Es una ciudad muy extensa, ejemplo de modelo urbanístico, con unas calles muy bien ordenadas y en la que podemos disfrutar de muchos de los restos de sus construcciones.
La entrada a la ciudad se hace por el Arco de Septimio Severo, está reconstruido, pero es espectacular e imponente.
Los baños de Adriano, constituían uno de los centros sociales de la ciudad, se entraba a los baños desde el estadio (palaestra) y se iban atravesando los diferentes ambientes, la piscina descubierta y la sala fría (frigidarium).

Varías piscinas constituían la zona del tepidarium, en torno a las cuales estaba la sala caliente.
Para calentar el agua había unos hornos de los que podemos ver parte de sus conducciones.

Al final se llega a la zona de las letrinas comunitarias (forica), con asientos de mármol.
Varías piscinas constituían la zona del tepidarium, en torno a las cuales estaba la sala caliente.
Para calentar el agua había unos hornos de los que podemos ver parte de sus conducciones.
Al final se llega a la zona de las letrinas comunitarias (forica), con asientos de mármol.
En el foro de Severo rodeado de pórticos, lucían cabezas de gorgonas, se han descubierto más de sesenta.
En algunos de sus muros de hay señales como esta para evitar el mal de ojo.
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