Rojo en las Flores de Bach

El rojo, la fuerza, el movimiento, la vitalidad están presentes en los puntitos sobre el amarillo de los pétalos de Mimulus.

El rojo activa la circulación de la energía y el optimismo, la voluntad de vivir. El rojo es también excitación y agresividad.

En Oak, el segundo de los Siete Ayudantes, las flores femeninas brotan de yemas rojas que están en las axilas de las hojas, y son estas flores que miran hacía arriba y no las masculinas que cuelgan las que se utilizan para preparar la esencia.

Elm sus flores rojas salen antes que las hojas, son como pequeñas esferas rojas.

En Pine las flores femeninas que salen más tarde que las masculinas, son rojizas.

En Larch donde sus flores no se forman hasta que el árbol tiene 10 años, nos encontramos con una flores femeninas rojas que crecen hacía arriba, en el mismo árbol que las masculinas que son amarillas y crecen por debajo de las ramas.

Beech tiene las flores masculinas y femeninas creciendo en un mismo árbol, las femeninas son las que son de color rojo.

Cuando en los árboles de White Chestnut sus flores blancas tienen la mancha de su centro rojo es que ya han sido polinizadas y no se usarán para preparar la esencia.

Red Chestnut es la flor de Bach roja por excelencia, aunque tengan un centro amarillo.

Y Honeysuckle, la última flor donde el rojo está en los tubos de sus flores tubulares.

Larch, cerca de Mount Vernon

Foto: Pilar Vidal Clavería

El rojo es el color del primer chacra, el chacra raíz, localizado en el perineo, en la base de la columna vertebral.

Relacionado con las glándulas suprarrenales.

Aporta poder físico, el estar aquí y ahora, son las raíces, la propia tierra, relacionado con lo material, el dinero. Estimula formas de comportamiento para establecer nuestro derecho a la vida que deseamos, la capacidad de poner límites.

Su elemento es la Tierra.

Tener imágenes de nuestra tierra, honrar nuestras raíces ayuda a fortalecer este primer chacra.