
Esto me ha sucedido en varias ocasiones leyendo Dibujar los sonidos, la novela de Cels Piñol.
Tener gracia para explicar situaciones cotidianas y comunes no es fácil y Cels lo resuelve con una experiencia de creador de comics, que aunque no conozco, seguro que también resultan divertidos.
En el libro se mezcla el humor, la ciencia-ficción y los consejos dados por tres personajes, dos papás primerizos y Natalia la niña que pone voz desde el momento de su nacimiento a sus emociones y sus sentimientos con un sentido común que en la mayoria de las ocasiones supera al de los papás.
Y no solo habla Natalia sino tambíen los niños con los que se encuentra en la clínica, en la consulta pediátrica o en el parque en la ciudad de Barcelona.
Aunque el libro no tiene ninguna mención a las Flores de Bach, y mira que hubieran ido bien en algunos momentos, mira por donde aparece Florence Nightingale, considerada madre de la enfermeria moderna, y de la que en dos ocasiones he hablado en el blog como ejemplo de persona capaz de cumplir sus deseos, seguro que Natalia también lo consigue.
1 comentario:
Pili, un beso.
Leyendo esto de dibujar la música, recordé qué me sentí impresionada al ver a Kevin Johansen (músico argentino-canadiense) y a Liniers (buen dibujante), haciendo juntos un espectáculo muy gracioso en la Casa de América. Johansen cantaba mientras Liniers iba dibujando sonoridades y letras en un gran folio mientras una webcam proyectaba sus afanes sobre una gran pantalla... nos encantó. Y me dije: algún día tengo que probar esto!
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