Serendip, el antiguo nombre de Sri Lanka ha dado orígen a la palabra Serendipidad, que tiene que ver con el Arte de descubrir por casualidad algo que no se buscaba.
Es un país que sorprende por su diversidad, su desbordante Naturaleza, su historia a través de las ciudades milenarias, con restos arqueológicos de más de dos milenios de vida.
La religión y la espiritualidad de sus gentes manifestada en el fervor de sus ofrendas y plegarias y sus cálidas sonrisas con las que siempre responden a la mirada curiosa de los visitantes hacen que te sientas acogido y confortable.
A la vuelta de un viaje suelo encontrarme con unas cuantas imágenes a las que llamo mis mejores momentos y que estoy encantada de compartir en el blog.
Ofrendas en el exterior del Ruvanvelisaya, la pagoda más grandiosa de Anuradhapura, edificada en el siglo II a.C.
La ciudadela de Sigiriya, llamada la "Roca del León", la última parte del ascenso a las ruinas del palacio de la cumbre se hacía a través de las fauces de un león esculpido en el monolito, en la actualidad quedan las garras que datan del siglo V
Detalle del Buda sedente en Polonnaruwa, la capital del siglo XI al Siglo XIII.
Entre sus estructuras la más conocida es Gal Vihara, cuatro esculturas de Buda talladas en una pared de granito
Entre sus estructuras la más conocida es Gal Vihara, cuatro esculturas de Buda talladas en una pared de granito
Detalle del techo y figura de Buda en Raha Maha Vihara, Templos de las Cuevas de Dambulla
Lirio de agua azul, flor nacional de Sri Lanka
Familía de elefantes en el Safari por el Parque Nacional de Mineriya
Ofrendas en el Templo del Diente, Dalada Maligawa, en Kandy
Flor de hibisco en el Royal Botanic Gardens de Peradeniya
Tea pickers, recolectoras de hojas de té en Nuwara Eliya
Parque Nacional de Yala
El futuro de Sri Lanka a la salida de la escuela en Galle
Galle ante la inmensidad del Océano Índico
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
agosto 2016