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martes, 11 de enero de 2011

Deseo de aprender

En el 2009 José Antonio Marina apareció en este blog en dos ocasiones, la primera en mayo con motivo de una entrevista en La Vanguardia y que titulé Responsabilidad y Respeto

De aquella ocasión además del interés de la entrevista destaco el comentario que hizo a la entrada  Elvira Coderch,  una frase de Platón:

"Cuando los padres se acostumbran a dejar hacer a los hijos; cuando los hijos ya no hacen caso de sus palabras; cuando los profesores tiemblan ante sus alumnos y prefieren adularles; cuando, finalmente, los jóvenes desprecian las leyes porque no reconocen, por encima de ellos, la autoridad de nada ni de nadie... entonces... aquí tenemos, en todo su esplendor y en toda su juventud, el principio de la tiranía."

La segunda ocasión fue en septiembre, en Gracias, cuando este blog cumplía un año de existencia y en un libro de José Antonio Marina encontré una definición de Sentir que me gusto especialmente.

¿Cómo puedo pasar de "sentir/viajar" a "sentir/experimentar" se sigue preguntando, y le responden: "Porque experimentar es viajar".

Resulta pues que la etimología de la palabra experimentar procede de la raíz per- que significa ¡"viajar"!. Así que sentir y experimentar son dos formas de viajar.

Hoy de nuevo José Antonio Marina, nos aporta en esta entrevista unos recursos y herramientas fundamentales que deben fomentarse a través de todo el proceso educativo.


José Antonio Marina, filósofo y pedagogo

Tengo 71 años. Nací en Toledo y vivo en Madrid. Estoy casado, mi mujer tiene hijos y aprendo mucho de mi nieta de 3 años. Las soluciones políticas tienen que ser éticas o no valen. Soy cristiano: una figura como Jesús permite una interpretación de la realidad muy interesante

El talento es el conocimiento al servicio de una vida lograda

Ima Sanchís, La Contra - La Vanguardia, martes 11 enero 2011

Qué es el talento?
 El talento es la inteligencia triunfante.

¿Hay inteligencias que fracasan?
Bobby Fischer, talentoso en el ajedrez, fracasaba en cuanto se separaba medio metro de un tablero.

Hay múltiples talentos...
Sí, pero hay un tipo de inteligencia situada en un nivel superior: la  inteligencia práctica, la guía de nuestra vida.

Entiendo.
La inteligencia triunfante consiste en que una persona tenga ideas  adecuadas al momento, soluciones a los problemas, una manera adecuada de comunicarse con los demás, que sepa utilizar sabiamente sus recursos, y que tenga buenos sentimientos.

Es mucho pedir.
No se trata de que los niños aprendan muchas cosas, sino de que con lo que han aprendido se les ocurran buenas cosas; no se trata de meterles ideas, sino de que seamos capaces de organizar su capacidad de producción de ocurrencias de modo que sean buenas.

¿Por ejemplo?
Ciertas creencias básicas que el niño aprende van a ser determinantes en su vida. Por ejemplo: hay niños que creen que la inteligencia es algo con lo que se nace; otros, que es algo que se adquiere, y eso produce formas muy diferentes de aprendizaje.

... Y de afrontar la vida.
Sí, será un pesimista o un optimista. El conocimiento tiene que estar al  servicio de la vida. No educamos para tener buenos resultados escolares, sino buenos resultados vitales fuera de la escuela.

... Lo olvidamos demasiado a menudo.
Deberíamos invertir menos tiempo en clasificar a los niños y ayudarles más a identificar y cultivar sus habilidades y sus dones naturales, porque el talento se educa.

¿Cómo?
Hay seis recursos fundamentales que deben fomentarse a través de todo el proceso educativo. Uno: una idea del mundo veraz, rica, amplia y llena de posibilidades.

Dos.
Un pensamiento fluido, riguroso, creativo, capaz de resolver problemas.

Tres.
Un tono vital activo, seguro de sí mismo, optimista y resistente.

Cuatro.
El aprendizaje de la libertad: entender la responsabilidad personal, construir la voluntad, formar la conciencia moral y entender las virtudes de la acción.

Cinco.
El aprendizaje del lenguaje es fundamental, no sólo para comunicarse con los demás, sino sobre todo para hablar con uno mismo. Los niños impulsivos no tienen una mediación lingüística entre el deseo y el acto, han de aprender a darse ordenes a sí mismos, porque si ese mecanismo no se forma, los niños no tienen control interno de sus actos.

Seis.
La sociabilidad. La educación del talento pasa por la educación intelectual, la educación afectiva y por desarrollar los sistemas de dirección de la propia conducta y dar criterios claros de lo bueno y lo malo.

¿Y cuáles son las herramientas?
Los tres grandes recursos educativos de los padres son la ternura, la  exigencia y la comunicación. El premio es el gran recurso para suscitar conducta, y el mayor premio es sentirse importante.

Hábleme del castigo.
Hay que saber que únicamente sirve para evitar conductas, pero no para promoverlas. Los niños quieren jugar y quieren crecer, sentirse capaces de hacer cosas, y ese es el gran dinamismo de los seres humanos.

¿Hay que decirles “tú puedes”?
Tanto padres como escuelas deben proporcionarle su momento de éxito, una tarea en la que, con sus limitaciones, se sienta triunfador. La motivación es la suma de deseo, expectativas y facilitadores (hábitos, esperanza de conseguirlo, confianza, destreza).

Dad al niño el deseo de aprender y cualquier método será bueno (Rousseau).
Hay que enseñar al niño a hacer proyectos porque unifican la atención y producen un enganche muy fácil con las motivaciones. Canadá es el país más avanzado en educación y están introduciendo la educación por proyectos desde la primaria. Hay que educar la voluntad.

Nadie nace con ella.
Los niños deben aprender a soportar el esfuerzo y comprender que tomar decisiones es una cosa molesta, hay personas que llegan a adultos con esa carencia.

¿Cómo ayudarles a ser felices?
Fomentando en ellos una actitud activa. Cualquier problema que pueda  resolver un niño no se lo debemos resolver nosotros. Debemos ayudarles a desarrollar una seguridad básica y un optimismo básico. Y fomentar la valentía, es decir, no dejar de hacer una cosa por la dificultad que entraña; la pereza y la mentira son actitudes cobardes.

¿Cómo podemos ayudarles a manejar sus sentimientos?
El niño debe saber nombrar los sentimientos que le asaltan, saber que lo que siente es miedo, rabia o angustia. Nombrarlos es poder manejarlos; por tanto, hay que favorecer que el niño hable de los sentimientos, sobre todo de los contradictorios, pero teniendo claro que ese no es momento de educar (adoctrinar o interrogar), sino de escuchar.

La alegría de educar

Llevo muchos años siguiendo y admirando a este filósofo que tiene la virtud de hacer fácil lo difícil, y su mayor herramienta, además del rigor y la curiosidad bien nutrida, es su sentido común. Consciente de que para educar a un niño hace falta la tribu entera, Marina se ha embarcado en un proyecto apasionante: la Universidad de Padres, una puesta en común y un curso de once meses por internet, un acompañamiento a los padres de un grupo interdisciplinar de pedagogos y psicólogos, y una colección de libros para padres y docentes, manuales de navegación prácticos y optimistas: ¿(...) educar debe ser una actividad alegre?. El primero de ellos es La educación del talento (Ariel).

Niños en Kyrgyzstan, junio 2009
Foto: Pilar Vidal Clavería

lunes, 7 de septiembre de 2009

Gracias

El siete de septiembre del 2008, con el título Vacaciones en Etiopia escribía por primera vez en el Blog Sentir con Flores de Bach.
Hoy hace un año y el blog ha crecido, ha sido un medio fantástico para poder a la vez que divulgar las Flores de Bach y a su descubridor el doctor Edward Bach, escribir sobre muchos de los temas que tienen interés para mi, en ocasiones relacionados directamente con las Flores de Bach y en otras con mis aficiones y gustos personales.
Este blog como un patchwork ha ido creciendo y sus piezas encajando y quiero agradecer a todos el que compartais este espacio.

Cuando escogí el título para el blog no tuve más que mirar delante mío, la palabra SENTIR está escrita, junto a la de GRACIAS muy cerca de la pantalla de mi ordenador, así que cada día las tengo presentes.
Del sentir, comenta en el Diccionario de los sentimientos, su protagonista, un extraterrestre llamado Usbek, lo siguiente:
Esta palabra, sentir, me ha dado muchos quebraderos de cabeza, porque significa muchas cosas.
Sentir parece, desde luego, un modo básico de ser consciente, que no está claramente calificado ni como cognitivo ni como afectivo. Es la capacidad de percibir las sensaciones o las alteraciones del propio organismo; pero también la capacidad de emocionarse o de desear, y el acto de ser afectado por estímulos espirituales.
Procede del latín clásico sentire, "Percibir por los sentidos o ser afectado por algo". Debería haberme contentado con esta definición, continúa Usbek, pero no lo hice, y me he metido sin querer en camisa de once varas, y he intentado comprender la palabra sentido, que es enormemente compleja. Por de pronto es el participio el verbo sentir, y significa "lo que se siente", pero se ha sustantivado con tres acepciones distintas: un órgano sensorial (el sentido de la vista), el significado de algo (el sentido de esta frase), una dirección (calle de doble sentido).
¿Cómo ha podido adquirir significados tan distintos? La palabra deriva de la raíz indoeuropea sent-, que significaba "tomar una dirección, dirigirse a". Es decir, que primero significó "dirección", luego supongo que "significado", porque el signo es una indicación que hace ir hacia otra cosa. Y por último, que es sin embargo por donde empezamos, "experimentar de una cierta manera".
¿Cómo puedo pasar de "sentir/viajar" a "sentir/experimentar" se sigue preguntando, y le responden: "Porque experimentar es viajar".

Resulta pues que la etimología de la palabra experimentar procede de la raíz per- que significa ¡"viajar"!. Así que sentir y experimentar son dos formas de viajar.
Cuando acabe de leer esta parte del libro, la sonrisa se hizo evidente en mi cara, ya que al comprobar que este blog se podría también llamar Viajar con Flores de Bach, me pareció estupendo.
Queda claro, por el número de entradas que me gustan los viajes y ha resultado que sentir y viajar van de la mano.
El libro que os comentó es de José Antonio Marina y Marisa López Penas, de editorial Anagrama y recomendado por Susana Veilati en su artículo publicado en la revista 52 de Sedibac.
El siete de septiembre también es el titulo de una canción de Mecano, grupo que me acompaño durante un tiempo en mis viajes de vacaciones



Y también he encontrado una canción que se titula Flores de Bach






Patchwork de Kyrgyzstan
Foto: Pilar Vidal Clavería

jueves, 7 de mayo de 2009

Responsabilidad y respeto

Por la mañana si puedo consulto La Vanguardia desde internet y si el artículo de La Contra está relacionado con algún tema de mi interés lo incluyo en el blog junto a algún comentario particular.

Hoy todavía no he llegado todavía a La Contra y he encontrado tan interesante esta entrevista, que aqui está siguiendo al Impatiens que muchas veces me aparece.

José Antonio Marina
: "El niño obedece a quien comunica respeto"

El filósofo y sociólogo presenta su último libro, 'La recuperación de la autoridad' | "Deben aprender el principio de realidad: vas a ver algunos de tus deseos frustrados"

NÚRIA ESCUR | Barcelona | 07/05/2009 | Ciudadanos
La Vanguardia

El filósofo y sociólogo José Antonio Marina presentó ayer en Barcelona su último libro, 'La recuperación de la autoridad' (Ed. Versátil). Un tema que le ocupa y le preocupa por la falta de respeto que detecta en el interior de las familias, las aulas y los centros de trabajo. Analiza lo nefasto del mundo permisivo que hemos montado para nuestros hijos y advierte la necesidad de reformular la libertad que provocó que los hogares se desborden. Ofrece una ayuda: www.universidaddepadres.es. En la portada, una niña se tapa los oídos y cierra los ojos.

¿Qué es lo que no quieren oír ni ver?

Ni órdenes ni indicaciones. Los niños de hoy repiten mucho el 'no', por eso es tan común lo de "¿es que no me oyes?", que quiere decir "¡es que no me escuchas!".

¿La cultura de la permisividad es invisible?

Como una cordillera hundida: sólo hemos visto crestas. Si yo le pregunto si tiene algo que ver el aumento del consumo opulento con el de niños hiperactivos, usted me dirá que no. Pero sí.

La crisis de autoridad no ha sido casual.

En absoluto. Reclamamos la recuperación de autoridad pero no sabemos cuál. ¿Qué autoridad? Pues la responsable, no la patriarcal ni la que nació con la Ilustración y la quiebra de elementos ("es así porque lo digo yo").

¿A qué tipo de persona obedece mejor el niño?

Aquel en el que reconoce no el poder sino la autoridad, aquel que ve que emana excelencia, que a lo mejor no quiere mandar sino que, simplemente, comunica respeto.
Habrá que dejar de presionar a los maestros.

Claro. Han llegado a su límite de agobio, igual que los padres. Hay que prepararlos para la capacidad de respuesta: el mercado de la droga van a tenerlo ahí igual, ahí delante. ¡Eduquemos su modo de reacción ante ella! Tuve una reunión interesantísima con padres de múltiples culturas: ¡todos querían lo mismo para sus hijos!

¿Y todos andaban tan desorientados?

Lo tienen más claro las sociedades que aún están en fase autoritaria, pero, desgraciadamente, porque allí no tienes opción. Son muy resultones educativamente: despejan las incógnitas como nadie.

El pediatra francés Aldo Naouri defiende que nuestros hijos "no nos lo van a recriminar. Nos darán las gracias".

En eso tiene razón. También dice: "Si quieres que tu hijo sea demócrata, edúcalo de modo fascista. Si quieres que tu hijo sea fascista, edúcalo democráticamente". Ahí se pasó un poco...

Eso equivale a decir que la frustración nos hace más felices.

Para ser más felices deben aprender el principio de realidad: vas a ver algunos de tus deseos frustrados y sabrás que convivir con eso es condición de la vida humana. De lo contrario, el joven ante la frustración escogerá uno de los dos caminos: la frustración me hunde y por tanto me deprimo o la frustración me irrita y por lo tanto agredo.

Desmienta un mito.

Que los hombres nacemos libres. Eso es totalmente falso. ¡Tampoco se nace con voluntad! Nacemos dependientes y en todo caso nos cuesta liberarnos de muchas cosas: nuestros miedos, pasiones, ignorancias, perezas... el niño debe 'aprender' a ser libre.

Sus frases son provocadoras: "Hay que eliminar el psicoanálisis de las escuelas".

Y "cuando su niño cumpla 13 años deje de preocuparse por sus notas, preocúpese por las de sus amigos". Según sea ese núcleo de amigos, así se encaminará su hijo.

Marina, catedrático y doctor honoris Causa, confiesa que le educaron "muy raro": colegio gratuito, férrea disciplina, cariño e incentivos. Cita a Arendt y mantiene que es mejor mandar y obedecer por convicción (seducción) que por coacción (tiranía). Y que esa máxima sirve para niños y adultos.
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