Por fin las jirafas en el Kruger

Era nuestro último día en el Kruger y ya me iba pensando que no veríamos ninguna jirafa de cerca. El día del primer safari organizado en el parque, sí que vimos a lo lejos algún ejemplar, pero la verdad me sabía a muy poco, me hacía mucha ilusión verlas de cerca y poder hacerles unas cuantas fotografías en su habitat natural.   

 

Salimos de nuestro último campamento, el de Satara, y lo primero que avistamos en la carretera fue una família de cálaos terrestres sureños, Bucorvus leadbeateri. Su aspecto es muy peculiar. Iban caminando por la carretera como Pedro por su casa.

 

Después para animar un poco más el trayecto aparecieron unos cuantos ejemplares de hienas manchadas,   Crocuta crocuta.

 

Así seguía nuestro recorrido cuando de pronto apareció ante mis ojos la primera de las jirafas sudafricanas, Giraffa camelopardalis giraffa.

 

- Jordi!!!, -grité-, para, para-. Allí estaba en el lado derecho de la carretera comiendo tranquilamente, y al parar, delante nuestro atravesaron la carretera varios ejemplares más.

 

 

Dos ejemplares, macho y hembra, de cálao terrestre sureño, Bucorvus leadbeateri,  uno de las seis grandes aves del Kruger, cruzan y caminan por la carretera. Es un ave típica del África subsahariana

Hiena manchada o moteada, sus miembros anteriores son ligeramente más largos que los posteriores y  las hembras de estas hienas tienen una característica peculiar, es la única especie de mamífero que no tiene una apertura vaginal externa, pues en su lugar tiene un pseudopenis. Otra característica es que su corazón es muy grande y eso les permite trotar sin fatigarse. En cuanto a los sonidos que emiten, uno de ellos se parece a un ladrido que recuerda a la risa humana.

 

La primera de las jirafas fotografiadas, esbelta, tranquila, totalmente ajena a nuestra presencia

 

Aunque aquí no podamos ver su lengua, la extienden para alimentarse y tanto ésta como los labios y el paladar son resistentes a las espinas afiladas de los árboles de los que se alimentan.

 

El pelaje de la jirafa sudafricana tiene parches de color marrón anaranjado, separados por pelo claro. Sobre su piel como habíais visto en entradas anteriores, en los rinocerontes blancos y en las cebras, tambien cuentan con la presencia de los picabueyes.

Las patas delanteras y traseras de una jirafa tienen aproximadamente la misma longitud.

A lo largo del cuello de este ejemplar comiendo podemos ver su melena de pelos cortos y erectos.

Tienen dos forma de desplazarse caminando o galopando

El cuello de las jirafas puede alcanzar hasta dos metros de longitud.

 

Texto y fotografías: Pilar Vidal Clavería

Kruger National Park

febrero 2023

 

Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.