Florence Nightingale es sin duda conocida en el mundo de la enfermería, pues fue la primera enfermera profesional de la historia. Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, día que coincide con el aniversario de su nacimiento, Florence nació un 12 de mayo de 1820 en la ciudad de Florencia y de ahí su nombre y falleció en Londres en 1910. Fue una mujer pionera en su época y dejó huella en todos los lugares donde prestó su valiosa colaboración.
Florence era una mujer con un supuesto futuro predestinado por su acomodada familía, cosa que ella rechazó de forma clara en 1844 cuando decidió estudiar para dedicarse a ser enfermera.
Para mi el nombre de Florence Nightingale viene ligado con el del doctor Edward Bach, descubridor de sus 38 remedios, las Flores de Bach, ya que en su obra de 1932 Libérese usted mismo, escribió:
A partir de la búsqueda de información para mi viaje a Egipto el pasado mes de febrero, apareció el nombre que recordaba de Florence Nightingale, esta vez debido a su faceta de viajera y escritora.
Escribió Cartas desde Egipto, datadas entre noviembre de 1849 y abril de 1850, comentando en relación a los Colosos de Memnón:
Los colosos no parecen tan colosales; al contrario, se mantienen acordes con todo lo que los rodea, como si fueran del tamaño natural de los hombres, y nosotros fuéramos los enanos, no ellos los gigantes.Si bien hablamos de dieciocho metros de altura y más de setecientas toneladas cada una de estas estatuas levantada con bloques de cuarcita.
Se trata de una serie de cartas escritas a su familia, en especial a su hermana, para darles noticias de su viaje y además ofrecen datos históricos, culturales y también personales que pueden ser muy interesantes.
Los colosos de Memnón representan al faraón Amenhotep III, faraón de la Dinastía XVIII, en posición sedente, con las manos reposadas sobre las rodillas.
La mirada de ambas figuras se dirige hacia el este, en dirección al río Nilo y al Sol naciente
Dos figuras de menor tamaño, situadas junto al trono, representan a su esposa Tiy y a su madre Mutemuia
Los colosos de Memnón fueron las únicas estatuas del faraón Amenhotep III que no sucumbieron al terremoto que destruyó el complejo de su templo en el 1200 a.C.
Detalle de la cabeza de Amenhotep III, os podéis fijar en el tamaño de la paloma que posa en su hombro para apreciar el tamaño de la escultura, de unos 18 metros de altura
Si quieres leer más de los Colososo de Memnón puedes hacerlo en el artículo"Los colosos de Memnón vuelven a levantarse en la antigua Tebas" clicando en el enlace.
Y otro muy interesante en El País sobre Florence Nightingale, cuidados desde el Nilo, clicando en este enlace
Texto y fotografías:Pilar Vidal Clavería