El Pedraforca y la luna forman una pareja de ensueño. A las siete y medía de la mañana y un día después de la primera luna llena de esta primavera, la luna del gusano, la montaña y la luna, ofrecían un baile lento y majestuoso, una experiencia de las que para mi son regalos de vida.
A primeras horas de la mañana el color de la roca del Pedraforca, tiene una tonalidad rosada que invita a la calma
La luna se acerca a la cima del Pollegó superior
Cima y luna se fusionan por unos momentos mágicos
Para finalmente ya pasar casi desapercibida y finalizar el espectáculo
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