Desde el pasado mes de mayo, el Palau Güell, situado en las inmediaciones de la popular Rambla de les Flors de Barcelona, en la calle Nou de la Rambla, se puede visitar de nuevo, tras su trabajo de restauración.
Se trata del edificio que hiciera construir el industrial Eusebi Güell, entre 1885 y 1890, como residencia particular al arquitecto Antoni Gaudí.
Una de las puertas de acceso al Palau Güell
El recorrido que se inicia en las antigües caballerizas del subterráneo, sigue por las plantas nobles, donde vivía el industrial con su familia, hasta llegar a la azotea, donde sus chimeneas, como sucede en la azotea de la Pedrera, son una explosión de originalidad por sus formas insólitas, llenas de imaginación y colorido.
Esta residencia acogía a la familia numerosa de Güell y también a sus colecciones de antigüedades. En la casa-palacio, realizaba sus tertulias literarias y artísticas y grandes recepciones como la que tuvo lugar en 1888 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona.
Fachada posterior del Palau Güell
A medida que se asciende por las plantas se recorre el comedor, las diferentes salas, los salones y los dormitorios. La visita se realiza mediante una audioguia que consta de 24 puntos explicativos, para poder seguir las explicaciones al ritmo y gusto de cada uno.
Interior y cúpula estrellada del Palau Güell
Chimenea en la azotea del Palau Güell
Chimenea en la azotea del Palau Güell
Chimenea en la azotea del Palau Güell
Chimeneas en la azotea del Palau Güell
Chimeneas en la azotea del Palau Güell
Fotos: Pilar Vidal Claveria
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