El tiempo depende de lo que hagamos con él. Regálate el tiempo y lee la entrevista.
Energía, atención plena, momento presente, misión, meditación, subconsciente, creencias limitantes
Entrevista en
La Contra de La Vanguardia a
Félix Torán
Ima Sanchis, 25-10-2012
Cuestión de gestión
Conferenciante, escritor,
coach,
trabaja en la Agencia Espacial Europea, investiga, dirige sesiones
científico-técnicas, viaja continuamente, escribe libros, tiene una vida
social y familiar intensa, y tiempo para visitar a sus padres
(afincados en Valencia), practica deporte cinco horas a la semana y
meditación, ocho. ¡Ah!, y dice que pasa mucho tiempo con su familia y
que duerme ocho horas diarias. ¿Les salen las cuentas?... A mí tampoco.
Entonces, ¿cuál es el secreto? Para responder a esa pregunta que le
hacen como mínimo una vez al día ha escrito
El tiempo en tus manos
(Luciérnaga), una guía para gestionar bien el tiempo. "Deje de trabajar
para el tiempo -me dice-, y el tiempo trabajará para usted".
Para ser feliz, basta con dejar de ser no feliz.
Bonita frase.
Nos
pasamos el día creando causas que van en contra de nuestra propia
felicidad y que al final se anclan en el subconsciente convirtiéndose en
resistencias que operan continuamente.
No tengo tiempo de nada.
Ese mantra nos programa precisamente para eso. No lo repita más y aprenda a gestionar el tiempo.
¿Por dónde empezamos?
Separando lo importante de lo no importante. La mayoría no sabe hacerlo porque no tiene un criterio para ello.
¿Cuál es el criterio?
Saber
dónde queremos llegar, cuál es nuestra visión y nuestra misión en la
vida, de la que se derivan valores y metas. Todo lo que vaya a favor de
eso es importante; lo que nos separe de ello es un ladrón de tiempo.
¿...?
Puede
ser una persona, una tarea, una situación. Cada persona tiene sus
ladrones de tiempo, pero hay algunos muy extendidos, como las
interrupciones, reuniones y llamadas no deseadas, el desorden, la
multitarea.
Lo de tener una visión suena esotérico.
La
visión es el propósito en la vida, en qué queremos convertirnos a largo
plazo. El hecho de ponerlo por escrito nos cambia la vida, nos da un
marco de referencia; si no, nos pasamos la vida en prueba y error.
¿Y lo de la misión?
Como
mínimo es la de ser feliz. Se trata de un proceso de
autodescubrimiento. Hay que cuestionarse tres cosas: quién soy, cuáles
son mis talentos, qué voy a hacer con ellos y a quiénes voy a dirigirme.
Si no sabemos por qué hacemos lo que hacemos, perdemos la motivación.
Cierto.
Mucha
gente vive en el mundo de lo urgente y hace cosas que no son
importantes para ellos, sino para otros, y encima eso les produce
estrés. Hay que salir de esa zona. Estar ocupado no es malo, siempre y
cuando estemos hablando de trabajo y no de esfuerzo.
Alto ahí.
Si lo que haces está alineado con tu misión y disfrutas haciéndolo, puedes estar muy ocupado, pero no agotado.
Deme más herramientas.
Dedique un tiempo a cada tarea y huya de la procrastinación.
Latinajo.
Significa
dejar para más tarde. Yo soy partidario del hágalo ya. En el momento en
que se te ocurre una idea, el universo entero está en la mejor
configuración para que la pongas en marcha. Si estás inspirado la acción
fluye sola, parece que todo encaja.
Dígame las tres cualidades básicas de un buen gestor del tiempo.
Son
personas proactivas: no esperan que las cosas pasen, sino que hacen que
las cosas pasen. En el universo rige la ley de causa y efecto: toda
causa da lugar a un efecto.
La ciencia se fundamenta en ello.
Por
tanto, si yo no hago nada nuevo, nada nuevo va a pasar. Si quieres
conseguir algo, debes considerarlo un efecto y así empezar a crear las
causas. La persona reactiva espera que las cosas pasen mágicamente.
Entendido.
El
cóctel de la buena gestión del tiempo consiste en cuatro partes de
disciplina y una de improvisación. Y hay que conocer el concepto del
tiempo, saber que existe el tiempo verdadero y el falso.
Curiosa distinción.
El
tiempo verdadero es el instante presente; el falso tiempo necesita de
la mente (programar tareas, recordar...), muy útil, pero si nos
excedemos deriva en estrés y enfermedad. En cambio, la conexión con el
instante presente la usamos muy poco y es lo que nos hace felices y
productivos.
¿Productivos?
El súmmum de la
gestión del tiempo es la atención plena, cualidad milenaria que nos
permite estar en contacto con el presente incluso usando la mente. Otro
aspecto esencial es gestionar bien la energía.
No estar siempre agotado.
Hemos
de ser conscientes de cómo fluctúa nuestra energía durante el día para
dedicar a las tareas importantes nuestros momentos de máxima energía.
...
La
concentración es otro punto importante. Es una cualidad que se
desarrolla mediante la meditación. Si aprendemos a concentrarnos en la
respiración, desarrollamos la capacidad de no dejarnos llevar por
distracciones. Y no hay que olvidar nuestro personal departamento de
ayuda: el subconsciente.
¿Cómo conseguir su ayuda?
Si
somos capaces de crear una imagen mental clara de lo que queremos
lograr y lo asociamos a emociones (que ayudan a que el contenido se
grabe con más fuerza), empezaremos a percibir las oportunidades. Pero es
fundamental eliminar las creencias limitantes ("yo no valgo..., no
merezco..."), que operan sin que seamos conscientes.
Deme algún truco para poner a trabajar al subconsciente.
Escriba
en un papel su objetivo (por el que ya estamos luchando, aquí no hay
magia) y hágalo de manera correcta (en presente, en voz activa). "Quiero
encontrar trabajo" implica carencia; escriba: "Encuentro trabajo",
imagine que ya lo tiene. Y aprenda a leer en su cuerpo, en sus
sensaciones, porque es como se expresa el subconsciente.
Anacapri, Nápoles (Italia)
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Noviembre 2011