Recordemos que, cuando se descubre la falta, el remedio no consiste en combatir contra ella ni en emplear la fuerza de voluntad y la energía para suprimir lo incorrecto, sino en un desarrollo estable de la virtud opuesta.
A este desarrollo de la virtud opuesta, podemos darle también una lectura particular, la de incrementar nuestras fortalezas.
Martin Seligman, el psicológo y escritor, padre de la Psicología Positiva, expuso en su obra La auténtica felicidad un modelo con 24 fortalezas interiores, que están agrupadas en los siguientes grupos:
Sabiduría y conocimiento
Creatividad
Curiosidad
Apertura de mente
Deseo de aprender
Perspectiva
Coraje
Valentía
Persistencia
Integridad
Vitalidad
Amor y humanidad
Amor
Amabilidad
Inteligencia emocional
Justicia
Ciudadania
Equidad
Liderazgo
Templanza
Perdón y compasión
Humildad y modestia
Prudencia
Autocontrol
Trascendencia
Aprecio por la belleza y la excelencia
Gratitud
Esperanza y optimismo
Sentido del humor
Somos lo que repetidamente hacemos. Luego, la excelencia no es un acto, sino un hábito.
Aristóteles
3 comentarios:
Preciosa esta Adonis pirenaica!!
y valiosos consejos para fortalecernos. Espero ser repetitiva hasta la saciedad!!
PETONETS.
Absolutamente de acuerdo en eso de aprender, mediante la noble disciplina del hábito,el uso de las virtudes para contrarrestar las situaciones negativas.
Hermoso todo, incluyendo una maravillosa fotografía, llena de virtud.
ABRAZO GRANDE, QUERIDA AMIGA.
Y BENDICIONES SIEMPRE!
http://expresiongraficayverbal.blogspot.com/
Importantes y valiosos consejos,
para dia a dia incrementar nuestra fortaleza.
Bon diumenge.
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