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jueves, 11 de diciembre de 2025

Sorolla, el maestro de la luz

Nuestra estancia en la ciudad de Valencia, ha tenido dos joyas culturales, que se han complementado a la perfección.
 
La primera, la exposición Sorolla. Obras maestras del Museo Sorolla, que tiene lugar en la Fundación Bancaja y que se puede visitar hasta el próximo 8 de febrero del 2026.
 
La segunda, la visita al Centro de Arte Hortensia Herrero, CAHH, al que le dedicaré una próxima entrada.
 
Joaquín Sorolla Bastida (Valencia 1863-Cercedilla (Madrid)1923), es un maestro de la luz. Ver sus obras, es sumergirse en un mundo de colores, de contrastes, que seducen y enamoran.
 
Esta exposción, es el hogar por unos meses, de 60 obras maestras del pintor, 59 de las cuales pertenencen al Museo Sorolla de Madrid, ya que la casa-museo del artista en Madrid, está temporalmente cerrada, mientras se llevan a cabo trabajos de ampliación y rehabilitación.
 

Que buena elección la de esta pintura para el inicio de la exposición
El baño del caballo, 1909 
A patir de este momento, explosionó mi admiración hacía las obras de Sorolla y que fue aumentando, a medida que recorríamos las diversas salas, que siguen la trayectoria vital y artística del pintor.
 

 Autoretrato, pintado en 1909
El artista aparece pintando con la paleta y el lienzo, con una dedicatoria a su esposa Clotilde.
 
 
Jovenes campesinos de Campos de Criptana, 1912
 
 
 

Sala de la exposición con una fotografía ampliada de Joaquín Sorolla en la playa, con las obras :
Clotilde en la cala de San Vicente, Mallorca, 1919
Costa de Santa Cristina, Lloret de Mar, 1915 
 
"¡El agua era de un azul tan fino! Y la vibración de la luz era una locura. He presenciado el regreso de la pesca: las hermosas velas, los grupos de pescadores, las luces de mil colores reflejándose en el mar… me proporcionaron un rato difícil de olvidar"
En 1907 su fascinación por el mar le había llevado a Joaquín Sorolla a escribir estas palabras a su esposa Clotilde  
 
 
 
La trata de blancas, 1894 
 

Volviendo a los orígenes del pintor están también presentes en la exposición, obras con pinturas de temática social, como : 
La trata de blancas, 1894 y la de Triste herencia, 1899 
 
La pintura Triste herencia, se presentó en la Exposición Universal de París de 1900, donde ganó el Grand Prix
Al año siguiente 1901, obtuvo la Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes
De las 60 obras presentes en esta exposición, este cuadro pertenece a Bancaja.
  



Fascinantes también estos detalles de la pintura Tipos de lagartera o Novia lagarterana, 1912
 
 
 
De vuelta a sus pinturas con el mar, me fascinaron varias obras,  la Nadadora. Jávea, 1905
 
 
 
 
Su extraordinario: Paseo a orillas del mar o Paseo por la playa, 1909 
 Retrato de su mujer, Clotilde, y de su hija, paseando por la playa en Valencia 



Instantánea, Biarritz, 1906
La mujer sentada en la arena de la playa, sujeta entre sus manos una cámara Kodak
De estilo postimpresionista, esta obra sirve de homenaje a una cámara, con la que Sorolla realizó muchos retratos de los veraneos junto a su familia. 
 
 
Niñas en el mar, 1909
 
 
 
 
Del mar pasamos al descanso como en esta obra:
La siesta, 1911
 
 

A los Jardines de la casa de Sorolla en Madrid
 
 
A retratos de su familia, como este de su hija Elena, en un detalle de la obra: 
Mis chicos, 1897
 
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Valencia
23 a 26 de noviembre 2025
 
  Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado.
 

jueves, 25 de septiembre de 2025

ANTONI CLAVÉ, AMB MAJÚSCULES, en el Palau Martorell

Después del primer contacto con la retrospectiva ANTONI CLAVÉ, AMB MAJÚSCULES, en en el Reial Cercle Artístic, visitamos la exposición que tiene lugar en el Palau Martorell y que puede visitarse hasta el próximo 16 de noviembre.
 
En el año 1996, visité con Jordi, una gran antológica de Antoni Clavé (1913-2005), en el edificio de La Pedrera y tras el recorrido, compramos una litografía que vendían en la muestra y que tenemos en nuestro comedor desde entonces.
 
Las piezas expuestas entre los dos espacios son más de 80. La mayoría de ellas son de coleccionistas privados. Algunas proceden de administraciones públicas y unas pocas de entidades privadas.
 

 El Palacio Martorell acoge la parte más amplia de exposición retrospectiva. Distribuida en cinco secciones temáticas, entre cronológicas y geográficas, con la producción del artista desde los años treinta a los noventa del pasado siglo XX.  
 
 
 
 
Los Carteles de los años 30, destacan con títulos bien diversos:
 El signo de la muerte / ¿Y ahora qué? / Barrio Chino y el de la Señora Casada del 1935.
 
En sus años como cartelista, Clavé llegó a realizar hasta cinco carteles cada semana, que eran expuestos para promocionar películas, en fachadas y vestíbulos de cines de Barcelona.
 
 
Caballero sur fond noir, 1965, homenaje de Clavé a El Greco.
 
Antoni Clavé, se trasladó a París el día que cumplía 26 años, el 5 de abril de 1939.
En París, como muchos de los artistas exiliados, conoció a Pablo Picasso, con el que estableció una relación de amistad. Fue allí donde se consolidó como artista y es partir de entonces, cuando abandonó su etapa figurativa, para evolucionar cada vez más hacia la abstracción.
 
En el 1956, realizó su primera exposición en España, en concreto en la Sala Gaspar de Barcelona.
Antoni Clavé, fue uno de los primeros artistas contemporáneos que expuso en 1978, en el Musée National d'Art Moderne-Centre Georges Pompidou.


Llegamos al piso superior del Palau y a través de una de las ventanas vemos la imágen de Antoni Clavé, que nos saluda vestido con un kimono. Era un gran enamorado de Japón, país en el que estuvo en dos ocasiones, en 1972 y 1986, exponiendo sus obras en diversas ciudades como Tokio, Osaka y Hakone.
 
 
Las obras inspiradas por su estancia en Japón, se caracterizan por la incorporación de collages geométricos y sellos japoneses, los denominados hankos.
  

En el 1984, se celebró la 41ª Biennal de Venecia y el Pabellón Español estuvo dedicado íntegramente a Antoni Clavé.
 
 
Triptico para el Ayuntamiento de Barcelona, 1992. 
Obra realizada para para conmemorar el 1.100 aniversario de la ciudad.
 
 
En octubre del año 1989, Antoni Clavé estuvo unos días en la ciudad de Nueva York, una ciudad que también se convirtió en fuente de inspiración para sus nuevas obras.
 
 
Jordi observando una de las obras de Clavé que más le gusto, Drôles de guerriers, 1983
 
 
Puedes conocer a María Sanmartí, la madre de Antoni Clavé, en la entrada del blog de agosto del 2024, clicando en el enlace
 

Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Barcelona 
20 septiembre 2025
 
  Las informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por un terapeuta floral acreditado

 
 

 
 

domingo, 6 de julio de 2025

Helen Frankenthaler en el Guggenheim de Bilbao. Pintura sin reglas

En los últimos cuatro años he "descubierto" a artistas plásticos que hasta entonces me eran desconocidos.

He incluido algunas de las entradas de este blog relacionadas con estos "descubrimientos".
 
Comparto los enlaces, porque todos ellas han constituido alimento para mis sentidos.
 
 

 
 
 
 
En mi última visita a Bilbao, le ha llegado el turno a un nuevo "descubrimiento", el de Helen Frankenthaler, con su exposición Pintura sin reglas en el Guggenheim de Bilbao, que podrá visitarse hasta el próximo 28 de septiembre.
 
 
 
Pared abierta (Open Wall), 1953
Óleo sobre lienzo 
 
Helen Frankenthaler desempeñó un papel esencial en la transición del Expresionismo Abstracto a la Pintura de Campos de Color y es conocida por haber inventado la técnica: "Soak-Stain" - Empapar y manchar.
 
Helen Frankenthaler nació en 1928 en la ciudad de Nueva York, sus primeros estudios de arte, tuvieron  primero un enfoque tradicional y después se decantó por la abstracción, falleció en Darien, Connecticut, en 2011.
 
Tras la posguerra Frankenthaler, estuvo en contacto con figuras claves de la Escuela de Nueva York y ella misma también apostó por la experimentación.  
 
En relación a la experimentación y en palabras del comisario de la exposición Douglas DreishpoonNunca daba nada por sentado y si fracasaba, un fracaso podía convertirse en una nueva idea. Una experimentación que practicó a lo largo de seis décadas.

 

 
Desde los primeros momentos de la exposición me sedujeron los colores de las obras de Helen Frankenthaler, en especial los de su obra Tutti-Frutti, 1966 y me encantó dejarme envolver por ellos.
 
 
 
 
En la exposición sus pinturas, un total de 27, comparten espacios con esculturas, 3 realizadas por la propia artista y el resto de otros creadores que formaban parte de su círculo de amistades.
 

Aquí tenemos en primer plano la escultura de David Smith
Retrato del halconero (Portrait of the Eagle’s Keeper), 1948-49.


En este caso la escultura, titulada Mesa Matisse (Matisse Table) de 1972, es de la propia Helen Frankenthaler. 

 

El lenguaje propio de Frankenthaler se siguió manifestando a lo largo de las décadas en que realizó sus trabajos.
De la década de los 80 tenemos la obra
Contemplando las estrellas (Star Gazing), 1989 
 
 


 Dos detalles de la fotografía-mural de Helen Frankenthaler, en su estudio y que se encuentra en la sala donde se exponen sus obras

 
Conduciendo hacia el este (Driving East), 2002
Acrílico sobre lienzo, es una de sus obras de la década del 2000


Sumergida en su obra
Ocean Drive West #1, 1974
Acrílico sobre lienzo 

Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Bilbao
junio 2025


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jueves, 20 de marzo de 2025

Cuadros con flores en la pintura del siglo XX, en el Thyssen-Bornemisza

Las visitas a la ciudad de Madrid, tienen para mi una parada "obligada" y siempre enriquecedora al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
 
El Thyssen alberga una serie de obras que siempre me gusta volver a ver y además en los últimos años, algunas de sus exposiciones temporales, en concreto la de Georgia O'Keeffe en junio del 2021 y la de Maestras en enero del 2024, han sido dos joyas extraordinarias. 

El pasado domingo en mi recorrido por el museo, resaltó una de sus salas, la 38, ya que acogía seis obras dentro de: Cuadros con flores en la pintura del siglo XX.
 
La información que muestra el panel explicativo, en relación a la elección de esta temática, es que muchos artistas de la modernidad, han continuado haciendo pinturas de flores.
 
Las flores en sus obras les permiten hablar de la belleza del mundo natural y de la simbología de la vida y la muerte.
 
Los impresionistas, habían plasmado en sus obras de flores y jardines, sus impresiones fugaces de un momento suspendido en el tiempo. En constraste, los expresionistas posteriores a éstos, anhelaban provocar sentimientos perdurables. El color aplicado con pincenladas gestuales desempeñó un papel primoridal para explorar distintas emociones.
 
Entre las seis obras, podemos ver tres de Emil Nolde, atraido por la simbología de las flores, una de Beckmann, como evocación de su tensión emocional tras su huida de Berlín, al llegar el régimen nazi,  una de Matisse, donde lo esencial era su energía cromática, perteneciente a una etapa anterior al nacimiento del movimiento fauve y una de Ernst Ludwig Kirchner, fundador y principal impulsor del grupo expresionista alemán Die Brücke (El Puente).
 

La cala, 1914
 

Flores rojas, 1906
Emil Nolde (1867-1956) 


Jardín de flores, 1917
Emil Nolde (1867-1956) 


Girasoles resplandecientes, 1936
Emil Nolde (1867-1956)
 
 
Bodegón con rosas amarillas, 1937
Max Beckmann (1884-1950) 

Las flores amarillas, 1902
Henri Matisse (1869-1954) 
 
Además de mi interés por las flores de la sala 38, había otra sala en el museo, que capataría toda mi atención, la 46, allí estaba una de las flores de la artista Georgia O'Keeffe, su Lirio blanco número 7, extraordinario. 
 
La artista en relación a sus más de 200 composiciones florales, que dejó al morir,  publicó en un catálogo del 1939, este interesante  texto:
 
 «Bien, he conseguido que mires lo que yo he visto y cuando te tomas el tiempo de ver realmente mi flor adjudicas todas tus propias asociaciones sobre las flores a mi flor y escribes sobre mi flor como si yo pensara y viera lo que tú piensas y ves en la flor, pero yo no lo veo».


Lirio blanco nº 7, 1957
 Georgia O'Keeffe (1887-1986) 
 
Y una última obra, como colofón de esta entrada de flores en el blog, es la pintura de Richard Estes pintor estadounidense conocido por sus pinturas hiperrealistas, enmarcado en el movimiento del fotorrealismo.

 
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