PILAR VIDAL CLAVERIA. Counseling integrativo-relacional duelo y pérdidas, Máster IL3 Universidad Barcelona, Instituto IPIR. Terapeuta floral. Lic Ciencias Biológicas Univ Barcelona.Información y consultas 652631831.
Este blog es un espacio donde encontrarás información sobre el acompañamiento en el duelo y las pérdidas, la terapia floral y también algunos de mis intereses personales: fotografía, viajes, películas, entrevistas,reflexiones....Gracias por visitarlo y compartirlo
El artista debe crear una chispa antes de poder hacer un fuego, y antes de que nazca el arte, el artista debe estar dispuesto a ser consumido por el fuego de su propia creación.
Auguste Rodin
1840-1917
Esta frase es de agradecimiento a los artistas que me han acompañado con sus esculturas en este proceso de relación de las Flores de Bach, su estado de ánimo o su defecto a superar, con sus obras expuestas en las calles de la ciudad de Barcelona.
Quedaban sólo dos remedios por relacionar: Red Chestnut y Holly.
Tienen estos dos remedios algunos puntos en común, desde el miedo a la perdida al sufrimiento, un sufrimiento siempre inútil.
La exposición de Rodin finaliza el próximo sábado 6 de febrero y ayer hice las últimas fotografías, estos son los resultados.
RED CHESTNUT
Preocupación excesiva por los seres queridos
Para quienes encuentran difícil no preocuparse por los demás. Con frecuencia han dejado de preocuparse por sí mismo, pero pueden sufrir mucho por los seres queridos, anticipando con frecuencia alguna desgracia que pudiera ocurrirles.
Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936
Eustache de Saint Pierre, 1887 de Auguste Rodin
Ni teniéndolo cerrado bajo llave, conseguirá perder su preocupación por ese ser querido, en un intento de sobreprotección, que lo único que conlleva es temor y una angustía inútil, la toma de la esencia dará libertad al otro y a uno mismo, tomando conciencia de que cada uno tiene su propio destino
HOLLY
Sospecha, envidia, celos
Para quienes se ven frecuentemente atados por pensamientos de envidia, celos, venganza o sospecha.
Para las diferentes formas de vejación.
Por dentro pueden sufrir mucho, sin que a menudo exista una causa real para su desdicha.
Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936
Al fondo Jean de Fiennes, 1887 de Auguste Rodin
Fotos: Pilar Vidal Clavería
Siempre receloso, vigilante, ¿Qué hace el otro?, ¿Donde está? ¿Con quién? las preguntas surgen continuamente, no tienen respuestas, son infundadas, frutos de pensamientos que tienen por base únicamente la sospecha, la esencia aportará tranquilidad, dará confianza y permitirá disfrutar del fluir de la vida.
Para curar el equilibrio y sanación de emociones tóxicas la especialista en Flores de Bach Tere Chapa Ramírez visitó a los alumnos de la UR en la Semana de Salud 2010.
En su conferencia ofrecida el 28 de enero en el Auditorio Agustín Basave, Chapa, explicó los distintos tratamientos que ofrece las 38 esencias florales, además explicó que parte de las enfermedades de la gente se debe en gran medida a emociones reprimidas por años, por eso la importancia de su sanación.
Para mayor información acerca de esta especalidad y recibir asesoría ingresar al sitio www.floresdebachmty.com.
Así lo dijo;
“Estuvo muy padre e interesante, se me hizo una conferencia que te ayuda a encontrar tus emociones, cómo tratarlas y encontrar el fondo de ellas, que bueno que la UR trajo este tipo de conferencias que nos sirven a nosotros los jóvenes”, dijo Erika Gibaja, alumna de Licenciado en Administración de Empresas Turísticas.
Si sois de los que durante los trayectos en los transportes públicos empleáis el tiempo en la lectura de algún libro, quizás habréis comprobado que si la lectura os provoca sonrisas o incluso carcajadas, automáticamente levantáis la vista para comprobar si alguien os está mirando y justificar que no os habéis chalado sino que simplemente el libro es muy divertido.
Esto me ha sucedido en varias ocasiones leyendo Dibujar los sonidos, la novela de Cels Piñol.
Tener gracia para explicar situaciones cotidianas y comunes no es fácil y Cels lo resuelve con una experiencia de creador de comics, que aunque no conozco, seguro que también resultan divertidos.
En el libro se mezcla el humor, la ciencia-ficción y los consejos dados por tres personajes, dos papás primerizos y Natalia la niña que pone voz desde el momento de su nacimiento a sus emociones y sus sentimientos con un sentido común que en la mayoria de las ocasiones supera al de los papás.
Y no solo habla Natalia sino tambíen los niños con los que se encuentra en la clínica, en la consulta pediátrica o en el parque en la ciudad de Barcelona.
Aunque el libro no tiene ninguna mención a las Flores de Bach, y mira que hubieran ido bien en algunos momentos, mira por donde aparece Florence Nightingale, considerada madre de la enfermeria moderna, y de la que en dos ocasiones he hablado en el blog como ejemplo de persona capaz de cumplir sus deseos, seguro que Natalia también lo consigue.
Continuando con la serie de las Flores de Bach y el Arte en la calle completamos ahora el Grupo o Epigrafe siete, para los que presentanpreocupación excesiva por el bienestar de los demás, donde encontramos a Chicory, Vervain, Vine, Beech y Rock Water.
BEECH
Intolerancia
Para aquellos que sienten la necesidad de ver y apreciar más el bien y la belleza en todo cuanto les rodea, de tal forma que aunque muchas cosas se presenten como erróneas, tengan la habilidad de ver lo bueno creciendo en su seno. De este modo podrán ser más tolerantes, más aceptadores y más comprensivos frente a los diferentes caminos de cada persona, entendiendo que todas las cosas trabajan para su propia perfección final.
Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936
Jacques de Wissant, 1888 de Auguste Rodin
Foto: Pilar Vidal Clavería
Desde una postura que creen es la correcta, su intolerancia les confiere un cierto aire de superioridad, de pensar que su idea es únicamente la cierta, con la toma de la esencia asumiran otros puntos de vista tambien como buenos, adquiriran una flexibilidad ante las particularidades e ideas de los demás y entendiendo que cada cual ha de realizar su propio camino.
No hay nada más pedagógico que el entusiasmo, es una de las respuestas de la entrevista de hoy de La Contra, y la escojo porqué el entusiasmo, el transmitir entusiasmo, lo relaciono con el ser feliz, un entusiasmo como ya he comentado en otras entradas del blog, desde la alegría, desde un Wild Rose positivo,cuando el remedio ha devuelto el entusiasmo, no desmesurado como en Vervain, sino disfrutando de la alegría de vivir, de estar presente aquí y ahora.
Marta Minguella, pedagoga musical, compositora de música y canciones para niños
64 años. Nací y vivo en Barcelona. Estudié la carrera de solfeo, piano, guitarra, instrumental Orff Schulwerk y la de Pedagogía Musical. Ahora formo a niños de 5 meses a 5 años. Soltera, vivo con mis dos perritas: Pupi y Nina.Los políticos trabajan para sí mismos. Soy católica
Una vida entusiasta En su blog, consultado por niños y adultos, se define como "espécimen un poco extravagante, resistente a 16.000 niños". Tiene 200 primeros premios de música internacionales, varios libros publicados, un estudio inédito sobre la estimulación a través de la música de los bebés prematuros. Ha ganado tres veces el Zecchino d'Oro, en Bolonia, el mayor festival de música infantil. Entre otras, es suya la canción de las muñecas de Famosa.
De pequeña nunca quería comer.
¿Y eso?
Hija única, nieta única, sobrina única… Mi madre dijo: "Esta niña va a ser un petardo", y con dos años y medio decidió llevarme al colegio.
Entiendo.
A mi padre, autodidacta, le gustaba tocar el piano. Yo siempre le miraba. Un día mi abuela me sentó en el piano para, entre nota y nota, meterme cucharada: "Toca, Martita, toca"... Y con las dos manos toqué toda suerte de canciones que oía en la radio.
Qué susto.
A mi abuela se le cayó el plato. Mi madre, asustada, llamó a mi padre, que también quedó mudo. Consultaron con el psicólogo del colegio y les dijo: "Cuidado, que le puede explotar el cerebro. No la dejen tocar".
Qué bruto.
Una lástima, aun así no pudo conmigo. Llegó Navidad, todavía no tenía los tres años, y mi madre me preguntó: "¿No te han enseñado a cantar villancicos en el cole?". "Sí, pero no me los sé - le contesté-,si quieres los toco". Y estuve toda la tarde tocando villancicos. Esperaron a que cumpliera cinco años para llevarme a estudiar piano. A los once había terminado la carrera de piano no oficial, en las academias Granados y Marshall.
¿Qué fue de usted?
Me llevaron al conservatorio a empezar de nuevo. Hice la carrera de solfeo, armonía, historia del arte, formas musicales, composición, historia de la música, piano, guitarra, acordeón, instrumental Orff Schulwerk, los dos años de música de cámara y el deseado virtuosismo.
Pero no eligió ningún instrumento.
Cada uno de mis maestros se empeñó en que fuera concertista, pero a mí lo que me gustaba eran los niños. En aquella época se hacía el servicio social, que consistía en una prestación social de tres meses. Yo escogí ir a la guardería más necesitada de Barcelona, en la Verneda, y me quedé tres años.
Apasionada.
Mucho. Ver cómo los niños reaccionaban a la música me aclaró mi destino, quería dedicarme a la pedagogía musical y a la musicoterapia, algo que aquí no existía.
¿Adónde fue a parar?
En el Mozarteum de Salzburgo me doctoré en pedagogía musical y estudié musicoterapia; y en Viena practicaba una técnica de piano para la agilidad. Fui muy feliz.
Renunció a una cátedra.
Sí, a la cátedra de Guitarra del Conservatorio Superior de Música de Sevilla. Si aceptaba, me convertía en la catedrática de Música más joven de España.
¿En qué consiste su método?
Despertar la creatividad y el amor por la música a la vez que educas el oído e introduces instrumentos hasta que uno de ellos escoge al alumno. Yo enmarco la música en algo mucho más amplio: se actúa, se juega.
¿No hay que practicar y practicar?
Hay que enamorarse. No hay nada más pedagógico que el entusiasmo. La agresividad, el desinterés por aprender, la apatía, todo eso se puede corregir con la música.
¿Cómo le fue en la Verneda?
Además de música les enseñaba mimo. Les apunté a un concurso de teatro y arrasaron. Para ellos aquella copa fue un mundo. Luego la vida dio un vuelco y acabé de profesora en los mejores colegios de Barcelona.
¿Cuál es la diferencia entre los niños ricos y los pobres?
Unos tienen de todo; los otros tienen el ejemplo de padres que salen y entran de la cárcel, discusiones acaloradas y gritos. Pero si logras abstraerlos de ese ambiente, son idénticos, los mismos gustos e inocencia.
¿Cómo nació el grupo Nins?
A los 19 años, en los setenta, y durante tres años fui jurado para TVE de un festival de canciones infantiles. Se trataba de gente adulta cantando canciones de niños: José Luis Moreno, Marisa Medina, los Calatrava... A mí eso no me gustaba, ¡pobres niños!
Y decidió solucionarlo.
Siempre evité que los Nins se convirtieran en artistas.Los niños deben ser niños, disfrutar de serlo. Creé 22 formaciones, ganamos casi todos los festivales internacionales y grabamos 200 discos, pero nunca firmé un contrato discográfico que los obligara a promociones, ni les permití hacer películas.
¿Qué sabe de ellos?
Mantengo contacto con todos los Nins que han pasado por mi vida durante 35 años.
¿Por qué no tuvo hijos?
Yo quería tener muchos hijos y llevármelos a cantar por el mundo. Pero cuando murió mi padre me afloró una enfermedad muy grave, lupus, que me ha impedido tenerlos.
Debió de ser una época oscura.
Sí, pero yo siempre he tenido buen humor. A mi madre se le había muerto el marido y le decían que yo me moría, y reaccioné como si fuera la joven más sana del mundo.
Empezó con 17 años dando clases...
Y no he parado. No sé qué he aprendido, pero tengo dentro de mí una especie de ramillete de globos de colorines, de felicidad. Me siento muy llena, los primeros 50 años de mi vida han sido como 300, me han dado tanto que no se puede calibrar.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Perder a toda la familia y sonreír cuando he estado mal. Pero si sonríes en la adversidad, tu mal mengua. Creo que lo más importante en esta vida es saber buscarte la diversión en lo que hagas y aceptar el devenir.
Una vida entusiasta
En su blog, consultado por niños y adultos, se define como "espécimen un poco extravagante, resistente a 16.000 niños". Tiene 200 primeros premios de música internacionales, varios libros publicados, un estudio inédito sobre la estimulación a través de la música de los bebés prematuros. Ha ganado tres veces el Zecchino d'Oro, en Bolonia, el mayor festival de música infantil. Entre otras, es suya la canción de las muñecas de Famosa. No hace mucho tropezó con una baldosa levantada del paseo de Gràcia, se rompió las muñecas y los diez dedos de las manos. No ha cobrado indemnización: "No volveré a tocar como antes, pero si te lo tomas muy a pecho, pierdes más". Su alegría es admirable.
La portada del libro de Francesc Miralles, Amor en minúscula, tiene truco. Bueno lo tiene para mi, porque la cabeza del gato que asoma sobre el título de la novela, me resulta muy familiar.
Se trata de un gato atigrado, de la misma raza que el gato que durante muchos años nos siguió por el piso y nos acompañó hasta donde le dejamos, pues al preparar las maletas para las vacaciones, siempre se colocaba sobre ellas con la esperanza quizás de conocer también otros lugares lejanos.
Tenía pues el comenzar la lectura un valor añadido, promovido por ese punto de nostalgia y de buen recuerdo de nuestro Mandi.
Ha resultado una historia muy amena y agradable, donde el amor en minúscula es uno de los capítulos de la novela, que debe desarrollar el protagonista, un profesor universitario cerrado en su mundo particular, que verá totalmente alterado al acceder a su hogar un gato de la calle, el Mishima, y desencadenarle una nueva manera de vivir.
La frase que da introducción a la novela, ya es un buen prefacio del desarrollo del libro:
Disfruta de las cosas pequeñas porqué puede ser que un día gires la vista atrás y te des cuenta de que eran las cosas grandes
Robert Brault
Samuel descubrirá una nueva vida en la que tendrá cabida el despertar de emociones que habían quedado adormecidas y que le hagan decir que la mente propone y el corazón dispone.
Honeysuckle es una flor que encontramos en el Grupo o Epigrafe Tercero, Para los que presentan falta de interés por las circunstancias presentes, está acompañada de otras flores Clematis, Wild Rose, Olive, White Chesnut, Mustardy Chestnut Bud.
Con esta escultura de Auguste Rodin se completa este tercer grupo y su relación con el Arte en la calle.
HONEYSUCKLE
Nostalgia
Para los que viven demasiado en el pasado, que quizá fue una época de gran felicidad, o en los recuerdos de un amigo perdido, o de ambiciones que no se han convertido en realidad. No esperan encontrar nuevamente una felicidad como la que tuvieron.
Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936
Eustache de Saint Pierre, 1887 de Auguste Rodin
Eustache de Saint Pierre, 1887 de Auguste Rodin
No puede con su pasado, como una soga oprime su cuello, lo soporta como un gran peso que le impide avanzar.
La toma de la esencia aportará fuerza, energía, desapego, para que el futuro aparezca luminoso y esperanzador.
Desapego es soltar lo viejo, sin que lo nuevo haya llegado aún
En el primero de los grupos o Epigrafes de las Flores de Bach, para el temor, se encuentran cinco flores, el doctor Bach definió cinco tipos de miedo y un remedio para cada tipo.
Rock Rose, Mimulus, Aspen, Cherry Plumy Red Chestnut
En entradas del blog anteriores, en el apartado de Las Flores de Bach y el Arte en las calle, están las esculturas relacionadas con Rock Rose yMimulus, dos de los Doce Sanadores y la deCherry Plum.
De las dos restantes tenemos a Aspen, el miedo frente a cosas vagas y que no pueden ser explicadas. No tienen una razón clara y sin embargo son perturbadores y reales para el individuo que los tiene.
Conferencia Wallingford, 24 septiembre 1936
ASPEN
Presagio, miedos inexplicables
Temores vagos y desconocidos para los que no hay explicación ni razón. No obstante, el paciente puede estar aterrorizado por algo terrible que va a suceder y que no sabe qué será.
Estos temores vagos e inexplicables pueden obsesionar de noche y de día.
Los que los padecen a menudo temen contar su preocupación a los demás.
Los doce curadores y otros remedios E. Bach, 1936
Pierre de Wissant (1887), deAuguste Rodin
Intentando ocultar con la mano algo que no puede definir que no puede explicar, la ansiedad llega a paralizarlo.
Enfrentarse sin miedo a lo desconocido, a esos miedos sin causa aparente ni definida que los provoque, con la toma del remedio llegará el valor, la confianza en uno mismo, con calma y sin ansiedad.
Ayer martes, el centro AVES en su sede de la calle Còrsega de Barcelona, Isabel Compan, realizó una conferencia con el título:
Un duelo (o una pérdida) en casa.
¿Qué pasa con el niño o la niña? Herramientas y recursos para trabajar el duelo y las pérdidas con los niños o adolescentes que nos rodean.
El proceso del duelo en los niños y los adolescentes.
¿Cómo lo podemos vivir? ¿Qué podemos hacer para apoyarlo en este camino?
Fue una conferencia donde de una forma interactiva Isabel Compan desde sus conocimientos y experiencia como maestra y terapeuta, daba respuestas a las preguntas que realizaban los asistentes y que tenían una relación directa con lo que planteaba el título de la conferencia.
El punto de partida era el sentido de la perdida en casa, que no necesariamente va asociada a la muerte, sino a una separación o a cualquier tipo de pérdida.
Se producen ante las pérdidas unas heridas emocionales que no se ven, pero si que se viven.
La pérdida es una experiencia que todos vivimos, aunque de maneras diferentes.
El niño en muchas ocasiones no tiene con quien compartir su pérdida y a veces no quiere ser una carga.
Las heridas emocionales si no se comparten crecen, son heridas del alma que requieren un trabajo emocional, de expresión, hasta que se pueda integrar la pérdida.
Con los niños se pueden hacer muchas cosas para que expresen el dolor y la rabia. Actividades de expresión artística, relaciones con los demás, descubrir nuevas actividades dentro y fuera del contexto familiar.
En algunas ocasiones el duelo queda aparcado, ya que su forma de expresión es muy diversa, las diferentes fases del duelo no tienen porque ser consecutivas, y para expresar fuera lo que está dentro se necesita paciencia, tiempo, cada persona necesita su tiempo, amor y comprensión y tener en cuenta que cada familía lo vive de una manera.
El silencio es lo menos conveniente. Es bueno tener en cuenta que lo que se silencia no se comparte y puede ser orígen de un problema, escuchar al niño y a la niña, que puedan expresar lo que llevan dentro.
Compartir es una gran terapia ya que posibilita la comunicación.
Para elaborar un duelo es necesaria la digestión de las emociones y esto pasa por la expresión y la toma de conciencia, abrir puertas para conectar las emociones.
Muchas veces es necesario el permitirse sentir las emociones en los procesos de un duelo y sentir complicidad con los que te rodean.
Se comentaron al finalizar la conferencia algunos libros de ayuda como Carta para un niño con cáncer de Elisabeth Kübler-Ross y ¿Dónde está el abuelo? de Mar Cortina.
Interrogando los síntomas, es el último capítulo del libro de Eduardo H. Grecco, Hecho y proceso diagnóstico en Terapia Floral.
Grecco explica que "interrogar a los síntomas es preguntarnos por el significado que revelan, significado que echa sus raíces en las emociones sofocadas, las creencias inconscientes y los recuerdos reprimidos que constituyen las fuentes a partir de las cuales se forman los síntomas".
En la entrevista de hoy John Eaton analiza el mismo concepto que "Tras todo síntoma subyace una emoción ignorada"
John Eaton, doctor en Psicología, creador del método Reverse Therapy
Tengo 53 años. Nací y vivo en Londres. Casado y con dos hijos y una nieta. Licenciado en Filosofía y doctorado en Psicología, pero desde el año 2002 sólo trabajo con la Reverse Therapy. Debería haber menos gobierno. Soy liberal y poco espiritual. Me interesa la filosofía budista
Cómo llegó a la Reverse Therapy?
En 1996 mi esposa desarrolló una enfermedad neurológica autoinmune: neurosarcoidosis. Los dedos de los pies y de las manos y parte de la cara se le inflamaron hasta quedar paralizados.
Usted entonces era psicoterapeuta...
Las causas de las enfermedades autoinmunes (el organismo ataca las propias células) son desconocidas, pero cada vez está más claro que los factores emocionales son importantísimos en su evolución. Ivonne arrastraba problemas en el trabajo, dos hijos pequeños y pérdidas familiares.
... Y quiso ayudarla.
Sí, me puse a trabajar con las teorías del doctor Ernest Rossi, que demostró que los síntomas aparecen cuando la inteligencia corporal recuerda experiencias difíciles y almacena esa información en el cerebro emocional, y en cualquier parte del cuerpo, en forma de memoria química.
¿Al vivir una experiencia similar se activa la memoria química del cuerpo?
Sí, la conciencia del cuerpo utiliza los síntomas como código para mostrarnos que nos encontramos ante una situación difícil que debemos gestionar.
¿Qué es la conciencia del cuerpo?
Es un tipo de inteligencia organizada cuyas funciones son: procesar emociones y recordarnos emociones vividas en el pasado, activar las glándulas y otros centros de información, los mecanismos de defensa y crear emociones para guiar nuestras acciones.
¿Esa es la base de la Reverse Therapy?
Sí, entender que el cuerpo no se comunica con nosotros a través de palabras o pensamientos, sino a través de sentimientos, sensaciones o síntomas.
¿Así trata el síndrome de fatiga crónica (SFC) y la fibromialgia?
Defiendo que su causa es la manifestación, a través del cuerpo, de una serie de síntomas (alteraciones glandulares). Se trata de un trastorno del eje HPA (eje hipotálamo-pituitario y glándulas adrenales).
¿Qué provoca este trastorno?
No se trata de un problema exterior que impacta en la persona: estamos hablando de interacciones complejas entre el cerebro y el entorno, la persona, otras personas, las actitudes... Cuando la persona no logra adaptarse a determinadas circunstancias, se aumenta la carga alostática del cuerpo.
¿Qué es eso?
La cantidad de información que el cuerpo tiene que procesar. El problema es que, cuando el cuerpo detecta un error, no puede ignorarlo, tiene que intentar arreglarlo; así crea más problemas y llega el desarreglo.
¿Cómo actúa usted?
Ayudo a entender los síntomas, clarificar su mensaje y su causa, y les enseño habilidades que les ayuden a adaptarse. En un 80% de los casos los síntomas llegan a revertir a no ser que los tejidos ya estén dañados.
¿Cuál es la esencia?
Aprender a no dar tanta importancia a la mente racional. Los seres humanos tenemos un neocórtex cerebral muy desarrollado, lo que nos ha permitido crear sistemas de organización de pensamiento complejos; pero es una bendición y una maldición.
¿Por qué?
La inteligencia intelectual trabaja con normas y con reglas, y hay personas que no se adaptan bien a ellas, las sobrecargan. Al mismo tiempo, la inteligencia del cuerpo actúa como un sistema de radar y está controlando la carga alostática, busca el equilibrio.
¿La mente del cuerpo no depende de la mente intelectual?
Son semiindependientes. Si alguien tiene demasiados plazos fijos de entrega, acumula frustración y sale del trabajo con dolor de cabeza o de estómago; la mente intelectual le dice que debe continuar, pero el cuerpo no se adapta. Entonces, el cuerpo sube el cortisol para que el sistema inmunológico descienda, o sea, intenta parar a la persona para ahorrar recursos, pero la mente quiere más y no obedece: ahí tenemos la enfermedad.
¿Comprender los síntomas sana?
Tomar la acción apropiada. Tras todo síntoma subyace una emoción que ha sido ignorada. Etimológicamente, emoción viene de movimiento,produce cambios en el cuerpo químicos, neurológicos, glandulares, para llevar a un movimiento. Cuando la acción se ha tomado, se restaura el equilibrio del cuerpo y la emoción desaparece.
Entiendo.
Si esa acción que nos demanda el cuerpo no es atendida, el cuerpo irá aumentando el volumen de la emoción que se está bloqueando; así el enfado, que es una emoción primaria, se convierte en rabia, en tensiones, dolor de cabeza, náuseas..., en síntomas.
¿Cuál es su conclusión tras años tratando con pacientes?
Es algo un poco controvertido: creo que los seres humanos en Occidente somos excesivamente racionales y tendríamos que estar mucho más conscientes de nuestra inteligencia emocional y nuestra intuición.
¿Cómo educarlas?
Aumentando la conciencia, y para ello hemos de ir más despacio, escuchar más a nuestro cuerpo y menos a nuestra mente. Y creo que el problema que padecemos la mayoría es que no hemos aprendido a comunicarnos de manera eficaz. Pasamos demasiado tiempo discutiendo y poco escuchándonos. Una parte importante de mi trabajo es enseñar habilidades de comunicación.
"Tras todo síntoma subyace una emoción ignorada"
Nuevo enfoque
Hace cuatro años entrevisté al director de orquesta Pablo González, que padecía el SFC y se recuperó gracias al método del doctor Eaton, que promueve lo contrario del consejo médico tradicional: "Se suele decir a las personas con SFC que reduzcan al mínimo su actividad. Hay que invertir esa actitud y la idea de que el SFC y la fibromialgia - escribe en El método Reverse Therapy (Tarannà)-son causados por infecciones víricas desconocidas o que son un disfraz de depresión. Los síntomas son causados por alteraciones glandulares producidas por el mismo cuerpo y son muy reales". Su método se deriva de una nueva forma de pensar: los síntomas son aliados que nos indican que debemos cambiar.
Podemos seguir una interesante entrevista con Pablo González en el informativo de TV3 Telenoticies migdia del 28 de marzo de 2010
El pasado sábado la entrada del blog, Cautelosos trataba sobre los hijos adolescentes, Susana Veilati hacía un acertado comentario, diciendo que consideraba básico el respeto en las relaciones con los adolescentes.
En la entrevista de hoy de La Vanguardia, Alicia Banderas también indica al respeto como puntal en las relaciones con los adolescentes junto a la responsabilidad de los padres, el refuerzo positivo y el poner límites.
Alicia Banderas: "Los padres no pueden ser amigos de sus hijos"
La psicóloga es la autora del libro 'Pequeños tiranos' con el que da a conocer que es lo hay detrás de los adolescentes que se portan mal y las claves para evitarlo
Seguro que hay muchos padres y madres que en algún momento de su vida se han sentido frustrados con la actitud o determinadas acciones de sus hijos. Es el momento de hacerse preguntas como, ¿he sabido educar bien a mi hijo? O ¿qué es lo que hemos hecho mal? Alicia Banderas es licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y lleva más de diez años tratando profesionalmente la conducta de los niños y adolescentes. La presentadora del programa "Escuela de padres…en apuros" da consejos teóricos y prácticos en su libro recién publicado "Pequeños tiranos", dónde explica algunas claves para lograr que nuestros hijos pasen de ser niños desobedientes a adolescentes responsables. Una tarea educativa que, según ella, corresponde en su totalidad, a los padres, que deben encontrar con sus hijos el equilibrio entre la autoridad y el cariño y saber poner unos límites a tiempo. De no hacerlo, y según los casos, los niños pueden llegar a convertirse en auténticos tiranos, mostrando insensibilidad al dolor ajeno y perdiendo completamente el respeto a sus progenitores. En el libro, Banderas aplica técnicas y estrategias de la psicología actual y aunque deja claro que "los padres perfectos no existen", también quiere lanzar un mensaje positivo y tranquilizador a muchas familias: Siempre se está tiempo de cambiar la relación con tu hijo y a los adolescentes no hay que demonizarlos por norma, "ya que la gran mayoría llegarán a ser responsables, cooperativos y con un gran sentido de ayuda y de solidaridad". Que así sea.
Los dos grandes errores de los padres
La psicóloga Alicia Banderas deja claro en todo momento que no existen los padres y las madres perfectos. Todos cometemos errores. Aún así, cree que hay dos de ellos, que son los peores que pueden cometer los padres en la educación de sus hijos. Son estos:
-No delegar responsabilidades en sus hijos, sino que los tratan como en un mundo entre algodones.
-Hacen un intercambio poco proporcionado entre el esfuerzo y la recompensa y los caprichos que les dan. Ellos mismos saben que no merecen muchas cosas que les dan, pero son incapaces de decir no a sus hijos y les dan de todo.
-¿Cuál es la definición que más se adecua a la de un niño tirano y qué diferencia hay con la rebeldía habitual que se da en ellos en esta etapa de su vida?-Es verdad que hay que diferenciar entre el niño tirano y el niño que es más desobediente, y se salta algunas normas.
-Hábleme de los primeros…-Te voy a dar dos cualidades esenciales. Un niño tirano tiene una insensibilidad ante el dolor ajeno, es decir, se muestra incapaz de ver el daño que causa a los demás, y sobre todo a los padres. No tienen remordimientos de conciencia ante sus malos comportamientos. Y eso va unido a que no tienen sentimiento de culpa, la culpa es siempre de los demás. Hay muchos adolescentes que dicen, es que insulté o agredí a mi madre porque no me dejó salir.
-Tienen una realidad distorsionada de las cosas…-Exactamente, es una falta de capacidad de ponerse en la piel de los demás y de percibir el daño que causan y un bajo remordimiento de conciencia, esos serían los principales indicadores.
-Para no preocupar a muchos padres que nos puedan estar leyendo. ¿Cómo pueden ellos ser capaces de discernir entre un niño rebelde y un futuro tirano?-Hay comportamientos propios de la adolescencia o de la preadolescencia. Por ejemplo, hay comportamientos con niños de diez u once años que son muy comunes y muy normales, como cuando se distancian de los padres y tienen una rebeldía consustancial a la propia adolescencia. Digamos que es un ensayo para la vida adulta, de pequeño está haciendo todo lo que le dicen sus padres y luego sale al mundo y tiene que aprender esas habilidades que todos hemos aprendido a base de algunos conflictos, eso es normal. Lo peligroso es cuando el adolescente hace caso omiso, se salta normas y no se pone en la piel de los padres. Hay una agresividad que acaba por atemorizar a los propios padres con actitudes que amedrentan. Ahí están echando un pulso, y ya podemos hablar de niños tiranos porque solo quieren salirse con la suya.
-Y ahí ya tenemos un primer indicador de que la cosa no va por el buen camino…-Sí, y otra cualidad que podemos señalar es su gran egocentrismo, ansia por conseguir lo que ellos se proponen llevándose por delante lo que sea. Hay adolescentes que pueden transgredir una norma, y dos y tres, pero no hay esa maldad o esa insensibilidad hacia los padres. Esos adolescentes al final son capaces de pedir perdón o reconocer que se han pasado. Sin embargo, los niños tiranos son incapaces de pedir un perdón sincero porque no lo sienten. Y lo tienes en los casos de estos chicos que son capaces de grabar imágenes con el móvil de cómo pegan a alguien. No se están poniendo en la piel del otro chaval, y ahí hay unas muestras de insensibilidad que en las casas se traducen en tiranía, son los reyes de la casa y las normas las marcan ellos.
-¿Por qué se decidió por el calificativo de tirano? En el fondo siguen siendo niños o adolescentes, parece una contradicción…-Hay mucha literatura e investigaciones al respecto. Yo me he basado mucho en las informaciones de Vicente Garrido, que es un criminólogo muy importante en España, y que ha estudiado mucho este tema y también los califica de esta forma. Llevo más de diez años dedicándome a los adolescentes y a veces siempre se los ha demonizado mucho. Así que también decidí tratar a los padres y hacer escuelas de padres, ya que veía que ellos confundían la rebeldía con la tiranía. Busqué información y vi que ya se les definía así, no es algo que me haya inventado yo, pero que sirve perfectamente para expresar ese comportamiento peligroso.
-Usted dice que no todos los niños son tiranos, ni mucho menos. Eso quiere decir que no nacen tiranos, sino que se hacen con el tiempo. ¿Hay que buscar culpables?-La tiranía como tal tiene una predisposición genética, puede formar parte del temperamento con el que nacemos. Por eso a veces decimos, este niño que difícil es, cuando hay otro que no lo es tanto. Hay padres que tienen varios hijos y pueden con uno y con el otro no. Hay una predisposición genética a la tiranía pero no quiere decir que ya predetermine que vaya a ser un niño tirano. La acción educativa y el estilo educativo que utilizan los padres son fundamentales.
-Entremos en el terreno de los padres, de la familia. Mucha responsabilidad.-Sí, lo que ocurre es que cuando estos niños son muy difíciles por esta tiranía normalmente los padres, como no son perfectos, y eso es imposible, tienen mucha dificultad para controlarles, para ponerles límites y al final utilizan un estilo permisivo. Estos niños que tienen este comportamiento, unido a un estilo permisivo es lo que hace que sea un cóctel explosivo.
-Dice en el libro que a partir de los seis años ya se pueden detectar en el niño ciertos indicadores de tiranía, pero que es algo difícil de ver por parte de los padres, especialmente por motivos laborales porque pasan mucho tiempo fuera de casa…-Sí, es cierto. Vamos a ver, para ayudarles debo decir que normalmente estos niños tienen muy poco miedo o ansiedad sobre el castigo. Cuando se les reprende por alguna conducta se muestran con unas actitudes desafiantes. También se muestran muy impulsivos, tienen muy poca tolerancia con la frustración. Lo puedes ver con los juguetes, cuando cogen una rabieta desproporcionada cuando no se les da lo que piden. A veces, tienen actos de crueldad muy poco acordes con la edad, como pegar a alguien o romper algo con mucha rabia, incluso con los animales.
-Cita en el libro varios estilos educativos, el autoritario, el democrático y el permisivo. Imagino que con su experiencia con los padres se ha encontrado con muchas familias que ya no saben que rumbo tiene que seguir con la educación de sus hijos. ¿Usted cuál recomienda?-En un principio muchos padres no son capaces de establecer dos cosas que son fundamentales, poner límites y decir que no. Lo que pasa es que hay padres que les cuesta mucho decir que no a sus hijos, y se lo dan todo y rápido. Ellos se tienen que armar de valor para saber que no pueden ser amigos de sus hijos, ni ganarse su confianza para luego darles todo. Los padres tienen que ser padres, y eso pasa por poner límites y establecer unas normas con sus hijos. A veces también, algunas de estas normas tienen que ser unilaterales y las tienen que poner los padres. Otras ya serán negociadas con los niños.
-Me consta que algunos ya lo hacen, pero que ni así consiguen dominar a sus hijos…-Es que ante este tipo de comportamientos rebeldes de los hijos tú te tienes que hacer aún más fuerte. Como él te vea como víctima muy vulnerable, se crecerá y se alimentará ante esta vulnerabilidad. Lo que ocurre es que hay mucho complejo de los padres, que huyendo del estilo autoritario que ellos vivieron, no quieren aplicarlo ahora para sus hijos, pensando que la confianza que se puede lograr con los niños es a través del colegueo. Eso es un error, siempre digo que los padres no pueden ser amigos de sus hijos, los amigos ya se los buscan ellos. Lo que pasa es que un padre puede ser autoritario, y muy cariñoso a la vez, esa sería la autoridad verdadera. No hay que confundir el autoritarismo con la autoridad.
-Imagino que desde la culpabilidad tampoco se puede ejercer la autoridad…-Exactamente, por la dificultad de conciliar el trabajo con la familia, a veces llegas a casa y lo haces cansado. ¿Y qué ocurre? Que tú no quieres brega con un hijo y al final se lo das todo. Y entonces algunos niños te hacen chantaje emocional y la culpabilidad se apodera de los padres y las madres que no pueden ser firmes. Tanto la culpa como el huir del autoritarismo o incluso la sobreprotección que hay ahora, son malas.
-La teoría del péndulo. Hemos pasado del autoritarismo al todo vale…-Sí, es como si no hubiéramos manejado bien toda esta libertad, una libertad tan buena. Pienso que ahora las familias sí que se comunican mejor que antes, hablan de muchos más temas, el tiempo es menor pero puede ser de más calidad. Lo que pasa es que dentro de esta comunicación hay veces que hay una línea de colegueo que se pasa de la frontera hasta el punto de perderles el respeto a los padres.
-Un respeto que los padres deben intentar ganarse cuanto antes. ¿O también es posible hacerlo cuando el hijo llega a los 15 o 16 años?-Si no te los has ganado antes, a los 15 años los hijos pueden pasar absolutamente de sus padres. Pienso que siempre se está a tiempo de cambiar la relación con tu hijo, y de eso tenemos pruebas, pero está claro que si empiezas antes será más fácil. La autoridad no se impone, se gana. Y la forma de ganarla es siendo firme, y compensarlo con el cariño cuando sea necesario.
-Hay muchos padres que piensan que una buena forma de ganarse el respeto de sus hijos es con un cachete a tiempo. Creo que usted está en contra de los cachetes educativos…-Sí, yo no soy partidaria de pegar nunca, porque lo que he observado es que cuando un padre o una madre pegan, al final lo utilizan como herramienta educativa, y que es algo que no hacen aisladamente. Un niño no deja de comportarse mal porque tu le pegues, eso antes quizás funcionaba más, pero ahora no. Incluso hay una parte de la ley que la tiene de su parte, hay hijos que denuncian a sus padres. También lo veo negativo porque si tú pegas a tu hijo cuando estás frustrado porque no puedes con él, lo que les estás enseñando es que cuando se está frustrado, se pega. Y el niño al final imita la violencia de sus padres. Estoy a favor de reprender las acciones, pero nunca con el cachete educativo.
-En el libro habla de la importancia de aplicar el refuerzo positivo. ¿Qué debemos entender por este concepto?-Refuerzo positivo es que a veces para que aumente la probabilidad de que un niño se porte bien y haga cosas buenas, tenemos que elogiar esos comportamientos y aplaudirlos. Al final tienes una sensación tan motivadora que lo que haces es volver a hacer igual de bien las cosas o vas por ese camino. A veces etiquetamos a los hijos de vagos e irresponsables y ya no saben salir de ahí, de esa parte negativa. Para que el niño pueda salir de esa crítica constructiva, necesita también que nos fijemos en lo que ha hecho bien. A veces lo que más quieren los niños es la atención de sus padres, así que es recomendable esa atención, buenas palabras y elogios a cosas que hagan bien. Es un buen crecimiento para su autoestima.
-Habrá algún caso, y seguro que tú has vivido más de uno, en el que todos estos consejos no sirvan a corto plazo, y se necesite ayuda profesional. ¿Cómo podemos detectar que hay que pasar del tratamiento en casa a la consulta?-Cuando los padres empiezan a dudar de que hay algo no están haciendo bien, es una duda que te invade y que intentas quemar cartuchos pero que enseguida ves que se te va de las manos. Esto es una forma de reconocer que ya no estás pudiendo con tu hijo, entonces lo mejor es pedir ayuda porque el siguiente paso es que tu hijo ha podido contigo, y ahí hay una línea muy delgada. Y lo que pasa es que hay muchos padres que no se acaban de dar cuenta de que sus hijos les tratan con violencia y lo acaban normalizando como una actitud normal. Por eso digo tolerancia cero a la primera falta de respeto. A la primera falta de respeto donde haya amenazas, gritos y sed de venganza hay que pedir ayuda a un especialista.
-En su libro no habla mucho del papel de la escuela, y también es una parte importante en la educación de los niños…-Los niños tienen que ir a la escuela educados desde casa, la educación es en casa porque es ahí donde les transmites a tus hijos los valores que tú quieres. El sistema educativo lo único que puede hacer es complementar o compensar, pero nunca puede suplir la educación de un hijo.
-Son muchos los consejos y claves que da en su libro pero la conclusión con la que me quedo es que esto de educar a un hijo es algo muy, muy serio, y aquí no existen ni Supernannys ni padres perfectos…-No, desgraciadamente no existen. En la generación de los que ahora tienen 30 o 40 años he detectado que los padres quieren proyectar su éxito en sus hijos, quieren ser los padres perfectos, y eso no puede ser, y por eso se mete la pata. Al final lo que haces es convertir tu hijo en alguien caprichoso sólo por no quererle privar de cosas especiales. Por eso se consumen tantos programas de televisión y libros porque parece que queramos los niños perfectos y de forma inmediata. Y eso es imposible, las cosas llevan su tiempo (Sonríe).
El título de este blog Sentir con Flores de Bach, contiene dos palabras que en estos momentos me acercan a la felicidad, el sentir como una manera de pasar por esta vida, que armonice mi razón con mi intuición y las Flores de Bach, compañeras en este camino.
En esta entrevista el sentir aparece en las preguntas y en las respuestas.
"Ante el mundo hay sólo dos actitudes: o miedo o amor"
Soy hija del ´baby boom´ de los 60. Nací en Londres, me crié en EE. UU., Haití, Madrid... y vivo en Londres. Tengo dos hijas pequeñas. Máster en Humanidades por Oxford, me dedico a la pedagogía de la gestión emocional. Soy adogmática. Me permito sentir el misterio
Siendo niña, sí. Por eso sé que en Europa vivimos de espaldas a los riesgos que allí amenazan las vidas: allí viven intensamente, aquí vivimos anestesiados.
Pues bendita anestesia.
Pero pagamos un precio: aquí la vida no late. Y, aburridos, llegamos a deprimirnos. Y nos afanamos en distraernos.
¿Y qué propone?
Adiestrémonos en gestión emocional. La ciencia demuestra que todo - hasta un pensamiento-arranca de una emoción: ¡somos animales más emocionales que racionales!
Pobre Descartes, qué viejo se queda...
Sí, pero ¡en las escuelas todavía no enseñamos a nuestros niños a gestionar sus emociones! ¡Qué atraso!: hacerlo reportaría fabulosas bendiciones para ellos y la humanidad.
¿Se puede enseñar a sentir?
Nos enseñan a desconfiar, recelar, sospechar, despreciar, odiar... ¡Que nos enseñen a amar! Nos enseñan que el mundo es peligroso, pudiendo enseñarnos que es fabuloso.
¿Lo es?
Hay sólo dos modos de relacionarse con el mundo: desde el miedo o desde el amor. Sentir curiosidad por el mundo es amarlo, es lo mismo. ¡Es lo que sienten los niños pequeños!
Esa inocencia radical, ese amor, curiosidad... es lo que luego nos enseñan a perder.
¿Por qué hacemos eso?
La educación aún premia las emociones defensivas ante el mundo, en lugar de premiar las emociones amorosas hacia el mundo.
Será por algo, ¿no?
Porque seguimos anclados en lo que hace 100.000 años resultó útil para sobrevivir en entornos cuajados de peligros: herramientas - miedo, angustia, tristeza, ira...-que hoy quedan anticuadas y son ya un lastre.
¿Recibió usted de sus padres la educación correcta?
Me dieron las dos cosas que hoy se sabe que son los dos puntales de la felicidad.
¡Dígamelas, por favor!
Una: afecto. Dos: sentido de control sobre tu vida.
Explíqueme esto.
Recibir afecto en la infancia infunde confianza y seguridad ante el mundo. Estudios sobre resiliencia - capacidad para remontar tremendos reveses-demuestran que niños tratados horriblemente que se agarraron a una mirada amorosa... pudieron remontar.
Puntal uno: amor. Puntal dos…
Soberanía sobre tu vida. Mis padres jamás hablaron de "la suerte", sólo de cómo actuar: eso te enseña a ser el piloto de tu vida.
¿Qué emociones premia usted al educar a sus hijas?
Las ayudo a identificar cada una de sus emociones: así entienden qué está pasándoles.
¿Hay emociones positivas y negativas?
No. Hay emociones útiles e inútiles. Si un día están tristes, las entreno a no temer a la tristeza y a saber qué está mostrándoles.
¿Y qué muestra la tristeza?
El temor por una pérdida: por una ausencia, una carencia, porque algo termina... Si comprendes eso, ¡lo llevas mejor! Si no, esa tristeza puede agobiarte, angustiarte... y hasta llevarte a medicarte sin necesidad.
Eso se hace mucho por aquí.
Porque no escuchamos lo bastante las voces de nuestras emociones. Habitúate a escucharlas y entenderás tus pasiones. Y una vida con pasión y sentido es más feliz.
¿Cómo puedo descubrir mi sentido?
Al levantarte, cuestiónate: "¿Qué me hace hoy levantarme?". El psicólogo Viktor Frankl lo planteó más crudamente: "¿Qué impide que hoy me suicide?". Lo que se esconde tras la respuesta es tu sentido.
¿Y luego?
Aliméntalo. De lo contrario, podrías matarlo de hambre. Hazte regalos emocionales. Quizá sea apuntarte a una clase de baile... ¡Siembra tu vida de pequeños cambios!
¿Eso me hará más feliz?
Conozco un estudio hecho sobre 5.000 personas: un 10% declararon ser felices. Pues bien, se observó que esas 500 personas habían seguido un patrón común...
¿Cuál? Cuente.
Se habían marcado una meta. La habían puesto por escrito (o se la habían contado a conocidos), en una especie de compromiso público. Habían establecido metas volantes, etapas menores en el camino hacia su gran objetivo. Y cada vez que alcanzaban una meta volante, se gratificaban con algo.
Tomo nota.
Un amigo mío indio me dijo: "A vosotros os entierran a los 80 años, pero os morís a los 20". Me hizo pensar... Hoy sabemos que nuestro cerebro es muy plástico: ¡podemos reinventarnos cada día durante 80 años! No lo hacemos. ¡Atrevámonos, pues es posible!
Excitante: reinventarte cada día.
Abrámonos a la realidad..., que incluye el misterio. Darle la espalda a lo inconsciente y a lo misterioso nos priva del 80% de la realidad, ¡la convierte en plana y aburrida!
¿Cómo aconseja mirar la realidad?
La ciencia nos habla de lo que sabe, pero no puede hablarnos de lo que no sabe. No prescindas de todo eso. ¡Permítete inventar preguntas y soñar respuestas! Es esa capacidad de inventar y soñar (y no sólo la de analizar) la que nos hace plenamente humanos.
Gracias, maestra.
¡Los maestros son los niños! Ellos nacen libres, con esa inocencia radical abierta al misterio, a la confianza en la vida y al amor al mundo. Si la conservásemos..., ¡seríamos siempre creativos y felices!
Inocencia radical
"Aspiro a ser la más lograda versión de mí mismo" (Merleau-Ponty)
"Sueña sin que los sueños te esclavicen" (Rudyard Kipling)
"El ángel de mi nacimiento dijo: ´Pequeña criatura hecha de alegría y júbilo, ¡corre y ama sin ayuda de nadie en la Tierra!´" (William Blake)
son máximas citadas por Elsa Punset en su ensayo Inocencia radical (Aguilar), que apela a los últimos hallazgos de las neurociencias y la psicología para ponerlos al servicio de "una vida con pasión y sentido", dice ella. Hija de Eduard Punset, profundiza en la gestión de las emociones y aboga por enseñarla en las escuelas.
Me despide con una frase de Jung: "La vida te hace una pregunta cuya única respuesta es tu vida".