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jueves, 30 de abril de 2009

Flores de Bach que faltaban

Hace unos días, Puri Lozano, me comentó en el blog ¿donde esta Pine que no lo encuentro? y también me puse a buscarlo, no solo faltaba Pine sino también Aspen y Crab Apple.

Ayer en la entrevista con Jordi Colomer, profesor de yoga comentaba entre otras cosas: "darme cuenta de que he fallado, pero sin tener sentido de culpabilidad, porque no sirve de nada".

Cuando nombramos a Pine como Flor de Bach automáticamente como si se abriera una carpeta en el ordenador su título en mayúsculas sería CULPA.

He encontrado una definición para la culpa que encuentro especialmente adecuada, la culpa apropiada precede o sigue a la conducta no ética.

Está en el libro de David Richo, Cómo llegar a ser adulto, Manual sobre la Integracón Psicológica y Espiritual, de Editorial Desclée de Brouwer, planteada la culpa como un tercer reto a la edad adulta, los anteriores son el miedo y el enfado.

Diferencia el autor entre una culpa apropiada, la que se restablece con una admisión y una restitución, y que podemos asociar con la responsabilidad.

Y una culpa neurótica, como respuesta aprendida ante algo que hemos interiorizado, que no es un sentimiento sino una creencia o un juicio, en esta culpa lo que hay es censura, a diferencia de la apropiada donde hay responsabilidad.

Por tanto una culpa apropiada vivida desde la responsabilidad es necesaria.

Tengamos en cuenta que la culpa lleva al rechazo emocional de uno mismo, la responsabilidad a la rectificación por medio de hechos concretos y a una mayor autoestima.


Detrás de esta culpa neurótica puede haber miedo, enfado no expresado o verdades que nos resultan inaceptables.

Que nos dijo el doctor Bach de Pine, el segundo de los remedios para el desaliento o la desesperación:

"Para quienes se culpan a si mismos. Incluso cuando algo le sale bien piensan que podrían haberlo hecho mejor y nunca están satisfechos de sus esfuerzos o resultados. Son muy laboriosos y sufren tanto por los errores que se atribuyen como por los que se deben a otros, que acaban adjudicándose también"

Nos dice David Richo que trabajando desde una culpa apropiada conseguiremos ser compasivos con nosotros mismos y con los demás, si hemos dicho que tras la culpa neurótica una de los factores que hay es el miedo, recordemos la virtud o cualidad a desarrollar con Mimulus, precisamente es la Compasión, por tanto Mimulus y Pine pueden ser una buena pareja de esencias en un tratamiento con Flores de Bach.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Vulnerabilidad y Compasión

Este artículo de hoy me ha llevado a recordar la vulnerabilidad de la que se habló en la Jornada sobre el final de la vida y sobre la que he comentado en entradas anteriores y habla de Compasión, la cualidad o virtud a desarrollar que ayuda a la personalidad Mimulus a superar sus obstáculos.

Michael Greenberg, periodista y escritor
"La locura nos enseña mucho sobre lo que somos"
IMA SANCHÍS - 18/03/2009
La Contra-La Vanguardia

Tengo 55 años. Nací y vivo en Nueva York. A los 18 años me fui a conocer mundo. Tengo una columna en ´The Times Literary´ y soy guionista. Casado por segunda vez y 3 hijos. La compasión debe estar por encima de las ideas políticas. Creo en Dios, pero no sé cómo hablarle

El cinco de julio de 1996 mi hija se volvió loca"… Sí, de un momento a otro Sally, de 15 años, se convirtió en otra. Yo la veía sufrir, pero no podía alcanzarla, nuestras conversaciones no tenían sentido.

¿Cuál era su delirio?

Con mucha excitación me explicaba que todos habíamos nacido genios y que si encontráramos la manera de aferrarnos o recuperar la infancia, podríamos seguir siéndolo.

No parece una locura, hay quien escribiría teorías sobre esa idea.

El problema es que salía a la calle y paraba los coches y a la gente para contárselo, hasta que la policía se la llevó. Sally tenía una gran necesidad de comunicar, pero todo lo que le salía por la boca era incongruente.

... E ingresó en el mundo oscuro de urgencias de psiquiatría.

Le diagnosticaron maniaco-bipolar en fase de euforia. Asistí entonces a una segunda transformación tan radical y extraña como la primera causada por los medicamentos, una especie de quimioterapia del cerebro. Estuvo encerrada dos semanas.

Debía de estar usted aterrorizado.

Pensaba que la había perdido para siempre. Psiquiatría es un lugar cerrado con llave, pero no parece que albergue enfermos, porque no hay goteros ni sondas. Las familias, de visita, están destrozadas pero aisladas, no pueden comunicarse las unas con las otras porque sienten vergüenza.

¿Qué cambió en usted pasar ese shock?

Me despertó una gran compasión por la gente que sufre y me hizo caer en la cuenta de la fragilidad de la comunicación humana. Hay cosas en nuestro interior que no podemos controlar, son más poderosas que nuestra voluntad. La locura ha estado en los seres humanos desde el principio y nos enseña mucho sobre lo que somos.

Llevaba dos años de matrimonio cuando Sally enloqueció, ¿cómo les afectó?

Aquel terremoto tuvo un efecto sorprendente en la vida de todos los que la rodeábamos. Pat, mi mujer, cambió de profesión, era coreógrafa y ahora es especialista en desarrollo infantil. Y su hermano mayor trabaja hoy para la ONU en programas de protección infantil. Yo soy el único que hago lo que hacía.

¿Pero no afectó a su relación de pareja?

Sally vivía con nosotros. Estábamos recién casados y tuvimos una pelea que casi acaba con nuestra relación, pero la devoción de Pat por Sally era incondicional pese a que hacía poco tiempo que la conocía. De hecho, Pat era la más estable, tenía una objetividad que ni la madre de Sally ni yo teníamos. Hoy ya llevamos quince años casados y tenemos un hijo de 10 años.

¿Cómo se llevaban Sally y su madre?

Una relación complicada. Sally vivía conmigo. Es curioso, porque al principio cada uno tenía su manera de justificar lo ocurrido en función de lo que más valoraba en su vida.

Cuénteme.

La mamá de Sally, Robin - que vive en el campo, medita y es vegetariana-,creía que aquel cuadro psicótico era una especie de clarividencia new age.Yo creía que eran los balbuceos de una brillante escritora a la que se le agolpaban las palabras en la cabeza.

¿Cómo ha vivido Sally todo el proceso?

Ha sabido enfrentarse con humor, se ha convertido en una experta a la hora de tratar con la enfermedad. Hoy tiene 27 años y dice que no le hubiera gustado haber nacido sin ella porque no se reconocería.

¿Le ha sentado bien su libro?

Estaba muy nervioso cuando le di el manuscrito, porque yo la describía y no solemos conocer la percepción que tienen los otros de nosotros. Y, además, ella tenía una especie de amnesia sobre lo sucedido y se sentía muy culpable por la tensión que creó. "Me he sentido como si leyera sobre otra - me dijo-,una muchacha de 15 años que estaba en el infierno y era la única que no lo sabía".

Durante la crisis cuenta usted que tuvo momentos de extrema lucidez.

Sí, de repente me decía: "Estás esforzándote demasiado para ser un artista, padre. Los artistas están más relajados". Tenía percepciones muy acertadas con todo el mundo, una especie de clarividencia emocional.

Usted ya tenía experiencia, su hermano mayor es una persona desequilibrada.

Sí, pero Steve es lo opuesto a Sally, él es un inadaptado, tiene problemas para comunicarse con el mundo exterior y vive encerrado, yo me encargo de comprarle todo lo que necesita. Hace poco le operaron y necesita un andador para caminar, ¡y es lo mejor que le ha pasado!, porque ahora la gente le abre la puerta, es amable con él. Está feliz.

Qué curiosa es la vida.

Mi madre siempre lo rechazó pese a que tuvo cuatro hijos más; hizo un gran esfuerzo para contármelo, fue un regalo: sabía que yo temía que Sally fuera como él. Me contó que lo tuvo con 22 años y no se vio capaz de quererle, lo culpó de sus problemas con mi padre. Ha sido la tragedia de su vida.

¿Usted lo entiende?

Sí, ella estaba muy deprimida y Steve era un niño poco efusivo. Nunca se encontraron, ella siempre estaba tensa en su presencia y su indiferencia hizo mucho daño a Steve.

¿Steve leyó el manuscrito?

"Sé que dice la verdad sobre mí - me dijo-,y si dice la verdad sobre mí, no quiero leerlo".

Se me encoge el corazón.

La batalla de todo ser humano es conseguir que surja su subjetividad y que encaje con el mundo real, si no, está perdido.

Perder la razón

A los 18 se fue a recorrer mundo y se convirtió en periodista, sus artículos de viaje y relatos han aparecido en The New York Review of Books y The Oprah Magazine,pero no se lanzó a escribir libros hasta que le sacudió una experiencia personal: a su hija adolescente le diagnosticaron trastorno bipolar, y todo su mundo cambió. Durante los quince días de horror que pasó pidiendo permiso para poder verla mientras estaba ingresada en psiquiatría, se dio cuenta de que no tenía ninguna referencia, ningún libro que contara su situación, y decidió escribirlo. Hacia el amanecer (Seix Barral), segundo en el ranking de los mejores libros del 2008 según Amazon, se va a llevar al cine.

miércoles, 28 de enero de 2009

Miedos

Uno de los temas puntales en los textos del doctor Bach, es el del miedo, son varios los remedios que se pueden prescribir en el caso del miedo, aplicando un remedio que lo contrarreste, en la entrevista que viene a continuación y ante la situación de miedo que nos explica Pilar Jericó, flores como Mimulus, para los miedos a las cosas del mundo, los temores de la vida cotidiana, Gentian, para los que se desalientan fácilmente, o White Chestnut para los que no pueden evitar que las ideas y pensamientos den vueltas en sus mentes, pueden ser de gran utilidad, y también Willow para quienes han sufrido una adversidad o una desgracia y les resulta difícil aceptarla sin quejas ni resentimientos.


Mimulus
Al Jardí de les essències
Foto: Pilar Vidal Clavería

Entrevista en El Periódico

Pilar Jericó: "El peor miedo es el que está en tu cabeza"

Afirma que tenemos más miedo del que la crisis económica invita a pensar, y que, en vez de centrarnos en los problemas, tendríamos que fijarnos en las soluciones.

GASPAR HERNÀNDEZ

--Época de crisis. El miedo, ¿es excesivo?
--Sin duda. Hay más miedo del que realmente los datos invitan a pensar. Es cierto que hay una desaceleración, pero hay también una situación de reajustes y oportunidades.

--La crisis pasa, como la bonanza.
--Pero somos demasiado cortoplacistas: solo vemos el corto plazo y no nos damos cuenta de que, tanto de lo bueno como de lo malo, se sale. Y ahora no vemos más allá del miedo.

--Y con miedo no somos felices.
--Entre otras cosas, porque han aumentado considerablemente el estrés y los problemas de salud. Y es una lástima, porque de todo ello saldremos.

--¿Qué le diría a un lector que lo pase mal económicamente?
--Yo he tenido, en el pasado, graves dificultades para llegar a final de mes, y he pasado por situaciones muy duras. Cuando uno está mal, es difícil tener esperanza. Le diría que tome conciencia de las cosas en las que puede actuar y en las que no.

--La energía del ser humano es limitada.
--Por eso tenemos que tomar la siguiente decisión: si damos fuerza a los problemas o a las soluciones. Si te ha tocado una regulación de empleo y te quedas fuera, focaliza la energía en la solución. No te recrees en el lamento, en el "pobre de mí", porque de ahí no saldrás. Y de aquí a dos o tres años, cuando todo haya pasado, veremos que las decisiones que hayamos tomado en momentos como estos van a ayudarnos a la felicidad del futuro.

--¿Cómo canaliza usted su energía?
--Disfrutando de mi gente, del trabajo... Me apasiona lo que hago.

--El miedo es una ilusión de la mente, pero, sin embargo, nos condiciona excesivamente.
--Porque tiene una base biológica, potente. Todos nacemos con miedo, y moriremos con miedo. Los budistas dicen que solo dejaremos de tener miedo cuando sintamos pánico. Es decir, siempre tendremos miedo. Porque estamos aquí gracias al miedo, una emoción que nos ha ayudado a evolucionar, porque nos alerta de los peligros. Por tanto, se activa fácilmente.

--Y aquí nuestra educación se ha basado, en buena medida, en el miedo.
--Por eso es muy fácil que ante las noticias negativas se active esa emoción. Pero nuestro crecimiento personal tendría que tener el objetivo de evitar dicha emoción. Se trata de aprender a reconducirlo.

--¿Cómo?
--Centrarnos, como he dicho, en lo que podemos hacer. Centrarnos en las soluciones, no en el problema.

--¿Y darle la espalda?
--No, al contrario: tenemos que mirar el miedo a la cara. El peor miedo es el ambiguo: especular con lo que puede ocurrir, qué pasará si me despiden, etcétera. En primer lugar, pregúntate si realmente te pueden despedir. Después, qué alternativas tienes. Y, desde ahí, construye un plan de acción muy práctico. El peor miedo es el que está en tu cabeza, y al que das vueltas y vueltas sin parar. Cuanto más piensas en el miedo, más fuerza le das.

--Hay que pensar en lo opuesto, como un antídoto.
--Sí, hay que ir al otro lado, a lo que te gusta y te ilusiona, a las oportunidades. Se trata de disfrutar con lo que se hace. Y es básico apoyarte en un equipo, en personas queridas: por eso es bueno hablar del miedo.

--¿Ah, sí?
--En su justa medida. Hay gente que nos agota con su miedo y su negatividad. Sugiero evitarla, y rodearnos de personas que no nos vampiricen.

--El miedo evita la colaboración.
--Y, curiosamente, estamos en la era de la colaboración, como lo demuestran Facebook y las redes sociales. El discurso del nuevo presidente norteamericano va por ahí: el discurso de la colaboración, de apoyarnos los unos en los otros.

--Al menos Obama, de momento, no usa el miedo como herramienta.
--El miedo ha sido la herramienta tradicional para gobernar las empresas, las familias, los países y la sociedad. Hay jefes y líderes que utilizan el miedo por incapacidad absoluta de utilizar otras herramientas. Es un modelo agotado. No sirve para sacar lo mejor de las personas.

--Obama dice no tener soluciones.
--Es lo que me gusta de su discurso: "yo no tengo la solución", afirma, "pero sí sé la forma de encontrar la solución". No es tanto lo que tenemos que hacer, sino saber que, llegado el caso, tendremos las herramientas para saber qué tendremos que hacer. Ante todo, apoyándonos en personas, buscando redes de colaboración. Por encima de todas las crisis, creo en la capacidad de adaptación del ser humano. Y, en el fondo, somos afortunados. Nuestros problemas no son como los de hace un siglo, ni como los de otros países.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Compasión

El doctor Edward Bach indicó en el capítulo ocho de su libro Libérate a ti mismo (FreeThyself), 1932, una serie de errores, remedios y cualidades o virtudes a desarrollar, en el caso del Miedo (error), la planta escogida es el Mimulus y la virtud la Compasión.


Esta compasión enlaza hoy con una parte del texto aparecido en La Contra de La Vanguardia y que copio a continuación:

Alan Wallace, fundador y presidente del Instituto de Estudios de la Conciencia

"Mi bienestar está relacionado con tu bienestar, es pura física"

IMA SANCHÍS - 12/11/2008

Tengo 58 años. Nací y vivo en California. Estoy casado y tengo una hijastra. Estoy licenciado en Física, soy doctor en Filosofía de la Ciencia y Estudios Religiosos y fui ordenado monje por el Dalai Lama. La física cuántica y el budismo dicen lo mismo. Soy liberal y budista

A los 20 años me dediqué a viajar por Europa lleno de preguntas existenciales. Tropecé con El libro tibetano de la gran liberación, que trata sobre la naturaleza de la mente, y quedé asombrado.

¿Hasta qué punto?

Estudié el idioma tibetano para poder estudiar budismo, me compré un billete de ida a India y acabé siendo ordenado monje por su santidad el Dalai Lama.

¿Entonces lo de la física vino después?

Tras 14 años viviendo con los tibetanos, estudiando budismo y meditando, decidí integrar esos estudios en la física. El budismo se ocupa del conocimiento de la realidad, no está apegado a creencias religiosas; y para ahondar en la realidad se necesita la física.

Entonces, ¿la física ha completado su visión budista del mundo?

Sí. La fortaleza de la ciencia, con la tecnología y la matemática, no la encuentras en el budismo; pero el budismo tiene un método muy sofisticado para investigar y observar directamente la mente; en eso la ciencia occidental es muy débil.

Leyes de la física cuántica ya fueron expuestas hace 2.000 años por el budismo.

En 1997 traduje una conversación entre el Dalai Lama y un eminente físico experimental austriaco, Anton Zeilinger, que le explicaba al Dalai Lama que cuando en la física cuántica investigas la naturaleza de una partícula elemental, como un electrón, no la encuentras, está vacía. Es decir, que el electrón sólo existe en relación con el sistema de medición y el observador, no es posible observar un sistema sin perturbarlo.

¿Y qué dijo el Dalai Lama?

"¡Sorprendente!, ¡¿cómo puedes haber llegado a este descubrimiento sin conocer el camino de en medio o su escuela filosófica, el madyamika?!". Zeilinger se quedó atónito y preguntó: "¿Qué es el madyamika?".

Entonces el Dalai Lama explicó que para el budismo el yo, como tal, no existe, ya que aquello que denominamos compulsivamente mi yo está permanentemente cambiando; pero Arya Nagarjuna fue todavía más allá.

¿El fundador de la filosofía madyamika?

Sí, una línea particularmente avanzada dentro del budismo, fundada alrededor del año 200 de la era cristiana, y que sirvió de fundamento filosófico para la principal rama del budismo actual, el mahayana.

¿Cuál fue ese paso más allá?

Pura cuántica: negó la existencia independiente no sólo del yo, el observador, sino también del objeto, el observado; e incluso de la observación misma. El término madyamika deriva directamente del que empleó Nagarjuna para referirse al camino de en medio, aludiendo al espacio entre el nihilismo y el materialismo.

¿Y qué dijo Anton Zeilinger?

"¡Esto es sorprendente!, ¡¿cómo puedes saberlo sin conocer nada de física cuántica?!", e invitó al Dalai lama a su laboratorio en Austria. Allí observé algo muy interesante...

Cuente, cuente...

La tecnología que tenía Anton, los budistas no la tienen; los experimentos que ellos llevan a cabo, los budistas no los hacen. Pero los budistas practican samadi, que es una alta concentración en un solo punto, un método contemplativo para investigar la mente y los fenómenos objetivos.

¿Y así llegan a la misma visión que los físicos cuánticos?

Exacto, pero los budistas hacen una aplicación práctica: al darte cuenta de que nada existe independientemente, ni los átomos, ni las personas, ni las culturas..., brota naturalmente la compasión.

¿Usted cree?

Mi bienestar está relacionado con tu bienestar; mi sufrimiento, con tu sufrimiento. Pretender buscar mi felicidad y mi seguridad como si yo fuera una isla es una estupidez. De esta sabiduría viene el altruismo, y ahí es donde budismo y ciencia se separan, porque el altruismo no es común en la ciencia.

¿Qué se estudia en su instituto?

La conciencia desde la óptica de la ciencia, el budismo, y la psicología conductual; el conocimiento de la mente, el origen del pensamiento, la naturaleza de la conciencia. Investigamos en temas muy prácticos, por ejemplo, cómo calmar las emociones destructivas: desórdenes hiperactivos y déficit de atención.

Muy comunes.

Junto con un equipo científico de la Universidad de California hicimos un estudio que ha durado siete años sobre cómo cultivar el dominio emocional. Entrenamos con meditaciones budistas esenciales durante 45 horas a maestras de escuela aquejadas de estrés, ansiedad, depresión e insomnio. Los síntomas desaparecieron y cinco meses después seguían sin reaparecer. Otro experimento significativo ha sido el proyecto Shamaka.

¿Eso es un tipo de meditación?

Sí, para obtener mayor concentración. Organizamos un retiro de tres meses con 70 personas neófitas en la materia que meditaron ocho horas diarias y conseguimos un nivel de concentración altísimo, lo que se deriva en efectividad, autoestima y alegría en las tareas: creo que pronto veremos revolucionado el mundo del trabajo.

¿Alguna conclusión?

Ciencia y espiritualidad están dándose la mano, no para convertirse ni para conquistarse, sino para aprender una de otra, y eso no tiene precedentes.

La fuerza de la unión

Su mente racional occidental fue en busca de respuestas existenciales y topó con el budismo y el Dalai Lama, que nos dice: "Aunque los científicos estudien principalmente la materia, no pueden pasar por alto la conciencia; aunque los especialistas del espíritu se centren en el desarrollo de la mente, no pueden pasar completamente por alto las necesidades físicas". Así, este hombre se convirtió en un físico budista que ha creado el Instituto de Estudios de la Conciencia, donde se profundiza en la mente humana y sus posibilidades aunando esfuerzos y metodologías de la ciencia y del budismo. Ha participado en el seminario Budismo y ciencia para la paz, organizado por la Fundació Casa del Tibet.

En mi web hay un artículo Viajar con Flores de Bach, donde hay varias referencias al budismo o la reencarnación en los textos del doctor Bach.

Mimulus

MIMULUS

Miedo de origen conocido. Timidez


Para el miedo a las cosas de este mundo, tales como la enfermedad, el dolor, los accidentes, la pobreza, la oscuridad, la soledad, las desgracias. Los temores de la vida cotidiana. Estas personas soportan en silencio y secretamente sus miedos, sin hablarlos libremente con los demás (E. Bach)

La expresión del miedo aparece en el entrecejo del angelito. La boca abierta, la sorpresa ante lo desconocido, la necesidad de tener una mano a la que sujetarse denotan su dependencia. Con su esencia un Mimulus consigue desarrollar seguridad, y por tanto compasión por los demás.
Foto: Pilar Vidal Clavería
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