Comparto la respuesta, que Scott Turow define como una de sus verdades más profundas, porque es una realidad que vengo comprobando en los talleres en los que participo últimamente, la necesidad de que nos quieran.
En cuanto a su respuesta del por qué seguimos cometiendo una y otra vez los mismos errores, es algo que también se preguntaba el doctor Edward Bach, y uno de sus remedios, Chestnut Bud, puede ayudarnos en ese sentido.
Para quienes no sacan todo el provecho de la observación y la experiencia, tardando más tiempo que otros en aprender las lecciones de la vida cotidiana.
A su pesar, cometen el mismo error en distintas ocasiones, cuando una sola vez, hubiera sido suficiente, o bien cuando la observación de los otros habría podido evitar incluso ese primer error.
Los Doce Sanadores y Otros Remedios (1936)
Edward Bach
Chestnut Bud, es un remedio que se obtiene con la ebullición de los brotes del Castaño de Indias, Aesculus hippocastanun.
Dígame una de sus verdades más profundas…
Que a pesar de los pesares lo que más desean los seres humanos es que les quieran; morimos por ello.
¿Ha visto amor en los tribunales?
Los tribunales son uno de los principales fracasos del derecho. Allí no puedes hablar de amor, y además se suele funcionar como si el amor no existiera.
¿Cuál es la realidad de la justicia?
La realidad del poder, así que al final es el poder el que determina lo que es real dentro del sistema judicial. Si sucedió algo y el sistema judicial decide que no sucedió, entonces en el sistema judicial no es real.
¿El dinero y el poder eluden con más facilidad la justicia?
Casi todos los pobres que son acusados de un crimen acaban en la cárcel, aunque algunos no son culpables; entre los ricos eso es infrecuente.
Se dedicó usted a la corrupción en las altas esferas.
Como fiscal y como abogado defensor. Cuando era fiscal, mi mujer me dijo que debería tener un rótulo en mi despacho que rezara: "Todos mienten, los clientes, los abogados de la defensa, a veces también la policía".
¿La mentira reina en los tribunales?
A lo largo de los años me han impresionado las maneras extrañas y sorprendentes que la gente tiene de acabar inventando cosas por su propio sentimiento de inadaptación.
¿A qué se refiere?
He visto a multimillonarios robar cantidades de dinero irrisorias, y no es por avaricia, es simplemente porque les parece que tienen que hacerlo. Hay una multitud de maneras con que la gente intenta superar su infelicidad, y eso me ha impresionado.
No entiendo eso de que tienen que hacerlo, tienen que robar.
A veces, porque quieren pensar en sí mismos como personas poderosas; a veces, porque se creen tan importantes que consideran que no tienen que seguir las reglas; a veces, porque, a pesar de todo, creen que otros tienen más autoconfianza y su manera de compensarlo es robando.
¿Desencantado de su oficio?
Bueno, en primer lugar, creo que en la mayoría de los casos el derecho se acerca bastante al acierto; pero tengo que admitir que el negocio del derecho me desasosiega.
Cuénteme.
Los abogados en Estados Unidos ejercen para ganarse bien la vida, no para hacer justicia, y eso inquieta. El tipo de sistema, un poco fábrica de hacer justicia, especialmente con la gente pobre, me preocupa. Pero cuanto mayor me hago, más reconozco que algunos de los problemas con el derecho resultan de la dificultad que todos tenemos a la hora de escuchar y entender al otro.
A veces tienen que defender a gente que saben que es culpable.
Si yo sé que un cliente es culpable, no le dejo testificar ante el tribunal que es inocente, pero eso no significa que no ponga a prueba la demostración propia del Estado.
Es un tema que ha trabajado en sus libros: que un culpable acabe libre.
Muy a menudo el sistema legal es moralmente desconcertante. Es desconcertante cuando un culpable sale libre y cuando un inocente es condenado, pero después de haber reflexionado mucho sigo pensando que es la manera correcta de hacer las cosas.
¿Por qué falla la justicia?
Hay jueces estúpidos, abogados incompetentes y malas leyes.
Usted dedica parte de su tiempo a defender a gente desfavorecida. ¿Qué cree que diferencia a los ricos de los pobres?
Los pobres no se merecen ser pobres, simplemente son pobres, y eso en sí mismo marca unas diferencias ingentes.
... Y lucha contra la pena de muerte.
Yo no creo que la ley sea jamás capaz de encontrar una manera de llegar sólo a los casos en que sea justo aplicarla. Y la realidad es que en mi país la gente que está en el corredor de la muerte son en una mayoría aplastante pobres.
A un abogado triunfador, ¿la moral es algo que le estorba?
Dudo que haya un abogado exitoso que pueda decir: "Nunca en toda mi carrera he hecho algo que no sea ético". Pero creo que se puede ser un abogado exitoso y ejercer éticamente.
Hay estudios que demuestran que el colectivo más infeliz es el de los abogados.
Sí, y hay muchos motivos: es un trabajo con muchas exigencias. Pero lo peor de todo es que siempre estás luchando contra alguien, es como un matrimonio en el que discutes todos y cada uno de tus días. Pero se gana mucho dinero, y eso, a veces, los hace todavía más infelices.
¿Por qué?
No se sienten realizados. En el día a día la vida de un abogado puede ser estresante y a menudo llena de rabia.
¿Por qué retomar la misma historia de Presunto inocente 20 años después?
Para responderme a la pregunta de por qué seguimos cometiendo una y otra vez los mismos errores.
¿Alguna conclusión?
Por un motivo u otro, las personas son incapaces de enfrentarse a lo que tienen que hacer para cambiar.
¿Cuál es la pregunta más importante que se ha hecho?
¿Puedo llegar a ser feliz?
Piensa todo lo que dice. Su mirada es implacable, y hay en él un poso de tristeza. Por lo demás, es un abogado de éxito en Chicago, tiene uno de los bufetes más importantes, y su elegante imagen se corresponde con ello. Comenzó siendo un joven escritor, profesor de narrativa en la Universidad de Stanford, carrera que interrumpió para dedicarse al derecho hasta que mezcló ambas pasiones y publicó la primera de sus ocho novelas superventas: Presunto inocente,que Alan J. Pakula llevó al cine protagonizada por Harrison Ford. Veinte años después se preguntó cómo el protagonista habría sobrevivido a su crimen y por qué cometemos dos veces los mismos errores; así nació Inocente (Mondadori).
4 comentarios:
Hola Pilar. Cierto,yo también lo voy comprobando día a día, en los talleres, en la consulta,en mi vida privada, todos buscamos y queremos que nos quieran. Y creo que debemos empezar por querernos a nosotros mismos. Chestnut Bud importante para aprender de las experiencias y conocernos. Un abrazovalkagno
Hacer para cambiar y ser feliz
es, ha de ser posible aun en la duda
en cuadro de equilibrio inestable.
Y un beso en lo incierto de la acción
Hola Rosa
Lo bueno como siempre es encontrar ese equilibrio que buscamos y que tan bien nos hace sentir.
Quererse a sí mismo, querer al otro, dejarse querer, podríamos verlo como equilibrar el dar con el recibir, uno de los órdenes del amor en las constelaciones familiares.
Un abrazo también para ti Rosa
Inestabilidad para de nuevo encontrar el equilibrio, aceptar el cambio, lo incierto y actuar.
Un beso Enric
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