El color naranja ha estado presente en la naturaleza, en templos, en monumentos, un naranja que me entusiasma, lleno de vitalidad y de fuerza.
Naranja en el origami, el arte japonés del plegado del papel, como este de las ofrendas del santuario Fushimi-Inari Taisha de Kioto, dedicado a Inari, dios del arroz y el sake.
Pajaritas de papel en el Fushimi-Inari Taisha de Kioto, octubre 2010
Gran pagoda Dai-to en el complejo de templos de Garan de Koyasan, octubre 2010
Detalle de la gran pagoda Dai-to en el complejo de templos de Garan de Kooyasan, octubre 2010
Puente en el complejo de templos de Garan de Koyasan, octubre 2010
La Vermilion torii en Miyajima, octubre 2010
Santuario Itsukushima-jinja en Miyajima, octubre 2010
Pagoda de cinco pisos en Miyajima, octubre 2010
La Tokyo Tower iluminada por la noche, Tokio, octubre 2010


