lunes, 28 de septiembre de 2009

Homeopatía y Flores de Bach

Enlazando con la biografía del doctor Edward Bach, sabemos que en el año 1919 se incorpora como patólogo y bacteriólogo en el Hospital Homeopático de Londres.

Allí descubre el Organon, escrito por Hahnemann, en este libro el doctor Bach encuentra unas ideas relacionadas con la curación que se acercaban a las que él también tenía como el tratar al paciente y no a la enfermedad o el concepto de energía vital, que si está desequilibrada puede conducir a la enfermedad, entre algunos de los varios puntos que baraja la Homeopatía.

El enfoque que da el doctor Bach a sus investigaciones sobre la toxemia intestinal a partir de sus conocimientos de la Homeopatía se centran en preparar unas vacunas para las bacterias intestinales, que administraba por vía oral y a las que denominó nosodes. Trataba con ellas a pacientes con patologías crónicas.

El doctor Bach clasificó a las bacterias intestinales en siete grupos y preparaba las vacunas a partir de estos grupos, su finalidad era purificar el tracto intestinal, empezó en estos momentos a asociar estos grupos de bacterias con tipos de personalidad.

En 1928 en Gales descubre sus tres primeros remedios Impatiens, Mimulus y Clematis y los prepara con el mismo método que preparaba sus vacunas orales. Durante 1929 usó únicamente estos tres remedios con sus pacientes. En 1930 publicó un trabajo donde incluía el uso de cinco remedios, los tres anteriores, Cupressus y Cotyledon umbilicus.

En mayo de 1930 el doctor Bach descubre el Método solar con el que prepara sus primeros 19 remedios remedios.

Las Flores de Bach no son remedios homeopáticos, ni están preparados por métodos homeopáticos, aunque el hecho de que en principio se vendieran en farmacias homeopáticas de Londres o que durante un tiempo estuvieran etiquetados como tinturas homeopáticas pueda inducir a caer en este error, pueden estar relacionados pero esencialmente son distintos.

A diferencia de los remedios homeopáticos, en los remedios del doctor Bach no hay diluciones, no hay principios activos, no hay cambio de polaridad.

La tintura madre preparada a partir de sus 38 remedios no tienen ninguna cantidad mensurable, presentan un patrón que no puede ser medido, al menos por medios físicos, y aquí también vemos otra de las caraterísiticas en la dosificación de las esencias, no aumentamos la dosis para alcanzar más beneficio, sino que la repetimos a la hora de pautar una dosificación, es decir no tomamos más gotas sino que las tomamos más veces.

Los libros consultados y que aportan más información sobre este tema, son los de: Julian Barnard, Remedios Florales de Bach, Forma y Función, Eduardo H. Grecco Edward Bach, La luz que nunca se apaga y Nora Weeks, Los descubrimientos del doctor Edward Bach.


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