La palabra paciencia aparece últimamente en mis entradas y en algunas de las de los blogs que sigo, ¿casualidad?, no, y en estos momentos también muy especialmente, necesidad.
Magda Gomar también me acompaña y recorro los nueve días de su libro
El sentit de la existència buscando sus consejos.
En el primero de ellos sus sabias palabras nos habla de la necesidad de cambiar nuestra actitud, de mentalizarnos a los cambios y perder el miedo, de recursos diarios para la vida diaria. Dedicarse diez minutos cada día y escuchar nuestra alma. Ponerse en la piel de los otros nos ayuda a entenderlos. Todos tenemos temporadas fantásticas, recordarlas nos ayudará a contactar con lo que realmente nos gusta y nos hace sentir bien.
Magda siempre ha contado con la ayuda de la confianza en sí misma y en la de un ser superior al que ella llama Padre y al que siempre ha recurrido, siempre ha tenido su soporte, siempre ha contado con su ayuda, con su gramo de fe para tirar adelante, todo tiene solución hace falta buscarla y encontrarla.
Cada persona, en su existencia,
puede tener dos actitudes:
construir o plantar.
Los constructores pueden tardar
años en sus tareas
pero un día acaban lo que estaban haciendo.
Entonces se paran y quedan limitados por sus paredes
La vida pierde el sentido
cuando la construcción se acaba.
Y están los que plantan.
Estos, a veces,
sufren las tempestades, las estaciones
y pocas veces descansan.
Pero al contrario que un edificio
el jardín nunca deja de crecer.
Y al mismo tiempo que exige
la atención del jardinero,
también permite que, para él,
la vida sea una gran aventura
Brida
Paulo Coelho
Foto: Pilar Vidal Clavería