero el del Norte, que se construyó en el 165 d.C.
Aquí me encuentro disfrutando, con la cabeza bien cubierta con un hyjab, típico pañuelo árabe, de la vista de la escena del teatro, desde una de las 14 filas de asientos, que en principio tuvo el teatro. El teatro servía para representaciones teatrales y también como centro de reuniones de los gobernantes de la ciudad. Se realizó posteriormente a su construcción una ampliación para un aforo de unas 1.600 personas.
El
Nimfeo o Nymphaeum, que se encuentra en el cardo maximus, era una fuente de unas dimensiones enormes y como
indica su nombre estaba dedicado a la ninfas. Servía como fuente
principal para abastecer de agua a la ciudad.
El Nimfeo tenía también una importante función decorativa en el trayecto de la avenida de las columnas
El Templo de Artemisa tiene 12 columnas adornadas con capiteles coríntios, de las cuales 11 se conservan en pie. Fue construido durante el tiempo de Antonino Pío, y fue finalizada su
construcción en el año 150, estaba dedicado a la diosa Artemisa, diosa
de los bosques y colinas. Es la diosa helena de la caza y se la identifica con la diosa romana Diana
Los restos del Templo de Artemisa en la actualidad. Tras el edicto de Teodosio I el Grande, que permitió la demolición de los edificios pagados, el templo fue destruido y sus materiales fueron utilizados en la construcción de iglesias.
Los capiteles coríntios del Templo de Artemisa, fueron en este caso compañeros de mi primer "postureo".
No pudo dejar de seducirme de que un guía local me hiciera, jugando con el móvil, varias fotografías en un lugar privilegiado como éste.
Cerca del Templo de Artemisa encontramos los restos de varias iglesias
Pavimentos de mosaicos con 25 animales diferentes en una de las iglesias
El teatro más grande de Jerash, el Teatro Máximo, se encuentra en el Sur. Tiene una capacidad de 3.500 espectadores y una acústica extraordinaria.
El Teatro Máximo fue construido entre el 81 y el 96 d.C. Un par de músicos daban todavía más intensidad a la visita con los sonidos del tambor y la gaita
Y allí donde se encuentren las flores, allí va dirigida mi mirada
Flores rosadas de la cucarda o malva real junto a los restos de un capitel
El Templo de Zeus cosntruido en la segunda mitad del siglo II d.C, conserva ocho columnas de capiteles coríntios de su colosal fachada principal
Vista de la Plaza Oval y la avenida de columnas desde el Templo de Zeus
Y como colofón de esta entrada, de nuevo una flor de malva real, en esta ocasión blanca ante los restos de esta ciudad imprescindible en un viaje a Jordania.
Texto y fotografías:Pilar Vidal Clavería
Jerash, Jordania
mayo 2022
Las
informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog
son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona
necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por
un terapeuta floral acreditado.
2 comentarios:
Molt bonic el lloc, impressionant la grandiositat de l’espai i les restes conservades. Un bon viatge!! 👏🏻👏🏻 Teresa M.
Moltes gràcies Teresa
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