Ultimamente acostumbro a publicar mayoritariamente en el blog sobre sitios que he visitado, de lo cuales, comparto junto a las fotografías, comentarios que ilustran el lugar y alguna experiencia personal que lo complementan.
Esta entrada es algo diferente, pues lo que comparto son imágenes y reflexiones que tienen relación con una persona en particular, Maria Mercè Riera Blanch, una persona con la que, a pesar de no conocerla personalmente, he creado un lazo de unión que merece un homenaje y un agradecimiento.
Hay personas que dejan huella, a estas personas puede ser que las conozcas personalmente o que las conozcas a través de sus obras.
Con las personas que conoces a través de sus obras, hay varias posibilidades, que hayan vivido en una época anterior a la nuestra y las interioricemos a traves de su filosofia, de sus descubrimientos, de sus obras de arte, o bien personas que coinciden en nuestro breve espacio de estancia en este mundo y con las que tenemos una afinidad "especial". No son familia, no hemos llegado a ser amigos, pero ocupan un lugar en nuestro corazón.
Cuando estas personas contemporáneas a nosotros fallecen, ¿cómo podemos recordarlas?.
Mi sugerencia es hacerlo a través del agradecimiento por lo que nos han enseñado o mostrado y en mi caso este blog puede ser una buena vía, para llevarlo a cabo.
Sabía de Maria Mercè Riera Blanch, a traves de dos de sus colaboraciones en la Revista de Sedibac, dos artículos sobre la Sexifolia, un símbolo universal y transcultural y una flor, el Star of Bethlehem de las Flores de Bach, que encontré muy interesantes.
La lectura de estos artículos despertó mi curiosidad por este símbolo. La primera vez que lo identifiqué a raíz de lo que explicaba Maria Mercè, fue en el Museo de Badalona, allí estaba su imagen en un mosaico romano con decoración de la Flor de la Vida, -así se denomina a la sexifolia-, realizado en el S I aC y formaba parte de una de las casas romanas de Baetulo.
A mediados de agosto tomamos unos días de descanso en La Vall Ferrera, uno de los valles del Parc Natural de l'Alt Pirineu, que ha adoptado, como también supe gracias a los artículos de Maria Mercè, la sexifolia como su emblema representativo.
Estuvimos alojados en la población de Alins y en una de sus fuentes, descubrí que tenía un grabado con la sexifolia, muy cerca habían crecido flores de achicoria, el Chicory de las Flores de Bach.
Fuente de agua en la población de Alins con el símbolo de la sexifolia
Bueno, estaba claro, la sexifolia y Chicory, me hicieron decidir que al regreso buscaría la forma de ponerme en contacto con Maria Mercè, para compartir aficiones comunes.
Sin embargo, esto no fue posible, según informó Sedibac a través de su grupo en Telegram, Maria Mercè falleció el 17 de agosto en la India, y el 29 de agosto se celebró una ceremonia de despedida, a la que Elisa Vilagrasa, presidenta de Sedibac, pudo asistir para rendirle homenaje, en nombre de la asociación.
Este mes de septiembre, hemos estado unos días por España, y la sexifolia se ha seguido haciendo presente. Tengo claro que este símbolo lo continuaré encontrando y siempre asociado a Maria Mercè. En cada imagen que encuentre, su recuerdo se hará presente.
Sexifolia en la parte exterior del rosetón la de iglesia abacial de Santa Maria de Veruela, Zaragoza, construida entre los siglos XII y XIII.
Panel informativo con la fotografía de la puerta de entrada de una casa del antiguo barrio judio de la población de Candeleda en la provincia de Ávila, donde figuran dos sexifolias o rosetas hexapétalas y una explicación:
"Las rosetas hexapétalas simbolizan el centro; solo hay un punto fijo e inmutable que es ocupado por Jesús: Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin de todo lo que existe. (Ap.22,13) ".
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
24 de septiembre 2023