Una de las tantas consecuencias que ha acarreado la globalización es que las culturas de los distintos países se han dado a conocer masivamente y, dentro de ellas, su medicina y las distintas maneras de curar las enfermedades.
Es así como cada vez más las personas recurren a la acupuntura, reiki y, últimamente, a la reflexología, ya que han ganado credibilidad y se percibe como una confiable vía de sanación.
“La reflexoterapia se usaba hace más de 5.000 años, especialmente por los chinos e ingleses”, afirmó la doctora en Ciencias Complementarias y directora del Centro de Terapias Complementarias e Investigación (Ceteci), de la Universidad del Mar sede Reñaca, María Verónica Rodríguez.
Esta se realiza a través de la digitopuntura, es decir, se ejerce una leve presión con los dedos en distintas partes de la planta del pie, donde cada zona está conectada con una parte del cuerpo.
“Se trabaja únicamente con los dedos en los puntos reflejos de los pies, siendo esto un complemento a la manera en que tradicionalmente se tratan las dolencias y enfermedades. Se trabaja con el sistema nervioso central”, expresó la docente.
Agregó que “esto es medicina alternativa, la que pretende encontrar el equilibrio físico y emocional. Cuando se presenta una enfermedad es porque algo emocional está mal”.
La doctora junto a otros profesionales se trasladaron desde Viña del Mar hasta Magallanes para impartir el Diplomado en Reflexoterapia Clínica, el cual motivó a profesionales de distintas áreas conocer y profundizar en este tema.
“Mucha gente cree que las terapias complementarias son algo esotérico, pero es salud. Nosotros trabajamos con las enfermedades, no con la belleza”, manifestó una de las alumnas, María Paz Espinoza.
Inédita
Esta es la primera vez que los especialistas realizan este curso, aunque ya habían participado de otras instancias educativas en la sede de Magallanes de la Universidad del Mar.
“Ha sido una semana muy interesante, porque los estudiantes nos han podido conocer y vieron la calidad del diplomado, los contenidos. Algunas personas se llaman especialistas en la reflexoterapia, pero no han estudiado con el rigor académico que, por ejemplo, nosotros exigimos”, enfatizó Rodríguez.
El diplomado consta de 120 horas y es semi presencial. A mediados de año todos los alumnos deberán viajar hasta la Quinta Región para titularse, puesto que en esa zona se encuentra el Ceteci.
PILAR VIDAL CLAVERIA. Counseling integrativo-relacional duelo y pérdidas, Máster IL3 Universidad Barcelona, Instituto IPIR. Terapeuta floral. Lic Ciencias Biológicas Univ Barcelona.Información y consultas 652631831. Este blog es un espacio donde encontrarás información sobre el acompañamiento en el duelo y las pérdidas, la terapia floral y también algunos de mis intereses personales: fotografía, viajes, películas, entrevistas,reflexiones....Gracias por visitarlo y compartirlo
domingo, 7 de febrero de 2010
Reflexología en Punta Arenas
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Recordar
Lo estuve viendo y recordando algunos de los lugares que visitamos y lo mucho que todavía nos queda por ver.
martes, 8 de diciembre de 2009
Flora en la Patagonia
Frutos de notros, Embothrium coccineum
Leonita rosada, Leucheria hahnii
Mata guanaco, Anarthrophyllum desideratum
Mozaiquillo, Baccharis patagonica
Anémona, Anemone multifida
Calindrima o Oxalis ???
Lirio de campo, Olsysium biflorum
Parrilla, Ribes magellanicum
Hojas de lenga, Nothofagus pumilio
Flor de la cascada, Ourisia poeppiggi
Hojas de ñire, Nothofagus antarctica
Ranúnculo, Ranunculus peduncularis
???
Mata negra fueguina, Chiliotrichum diffusum
Diente de león, Taraxaxum sp
Chacay ???
Calafate, Berberis ilicifolia
viernes, 4 de diciembre de 2009
Pingüinos en la Isla Magdadelna
jueves, 3 de diciembre de 2009
Punta Arenas
Es una ciudad amplía, desierta un domingo por la mañana, y con indicadores que te recuerdan la lejana distancia física a otros lugares.
Vista de Punta Arenas desde el Mirador
Vista de Punta Arenas desde el Mirador
martes, 1 de diciembre de 2009
Pingüinos en la Isla Martillo
La isla Martillo se encuentra en el Canal Beagle en la Estancia Harberton y en una visita guiada fuimos a ver la colonia de pingüinos de Magallanes.
Ver a los pingüinos nos hacia mucha ilusión y aunque fue el día más intempestivo de todo el viaje, la nieve nos acompaño en el camino y en la visita, caminamos durante una hora en un espacio acotado con unas cuerdas que permite observar a los pingüinos que se mueven arriba y abajo y también ver cómo cuidan de sus nidos.
Pingüino magallánico a punto de entrar en el nido
Los pingüinos machos llegan a la isla a finales de septiembre y establecen su territorio en los nidos utilizados durante la temporada pasada, al cabo de unos días llegan las hembras, que forman pareja con el mismo macho del año anterior.
Pingüino magallànico al borde del nido
La cabeza del pingüino magallánico sobresaliendo en el nido
Los nidos se construyen en unas madrigueras que están excavadas en el suelo y los machos y las hembras se van turnando para ir a buscar alimento e incubar los huevos.
Hay también una pequeña colonia de 18 parejas de pingüinos Papúa, el pingüino típico de la Antártida y la isla Martillo es la zona más al norte donde se puede encontrar.
Para que no haya dudas del temporal de nieve que hizo ese día.
lunes, 30 de noviembre de 2009
Canal Beagle
Desde Ushuaia, la ciudad del fin del mundo, hicimos una excursión por el Canal de Beagle con un catamarang, en un día espléndido y con las montañas que rodean Ushuaia cubiertas de nieve, ya que el tiempo frío y las nevadas nos siguieron acompañando.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Perito Moreno
Día a día el frente del glaciar Perito Moreno se modifica, avanzando y dejando témpanos de hielo que son arrastrados por la corriente y el viento.
A 40 kilómetros de la localidad argentina de El Calafate, entramos en el Parque Nacional los Glaciares y después de casi 40 kilómetros más aparece el imponente Perito Moreno.
Con un frente de 5 kilómetros de ancho, y con una altura máxima de 60 metros, la estridencia al desprenderse los bloques de hielo se asemejan a los truenos y sencillamente tienes la sensación con el estruendo de que todo se acaba.
Las pasarelas de madera permiten pasear y disfrutar con la visión de un paisaje impresionante con unas magníficas tonalidades azules, un azul especial que sólo he visto en los glaciares y donde la calma y el silencio se suceden al ruido del estruendo.