Estas casetas de colores se encuentran en la playa de Saint James, no son tan conocidas como las que están en la localidad de Muizemberg, pero son tambien sorprendentes y encantadoras.
Saint James se encuentra junto a la línea del tren de Simon's Town, que recorre la costa de False Bay y en ella destacan sus casetas de baño de estilo victoriano.
Al verlas desde el coche tuve la sensación, por sus colores, de ver un tablero de parchís y cómo no, bajé a jugar con ellas.
La ruta por la Península del Cabo viene marcada por las condiciones metereológicas de la zona, y el impredecible viento tiene el mando para decidirla. La carretera que discurre por la costa y que permite una ruta circular para llegar al Cabo de Buena Esperanza estaba cerrada por el viento, por lo que nos vimos forzados a modificar la ruta para llegar a nuestro destino.
Las casetas actuales de Saint James remplazan a las anteriores, que estaban deterioradas, pero mantienen su finalidad
Son un lugar que permite el cambio de ropa antes de acceder al baño o a tomar el sol en un rato de relax
Verde o amarillo ¿con que color quieres jugar?
Quizás prefieres ¿el rojo o el azul?
Desde su interior ofrecen una buena vision del estado del mar, y así poder observar como están las olas para la práctica del surf, muy común en toda esta zona
En
realidad este punto no señaliza el encuentro entre el Atlántico y el
Índico, ya que el punto de encuentro de estas dos aguas está en el
enclave de Cabo de Agujas.
Vista de la costa desde el camino que conduce al faro de Cape Point, que signica Punto de encuentro, nombre que origina el error que os acabo de comentar, pero sí que es el lugar donde las corrientes de Bengela, que es fría y recorre la costa occidental de África se une a la corriente cálida del Cabo de las Agujas.
Sonrientes y contentos Jordi Viader y yo en el Cape Point, Punto de encuentro, de Sudáfrica
El Cabo de la Buena Esperanza, tiene mucho de mítico. En 1488 el navegante portugués Bartolomeu Diaz, desembarcó en estas tierras sudafricanas desde Europa y lo denominó Cabo de las Tormentas, por su dificultad de acceso a las mismas.
Años después el rey de Portugal Juan II, le cambió el nombre por el de Cabo de Buena Esperanza para animar a los marineros que debian navegar entre Portugal y la India, en una ruta imprescindible para llegar a Oriente por mar, hasta la construcción del Canal de Suez.
Espectaculares las vistas desde le camino de acceso al Faro del Cabo de Buena Esperanza
En 1859 se construyó el primer faro, que se encuentra a 238 metros del nivel del mar y que en la actualidad se utiliza como punto de monitoreo centralizado para todos los faros en la costa de Sudáfrica.
Es una torre de hierro de 9 metros de altura, pintada a franjas de color blanco y negro a la que se accede tras un camino de unos 20 minutos, ya que el funicular que hace el trayecto, ese día estaba fuera de uso, por las condiciones del viento como podeis imaginar.
En 1919 se construyó un segundo faro a más baja altitud que el anterior para evitar los accidentes provocados por la altura demasiado elevada del anterior
Península del Cabo
Sudáfrica
febrero 2023
4 comentarios:
Qué gozada de viaje
Yo personalmente me quedo con la caseta roja, también, me encanta... Como me encantan y maravillan esas vistas, esos paisajes que tienes el privilegio de visitar.
Abrazos, Pilar!
Llevo un rato admirada por tus viajes y maravillosas fotos, incluida esa alegría que veo en vuestros rostros. Un verdadero placer verte.
Me alegro mucho, Pilar, poder viajar a todos esos sitios es una suerte y un disfrute.
También es un viaje de color contemplar esos preciosos y originales murales, casas y casetas de baño que siempre me han gustado. Coincido en mi gusto por el rojo, aunque es precioso ver esos colores primarios en conjunto.
Gracias por la belleza y disfrute que transmites.
Gran abrazo.
Gracias a las tres por vuestros amables comentarios.
Abrazos que viajan en el espacio
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