Los mercados, son uno de los sitios que visitamos siempre en nuestros viajes, tienen mucho en común en todos los lugares del mundo, en Etiopia hemos visitado el "Merkato" que así se llama el de Addis y los de Awash y Bahar Dar.
En el Merkato caminar entre las paradas de frutas, verduras, especies, da una idea de lo que utilizan en su vida cotidiana, paradas grandes de utensilios para el hogar, ropas de vestir, zapatos y sandalias de plástico, colchones, muebles, esterillas y paradas pequeñas, una simple extensión de cebollas, zanahorias, tomates, pimientos verdes o patatas delante de la vendedora ambulante, sus billetes estan gastados y con olor desagradable, el birr es su moneda en el intercambio de compra y venta. En general las vendedoras son mujeres, llevan la cabeza cubierta con pañuelos o sombreros, a su lado muchas veces el paraguas que tanto sirve para la lluvia como para protegerse del sol en sus largos caminos hasta llegar al mercado. Van abrigadas la temperatura es fría. Hablan, regatean, compran lo que pueden, muchas van cargadas con sacos sobre sus espaldas, o sobre sus cabezas.
Venta de frutas en el Merkato
Caminar y observar, preguntar si te dejan hacer una fotografía, la respuesta puede ser una sonrisa y un movimiento afirmativo, o una negación, rotunda, girar y esconder la cabeza, algunos piensan que las fotos las venderemos al llegar a nuestro país y por tanto haremos negocio con ellas, ellos por contra no tendrán nada a cambio.
Eso si caminas con unas botas altas, de montaña, son como una plataforma de protección en su suelo, fangoso, negro, ellos van muchas veces descalzos, sus pies son robustos, anchos, acostumbrados a cualquier tipo de terreno, otros llevan zapatos o sandalias de plástico que quedan camufladas en los pies, otros pocos llevan sandalias de tira negra y suela de caucho.
Constantemente te cruzas con perros, cabras, cientos de asnos cargados o a punto de llevar la carga.
Hay también puestos de lavado de ropa, en grandes recipientes lavan a mano pantalones, jerséis, camisas, allí mismo las tienden y dejan secar al sol.
Lavado de ropa en el Merkato
Niños, niños por todas partes, bebes que asoman la cabeza en la espalda de sus madres, los que empiezan a caminar y los más mayores que todavía pueden jugar antes de empezar a trabajar.
El futbolín está presente en muchos lugares y siempre hay emocionantes partidas.
Los niños limpiabotas abundan por todas las zonas, tanto en la capital, ciudades o zonas rurales, trabajan hasta doce horas diarias y muchos de ellos obtienen así la fuente de ingresos para sus familias, van con una caja de madera y un cubo de plástico, primero con una esponja pasan agua y hacen una primera limpieza de los zapatos, después embetunan y abrillantan.
En el mercado de Awash, a 200 kilómetros de Addis, el ambiente es más rural, y hasta allí se desplazan las mujeres y los hombres afar, no quieren que se les fotografíe, aquí la temperatura es alta, no van abrigados como en Addis, sus peinados son peculiares, el cráneo esta peinado liso y de allí salen multitud de trencitas y sus vestidos de colores son muy vivos.
Los puestos de ganado tienen camellos, cabras y asnos. Sacos de plástico con granos diversos. Gallinas.
Te ofrecen café, otro de los tesoros de Etiopía, la tierra donde se produce es rica en nutrientes, rojiza, argilosa. En la recolección de octubre a abril, sólo se recogen los frutos maduros, a mano y uno por uno. Como tantas otras actividades agrarias que se siguen haciendo de forma manual, el arado de los campos con los bueyes, las cosechas y las recolecciones.
Fotos: Pilar Vidal Clavería