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sábado, 4 de diciembre de 2010

Perseverar

La presentación habitual de La Vanguardia, cuando se consulta a través de Internet ha variado desde hoy, entre sus novedades, una que permite ver no solo La Contra del día de hoy, sino también ver entrevistas anteriores.

En la de hoy con Jetsun Pema destaca para mí el título "Si piensas más en los demás, tus problemas se minimizan", una buena forma de abandonar al egoismo y de potenciar el deseo de servir.

Abandonar el egoismo para no caer en un estado Chicory negativo y aprender a vivir desde el amor incondicional y a dejar de lado ese miedo a la soledad.

Un deseo de servir entendido desde la virtud de la entrega, no desde el defecto de Centaury, donde su exceso de ansiedad por servir a los demás lo convierte en sirviente más que en ayudante dispuesto.

Un Centaury que desde su sentimiento de carencia afectiva y su falta de autoestima olvida sus propias necesidades y donde la toma de esta esencia ayuda a integrar la posibilidad del no también en las respuestas.

Jetsun Pema,'la madre de Tíbet', hermana menor de SS el Dalái Lama

"Si piensas más en los demás, tus problemas se minimizan"

Ima Sanchís La Contra La Vanguardia, 4 diciembre 2010

Mi infancia transcurrió en un Tíbet feliz y en una familia feliz pese a que mis padres, humildes campesinos, tuvieron dieciséis hijos y sólo sobrevivimos siete.

Todo cambió cuando reconocieron a su hermano como el XIV Dalái Lama.

Sí, a él se lo llevaron al palacio de Potala, y a mi familia, a una gran casa en Lhasa donde nací rodeada de lujos y sirvientes. Pero a los 9 años mi madre (mi padre murió cuando yo tenía 6) me envió a un internado de monjas católicas en India, donde viví hasta los 20 años.

¿Cuándo fue la primera vez que vio al Dalái Lama?

No intimé con él hasta los 16 años, cuando le acompañé a un viaje por India de dos meses y medio. A partir de entonces tuve claro que debía servir al pueblo tibetano.

Usted no quería, pero acabó convirtiéndose en la madre de Tíbet.

Yo quería trabajar junto al Dalái Lama. Mi hermana mayor se encargaba de las aldeas de niños tibetanos en el exilio, colegios, capacitación vocacional, hospedajes juveniles, hogares para ancianos...Pero mi hermana murió y el Dalái Lama me pidió que la sustituyera. Había mucho que hacer.

Pero no era su elección...

Para el budismo, lo importante es sacar el mayor provecho del ahora. Esa forma de pensar hace que la vida se convierta en algo más sencillo.

Ha vivido usted muchas muertes.

Cuando empecé a trabajar con niños, muchos morían porque llegaban en muy malas condiciones al exilio. Yo era muy joven y lo pasaba muy mal. Luego murió mi marido en un accidente de coche, y luego mi hija a los 35 años. Fue muy difícil.

¿Qué le ayudó a superarlo?

Todo el mundo que me rodeaba había pasado por tragedias en su vida, y lentamente aprendes a aceptarlo. Los budistas creemos en el renacimiento, así que morir no es el final, sino otro principio, y eso ayuda.

¿Y nunca ha dudado de la ley del karma?

Por supuesto. A mí me da aliento vivir una vida útil, con objetivo. Si has intentando hacerlo lo mejor que has podido, al final de tu vida todo cobra sentido.

Entonces, ¿hay que esperar?

No, hay que perseverar. Las muertes por las que he pasado han sido los momentos más difíciles de mi vida, pero me hicieron más fuerte, me hicieron crecer. Cuando logras superar esos descalabros, entiendes que ya nada va a poder contigo y llegas a estar en paz contigo misma, y esa paz es lo que me parece más importante.

¿Cuál es el camino?

Ser menos egoísta. Si puedes pensar más en los demás, tus problemas se minimizan. Si eres menos egoísta, no tienes tantos aferramientos, y eso te da paz. Pero es muy importante aprender a conocerse uno mismo.

¿Cómo?

Creo que los retiros son muy útiles, esenciales. No todo el mundo puede hacerlos, pero todos podemos encontrar unos minutos al día para pensar si nuestro día ha sido útil.

...

Pero la gente está muy ocupada, no tiene tiempo para lo fundamental. Si miras atrás y analizas en qué has estado tan ocupado, puede que empieces a reírte de ti mismo, porque todo lo que hacías quizá no tiene ningún sentido o no tiene importancia. Pero has de encontrar el tiempo para mirarte.

Entiendo.

... Y este no es un consejo budista, es un consejo de anciana, porque cuando era joven no pensaba de esta manera. Si lo hubiera hecho, ahora sería más sabia.

¿Era impulsiva?

Sí, y tenía mal carácter. Todos a mi alrededor decían: “Hay que darle rápido el té, porque si no se va a poner nerviosa”, ja, ja, ja.

¿Le gustaba ser ministra?

No, nada, yo quería estar con los niños. Siendo ministra pierdes el contacto con las cosas del día a día, con la gente, y no llegas a entender qué es lo que realmente necesita. Pedí cuatro veces al Dalái Lama la dimisión.

¿Qué ha sido lo mejor?

He visto niños discapacitados convertirse en artesanos maravillosos; ver que sus vidas tienen sentido me hace muy feliz.

¿Qué se debe enseñar a los niños?

Lo esencial es ganar su confianza y ayudarles a aprender a sacar lo mejor de sí mismos. Si lo consigues, todo va como una seda.

¿Y cómo se hace?

Teniendo un sistema educativo muy holístico que haga que los niños puedan pensar por sí mismos, se encuentren a sí mismos y confíen en ellos mismos.

¿Qué está descubriendo en la vejez?

Por fin puedo asistir a las enseñanzas de su santidad y tener una comprensión más profunda del budismo. Estoy aprendiendo a hacer las cosas sin presión; mi tiempo está en mis manos y disfruto de esa libertad.

¿Qué merece la pena en la vida?

Su santidad dice que es muy importante buscar la felicidad en la vida, ser feliz. Y para eso tienes que preguntarte cuál es el objetivo en tu vida y buscarlo. Para mí, la felicidad ha sido servir a los niños; de manera que al final de mi vida miro hacia atrás y veo un camino con sentido.

¿A través de los otros?

Cuando miro a mi alrededor y veo jóvenes felices, me siento feliz, sí. Vivir en armonía con los demás me parece esencial.


Sin cicatrices

No necesita adornos ni maquillaje. Su sencillez, su sentido del humor y su dulzura hacen de ella una mujer muy atractiva, sin edad. No necesita doctorados, su humildad y su plena entrega durante 45 años a la educación de los niños tibetanos en el exilio, como responsable del Tibetan Children's Village, la han convertido en una experta en las necesidades humanas desde la infancia. Siempre llamó a todos los niños por su nombre y ellos la llaman Ama La (madre respetada). Como todos los tibetanos, ha pasado y pasa por situaciones muy dolorosas, pero no tiene cicatrices. Ha dado una conferencia sobre Educación: valores humanos para la paz y la no violencia, en la Fundació Casa del Tibet.


Estatua en el jardín del templo Daisho- in en Miyajima, octubre 2010
Foto: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Médicos

En estos últimos días han aparecido en La Contra de La Vanguardia unas frases que me han gustado especialmente, la de Omar Sosa, compositor y pianista, "Si rompes tu palabra, rompes tu alma" y la de ayer del periodista Carles Sentis, "Ha habido más cambios en un siglo que en 5000 años".

En la entrevista de hoy, la frase de Jenny Firth-Cozens, "Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad", también me resulta muy interesante y para tener bien presente.

Todos, de una forma u otra estamos vinculados a la medicina y a los médicos, lo que para mi está claro es que son personas y que por tanto nos vamos a encontrar de todo. Aunque la profesionalidad y el buen hacer del médico sean primordiales también lo son el trato y la comunicación que establezcamos con ellos y que serán básicos para que un tratamiento y su evolución funcionen de la mejor manera.

El doctor Edward Bach que era médico, cirujano, patólogo, bacteriológo y homeópata, decidio decantarse por una medicina donde importaban más los pacientes que los síntomas de la enfermedad, ello le llevo a dejar su consulta en Londres e iniciar una labor de investigación que le condujo al descubrimiento de sus 38 remedios florales.


Jenny Firth-Cozens, psicóloga especialista en profesionales de la sanidad
"Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad"
LLUÍS AMIGUET - 01/12/2010- La Contra-La Vanguardia

Tengo 78 años y sigo investigando. Soy inglesa y vivo en Newcastle. Dos hijos, uno psicólogo. Soy cuáquera, una fe sin intermediarios. Soy laborista. Hoy diserto en el Col·legi de Metges de Barcelona: su programa para profesionales adictos es uno de los mejores de Europa

¿Cómo se cura a los médicos?

Lo estoy estudiando. Investigo desde hace veinte años el estrés, las adicciones y la depresión del personal sanitario en Gran Bretaña y cómo tratarlo.

¿Es la profesión más estresada?

En Gran Bretaña, sí, y yo diría que también en Europa y EE.UU. He estudiado otros colectivos profesionales y, tras la sanidad, nuestras investigaciones apuntan a la educación como segundo sector más propenso a las depresiones y adicciones por estrés.

¿Por qué la sanidad estresa tanto?

Un factor determinante es que atiende al público, un público doliente: entre la vida y la muerte; el dolor y, a menudo, la soledad, la decrepitud... De hecho, cuando un médico sufre depresión, una posibilidad es destinarlo a un laboratorio... ¡Y mejora!

La medicina tendrá su compensación.

En EE.UU. y Gran Bretaña, el personal sanitario al menos tiene buenos sueldos...

Me temo que aquí no está tan claro. ...

Y también está el prestigio social, desde luego: espero que en España sí lo tengan.

¿Qué especialidad médica es la más estresada cuál la menos?

Los cirujanos son los más felices en todos nuestros estudios, por razones explicables: trabajan con las manos; ven los resultados relativamente pronto - ellos y sus pacientes-y los mejoran con sus años de experiencia; además, son más pragmáticos que teóricos.

¿Y en el otro extremo?

Los psiquiatras, una especialidad que requiere vocaciones sólidas. Observamos mucho desencanto entre ellos.

¿Y los médicos de familia?

Suelen compensar los déficit de su elección con las ventajas de la calidad de vida en el campo y la integración en la comunidad.

Dependerá del pueblo que les toque...

La excepción son los profesionales que ejercen en barrios conflictivos con mucha inmigración. Entre ellos, tenemos un porcentaje mayor de depresiones y adicciones.

Previsible.

No lo era tanto el factor añadido que supone la integración de los médicos de otros continentes en estos centros.

¿Por qué?

Son educados en ethos diferentes y sufren - ellos y sus nuevos colegas-cierto choque cultural. Además, es difícil homologar la calidad educativa de las facultades de países remotos, pero hoy por hoy los necesitamos.

¿Cuánto médico se droga o deprime?

O ambas cosas: en un treinta por ciento del personal sanitario - también enfermeros y enfermeras-observamos síntomas de estrés preocupantes. De ese treinta por ciento, la mitad requiere atención especializada.

Además, tienen drogas muy a mano.

O alcohol. "Eres alcohólico cuando bebes más que tu médico", bromean los británicos. Y las cifras les dan cierta razón: un diez por ciento sufre alcoholismo y un cinco acaba tan alcoholizado, que no puede ejercer.

¿Qué aconseja a un profesional que nota - o al que notan- esos síntomas?

"Recuerda que nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad, e imita a tus colegas mujeres": las enfermeras y doctoras son mejores al enfrentarse al estrés, porque lo reconocen antes que ellos y lo explican: se expresan, se comunican, hablan y buscan ayuda.

Un superprofesional no pide ayuda.

Ese es el problema. Los médicos varones llegan a serlo tras tener éxito en sus carreras y les cuesta mucho admitir problemas y pedir atención. Además, acostumbran a ver a los enfermos como los otros, los que sufren, los débiles, los que mueren... Y reconocer que eres uno de ellos es perder tu estatus.

Me alegro de tener cada vez más señoras en la sanidad.

La modernidad nos ha traído otro factor menos favorable: la obsesión por la rentabilidad hace que sólo hospitalicemos a enfermos muy graves y así los profesionales sólo atienden a pacientes ausentes, narcotizados y no suelen ver su recuperación definitiva.

Tiempos modernos.

Los hospitales pueden acabar convertidos en fábricas de salud. Nada estimulantes.

¿Dónde y quién pone la línea roja cuando un médico se deprime, droga o bebe?

Yo les doy una segunda oportunidad y el setenta por ciento de quienes sufren problemas adictivos se rehabilita al fin. Los síntomas de adicción o depresión en quien ejerce exigen, por supuesto, separación temporal del ejercicio y, si no hay mejoría, definitiva.

¿Quién la decide?

Cada centro debe tener un pequeño consejo de tres o cuatro profesionales, con antigüedad y prestigio, que deliberen sobre esos casos y lleven a los conspicuos al Consejo General Médico para medidas disciplinarias.

Los médicos se protegen entre ellos.

Son muy corporativos, pero deben ser conscientes de que, si no imponen su propia disciplina, las alternativas son peores. Y déjeme que le apunte otro colectivo médico de riesgo para la sociedad..., los superdoctores.

¿. ..?

Son un grupo con un exceso patológico de autoestima, tanta, que acaban por asumir riesgos innecesarios en la práctica médica.

Seguro que acaban mandando mucho.

Son ambiciosos y desplazan a otros profesionales menos ególatras. Los consejos de centro deberían aislarlos y supervisarlos.

Más difícil que auxiliar a deprimidos.

Lo sé, porque copan méritos y cargos. Pero debo avisar de que existe ese grupo de supermédicos y requiere control.


La última mano

Superdoctores con más ego que pericia; otros, deprimidos, alcohólicos, adictos... Podría ser un capítulo de House, pero es la realidad de la profesión: un treinta por ciento sufre alguno o todos esos problemas en Gran Bretaña, y el porcentaje no es - aprecia Jenny Firth-Cozens, autoridad mundial en salud médica- inferior en España. Ellos son la última mano a la que asirse cuando se cae - todos caeremos-en el precipicio de la enfermedad, el dolor y la muerte; pero también muchos de ellos sufren más que sus pacientes, porque son incapaces de pedir ayuda. Y esa es la lección que me llevo a casa: la fortaleza que infunde admitir tu debilidad y la debilidad que acarrea negarla.

Star of Bethlehem, uno de los 38 remedios de las Flores de Bach
Foto: Pilar Vidal Clavería

lunes, 22 de noviembre de 2010

Repetimos

La respuesta en la primera de las preguntas a Scott Turow, en la entrevista de hoy, me ha llevado a seguir leyéndola y finalmente a incluirla como entrada en el blog.

Comparto la respuesta, que Scott Turow define como una de sus verdades más profundas, porque es una realidad que vengo comprobando en los talleres en los que participo últimamente, la necesidad de que nos quieran.

En cuanto a su respuesta del por qué seguimos cometiendo una y otra vez los mismos errores, es algo que también se preguntaba el doctor Edward Bach, y uno de sus remedios, Chestnut Bud, puede ayudarnos en ese sentido.

Para quienes no sacan todo el provecho de la observación y la experiencia, tardando más tiempo que otros en aprender las lecciones de la vida cotidiana.

A su pesar, cometen el mismo error en distintas ocasiones, cuando una sola vez, hubiera sido suficiente, o bien cuando la observación de los otros habría podido evitar incluso ese primer error.

Los Doce Sanadores y Otros Remedios (1936)
Edward Bach

Chestnut Bud, es un remedio que se obtiene con la ebullición de los brotes del Castaño de Indias, Aesculus hippocastanun.

Scott Turow, abogado, fiscal y escritor de thrillers legales, autor de ´Presunto inocente´
"Los tribunales son uno de los fracasos del derecho"
IMA SANCHÍS - 22/11/2010 - LaContra-La Vanguardia

Tengo 61 años. Nací y vivo en Chicago. Estoy divorciado, tengo tres hijos y vivo en pareja. Tengo un bufete. El gobierno debe a todos los ciudadanos respeto y dignidad por igual. Me educaron como judío, sigo celebrando las fiestas tradicionales, pero soy agnóstico

Dígame una de sus verdades más profundas…

Que a pesar de los pesares lo que más desean los seres humanos es que les quieran; morimos por ello.

¿Ha visto amor en los tribunales?

Los tribunales son uno de los principales fracasos del derecho. Allí no puedes hablar de amor, y además se suele funcionar como si el amor no existiera.

¿Cuál es la realidad de la justicia?

La realidad del poder, así que al final es el poder el que determina lo que es real dentro del sistema judicial. Si sucedió algo y el sistema judicial decide que no sucedió, entonces en el sistema judicial no es real.

¿El dinero y el poder eluden con más facilidad la justicia?

Casi todos los pobres que son acusados de un crimen acaban en la cárcel, aunque algunos no son culpables; entre los ricos eso es infrecuente.

Se dedicó usted a la corrupción en las altas esferas.

Como fiscal y como abogado defensor. Cuando era fiscal, mi mujer me dijo que debería tener un rótulo en mi despacho que rezara: "Todos mienten, los clientes, los abogados de la defensa, a veces también la policía".

¿La mentira reina en los tribunales?

A lo largo de los años me han impresionado las maneras extrañas y sorprendentes que la gente tiene de acabar inventando cosas por su propio sentimiento de inadaptación.

¿A qué se refiere?

He visto a multimillonarios robar cantidades de dinero irrisorias, y no es por avaricia, es simplemente porque les parece que tienen que hacerlo. Hay una multitud de maneras con que la gente intenta superar su infelicidad, y eso me ha impresionado.

No entiendo eso de que tienen que hacerlo, tienen que robar.

A veces, porque quieren pensar en sí mismos como personas poderosas; a veces, porque se creen tan importantes que consideran que no tienen que seguir las reglas; a veces, porque, a pesar de todo, creen que otros tienen más autoconfianza y su manera de compensarlo es robando.

¿Desencantado de su oficio?

Bueno, en primer lugar, creo que en la mayoría de los casos el derecho se acerca bastante al acierto; pero tengo que admitir que el negocio del derecho me desasosiega.

Cuénteme.

Los abogados en Estados Unidos ejercen para ganarse bien la vida, no para hacer justicia, y eso inquieta. El tipo de sistema, un poco fábrica de hacer justicia, especialmente con la gente pobre, me preocupa. Pero cuanto mayor me hago, más reconozco que algunos de los problemas con el derecho resultan de la dificultad que todos tenemos a la hora de escuchar y entender al otro.

A veces tienen que defender a gente que saben que es culpable.

Si yo sé que un cliente es culpable, no le dejo testificar ante el tribunal que es inocente, pero eso no significa que no ponga a prueba la demostración propia del Estado.

Es un tema que ha trabajado en sus libros: que un culpable acabe libre.

Muy a menudo el sistema legal es moralmente desconcertante. Es desconcertante cuando un culpable sale libre y cuando un inocente es condenado, pero después de haber reflexionado mucho sigo pensando que es la manera correcta de hacer las cosas.

¿Por qué falla la justicia?

Hay jueces estúpidos, abogados incompetentes y malas leyes.

Usted dedica parte de su tiempo a defender a gente desfavorecida. ¿Qué cree que diferencia a los ricos de los pobres?

Los pobres no se merecen ser pobres, simplemente son pobres, y eso en sí mismo marca unas diferencias ingentes.

... Y lucha contra la pena de muerte.

Yo no creo que la ley sea jamás capaz de encontrar una manera de llegar sólo a los casos en que sea justo aplicarla. Y la realidad es que en mi país la gente que está en el corredor de la muerte son en una mayoría aplastante pobres.

A un abogado triunfador, ¿la moral es algo que le estorba?

Dudo que haya un abogado exitoso que pueda decir: "Nunca en toda mi carrera he hecho algo que no sea ético". Pero creo que se puede ser un abogado exitoso y ejercer éticamente.

Hay estudios que demuestran que el colectivo más infeliz es el de los abogados.

Sí, y hay muchos motivos: es un trabajo con muchas exigencias. Pero lo peor de todo es que siempre estás luchando contra alguien, es como un matrimonio en el que discutes todos y cada uno de tus días. Pero se gana mucho dinero, y eso, a veces, los hace todavía más infelices.

¿Por qué?

No se sienten realizados. En el día a día la vida de un abogado puede ser estresante y a menudo llena de rabia.

¿Por qué retomar la misma historia de Presunto inocente 20 años después?

Para responderme a la pregunta de por qué seguimos cometiendo una y otra vez los mismos errores.

¿Alguna conclusión?

Por un motivo u otro, las personas son incapaces de enfrentarse a lo que tienen que hacer para cambiar.

¿Cuál es la pregunta más importante que se ha hecho?

¿Puedo llegar a ser feliz?


Elegancia implacable

Piensa todo lo que dice. Su mirada es implacable, y hay en él un poso de tristeza. Por lo demás, es un abogado de éxito en Chicago, tiene uno de los bufetes más importantes, y su elegante imagen se corresponde con ello. Comenzó siendo un joven escritor, profesor de narrativa en la Universidad de Stanford, carrera que interrumpió para dedicarse al derecho hasta que mezcló ambas pasiones y publicó la primera de sus ocho novelas superventas: Presunto inocente,que Alan J. Pakula llevó al cine protagonizada por Harrison Ford. Veinte años después se preguntó cómo el protagonista habría sobrevivido a su crimen y por qué cometemos dos veces los mismos errores; así nació Inocente (Mondadori).

El pensador de Auguste Rodin
Foto: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Motivos

Enlazar una entrada con la Contra de La Vanguardia, supone que el número de visitas al blog aumente de manera considerable, gracias a todos los que habéis visitado este blog, desde el escepticismo o desde el reconocimiento a las Flores de Bach.

La entrevista de hoy también es plena candidata al Sentir con Flores de Bach, porque habla de emociones, de la necesidad de tratar no los síntomas sino las causas, de luchar contra el tedio, todos ellos motivos suficientes para dejarse acompañar de las Flores de Bach, desde el placebo o desde una realidad científica aún no demostrada.

Graham Stokes, psicólogo clínico experto en demencia
"La vejez no es una tragedia, lo es el tedio"
IMA SANCHÍS - 17/11/2010

Tengo 56 años. Nací en Londres y vivo en Birmingham, donde soy profesor y trabajo en un gran hospital en temas de demencia. Estoy casado y tengo tres hijos. Deberíamos erradicar el racismo y las desigualdades. No creo en las estructuras religiosas, pero sí en la espiritualidad

El tiempo pasa y con suerte llegamos a viejos.

Nos arrugamos, nos fallan las piernas, nuestro cuerpo envejece...

No siga.

Lo que le ocurre al cuerpo es desalentador, pero la mente y las emociones pueden darnos satisfacciones insospechadas. La vejez no es una tragedia, lo es el tedio.

Con demencia, ¿sigues siendo tú mismo?

La esencia de la persona permanece. Sus hábitos, sus miedos, sus inseguridades persisten y conviven con la demencia. La demencia es una discapacidad intelectual, se destruye la memoria reciente y permanecen los recuerdos históricos con absoluta viveza.

Debe de haber vivido historias conmovedoras.

Sylvia deambulaba todo el día por la residencia y se caía, tropezaba con todo y con todos y siempre decía: "Lo siento, lo siento mucho. Es terrible, terrible". Su comportamiento no tenía sentido y el dolor de las caídas no la disuadía de seguir caminando y buscando a alguien para disculparse.

Qué triste.

Descubrí que su hijo había muerto asesinado y que ella nunca expresó ese dolor; cogió todas sus cosas y las metió en una caja en el sótano. No volvió a nombrarlo, pero perdió la alegría de vivir y 30 años después proyectaba su dolor en los demás.

¿Y por eso decía que lo sentía?

Sí. Podíamos interpretar su deambular como consecuencia del alzheimer o como una mujer con alzheimer que intenta sobrevivir a la muerte de su hijo.

Matiz importante.

Le dimos la caja de los recuerdos de su hijo y quedó totalmente absorbida por ellos, acariciaba su bufanda con cariño y a veces reía viendo sus dibujos. Su hijo volvió a la vida y se sentía contenta, un sentimiento que no experimentaba desde hacía 30 años. No volvió a deambular ni a pedir disculpas.

¿Alguno de sus pacientes le ha hecho llorar?

Ahora, como usted, ante la historia de Sylvia, estoy reprimiendo mis sentimientos para poder decirle que la persona está por delante de la demencia, y que si conocemos a la persona y no caemos en eso de "es inútil", podemos entender sus comportamientos extraños y ayudarle.

¿Lo habitual es dejarlo por inútil?

A Sylvia lo normal es que se la sedara para que en su caminar incansable no se hiciera daño. Se trata el síntoma, pero no la causa. La medicación antipsicótica sirve para hacer más fácil la vida a los cuidadores.

¿Cómo se siente un demente?

Asustado. No sabe que sufre demencia, y esa es la tragedia. Es como cuando te despiertas a media noche y no sabes dónde estas..., y todavía peor: te preguntas dónde estás pero al cabo de treinta segundos te has olvidado de que te lo has preguntado y vuelves a preguntártelo una y otra vez.

¿Qué quieren esos enfermos?

Afecto, calor humano, vivir momentos placenteros. Si los conocemos, si conocemos su pasado, podemos encontrar qué actividades les gustaban y repetir la experiencia.

¿Funciona?

Sí en el momento, porque no lo recordarán.

Un trabajo ingrato.

Los cuidadores tienen que ser pacientes, tolerantes, resistentes emocionalmente y tener siempre presente que el dolor se olvida pero las emociones permanecen.

Eso es esperanzador.

Si le hablo con cariño y le acaricio la mano, lo olvidará, pero no la emoción positiva que le he generado, y lo mismo ocurre si le trato mal. La persona sigue estando allí a pesar de que su capacidad intelectual se haya ido.

Un padre que no reconoce a su hija.

Para los familiares es agotador y destructivo: dependen de ti para todo pero no te reconocen. Alguien le saca de la cama, le baja los pantalones y lo sienta en el retrete, pero no sabe por qué y se resiste. Sabe que tiene una mujer o un marido, pero no reconoce a esa o ese anciano que está a su lado.

Recuerda al hombre o la mujer joven con la que se casó.

Exacto, y puede buscar un contacto inadecuado con su hija, porque piensa que su hija es su mujer. Así que al final la demencia afecta a toda la familia.

Disculpe esta pregunta, pero ¿merece la pena vivir así?

Creo que puedes darles momentos de felicidad, pero tienes que estar constantemente realimentándolos, sólo puedes trabajar en el aquí y ahora; y recordar que no son personas huecas, no sólo queda un cuerpo con el que puedes hacer lo que quieras.

Para cuidar a estas personas hace falta una capacidad emocional de gigante.

Sí, porque no tiene que ver con el conocimiento y las capacidades técnicas, sino con el corazón y la empatía, tienes que tratar al otro como si fueras tú. Pero yo he visto esa pasión en muchos cuidadores que llegan a tener una vida llena de sentido cuando descubren la pregunta más extraordinaria.

¿Cuál es la pregunta?

Por qué: por qué la persona se comporta de esa manera. Los cuidadores se convierten en detectives clínicos y la sensación de logro puede ser extraordinaria. El médico ya hizo su diagnóstico, la familia está desmoralizada, ya has oído esa frase: "Ese ya no es mi marido"; pero tú, encontrando a la persona que sigue estando ahí, puedes demostrarles que están equivocados.


Héroes anónimos

¿Cómo debe de ser vivir pensando que tienes hijos pequeños pero eres incapaz de encontrarlos? Y esos hijos, que en realidad ya son adultos y están intentando tranquilizarte, son para ti extraños. Eso es la demencia, pierdes la memoria a corto plazo. Y la música sigue sonando (editado por la Fundación Sanitas) relata 22 historias de personas ordinarias haciendo cosas extraordinarias: enfermos que se hacen listas minuciosas de los pasos que han de seguir para poder ir al súper, coger las llaves, cerrar la puerta, girar a la derecha... Hasta que ya no saben cuál es la derecha y se sienten perdidos. Y médicos y cuidadores que van más allá de la etiqueta, hurgan en su pasado para comprenderlos.

Para seguir entendiendo alguno de los aspectos tratatados en la entrevista de hoy una película:

Cullera, bicicleta, poma

un video:




y una flor de Bach amarilla: Gorse

Gorse, jardín en Healing Herbs, mayo 2007
Foto: Pilar Vidal Clavería

martes, 16 de noviembre de 2010

Escepticismo

Lo díficil que resulta encontrar palabras que empiecen por z y aquí tenemos una: la zetética, esa explicación racional de los fenómenos paranormales.

Ante la afirmación racional de que la homeopatía y las flores de Bach son placebos, mis argumentos no van en rebatirlo, sino en constatar que si ambas son eficaces en niños y en animales, ¿cómo explicamos en estos casos ese efecto psicológico?.

Y también me pregunto, si tenemos dos hemisferios, uno racional y otro intuitivo, ¿por qué ese empeño en no integrarlos a ambos en lugar de separarlos o anular a uno de ellos?

Edward Bach, no era un simple señor, era un prestigioso médico, que se permitió cuestionar la parte más racional de la medicina y dirigirse hacía una parte más intuitiva, que también existe y a veces nos resistimos a reconocer.

Su clasificación no fue tanto en categorías de los seres humanos, sino que en sus obras escritas clasificó a sus 38 remedios en siete grupos, para que resultará más sencilla la utilización de sus esencias o Flores de Bach.

En estos momentos y mientras no llega esa eficacía científica en relación a las Flores de Bach u otro tipo de tratamientos con "comprobado" efecto "placebo", añadiría "si non vero e ben trovato".


Richard Monvoisin, que enseña zetética: explicación racional de fenómenos paranormales
"La homeopatía y las flores de Bach son eficaces... placebos"
LLUÍS AMIGUET - La Vanguardia-La Contra

Tengo 33 años. Nací en Toulon. Enseño Didáctica de la Ciencia en la Universidad de Grenoble. Puedo verificar un milagro, pero no la fe. Soy escéptico en ciencia como Pirrón y en política como Chomsky. Verifique sus creencias: no hace falta ser un científico, sólo un ser racional

Eso de zetética suena a paraciencia...

Pero es lo opuesto: viene del griego zetein (examinar). La zetética aplica el método científico para dar explicaciones racionales a fenómenos paranormales y verificar creencias empíricamente, con experimentos.

Por ejemplo.

Hemos probado que la homeopatía no tiene efectos terapéuticos clínicamente demostrables, ni tampoco las flores de Bach ni otras muchas terapias alternativas...

¿Cómo lo han probado?

Con estudios clínicos, por supuesto.

¿O sea, que no sirven para nada?

Sirven, pero no más allá del efecto placebo.

¿Qué quiere decir?

Pues que a muchos de quienes las toman, les hacen bien, pero no por su efecto clínico, sino sólo por el psicológico.

No es eso lo que dicen los homeópatas.

Nosotros no afirmamos nada sin probarlo. Hacemos experimentos o divulgamos otros ya conocidos, pero sin juzgar a nadie, y en eso me diferencio de un pionero de la zetética, el Nobel de Física Georges Charpak...

Fue huésped de La Contra.

Y gran científico, pero trataba con paternalismo a quienes creían en esas terapias.

Supongo que algunos pacientes seguirán usándolas, pese a la zetética.

Sí, y están encantados con su efecto placebo, pero la zetética les muestra que es el único que tiene. Después, ya sabiéndolo, podrán elegir entre los hechos y sus creencias.

Parece justo y necesario.

Es imprescindible, pero incómodo. En Francia, la homeopatía es un lobby protegido por varios ministros que tienen intereses en una gran multinacional de productos homeopáticos y ningún interés en difundir los resultados de los ensayos clínicos.

¿Por qué la gente cree en su eficacia?

Porque es más cómodo creer que verificar, ergo tomamos más decisiones irracionales que racionales. Muchos creen que si creen se curan y en parte es cierto por el efecto placebo. Lo mismo nos pasa con otras creencias, no sólo terapéuticas, sino políticas y económicas. Yo les animo a que las pongan a prueba con sus propios experimentos.

Díganos cómo.

Para verificar cualquier creencia, empiece por deconstruirla: remóntese a sus orígenes para localizar sus fuentes y aclare después su cui prodest (a quién beneficia).

Si un estudio dice que el tabaco rejuvenece, comprobar si lo paga la tabaquera.

Eso no invalidaría necesariamente sus conclusiones, pero si al final resultara falso, explicaría a quién beneficia su falsedad. Si verifica, por ejemplo, la eficacia clínica de la terapia de las flores de Bach, verá que en sus orígenes sólo está la pura intuición de un señor inglés, Edward Bach, que clasificó a los humanos en siete categorías...

Eso ya lo hacía Hipócrates.

... Y asoció sus bacilos intestinales con ciertas propiedades de 36 categorías de flores. Y hoy aún no tienen más que esa intuición para fundar esa creencia terapéutica.

Pues no son terapias baratas.

Cuanto más pagas por un placebo, más efectivo es. El dinero, el tiempo y el esfuerzo que cuesta una terapia dudosa la refuerza.

Miel sobre hojuelas para el terapeuta.

Insisto en que la zetética debe verificar, experimentar, mostrar y difundir resultados, pero no juzgar ni condenar a nadie: las falsas creencias son como muletas irracionales para muchos humanos, por eso no hay que quitárselas de golpe, sino demostrarles que pueden andar sin ellas... Si quieren.

En algo hemos de creer.

A menudo el propio terapeuta cree sinceramente en sí mismo. En mi universidad hicimos un experimento para demostrar la eficacia de un terapeuta por magnetismo.

¿Curaba con las manos?

Él y sus pacientes juraban que sí. Y es muy difícil verificarlo con un test clínico serio, porque necesitas voluntarios enfermos de la misma dolencia en el mismo grado; un test doble ciego y... En fin, es muy complejo.

¿Entonces...?

Cuando alberguemos dudas sobre creencias, podemos recurrir a experimentos no tan sofisticados: "Si usted cura con el magnetismo de sus manos - le dijimos al magnetista-,podrá detectar también si una persona está o no en la misma habitación con usted aun sin verla: sentirá su energía, aunque no vea a la persona".

¿Aceptó?

Le propusimos experimentarlo con cien personas y aseguró que acertaría el ciento por ciento de las ocasiones.

Y...

El tipo era fantástico: sudaba, temblaba, se retorcía... Si hubiera elegido meramente al azar, habría acertado el 50 por ciento de las pruebas: esto es 48, 49 o 51, 52... Si hubiera acertado 63 veces, hubiera sido paranormalmente bueno; y si sólo hubiera adivinado 37 ensayos, sería paranormalmente malo.

Y...

Acertó 52.

Paranormalmente normal.

Y lo publicamos. Fue pedagógico: si desafiáramos con experimentos sencillos nuestras creencias económicas, políticas y personales, cambiaríamos nuestras vidas.

Debe usted de tener muchos ejemplos.

¿Por qué compra determinadas marcas? ¿A quién vota? Teste sus creencias: apunte, mida, compare y verá que muchas de sus creencias carecen de razones.


´Non vero´, pero mola

Salgo del Institut Français, donde Monvoisin preconiza la zetética, dispuesto a sistematizar mi escepticismo y aplicarlo a las creencias que daba por sentadas. Richard me pone las pilas: pregunta si La Vanguardia tiene horóscopo y replico que sí, pero al menos está bien escrito. Sentencia que ya es un valor, pero que no tiene ningún otro. Consiento, pero apunto y convenimos en que muchos análisis bursátiles, predicciones económicas y encuestas electorales no tienen mayor eficacia predictiva que el horóscopo y, además, están peor escritos. Richard sonríe y sentencia: "Si verificáramos nuestras creencias con rigor, la zetética cambiaría el mundo, porque la razón es revolucionaria".

Wild Rose, una de las 38 Flores de Bach
Foto: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 13 de octubre de 2010

Preguntas eternas

De la lectura de esta entrevista destacaría personalmente dos aspectos, por una parte lo mucho que me resuena la frase: lo dificil que resulta encajar lo que no queremos oir, y que como nos dice Monique Canto-Sperber, ya Sócrates nos lo advirtió hace 2500 años y por otra la necesidad de la autoexigencia, entendida no en el aspecto negativo que puede presentar Rock Water, de perfeccionismo, de ser ejemplo para los demás y negarse placeres y alegrías en la vida, sino en el de autoconocimiento, no siempre fácil, aunque si beneficioso.

Monique Canto-Sperber, filósofa: ´Ensayo sobre la vida humana´
"En vez de autoayuda lean autoexigencia, osea, filosofía"
LLUÍS AMIGUET - 13/10/2010 . La Contra-La Vanguardia

Mi condición de mujer convierte mi edad en una declaración de fertilidad, y la prolongación de la fertilidad cambiará nuestro mundo. Tengo un hijo. Nací en Argel, en un país al que nunca podré volver porque ya no existe. Soy social a fuer de liberal: una aspiración lleva a la otra

La filosofía está tan de moda en Francia como lo estuvo el rock.

¿Se matriculan muchos estudiantes en Filosofía?


Hay muchos ciudadanos que quieren aprender. Hace 20 años que no paran de abrirse cafés filosóficos,siempre concurridos, y los debates de ideas en radio y televisión conquistan gran audiencia...

Tal vez sea sólo una moda.

... Autores exigentes con el lector venden grandes tiradas - hasta 30.000 ejemplares-de sesudos ensayos. Se publican revistas filosóficas populares y el magazine Filosofie ha conseguido una difusión muy respetable. ¡Hasta se fletan cruceros filosóficos!

¿Vacaciones en el mar de las ideas?

Sí, cruceros debatiendo sobre las olas. Yo misma estoy sorprendida por la audiencia de mi programa de ética en Radio France... Pero no hago concesiones: mantengo el nivel, porque percibo que me lo exigen...

¿De qué filosofía hablamos?

No la académica, desde luego, sino una más próxima a los ciudadanos que les ayuda a formarse una opinión sobre el sentido de la existencia, el amor, la pareja, la muerte...

No son preguntas nuevas, doctora.

Son preguntas eternas, pero lo que es nuevo es la necesidad de los ciudadanos no sólo de tener una opinión, sino de tener una opinión seria, sólida, que puedan contrastar en público.

¿Y por qué la necesitan ahora?

En parte, porque los medios de comunicación han descubierto el atractivo de la opinión bien expresada y la programan en todos los formatos: encuestas, debates, tertulias, mesas redondas...

Donde todos opinan sobre todo.

... Hasta crear la necesidad en el ciudadano de tener una opinión también él mismo y por lo tanto de formarla.

¿Y eso le parece frívolo y peregrino?

En absoluto. Tal vez esta sea una moda pasajera y la primera atracción sólo superficial, pero gracias a ella muchos ciudadanos conectan con algo más profundo en su interior y crecen en ambición intelectual.

También hay mucha frívola autoayuda.

Es cierto que se aprovecha la moda para vender recetas filosóficas de felicidad...

Desde hacer maratones hasta la meditación trascendental en todas sus variantes.

Suelen ser complacientes con su lector, quien a su vez es autoindulgente. Ya hace 2.500 años que Sócrates advirtió: si quieres ser popular, sé fácil y dile a la gente lo que quiere oír. Y la gente quiere oír que existe una receta sencilla para lograr la felicidad.

¿Ocupa esta filosofía el espacio que abandona la religión?

El catolicismo en Francia y España era la formación espiritual de la mayoría, pero ha estado tan obsesionado por la moral privada, especialmente la sexual, que ha abandonado las demás dimensiones de lo humano.

Habrá de todo.

Cierto. Muchos católicos han decidido serlo en serio y han vuelto al rigor, incluso algunos al fundamentalismo. Es un síntoma.

¿De qué?

De la necesidad generalizada de mayor compromiso vital más allá del banal ir tirando.

¿En qué sentido?

El socrático: Sócrates constata que una vida sin skepsis - reflexión e indagación profunda-no merece la pena ser vivida. Sócrates no buscaba la felicidad, como la concibe un manual de autoayuda, sino la verdad.

La verdad te hará libre, pero no feliz.

Eso descubrieron los seguidores de Sócrates: la desazón del primer contacto con la verdad, que es la certidumbre de la muerte y la nada. Los existencialistas quedaron atrapados en esa sensación de desamparo y soledad en un universo absurdo. ¿Para qué esforzarse en nada si la muerte y el olvido acabarán con todo tarde o temprano?

Si no superas ese sentimiento, no vives.

Los existencialistas se negaron a esquivarlo o a intentar trascenderlo y quisieron apurarlo hasta las heces: decidieron zambullirse en el absurdo hasta encontrar un sentido en él. "No pienses el absurdo - dicen-,vívelo"...

Veo que no le satisface esa línea...

Yo creo que Sócrates nos anima a encontrar sentido a nuestras vidas con ayuda de la razón y el examen crítico de cuanto hacemos. Estoy convencida de que la racionalidad puede ayudarnos a superar ese vacío.

¿Qué razones le asisten?

Somos seres racionales y la primera respuesta es: "Si hago algo es porque soy yo". Cuando examinas tu vida, tras una gran decisión estudias instintivamente las razones por las que tú has acertado o has fracasado.

Sueles buscarte excusas o medallas.

Lo cierto es que ese juicio sólo puede ser retrospectivo. Sólo el paso del tiempo nos permitirá juzgar con exactitud a posteriori. Citaré a Bernard Williams y su Gauguin...

Cuéntenos...

Gauguin abandonó todo: mujer, hijos, amigos, porque creyó que su talento sólo se realizaría si se iba a pintar a Tahití... Y acertó.

Una cumbre del arte moderno.

Pero ¿qué hubiera pasado si se hunde su barco o si llega a Tahití y tiene una crisis creativa personal y al final no pinta nada?

Hoy sería un mal padre y un fracasado.

Se podría decir que lo único que puede justificar moralmente a Gauguin es el éxito, pero sería injusto no discriminar las razones:

Veamos...

Si se ahoga en el viaje, no podríamos culparle, pero si fracasa por su pereza o bloqueo, entonces sí sería un desgraciado.


Cicuta con auditoría

Madame Canto-Sperber profesa sin duda la skepsis socrática al vestir con sobria elegancia no sólo su cuerpo conciso y su conversación contenida, sino también su conducta pública, en la que ha puesto la ingrata búsqueda de la verdad por delante de la siempre agradecida conveniencia. Ha mantenido sonados debates con el establishment filosófico francés tanto en el Comité Nacional de Ética como cuando fue nombrada directora de la prestigiosa École Normale Supérieure y tuvo que beber la cicuta de la desautorización corporativa y sufrir una cascada de dimisiones. No sé qué hubiera hecho Sócrates frente al boicot de la élite normalien,pero ella, de entrada, encargó una auditoría...

Cartel exposición Paul Gauguin, Stuttgart, 1998

Cartel exposición Paul Gauguin, Stuttgart, 1998

Cartel exposición Paul Gauguin, Stuttgart, 1998

Cartel exposición Paul Gauguin, Stuttgart, 1998
Fotos: Pilar Vidal Clavería

domingo, 10 de octubre de 2010

Trascender la materia

Sentimientos, sentido y sentir se entrelazan en esta entrevista con Antonio Damasio

Antonio Damasio, neurólogo: ´El error de Descartes´ , ´Y el cerebro creó al hombre´
"Somos materia, pero sabemos trascenderla"

LLUÍS AMIGUET - La Contra-La Vanguardia, 9 octubre 2010

He tenido 25 años desde que cumplí los 25, pero ahora son más felices. Nací en Lisboa: soy europeo a fuer de ibérico. Mi familia es Hanna, que investiga conmigo además de tener su propia obra. Soy liberal en el sentido europeo del término, que en EE. UU. sería de izquierda

Vivo ahora los mejores momentos de mi vida, porque he aprendido a apreciarlos.

¿Es más feliz hoy que hace cincuenta años?

Nuestro cerebro es el resultado de millones de años de adaptación, y el mío en el transcurso de la vida ha aprendido a disfrutarla.

¿El cerebro es capaz de pensarse?

Ya desde el primer microbio, cualquier ser vivo responde a los cambios del entorno con un esfuerzo de homeostasis, de equilibrio con el medio, de adaptación.

Puedes adaptarte sin ser consciente.

Para adaptarnos debemos medirnos constantemente con nosotros y con el medio. Así adquirimos una imagen de nosotros mismos...

¿Cómo?

A partir de la información que le proporcionan los sentidos, nuestro cerebro elabora y reelabora a cada instante mapas: mapas visuales, auditivos, táctiles de nosotros y el entorno. Nuestra mente surge en ese proceso.

¿La mente sabe que existe?

Es como una orquesta de percepciones, ideas, sentimientos simultáneamente cambiantes que generan su propio director. Ese director de la orquesta del cerebro es la conciencia, que ya es un yo al que se añade la memoria subjetiva...

Y es el paso siguiente en la evolución.

Es la respuesta cerebral de la evolución a la necesidad no sólo de responder a posteriori a los desafíos del medio, sino de anticiparnos a sus cambios y exigencias.

¿Los animales son conscientes?

Algunos tienen mente pero no llegan a tener conciencia. Los primates, mamíferos marinos, elefantes, lobos y perros no sólo tienen un sí mismo central, sino también uno autobiográfico, como usted y yo.

¿Cómo se anticipa nuestro cerebro a los cambios y amenazas del entorno?

Se sirve de percepciones, emociones y sentimientos... Todos ellos son inseparables del proceso de pensar y, por eso mismo, mente y cuerpo son impensables por separado.

Por ejemplo.

Si entra un león en la habitación, usted percibe el peligro, lo que se transforma en emoción, y si elige escapar, su mente le preparará para huir e incluso le anestesiará mientras corre si le hiere en la huida...

Sentiré que debo correr, desde luego...

Y ese sentimiento es el conjunto del estímulo, la reacción y las ideas que se generan en el cerebro. Y es subjetivo, es suyo. Es su yo. Además, después, cuando me explique su huida del león, nuestras neuronas espejo sincronizarán de un modo sutil pero tremendamente eficaz nuestro sentir, de forma que usted seré también yo y yo, usted.

¿En qué sentido?

Usted ahora mismo, cuando me está escuchando, no puede pensarme sin sentirme. No puede separar al verme lo que le hago sentir de lo que le hago pensar...

El amor, el miedo, el odio... ¿sólo son procesos bioquímicos?

Todos tienen una base material. Pero eso no disminuye su grandeza. Son un prodigio adaptativo abierto al futuro.

Pero... ¿ninguna vida tras esta vida?

Piense en el dolor de una madre que llora a un hijo. Hemos inventado la otra vida como paliativo para el dolor causado por esa destrucción del vínculo entre humanos. Sin ese vínculo de amor nuestra especie no habría llegado hasta aquí, pero esa fortaleza también nos hace débiles cuando se rompe.

Así la religión sería mero consuelo...

La respeto en quien la vea como algo más.

Cree en hombres que crean dioses.

¿Recuerda la homeostasis en los cuerpos?

Ha dicho que era el principio del yo.

Ya lo era en una ameba, pero es el mismo principio de la religión, la justicia o la política: los humanos buscan un equilibrio social que mejore su adaptación al medio.

¿Cómo?

Entre la célula eucariota que se autorreguló para adaptarse al entorno y el redactor de una Constitución median millones de años de evolución, pero el principio es el mismo: autorregularse, tener conciencia, para encontrar un equilibrio que mejore la adaptación de la especie y sus individuos al entorno.

Emociones, sentimientos, pensamientos, mente, conciencia... y... ¿sueños?

Los sueños y el inconsciente son parte de ese esfuerzo adaptativo que es la mente. De hecho, sin ese marcapasos que representan los estímulos del mundo exterior, a la mente le sería fácil pasar la vida soñándose.

Ese es un sueño freudiano.

Freud fue pionero en la investigación del inconsciente, aunque el psicoanálisis no sirva para curar una enfermedad mental grave.

¿Entonces sólo vivimos para que nuestros genes sean eternos?

Dawkins dice que somos meros robots portadores de genes egoístas a los que servimos hasta morir tras reproducirnos para que ellos pervivan generación tras generación y especie tras especie en la cadena evolutiva.

Perspectiva hermosa, pero terrible.

Yo no sería tan radical, porque creo que ese complejísimo mecanismo tiene la capacidad de conocerse hasta superarse a sí mismo. Así, con nuestro cerebro podemos vencer a la naturaleza y trascenderla.

Veo que en el futuro sí que cree.

Desde la convicción científica en nuestra capacidad evolutiva, se lo digo con palabras prestadas de un poeta, Eliot: "El tiempo pasado y el tiempo futuro, lo que podría haber llegado a ser y lo que ha sido, apuntan a un fin, que es siempre presente".


"Somos materia, pero sabemos trascenderla"

Primates muy listos

Como buen primate, Damasio sabe trabajar no sólo en equipo, el del Brain and Creative Institute, sino además en pareja, y eso es ser un primate emocionalmente inteligente, como demuestra el cariño con que le escucha la brillante neuróloga Hanna Damasio. Antes de ser recibido como honoris causa por la Universitat Ramon Llull, Damasio reitera su científica fe en la materia como fundamento de nuestro cerebro, emociones, sentimientos y amores. Pero también nos confía ilusionado su confianza, tan científica como humana, en que ese mismo cerebro es capaz de trascenderse a sí mismo y a la materia de la que está hecho. De momento, podemos encontrar la eternidad en un infinito presente.

Babuinos gelada, Theropithecus gelada
Simien Mountains, Etiopia 2008


Babuinos gelada, Theropithecus gelada
Simien Mountains, Etiopia 2008

Fotos: Pilar Vidal Clavería


Añado a esta entrevista de La Contra, la que realizó Eduardo Punset en marzo del 2006

miércoles, 6 de octubre de 2010

Plantas medicinales

Mi abuelo, como Josep, también era labrador, se llamaba José, trabajó en el campo toda su vida y bajo el sol de Aragón curtió sus manos y su piel, son dulces mis recuerdos junto a él, en los días de verano o en las fiestas Navideñas.

José Clavería y Antonia Chesa

De las propiedades de las plantas medicinales de las que nos habla Josep Pàmies en su entrevista de hoy, también nos habló el doctor Edward Bach en 1936, un texto que ya he utilizado en otras entradas del blog:

"Desde los comienzos de la historia, sabemos que las plantas han sido utilizadas por sus propiedades curativas, y cuando retrocedemos en el tiempo, las tradiciones nos dicen que el hombre creía que en las plantas de las praderas, valles y montañas residía el poder para curar las enfermedades. Cientos de años antes de Cristo, los antiguos indios y árabes, y otras razas, eran expertos en el uso de los dones de la naturaleza; también los primeros egipcios, y más tarde los griegos y romanos, y en mucho menor medida cuando nos aproximamos a nuestra era".


Josep Pàmies, payés, impulsor del movimiento Dulce Revolución
"Menos flores de balcón y más plantas medicinales"
IMA SANCHÍS - 06/10/2010 - La Contra-La Vanguardia

62 años. Soy de Balaguer. Casado, 2 hijos y casi ya 2 nietas. Mi aspiración es el socialismo, no lo que conocemos, y la autogestión e independencia de mi país, Catalunya, aunque sea en castellano: lo esencial es entenderse. Creo en algo que nos trasciende, pero no en las religiones

¿Qué le ha enseñado la tierra?

Todo. La tierra es el origen, y por tanto cuando no la he escuchado me he perjudicado a mí mismo y a mis tierras. Cuando por fin comprendí que era un ser vivo y la he tratado como tal, han mejorado mis ingresos, mi salud y la de mis hijos.

¿Fue presa de la revolución verde?

Sí, de la imposición de técnicas de cultivo superintensivo mediante abonos químicos, pesticidas, fungicidas...

Y contra ella ideó la Dulce Revolución.

Dulce, porque con violencia no se va a ninguna parte, y dulce, también, en honor a la planta que a mí me despertó.

La dulce stevia.

Mi vida y mis tierras eran un desastre, ya no producían. Utilizaba todos los insecticidas, fungicidas, bactericidas y antibióticos legales en aquellos momentos (hoy ya muchos ilegales). Decidí investigar y puse la palabra de mi proveedor, Monsanto, en internet.

¿Qué halló?

Una asociación de padres de niños diabéticos muertos en EE. UU. que luchaba contra Monsanto para que prohibieran el aspartamo (de su propiedad) y legalizaran la stevia, un edulcorante natural, que consumida en fresco o en seco podía haber solucionado la vida de aquellos niños.

Y su rebeldía consistió en cultivarla.

Durante diez años he regalado miles de plantas, con la sorpresa de que muchos diabéticos reducían así la toma de insulina. Entendí que detrás de muchas prohibiciones en Europa y en el mundo hay intereses económicos, precisamente los mismos que han hecho posible esta agricultura industrial.

...

Investigué más a fondo el comportamiento de la industria farmacéutica, la que me vendía los productos para rociar mis plantas, y quedé horrorizado.

Y nació un activista.

Si comemos lo que nos da la naturaleza sin rociar químicamente, podemos volver a la salud, lo he experimentado en mi cuerpo.

No habrá sido un proceso sencillo.

Para desintoxicar la tierra necesitas años. Si las universidades se pusieran del lado de la agricultura ecológica y nos asesoraran, en quince años todo el mundo podría cultivar una agricultura superrentable y productiva, más que la actual, sin gastos añadidos de semillas y tratamientos.

La comida ecológica resulta muy cara.

Hay que suprimir intermediación. Si un fin de semana al mes haces el esfuerzo de desplazarte donde están los ganaderos y agricultores ecológicos, el precio está muy ajustado y la comida es de calidad.

Buena idea.

Y si usáramos las plantas medicinales que nuestro entorno nos da, mejoraría de forma radical nuestra salud, y el presupuesto sanitario público bajaría a la mitad en diez años.

¿Cuál es el problema de las plantas medicinales?

Algunos tesoros para la salud son ilegales y la ley de Etiquetaje impide etiquetar con sus propiedades las plantas medicinales, pero pueden poner el extracto de una planta en un yogur y decir que es bueno para regular el colesterol, o añadir omega 3 a la leche estrujando sardinas. La ley de Etiquetaje se ha hecho a favor de las grandes industrias alimentarias.

Lácteos y aguas minerales cantan sus virtudes.

Tienen excepciones de lujo. Nosotros reivindicamos el derecho de poder etiquetar las plantas medicinales con sus demostradísimas propiedades.

... Un saber que se está perdiendo.

Por eso hemos nombrado catedráticos de la naturaleza a los abuelos que todavía guardan conocimientos y estamos recogiendo su sabiduría de autocuración, valores que hay que reincorporar a la sociedad urbana.

¿Cómo?

Con balcones de salud: en lugar de tener sólo flores, hay que tener las plantas medicinales necesarias como botiquín de primeros auxilios: tomillo, romero, salvia, orégano.

Cuénteme.

Por ejemplo, una infusión de tomillo (bactericida) con la flor de saúco (expectorante) y stevia (antioxidante y edulcorante) es extraordinaria contra los resfriados. El romero, el ginseng natural mediterráneo, es potenciador de la energía; y la salvia, para la buena circulación de la sangre. Pero tampoco renunciamos a las plantas tropicales.

Interesante.

La kalanchoe, por ejemplo, un antitumoral muy potente y con resultados pasmosos. Es un crimen que el sistema sanitario no se empape de este conocimiento.

¿Y prohíben su venta?

Aunque demuestres que su uso es milenario en otras zonas del planeta, tienes que presentar estudios millonarios. Hace ocho años que una asociación, que ha podido pagar esos estudios, intenta legalizar la stevia. Se ha sumado Coca-Cola, que ha patentado la stevia para 24 aplicaciones alimentarias.

Entonces se legalizará.

La autosuficiencia de las semillas está desapareciendo a través de híbridos y transgénicos. Las mismas multinacionales que los producen han hecho un túnel de congelado en Svalbard, Suecia, para conservar 5 millones de semillas autóctonas por si viene un desastre: el desastre que están provocando ellas. Las semillas no tienen que estar congeladas, sino en los campos cultivándose.

Desobediencia civil

Lleva la agricultura en la sangre (cuatro generaciones); a los 16 ya trabajaba la tierra (cultivo de hojas y flores comestibles). Dedica parte de su tiempo a la Dulce Revolución (dulcerevolucion. com), asociación sin ánimo de lucro que estudia y promueve las plantas medicinales (algunas prohibidas) vinculada al Slow Food, movimiento mundial que defiende una alimentación meditada, ecológica y sana. Pàmies lleva diez años cultivando más de treinta plantas medicinales, entre ellas la stevia, emblema de su resistencia contra lo antinatural, que regula los niveles de glucosa e insulina en sangre. Un potente edulcorante natural que ha chocado con la industria productora de edulcorantes sintéticos.

martes, 21 de septiembre de 2010

Cambiando

Leyendo esta entrevista de hoy con Josep Maria Ferrer Arpí, más que provocación, veo toda una serie de buenas reflexiones para tener en cuenta y que relacionándolo con las Flores de Bach llevan directamente a Walnut, el remedio para adaptarnos a cualquier etapa de cambio.

Si finalmente tomamos la brillante opción del riesgo, aceptamos nuestra vulneralbilidad y caminamos con humildad, estaremos un poco más cerca de la felicidad, una felicidad consciente y enriquecedora, podremos llegar a hacer lo que nos guste y que nos guste lo que hacemos.

Clematis, puede ser el remedio de entre las Flores de Bach para ayudarnos a materializar los sueños.

Josep Maria Ferrer Arpí, motivador de innovadores
"Si algo funciona..., ¡conviene empezar a cambiarlo!"
VÍCTOR-M. AMELA - 21/09/2010- La Contra-La Vanguardia

Mi edad es mental: entre 40 y 50 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy ingeniero y me he dedicado a la educación y a la divulgación científica. Vivo en pareja y tengo dos hijos y cuatro nietos. ¿Política? Estado propio para Catalunya, sin nacionalismo. La religión oficial es poder

Si algo funciona, mejor no cambiarlo, ¿no?

Todo lo contrario: si algo funciona, ¡cámbialo!

No parece sensato...

Lo insensato es dar algo por consolidado y asegurado: ¡lo único seguro es que se irá al garete!

No siempre.

Sí: ¡el éxito es tu enemigo principal! Si estás arriba..., el batacazo es lo próximo. ¡Seguro! Así que mejor controla tú el descenso… o te bajarán los otros.

Qué estrés.

El mundo cambia cada vez más rápido, así son las cosas: disponte para el cambio constante, y ningún problema.

¿Lo ha hecho así usted?

Cada dos o tres años he procurado innovar aquello que estuviera haciendo. Así lo hice en mi trabajo en programas de divulgación de TV3 y como director de innovación...

¿Conviene cuestionarlo todo siempre?

Subviértelo todo... y observa qué escenarios nuevos te abre eso: ¡conviene hacerlo al menos como ejercicio intelectual!

¿Cómo se hace?

Hay un montón de cosas que asumes como verdades. Juega a alterar esas asunciones, a autoprovocarte..., ¡y te saldrán ideas nuevas!

Probemos con esta asunción: "Trabajo para ganarme la vida".

Provócala, así: "No trabajaré para ganarme la vida". Si ganar dinero dejase de ser tu motivación, ¿cuál sería? ¿Divertirte? ¿Cambiar el mundo? ¿Qué te gustaría hacer? ¿Cómo cambiaría tu vida? ¡Plantéatelo, al menos!

En plena crisis... perturba pensar así.

Las crisis pasan. Y estas provocaciones pueden abrir alternativas. ¡Quizá te harías rico en cuanto dejases de guiarte por el dinero!

¿Como efecto colateral?

Si haces lo que te gusta, todo lo que derive es colateral ¡y bienvenido! Depende de ti.

Y de la realidad circundante.

¿La realidad? La realidad no existe. La realidad se construye con sueños.

Y los sueños, sueños son.

No: todo lo que ves alrededor, toda esta civilización, ¡es resultado de sueños! Sólo lo soñado puede acabar realizándose. ¡Sueña!

Otra asunción: "El trabajo requiere sacrificio!

¡Provócala!: "El trabajo es un placer que no requiere ningún sacrificio". ¿No merece la pena perseguir esto? La alternativa es dramática: ser infeliz la mayor parte de tu tiempo. No abandones jamás este sueño, lucha.

¿Qué otras asunciones provocaría?

"El trabajo condiciona la vida familiar", "El trabajo condiciona mi residencia"... Provoco: "Mi vida personal va por delante", "Mi residencia la fijo yo"... El modelo es el comisario Montalbano: le ofrecen cargos y sueldazo..., pero prefiere no cambiar por eso su pequeña ciudad, y se queda.

Póngame un ejemplo de una innovación cuando parecía innecesario innovar.

Nos llegó el CD y para mi generación significó que estaba solventado eternamente el soporte musical. Alguien innovó cuando parecía no hacer falta... y el mp3 ha acabado con el CD.

Otro.

¿Era sensato innovar una tradición de 500 años de circo, y hacerlo sin animales, y sin estrellas, y sin dirigirse a los niños, y musical y caro? ¡Ahí tiene el Cirque du Soleil!

¿Qué innovación introduciría en el deporte?

Que los equipos no representasen ciudades, regiones ni estados. ¡Nada de himnos, ni banderas, ni sentimientos patrióticos!

Lo tiene usted claro.

¿Por qué el mundo del deporte parece intocable? ¿Por qué hemos de ver a políticos en los palcos? ¿Son más ellos que yo? ¿Por qué asumimos que en el fútbol se insulte?

¿Y en el ámbito de la educación?

Reintroduciría el esfuerzo disciplinado.

¿Qué consejos daría usted a sus hijos?

A mis hijos ya les dije: "No os legaré ningún patrimonio material, lo gastaré todo antes de morir". ¡Trabajar para dejar patrimonio es una necedad!

¿No es lo suyo un egoísmo?

No, porque ¡es mejor que me tengan a mí que a mis cosas! Siendo niños los llevé de viaje a muchos sitios, con tienda de campaña, con poco dinero...: ¡eso es inolvidable! Une y forma. Yme lo recuerdan con cariño. Y si ahora pueden verme contento y satisfecho conmigo mismo, ¿no es este legado mucho mejor que todo patrimonio material?

¿No ahorra?

Mi padre decía: "Cuando me retire, haré esto, haré lo otro...". Y murió a los 64 años, uno antes de retirarse. El ahorro sólo beneficia a los bancos. Yo me lo gasto en viajes. La vida es una. Y corta. Y hay un modo de amplificarla: ¡leer, ver cine, ver teatro y viajar!

¿Cuál es su próximo viaje?

Sueño con una vuelta al mundo. Para certificar que es redondo, ja, ja... Y se puede viajar sin mucho dinero: ¡nunca he viajado tanto como cuando no tenía un duro, de joven!

¿Y cómo afronta un innovador esto de ir envejeciendo?

Se lo diré provocativamente: cuantos más años cumplo, ¡más joven soy! Porque el cuerpo sigue a la mente, y yo voy liberándola de ataduras, puñetas y miedos, y alimentándola con sueños: ¡lo mejor está aún por hacer, me digo cada día!

Picasso decía: "Hay que cumplir muchos años para llegar a ser joven".

Vamos a innovar: yo digo que soy un hombre joven al que le encanta cumplir años.

Provocación

"No creo en nada de lo que no pueda dudar", me confía Ferrer Arpí, sonriente ante la paradoja. Se hizo popular al frente de Joc de ciència, Més enllà del 2000 o Punt Omega, divulgativos de TV3 (luego fue director de innovación de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió). Ahora vuelve a reinventarse como asesor de innovación en Eada y motivador de innovadores (ferrerarpi@ gmail.com): Cómo innovar sin morir en el intento es el subtítulo de su libro Si funciona, cámbialo (Gestión 2000), que se echa la crisis a la espalda y aporta consejos para ser más creativo... y provocador: "Haces La Contra y ves que tiene éxito, ¡así que piensa ya en ir cambiándola!".

El Taj Mahal desde el rio Yamuna, agosto 2006
Foto: Pilar Vidal Clavería

domingo, 12 de septiembre de 2010

Estados de ánimo

No había leído esta entrevista de La Contra en LaVanguardia de ayer y por suerte David, otro terapeuta floral, la ha incluido en su blog Gotas de armonía.

El doctor Bach definía 38 estados de ánimo diferentes y un remedio para cada uno de ellos, en la entrada de esta mañana, Conocerse, hemos podido repasar Centaury, Rock Rose y Mimulus.

La entrevista con Christophe André, también nos habla de los estados de ánimo como mezcla de emociones y de pensamientos.


Christophe André, médico psiquiatra y psicoterapeuta
"Nos apegamos a lo que debería ser en lugar de a lo que es"
IMA SANCHÍS - La Contra-LaVanguardia

Tengo 53 años. Nací en Montpellier y vivo en París. Casado, tengo tres hijas. Soy profesor universitario y psiquiatra en el hospital Sainte-Anne, especializado en el tratamiento de trastornos emocionales, ansiosos y depresivos. Soy de centroizquierda y cristiano budista

He visto una paloma muerta y me he puesto triste...

Ha recibido una información del exterior que le ha provocado un estado de ánimo, un clima mental.

Metamorfosis silenciosas.

Los estados de ánimo son emociones muy sutiles, pero definen nuestra vida emocional mucho más que las emociones fuertes, que radicalizan y simplifican nuestra percepción de los acontecimientos. Las emociones nos empujan a la acción, y los estados de animo, a la reflexión.

A veces no sabemos qué hacer con lo que sentimos...

Yo más bien diría que no sabemos exactamente qué sentimos y entonces caemos en la cavilación - darle vueltas incesantemente a lo que nos pasa-o la huida; pero cada vez que rechazamos sentir nuestros estados de ánimo, el problema persiste. Lo que hay que hacer es escucharlos, tienen un mensaje para nosotros. El análisis de los estados de ánimo nos vuelve más inteligentes.

Hay que saber hacerlo.

Primero aceptación y después acción, nunca reacción o negación. Aceptar nuestros dolores deja sitio a nuestras dichas, y volcarse (transitoriamente) en uno mismo permite volcarse hacia el futuro; pero aceptar la tristeza no significa sumirse en ella. Y hay que distinguir entre cavilar y reflexionar.

¿Cómo distinguirlo?

Las cavilaciones surgen de la pregunta ¿por qué?:¿por qué he tomado esa decisión?, ¿por qué me ha pasado a mí? La mejor pregunta para ver más claro es cómo:¿cómo hacer para que el problema no persista? Eso es reflexionar. El por qué es una pregunta intelectual, cómo es observación. Conocer cuál es mi experiencia cuando me siento mal trae lucidez para enfrentar el problema.

Los estados de ánimo pueden cambiar varias veces en un mismo día.

Lo deseable sería dar a cada estado de ánimo la respuesta que le corresponde, pero solemos dar a todos la misma respuesta. La herramienta adecuada es la introspección, detenerse y preguntarse qué estamos sintiendo, pero resulta difícil, muy difícil.

No me desanime, doctor.

Un recurso valioso es la meditación de plena consciencia, es decir: estar presente en la experiencia del momento que estamos viviendo, sin filtro, aceptando lo que llega; sin juicios de valor y sin expectativas.

¿Por qué pesan más los estados de animo negativos que los positivos?

Nuestro cerebro está cableado así, nos atrapa más lo malo que lo bueno. Cuando estamos en calma, frente al mar por ejemplo, no nos permitimos disfrutarlo, enseguida nos viene a la cabeza un pensamiento del tipo "debo..." o "hubiera tenido que...". En lugar de estar en el instante presente, vivimos en la anticipación o en el rumiar.

Hay situaciones y sentimientos ante los que no tenemos respuesta.

Hay que aceptar que el misterio existe, pero queremos tener respuestas para todo. La persona ansiosa es la que soporta mal la incertidumbre. La tendencia a la preocupación reposa sobre una intolerancia frente a la incertidumbre.

¿Preocuparse es cavilar sobre el futuro?

Así es. Estar preocupado es tener la mente repleta de problemas por adelantado, ocupada y nerviosa. Deja de haber espacio para otros estados de ánimo, como las pequeñas alegrías cotidianas.

¿Cómo regular la inquietud?

Entendiendo que no podemos controlarlo todo y que los problemas forman parte de la vida, aceptando la incertidumbre; pero preferimos llenar el inquietante vacío de la incertidumbre actuando o anticipando. Nos apegamos a lo que debería ser en lugar de a lo que es.

Enséñeme a facilitar los estados de animo positivos.

Sonría, sabemos que sonreír aumenta los estados de ánimo positivos. Y ante un problema, dé un paseo: en lugar de bloquear el estado de ánimo intelectualmente, muévalo físicamente y tome distancia. Moverse, hablar con otras personas y entrenarse en ejercicios de gratitud son remedios poderosos.

¿Cómo se entrena la gratitud?

Cada noche, piense en tres momentos agradables del día y dese cuenta de que casi siempre esos momentos se los debe a otras personas, al amigo con quien ha compartido la comida... O si ha estado feliz escuchando música, agradezca ese momento a aquel compositor que vivió hace tres siglos.

Brillante idea.

Pensar tu felicidad ligada a otras personas da más potencia a esa experiencia y más seguridad, nos da fuerza para luchar contra ese sentimiento de soledad existencial.

La dulzura es otra gran herramienta.

Cierto, solemos pensar que la dulzura, la amabilidad, el respeto por los otros, es bueno para los que lo reciben, pero todavía es mejor para quien lo da y es consciente de las consecuencias de sus actos.

La felicidad ¿se aprende?

Un 50%, sí. La felicidad es bienestar más conciencia. Se trata de convertir los pequeños momentos de bienestar en felicidad iluminándolos con la conciencia. Saber que la felicidad es efímera e intermitente, saber hallar dentro de la tristeza o la desdicha un momento para sonreír y asumir la imperfección nos predispone a la felicidad.

"Nos apegamos a lo que debería ser en lugar de a lo que es"

Siento, luego existo

Los estados de ánimo, esa mezcla sutil de emociones y pensamientos, nos acompañan en todo momento, sotto voce impulsan nuestros actos y nuestra relación con el mundo. André es un experto en ellos, y en su magnífico libro Los estados de ánimo. El aprendizaje de la serenidad (Kairós) los despliega ante nosotros y nos invita a escucharlos, aceptarlos, convertirlos en mentores de nuestra sabiduría, sobre todo si son incómodos. Me quedé clavada en la página 49, en una reflexión sencilla: "Nos irritamos cuando el calentador se estropea, pero no nos regocijamos por tener agua caliente todas las mañanas. Y no obstante, ¡deberíamos hacerlo a título de ejercicio de lucidez y felicidad!".

SONRIE
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AGRADECE
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OFRECE
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Fotos: Pilar Vidal Clavería
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