Una vez allí, con un funicular llegamos hasta Sant Joan y de allí tomamos el camino nuevo de Sant Jeroni, el punto más alto de las cumbres del macizo con 1.236 m.
El camino discurre entre las montañas con su particular fisonomía y a menudo se veían a los escaladores con cuerdas subir y bajar por sus peculiares agujas.
La zona boscosa que fuimos recorriendo era en su mayoría de encinas y nos llevó hasta la ermita de Sant Jeroni, el cemento y muchos escalones nos condujeron hasta la cima que tiene una mesa de orientación para identificar las cumbres que se ven desde allí.
Hicimos el regreso hasta el Monasterio esta vez por el camino viejo, que si algo tiene en abundancia son escalones, que por suerte eran de bajada.
Fotos: Pilar Vidal Clavería
No hay comentarios:
Publicar un comentario