No puedes impedir que los pájaros de la tristeza sobrevuelen tu cabeza, pero puedes impedirles que hagan su nido entre tus cabellos
Proverbio chino
Myanmar, agosto 2007
Puente de teka en U-Bein, lago Taungthaman
Foto: Pilar Vidal Clavería
Algunas de las Flores de Bach que nos pueden ayudar a impedir ese nido entre nuestros cabellos, puede ser:
White Chestnut, nos ayudará a reconocer los síntomas de la cavilación, sacará de su atolladero a una mente siempre absorta en preocupaciones, salir de ese rumiar de manera repetida y estéril, para dejar de dar vueltas a las causas de los problemas y buscar remedios.
Rock Water, para aceptarnos en la imperfección, dejar de querer controlarlo todo, aprender de los fracasos.
Walnut, para pasar a la acción, para movernos, aunque sea con pequeños gestos cotidianos
White Chestnut, nos ayudará a reconocer los síntomas de la cavilación, sacará de su atolladero a una mente siempre absorta en preocupaciones, salir de ese rumiar de manera repetida y estéril, para dejar de dar vueltas a las causas de los problemas y buscar remedios.
Rock Water, para aceptarnos en la imperfección, dejar de querer controlarlo todo, aprender de los fracasos.
Walnut, para pasar a la acción, para movernos, aunque sea con pequeños gestos cotidianos
8 comentarios:
Bello proverbio, y la tristeza como un puente para llegar a la alegría.
¡Cómo si no distinguiríamos los sentimientos, si no pasamos por cada uno de ellos!
Besos
Hola Pilar: Bonito proverbio que había leído hace tiempo. Y acertadas las flores para que efectivamente la tristeza no anide en nuestro corazón.
Un beso
Rosad
Hola Isabel,
Pasar por las emociones,reconocerlas y sentirlas, me gusta el comentario que haces del puente.
Un abrazo
Preciosa entrada , Pilar .
Tengo que escribirte .
Besos.
Hola Rosa,
Es cierto lo que dices, la tristeza no solo puede anidar en la mente, sino también en el corazón
Un abrazo
Gracias por el comentario Reyes, puedes escribirme cuando quieras
Un abrazo
Conocía este bello proverbio, y me encanta tu foto. Preciosa.
Besos
Hola Elvira
Yo no lo conocía, y en pocos días me lo he encontrado dos veces, buena ocasión para compartirlo en el blog.
Un abrazo
Publicar un comentario