miércoles, 3 de febrero de 2010

Sonrisas públicas

Si sois de los que durante los trayectos en los transportes públicos empleáis el tiempo en la lectura de algún libro, quizás habréis comprobado que si la lectura os provoca sonrisas o incluso carcajadas, automáticamente levantáis la vista para comprobar si alguien os está mirando y justificar que no os habéis chalado sino que simplemente el libro es muy divertido.

Esto me ha sucedido en varias ocasiones leyendo Dibujar los sonidos, la novela de Cels Piñol.

Tener gracia para explicar situaciones cotidianas y comunes no es fácil y Cels lo resuelve con una experiencia de creador de comics, que aunque no conozco, seguro que también resultan divertidos.

En el libro se mezcla el humor, la ciencia-ficción y los consejos dados por tres personajes, dos papás primerizos y Natalia la niña que pone voz desde el momento de su nacimiento a sus emociones y sus sentimientos con un sentido común que en la mayoria de las ocasiones supera al de los papás.

Y no solo habla Natalia sino tambíen los niños con los que se encuentra en la clínica, en la consulta pediátrica o en el parque en la ciudad de Barcelona.

Aunque el libro no tiene ninguna mención a las Flores de Bach, y mira que hubieran ido bien en algunos momentos, mira por donde aparece Florence Nightingale, considerada madre de la enfermeria moderna, y de la que en dos ocasiones he hablado en el blog como ejemplo de persona capaz de cumplir sus deseos, seguro que Natalia también lo consigue.

1 comentario:

Susana Veilati dijo...

Pili, un beso.
Leyendo esto de dibujar la música, recordé qué me sentí impresionada al ver a Kevin Johansen (músico argentino-canadiense) y a Liniers (buen dibujante), haciendo juntos un espectáculo muy gracioso en la Casa de América. Johansen cantaba mientras Liniers iba dibujando sonoridades y letras en un gran folio mientras una webcam proyectaba sus afanes sobre una gran pantalla... nos encantó. Y me dije: algún día tengo que probar esto!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...