Desde el momento que nuestras preguntas, que muchas veces son tormentos, cambian un ¿Por qué? a un ¿Para qué? somos capaces de todo, en cierta manera esa pregunta para mi es la clave que nos conduce a la resiliencia de la que se habla en la entrevista Luis Rojas Marcos.
El doctor Bach eligió dos flores de Bach para ayudarnos en el camino de la adversidad:
Star of Bethelhem , ante un shock o situación traumática y Walnut, para cualquier cambio y posterior adaptación a él.
A lo largo de la entrevista también destaca el poder del compartir y el comunicar. Un buen momento para agradecer estas dos características a los blogs, en los que tanto comunicamos y compartimos.
Luis Rojas Marcos, psiquiatra
"Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
VÍCTOR-M. AMELA - 26/03/2010 La Contra-La Vanguardia
Tengo 66 años. Nací en Sevilla y vivo en Nueva York desde 1968. Soy médico y psiquiatra. Estoy casado y tengo cuatro hijos (de 40 a 19 años) de dos matrimonios, y un nieto (1 año). ¿Política? Social. ¿Dios? No creo, y respeto a los que creen. Afectos y autonomía dan resiliencia
Resiliencia es…
La capacidad humana de asimilar y superar adversidades graves. Deriva del latín resilire:rebotar.
¿La resiliencia nos ha llevado hasta aquí como especie?
Es un mecanismo adaptativo, sin duda.
¿Qué adversidad es la peor?Perder a alguien muy querido. Padecer una enfermedad terminal, o un accidente traumático, o una agresión violenta... En términos generales: una ruptura fuerte.
¿Ruptura con qué?
Con tus conexiones con la vida hasta el momento. Si depositas tu identidad en tu empleo, ¡perderlo será una grave adversidad!
Y me quedaré sin sustento material.
Ya, pero adversidad grave es la que sacude tu sentido de la vida, la que te lleva al "¿tiene ahora algún sentido seguir viviendo?".
¿O resiliente o suicida?
Sí. Aunque habrá también quien siga vivo sin vivir, pasivo. O con hábitos autodestructivos, que es otro modo de suicidio.
Deme tres ejemplos de resilientes.
Joseph (54 años) superó un cáncer de páncreas. Hoy se le ha reproducido, le afecta ya a los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla! Él sigue activo, relacionado, sin hundirse.
Otro.
Rose (44 años), de clase media-alta: desde los 5 años su tío abusó de ella sexualmente. Eso le ha dificultado confiar en los demás, relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobreponerse y cultiva la confianza.
Y tres.
Marie ha visto morir de leucemia a su único hijo (23 años), que ella crió como madre soltera. Hoy me dice que ese trauma la ha hecho sabia, que hoy sabe qué es esencial y qué es superfluo. A este fenómeno le llamo crecimiento postraumáutico.
¿Aprender de la desgracia?
La mayoría preferiría no haber vivido ese sufrimiento, pero a la vez te confesarán que eso los ha hecho mejores…
Un tetrapléjico me dijo que no cambiaba su vida por la anterior al accidente...
Estudios con personas que han sufrido una grave adversidad revelan que su grado de felicidad presente es casi idéntico al que tenían antes del suceso. Se observa lo mismo entre gemelos idénticos.
En tal caso, la resiliencia podría ser una aptitud genética.
Tiene una base genética, seguro. Pero interfieren después factores ambientales.
¿Cuáles?
Dos, fundamentalmente: uno, el grado de conexiones afectivas; y dos, el grado de autonomía personal.
Repasemos: uno, conexiones afectivas.
Se trata de haber recibido afecto y tener una red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes con quien hablar y compartir, ¡estás salvado!
¿Sí? ¿Basta con hablar?
Sí: cuando me abandonó mi primera mujer, yo caí en una depresión. Y hablar con un amigo me salvó.
¿Ha sido esa ruptura conyugal la mayor adversidad de su vida?
Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el 11-S, donde desaparecieron varios conocidos míos, como el mismo jefe de bomberos... Lo superé también hablando con amigos...
Necesitamos ser escuchados.
Es algo aún más elemental: hablar supone objetivar verbalmente las emociones, empaquetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejarlas..., y eso va diluyendo el conflicto emocional. Incluso hablar con tu perro, tu gato...
¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perro ni un gato?
Háblate a ti mismo al espejo.
...
¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pared. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡hablar solo es muy saludable!
Le creo, pero mejor cultivaré amigos. Dos: autonomía personal, me decía...
Un científico, Sanderson, hizo un experimento ilustrativo: reclutó a personas que se ahogan ante el CO y les hizo respirar aire 2 por un tubo, inyectando crecientes dosis de CO ..., pero haciendo creer a la mitad de ellos que girando una llave podían minimizar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75% de estos permanecieron tranquilos..., mientras que el resto padecía accesos de pánico!
Conclusión.
Sentir que dominas las riendas de tu vida te da poder sobre tus circunstancias.
Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo aplicármelo para fortalecer mi resiliencia?
Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos, narra lo que te pasa, cuenta tu historia. Tres, intenta pensar que tienes poder sobre tus circunstancias, y así minimízalas. ¡Crecerás en autoestima y autocontrol! Serás más resiliente: alejarás la infelicidad.
¿Quiénes son más resilientes en general, los hombres o las mujeres?
Aunque nacen más hombres que mujeres, acaban sobreviviendo más mujeres que hombres... Es un dato.
Si le pregunto: "Vivir, ¿para qué?", ¿qué me responde, doctor?
Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo alguno para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Pero siempre suele salir algo ínfimo: ver salir el sol, ver un partido... Y tirando de ese hilo, de lo que se esconde detrás de eso, encontraremos las conexiones con la vida...
¿Cuál es su motivo para vivir, doctor?¡Tengo tantos, felizmente...! Pero si me obligas a quedarme sólo con uno, te diré uno: "Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!".
Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
"No importa lo que pase: ¡importa cómo vives lo que pasa!", dijo un viejo sabio. A esa capacidad la llaman hoy resiliencia, y Rojas Marcos le dedica el manual Superar la adversidad (Espasa), pistas para asimilar mejor reveses. Una cita de Darwin lo encabeza: "No son los más fuertes de la especie los que sobreviven: sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios". Y para ello conviene autoconfianza, nacida del cariño ("yo era un desastroso estudiante... hasta que una profesora me hizo sentir que confiaba en mí", recuerda don Luis), y el escudo del humor: cuando don Luis preguntó a su madre qué prefería que hiciesen con su cuerpo al morir, ella dijo: "Dadme una sorpresa"
La capacidad humana de asimilar y superar adversidades graves. Deriva del latín resilire:rebotar.
¿La resiliencia nos ha llevado hasta aquí como especie?
Es un mecanismo adaptativo, sin duda.
¿Qué adversidad es la peor?Perder a alguien muy querido. Padecer una enfermedad terminal, o un accidente traumático, o una agresión violenta... En términos generales: una ruptura fuerte.
¿Ruptura con qué?
Con tus conexiones con la vida hasta el momento. Si depositas tu identidad en tu empleo, ¡perderlo será una grave adversidad!
Y me quedaré sin sustento material.
Ya, pero adversidad grave es la que sacude tu sentido de la vida, la que te lleva al "¿tiene ahora algún sentido seguir viviendo?".
¿O resiliente o suicida?
Sí. Aunque habrá también quien siga vivo sin vivir, pasivo. O con hábitos autodestructivos, que es otro modo de suicidio.
Deme tres ejemplos de resilientes.
Joseph (54 años) superó un cáncer de páncreas. Hoy se le ha reproducido, le afecta ya a los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla! Él sigue activo, relacionado, sin hundirse.
Otro.
Rose (44 años), de clase media-alta: desde los 5 años su tío abusó de ella sexualmente. Eso le ha dificultado confiar en los demás, relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobreponerse y cultiva la confianza.
Y tres.
Marie ha visto morir de leucemia a su único hijo (23 años), que ella crió como madre soltera. Hoy me dice que ese trauma la ha hecho sabia, que hoy sabe qué es esencial y qué es superfluo. A este fenómeno le llamo crecimiento postraumáutico.
¿Aprender de la desgracia?
La mayoría preferiría no haber vivido ese sufrimiento, pero a la vez te confesarán que eso los ha hecho mejores…
Un tetrapléjico me dijo que no cambiaba su vida por la anterior al accidente...
Estudios con personas que han sufrido una grave adversidad revelan que su grado de felicidad presente es casi idéntico al que tenían antes del suceso. Se observa lo mismo entre gemelos idénticos.
En tal caso, la resiliencia podría ser una aptitud genética.
Tiene una base genética, seguro. Pero interfieren después factores ambientales.
¿Cuáles?
Dos, fundamentalmente: uno, el grado de conexiones afectivas; y dos, el grado de autonomía personal.
Repasemos: uno, conexiones afectivas.
Se trata de haber recibido afecto y tener una red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes con quien hablar y compartir, ¡estás salvado!
¿Sí? ¿Basta con hablar?
Sí: cuando me abandonó mi primera mujer, yo caí en una depresión. Y hablar con un amigo me salvó.
¿Ha sido esa ruptura conyugal la mayor adversidad de su vida?
Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el 11-S, donde desaparecieron varios conocidos míos, como el mismo jefe de bomberos... Lo superé también hablando con amigos...
Necesitamos ser escuchados.
Es algo aún más elemental: hablar supone objetivar verbalmente las emociones, empaquetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejarlas..., y eso va diluyendo el conflicto emocional. Incluso hablar con tu perro, tu gato...
¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perro ni un gato?
Háblate a ti mismo al espejo.
...
¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pared. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡hablar solo es muy saludable!
Le creo, pero mejor cultivaré amigos. Dos: autonomía personal, me decía...
Un científico, Sanderson, hizo un experimento ilustrativo: reclutó a personas que se ahogan ante el CO y les hizo respirar aire 2 por un tubo, inyectando crecientes dosis de CO ..., pero haciendo creer a la mitad de ellos que girando una llave podían minimizar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75% de estos permanecieron tranquilos..., mientras que el resto padecía accesos de pánico!
Conclusión.
Sentir que dominas las riendas de tu vida te da poder sobre tus circunstancias.
Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo aplicármelo para fortalecer mi resiliencia?
Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos, narra lo que te pasa, cuenta tu historia. Tres, intenta pensar que tienes poder sobre tus circunstancias, y así minimízalas. ¡Crecerás en autoestima y autocontrol! Serás más resiliente: alejarás la infelicidad.
¿Quiénes son más resilientes en general, los hombres o las mujeres?
Aunque nacen más hombres que mujeres, acaban sobreviviendo más mujeres que hombres... Es un dato.
Si le pregunto: "Vivir, ¿para qué?", ¿qué me responde, doctor?
Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo alguno para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Pero siempre suele salir algo ínfimo: ver salir el sol, ver un partido... Y tirando de ese hilo, de lo que se esconde detrás de eso, encontraremos las conexiones con la vida...
¿Cuál es su motivo para vivir, doctor?¡Tengo tantos, felizmente...! Pero si me obligas a quedarme sólo con uno, te diré uno: "Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!".
Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
Resiliencia
"No importa lo que pase: ¡importa cómo vives lo que pasa!", dijo un viejo sabio. A esa capacidad la llaman hoy resiliencia, y Rojas Marcos le dedica el manual Superar la adversidad (Espasa), pistas para asimilar mejor reveses. Una cita de Darwin lo encabeza: "No son los más fuertes de la especie los que sobreviven: sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios". Y para ello conviene autoconfianza, nacida del cariño ("yo era un desastroso estudiante... hasta que una profesora me hizo sentir que confiaba en mí", recuerda don Luis), y el escudo del humor: cuando don Luis preguntó a su madre qué prefería que hiciesen con su cuerpo al morir, ella dijo: "Dadme una sorpresa"
Star of Bethelehem
Foto:Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Terapeuta floral
10 comentarios:
Gracias Pilar, que hermoso reportaje!
Ya nos tienes muy acostumbrados a estas cosas.
Mientras leía recordé a un amigo, quien tiene VIH, que aún hoy (pasó ya mas de 5 años de su positividad), dice que si saliera algo que lo "curara", siente que todavía no está listo, sigue aprendiendo...
Nuevamente gracias Pilar, un fuerte abrazo lleno de ricas nueces...
Mirta
No sé qué decirte, Pilar.
Como todo lo que aquí pones, me sirve y mucho, pero dudo bastante de mi resiliencia; vengo de una familia de suicidas, eso también es cuestión de genética.
Y aparte , la vida sin grandes tragedias ya puede llegar a ser bastante dura en este hermoso sistema o estado actual de ls cosas .
...
Por cierto, una vez escribí un email al doctor Rojas Marcos después de leer un libro suyo ; (en el mismo libro aparecía su correo por si algún lector le quería comentar algo ) .
No me contestó nunca ,pero bueno .
Suele ser interesante casi todo lo que dice .
Abrazos.
Querida Reyes,
Después de leer tu comentario, con esa nube del desánimo que no deja ver la inmensidad del sol, una buena solución pasa por tener claro que momentos de tristeza tenemos todo, y en ellos es bueno abrir el paraguas, quedarse a refugio y tener el convencimiento que todo pasa, que tras la noche llega el día, que después del invierno llega la primavera.
Para mi la resiliencia pasa por ponerse en marcha, dejar de ser la victima y asumir la responsabilidad de uno mismo, tomar las riendas.
Posibilidades para avanzar, para tomar conciencia de lo que realmente queremos hay muchas, a veces estamos aferrados a un pasado que hay que reconocer, ponerlo en su lugar. ¿Conoces las Constelaciones Familiares, ¿has participado o hecho alguna vez una constelación familiar?
Un fuerte abrazo
Gracias Mirta,
Un fuerte abrazo también para ti
No, Pilar , nunca lo he hecho, aunque lo he pensado .
Dicen que funciona muy bien , pero que es como una representación teatral que se convierte en realidad y lo mismo se acaba llorando que totalmente liberado .
No me atrevo , la verdad .
Un beso enorme .
Querida Reyes,
Las Constelaciones Familiares al igual que la Terapia con las Flores de Bach son métodos terapéuticos muy valiosos y a tener en cuenta a nivel personal.
Cuando queremos solventar problemas que muchas veces arrastramos en el tiempo, fruto de dinámicas y patrones repetidos, la comprensión sistémica nos ayuda y mucho no solo a entenderlos sino a integrarlos y ordenarlos en nuestro interior de la mejor manera.
Durante un tiempo estuve participando en un curso de Constelaciones Familiares donde combinábamos la teoría y la práctica y te aseguro que todos los participantes salimos muy enriquecidos.
En Barcelona conozco varios profesionales serios y responsables en el trabajo con las Constelaciones, son mucho más que el considerarlas como representaciones teatrales, como en cualquier terapia hay que ser conscientes de lo que queremos obtener y de sus posibilidades y a partir de ahí ver si nos pueden ayudar.
Si no has leído ningún libro sobre el tema te recomiendo el de Peter Bourquin, LAS CONSTELACIONES FAMILIRES en resonancia con la vida, de la editorial Serendipity,también puedes ver información y artículos del autor en su página web y así podrás entrar en el tema y ver si te interesa.
Un fuerte abrazo
Siempre que paso por aquí, salgo muy enriquecida, Gracias Pilar, ahor leyendo los comentarios me gustaría decirte Reyes; Que he pensado muchas veces como tu, y que las mismas he salido fortalecida, porque le gané la batalla al abatimiento, reconozco que cuando estas así es doloroso, pero si duele es que estas vivo, y siempre pasa algo, como el hecho de escribirlo aquí, ya ves, seguro que de algo te sirvió, tengo una familia muy tocada, y yo tambien lo estoy, pero tocado no quiere decir hundido, ¿no?, he leido mucho y cuando puedes explicar lo que y porque te sientes así, es mas facil llevarlo, pero lo que más me sirve es ayudar a levantar el ánimo a quien veo que caé, a veces incluso haciendo el payaso, su energia es la mia y si consigo una sonrisa, ahí la tengo, para cuando me haga falta a mi. No se si me he expresado bien, pero te mando un abrazo y a ti Pilar mis más sinceras felicitaciones.
Muchas gracias Marina por compartir y expresar tu sentir.
Con la expresión a través de los comentarios también realizamos todos un buen acto terapéutico
Un abrazo
Gracias ,Pilar,lo buscaré, y gracias a ti también Marina .
Un beso a las dos.
Respecto al por qué y el para qué. La primera parece más una invitación a encontrar la causa "Esto me sucede porque mi padre ..."; la segunda, a la responsabilidad personal sobre la producción de lo que me sucede: ¿para qué hago esto?. Me quedo con la segunda, me da la sensación de que algo puedo cambiar si me doy cuenta de mis secretas intenciones.
un beso Pili. Ya de regreso...
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