Hoy iniciamos el solsticio de verano. El verano se nos ofrece como tiempo de sol, de luz, de calor, de fuego, de renovación.
En el verano del 2004 me regalaron mi primera digital, una Konica, con la que redescubrí el disfrutar de la fotografía, captar sonrisas, miradas, paisajes, flores, esculturas, monumentos, en definitiva momentos, propios y ajenos.
En el verano del 2004 me regalaron mi primera digital, una Konica, con la que redescubrí el disfrutar de la fotografía, captar sonrisas, miradas, paisajes, flores, esculturas, monumentos, en definitiva momentos, propios y ajenos.
Las vacaciones de agosto del 2004 fueron en Guatemala y el mercado dominical de Chichicastenango fue una de las visitas más expectaculares, una auténtica explosión de colores.
Ya que mi solsticio de verano es para otros su soslticio de invierno, pongo un título a estas fotografías:
Mi verano en tu invierno
Chichicastenango, Guatemala, agosto 2004
Chichicastenango, Guatemala, agosto 2004
Chichicastenango, Guatemala, agosto 2004
Fotos: Pilar Vidal Clavería
2 comentarios:
Estas fotografías son un ejemplo de la diversidad cultural y también de que todos las personas somos iguales en todas partes del mundo, me ha gustado verlas.
Y me ha gustado el título que le has dado, tan acertado.
Un abrazo!
Viajar permite entre otras cosas encontrar el igual en la diferencia.
Me alegro que te guste el título Montse,
Besos de colores
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