Miró, L'escala de l'evasió,
es la exposición temporal que ofrece la Fundació Joan Miró de Barcelona, una magnífica exposición cronológica que se inicia con una obra de 1917,
Nord-Sud y que llega hasta obras realizadas en 1974.
La obra Nord-Sud de 1917, se encuentra en una primera sala rodeada de algunas de las casas y masías que Miró realizará en los alrededores de la casa de sus padres en Mont-roig y donde como sucede en las salas posteriores muestra la vinculación con su Cataluña natal.
El surrealismo de Miró se inicia en la década de 1920, apareciendo elementos fantásticos característicos del pintor y siguiendo con una progresiva simplificación también muy reconocible en el artista.
De los años treinta se presentan las "Pinturas salvajes" reflejo de las tensiones políticas y sociales de la época y en 1936 lleva a cabo la realización de una serie de collages de la serie Metamorfosis.
De principios de 1937 y realizada en París es la obra Naturaleza muerta del zapato viejo que ilustra el cartel de la exposición y que vemos en la entrada de la Fundació, los tormetos de la guerra civil española quedan plasmados y en la década de 1950 Miró reconoce que esa pintura "había símbolos trágicos de la época, sin yo saberlo; la tragedia de un miserable mendrugo de pan y un zapato viejo, una manzana atravesada por un cuchillo cruel y una botella, como una casa en llamas que extendía el incendio por toda la superficie."
Se pueden ver también algunas de las Constelaciones de los años cuarenta y la Serie Barcelona de 1944.
El tríptico Azul I, II y III de 1961 ocupa un lugar destacado, siguiendo con obras características de Miró de 1968.
Más adelante aparecen las Telas quemadas de 1973, La esperanza del condenado a muerte I, II, III de 1974, tres paneles de Fuegos artificiales I, II, III y una sobrecogedora Cabeza, composición que había iniciado en 1940 y que vuelve a retomar en 1974.
Su Majestad el Rey, Su Majestad la Reina, Su Alteza el Príncipe de 1974 es una serie de tres figuras hechas con materiales cotidianos, simples y humildes.
En el recorrido de la exposición no está permitido realizar fotografías, hay que esperar a las terrazas exteriores para encontrarse con unas esculturas que ponen la nota de color a la sobriedad del blanco del
edificio construido por Josep Lluís Sert en 1975 para albergar la Fundació Joan Miró de Barcelona.
Fotos: Pilar Vidal Clavería
diciembre 2011